One shots // Futbolistas

Kylian Mbappe

—¿Qué haces aquí sola? — Te giraste para ver al brasileño acercarse a ti y sentarse a tu lado; llevaba una botella en su mano y te la ofreció. La aceptaste y empezaste a beber. — Me aburría de estar ahí dentro saludando a gente que solo se interesa en mí si Kylian está a mi lado. Por cierto, no sé qué haces aquí, Kylian está dentro.

-No vine buscándolo a él, Jade; quería salir un rato y despejarme de la gente que está todo el rato encima mía — le pasaste la botella al brasileño. — Pensaba que te gustaba ser siempre el centro de atención.

Empezabas a sentir los efectos del alcohol; nunca soportabas mucho el alcohol. Miraste al brasileño que se notaba que ya llevaba mucho alcohol en su organismo. — Y me gusta, está bien ser el jugador más importante de esta fiesta — te sonrió con egocentrismo. — Pero necesito respirar un rato, que al final me harto de estar todo el rato sonriendo y soportando a las chicas que están todo el rato encima mía.

Lo miraste sorprendida — ¡Oh por dios!, el gran mujeriego Neymar Junior está harto de que las mujeres se le lancen encima, ¿esto es real? — Él te miró mal y te lanzó un cojín a la cara. Se lo devolviste — Pareces un puto crío.

El tiempo pasaba y nuevas botellas venían; el lugar se vaciaba cada vez más hasta quedarse totalmente vacío a excepción tuya y de Neymar. Estabais hablando y riendo todo el rato; tú estabas lo suficientemente borracha como para que mañana te costara recordar lo que hiciste.

— Ney — el brasileño te miró. — Se me hace raro que no estés metido entre las piernas de alguna. — Era raro no ver al brasileño con alguna mujer en alguna habitación. El brasileño se puso recto en el sofá viéndote acostada en el sofá con tus piernas encima de su regazo — ¿Quieres que lo esté? — Solo dijo eso; abrió tus piernas sin apartar sus ojos de los tuyos, el vestido se te subió por la acción.

Te habían hipnotizado los ojos verdosos del brasileño; él empezó a recorrer el interior de tus muslos con sus manos de forma delicada; poco a poco se fue poniendo encima tuya hasta quedar cara a cara. — Ahora sí que estoy entre las piernas de una mujer, ¿no? — sonrió arrogante y terminó de subir tu vestido hasta tu cintura.

— Cállate — mordiste tu labio viéndolo y empezaste a desabrochar su camisa de forma apresurada; cualquiera podía venir y veros. Envolviste tus piernas en su cintura, apegándolo más a ti, sintiendo su bulto contra tu humedad.

— Sí que tienes ganas, ¿no? — se burló de tu desesperación y finalmente unió vuestros labios en un beso lleno de pasión; el control lo llevaba él.

Varias horas después...

Miraste tus manos nerviosamente; habías estado de pie, dando vueltas y pensando en la reacción que tendría Kylian ante lo que le contarías. Observaste a los jugadores del PSG, que estaban hablando tranquilamente, y te acercaste lentamente a ellos, intentando hacer que el tiempo transcurriera más despacio.

Te aproximaste a la silla de tu novio y pusiste tu mano en su hombro. Él se giró con una sonrisa al verte. — Kylian, tenemos que hablar — terminaste de hablar y su sonrisa desapareció al ver la tristeza en tu rostro. Los demás jugadores se quedaron en silencio observándote. — En privado — miraste a la única persona en la mesa que sabía lo que le ibas a contar. Él te miró seriamente como una advertencia para que no hicieras ninguna tontería. Tú miraste hacia cualquier parte, excepto hacia el número 10 del PSG.

— Claro — se levantó rápidamente y te siguió cuando empezaste a salir del restaurante. — ¿Está todo en orden? — negaste con la cabeza, mirándolo.

— Yo... yo..., no sabes cuánto lo siento. Yo no quería — sentiste cómo los ojos comenzaban a picarte ligeramente y cómo varias lágrimas se acumulaban en ellos.