La Realidad

36 2 0
                                    

El revolver frio escribiria mi futuro y definiria mi valor, mi mano no temblaba y poco a poco asimilaba el que podía morir aquí instantaneamente, me dispongo a jalar del gatillo sabiendo que podría ser lo ultimo que haré. Jalo y...
Nada, no salió ni una bala, no siento alivio ni nada, es como si hubiese muerto más con esto.
- Justo lo que necesito! Una persona que sepa que su vida no vale nada, que sepa que en cualquier momento va a morir y no tenga miedo de ello. -Dijó Alphonse mientras me miraba con sorpresa.

-Tal vez él sea el indicado para la liberación de esta noche. -Opinó uno de los subordinados de Misantropía.

-Sí, hagamos de esta noche su iniciación, Johan, dejame explicarte lo que harás hoy. Tenemos una carga explosiva que debes colocar en la Iglesia del norte de la ciudad.

- ¿Qué? ¿Volarás una Iglesia en pedazos? Pensé que eran un grupo de terrorista, no un grupo de otra religión. -Respondí.

-¡No seas Imbécil! Somos un grupo liberador, no creemos en ninguna religión, ésta solo hace al hombre falto de cociencia, ¿Qué  sin creer en un Dios todos cometeriamos cosas malas? Patrañas! No necesitamos a un Dios, es más, si él existe nos odia, así de fácil, la vida no debe limitarse a querer tener un paraiso al morir, a la mierda! El paraiso está aquí al igual que el infierno, y ninguno es bueno ni malo, mientras te sientas vivo cualquiera de los dos será Genial.
Hablo de la religión, no sé si Dios exista o no, pero la religión solo limita al ser humano, por ello, hoy acabaremos con esa iglesia que ha estado lavando el cerebro de nuestra gente. Pronto ellos sabrán que en vez de preocuparse por caerle bien a Dios, deben preocuparse por caerse bien a si mismos, sin LIMITACIONES.

Y así empezaría todo...

MisantropíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora