Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

32

Sí, ¿por qué no me contaste esa historia?

Casi me río porque no estaba fuera de mis expectativas. Obedientemente asentí, ocultando mi desdén.

"Si es la voluntad de mi hermano, entonces debo seguirla".

Durante el último año y medio, he sido de poca utilidad como 'duquesa Valentin'. No le di a Owen la información que quería, y tampoco cautivé a Theodore. Entonces, Owen comenzó a pensar en mi 'otro uso'. Como venderme a Lennon Chester.

Entonces, sería un negocio lucrativo para la familia Everett, ya que podrían recibir una parte de la tierra y el poder militar de la familia Chester. Incluso la familia Chester no tenía motivos para negarse.  Nadie quiere casarse con Lennon Chester debido a su notoriedad como prostituto y lujurioso, por lo que su hermano mayor, el marqués de Chester, no se opondrá al hecho de que me vuelva a casar.

“De todos modos, fue sorprendente.  Pensé que tenías sensibilidad espiritual... No, ¿llegó a existir?”

Owen murmuró, los ojos brillando de interés.  Todavía no había pensado profundamente en ello, así que deliberadamente puse una expresión de inseguridad.

"Debe haber sido solo una coincidencia".

"¿coincidencia?"

Owen preguntó de nuevo, entrecerrando los ojos. En lugar de evitar su mirada, puse una expresión en blanco como una muñeca, como siempre. Una leve sonrisa se deslizó por los labios de Owen mientras me miraba. Quizás es una risa en el sentido de ridículo.

“…Hay casos muy raros en los que una persona cercana a un contratista de los espíritus tendrá la capacidad de responder a los espíritus”

Owen murmuró para sí mismo.  Sus ojos, fijos en los míos, destellaron con una luz peligrosa.

“Pero así es como va… Sólo es posible cuando el contratista del espíritu ama sinceramente a la otra persona”.

Me tragué mi cinismo y asentí obedientemente con la cabeza.

"O tenía sensibilidad hacia los espíritus desde el principio, o los espíritus del Bosque Ashuriji son inusuales".

“… .”

Owen siempre ha sido así.  Esperaba que no tenga esperanza en la vida, que sea una marioneta vacía sin deseos ni anhelos. Y cada vez como esta, quería confirmar el hecho de que estaba "vacía".  Para él, yo tenía que ser una herramienta que pudiera sostener en la mano y rodar a voluntad.

“Theodore Valentin….”

Sin darse cuenta de su rima, Owen extendió la mano y tocó un lado de mi cabello.  Sentí como si esa mano fuera a cambiar de posición en cualquier momento y me estrangulara.

“Parecía haber cambiado a favor tuyo.  Que extraño.  Él no es así.  ¿Le lastimaste la cabeza por casualidad?"

Ante esa pregunta, solo me inquieté interiormente, pero no mostré ningún signo de ello exteriormente. Los ojos de Owen me examinaron. Como para captar hasta la más mínima reacción de mi cuerpo.

Dije en un tono que no importaba.

"Bueno.Ya sea que haya cambiado o no, no significa nada para mí”

Entonces Owen levantó la mirada. En el momento en que me di cuenta de que estaba mirando por encima de mi espalda, mi corazón dio un vuelco.

“…Yo digo si."

Ahora, a la persona que acababa de llegar a este pasillo, Owen le preguntó en voz baja.

"¿Qué piensas del duque Valentin?"