O11: Conejita 🌷

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JiSoo caminaba por aquél camino de piedras mientras miraba a su mascota, Bam. Iba ir a llevarle un poco de comida a Lisa, hoy se quedaría hasta noche y no llegaría a comer así que quiso llevarle un poco de las galletas que horneo especialmente para ella.

Se detuvo al ver varías personas reunidas viendo algo, ella era una persona curiosa así que se acercó un poco. Sonrió feliz al ver que un alfa le estaba pidiendo a una omega que fuera su pareja, ambos se veían felices, decidió seguir su camino con una gran sonrisa, llegó al campo de entrenamiento, lo dejaron pasar sin ningúna queja ya que sabían que era la omega de la líder.

— ¡Lili! — gritó con una sonrisa.

Lisa ayudó al alfa de apenas quince años a quitarse las pesas que tenían en su tobillos.

— Corre con los demas — ordenó — ¿Qué hacen aquí? — cuestionó con una leve sonrisa.

— Vine a traerte galletas, se que vas a llegar hasta la noche y vine a pasear a Bam — respondió.

— ¿Por qué sonríes mucho, conejita? Nunca te vi sonreír tan feliz — habló un poco celosa.

JiSoo negó levemente — Vi como un alfa y omega se hicieron novios, fue muy lindo.

— Oh, vaya — susurró, ellas nunca fueron novias, solo se casaron, de hecho ni siquiera pidió su mano adecuadamente.

— Lili, no quiero emocionarte ni hacer falsas ilusiones pero... — sujetó la mano de su alfa entre sus delgadas manos y la acarició — ¿Puedes oler... Aquí? — señaló su cuello.

Lalisa volteó a mirar a todos lados, al ver que había una que otra persona mirando, tomó la correa de Bam y con su otra mano sujetó la mano de la castaña para llevarla a su oficina que se encontraba a unos metros de donde estaban.

Llegando a su oficina empujó con delicadeza a su omega en el pequeño sofá y después se sentó.

— ¿Aquí...? — tocó el cuello de la menor donde estaba la marca — ¿Sucede algo con la marca?

— Solo... ¡Huele! — hizo un mohin.

Lisa se acercó y empezó oler, olia a vainilla. Dió un pequeño beso y siguió oliendo, tal vez su omega noto un olor extraño; abrio sus ojos con sorpresa al percibir un leve toque de leche, el aroma era muy leve pero ahí estaba.

Se separó con un leve sonrojo en su rostro antes de acariciar la mejilla de su esposo

— ¿Estás... En cinta? — cuestionó.

— Supongo, pensé que el aroma solo lo sentía yo pero si tu lo hueles también, hay una gran posibilidad de que aquí haya un cachorrito — habló mientras señalaba su vientre.

— Hay que esperar un poco más para estar seguras — besó castamente los labios de la omega.

La pelinegro vió como a la castaña le dieron escalofríos, corrió hasta donde tenía su abrigo y se lo colocó al omega.

— No, Lili... Creo que aqui es muy frio, estaré bien — habló.

— No quiero que te enfermes conejita, yo puedo aguantar el frío pero tú no, recuerda que te enfermas con facilidad — mencionó con una sonrisa.

— Entonces, regresaré a casa temprano. Tú también trata de llegar temprano a casa, cariño — abrazó a su esposa.

— Estaré esperandote en nuestra habitación

Lisa unió sus belfos con los de la contraria antes de que se fuera.

JiSoo estaba con su pijama ya puesta y arropada entre las cobijas mientras veía a su cachorro dormir en su cama, la cuál estaba cerca de la puerta

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JiSoo estaba con su pijama ya puesta y arropada entre las cobijas mientras veía a su cachorro dormir en su cama, la cuál estaba cerca de la puerta. Sonrió al escuchar pasos cerca, a sus fosas nasales llegó el dulce aroma a café, se levantó de la cama mientras esperaba que su alfa cruzara la puerta. Se sorprendió cuando vió como su alfa entró a la habitación con un gran ramo de rosas y sus panecillos favoritos.

— ¿Lili?

— Conejita, toma asiento... — pidió mientras ella se arrodillabam

— ¿Qué hacés? — preguntó confundida.

— Conejita, desde la primera vez que te ví quedé enamorada de tu belleza. Nos fuimos conociendo poco a poco y cada día que pasaba me enamoraba más de ti — sonrió dulcemente — Eres una omega perfecta, soy muy afortunada de tenerte. Kim JiSoo, ¿Me permites ser tu novia?

La castaña estaba confundida, ¿Por qué su esposa decía eso?

— ¿Lili?

— Déjame ser tu novia, omega — le entregó las rosas.

— Está bien, seré tu novia — habló confundida, dejó el ramo a un lado para ver el rostro sonrojado de su tierna alfa.

— Se que estás confundida — soltó una pequeña risita — Nunca te pedí que fueras mi novia y tampoco te pedí matrimonio adecuadamente — abrazó a la castaña.

— Eres muy linda, Lili — besó las mejillas de l pelinegro — pero ya es un poco tarde, ya somos esposas — levantó su mano para que Lisa viera aquel anillo que ella misma eligió para su conejita.

— Te amo, conejita— la cargó al estilo nupcial y empezo arrullar.

— ¿Soy una bebé? — cuestionó entre risas.

— Eres mi bebé. Mi conejita — respondió con una sonrisa.

JiSoo se aferró a Lisa mientras olía aquel aroma a café, ese que tanto le encantaba. Se sentía muy tranquila entre los fuertes brazos de su esposa, amaba mucho a su esposa, siempre tratando de protegerla y cumpliendo todos sus caprichos.

Pasaron unos minutos en los que Lisa la estuvo arrullando,esos minutos fueron suficientes para que JiSoo se quedara dormida. La alfa sonrió tiernamente mientras acostaba con delicadeza el cuerpo de su esposa en la cama. La arropó muy bien ya que hacia mucho frío y no quería que se enfermera, por último dejo un pequeño beso en la frente de la castaña antes de salir de la habitación para ir a comer algo.

Lisa entró a la habitación tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a su esposa

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Lisa entró a la habitación tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a su esposa. Empezó a cambiar su ropa por una pijama que era igual a la que traía la castaña, una vez ya lista se acostó a lado de la omega y se cobijo ella misma mientras abraza el cuerpo de su esposa.

— Espero que muy pronto tengamos cachorritos — murmuró empezando a oler el dulce aroma a vainilla que desprendia JiSoo.

Vié como el cachorro se subió a su cama y se acostaba como si nada en la parte de la abajo.

— Tú tienes cama, Bam — regañó Lisa.

El perro lo ignoró y no se movió ni un centimetro a pesar de que Lisa movía su pie, este no se movía.

— Bien, duerme aquí — hablo ya rendida.

El cachorro se levantó y se acomodó mejor en la cama, Lisa miro indignada al cachorro.

Negó levemente mientras abraza más a la castaña con mucha delicadeza.

୨ৎ Mi Conejita︙LiSoo⋆Where stories live. Discover now