Capitulo 12: La Bella y la Bestia (1/2)

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El tiempo pasó rápido, la luz de la mañana entraba a raudales por la ventana, el joven de cabello castaño dormía tapado con una fina manta, su esbelto cuerpo desnudo cubierto por todos lados con signos que confirmaban plenamente lo ocurrido aquella noche llena de pasión.

Aún no era hora de que se levantara de la cama, su cerebro no funcionaba, en cambio su compañero estaba de pie y abrochándose la camisa. Incluso cuando se vio envuelto en tal situación, su imagen era pura y radiante, como si nada hubiera pasado.

Se giró para mirar al chico de cabello castaño mientras estiraba sus extremidades y ocupaba toda la cama luciendo como un niño dormido, se veía tan dulce que quería besarlo unas cuantas veces más pero sabía que no podía controlarse. Luchó por saber cómo sentirse en ese momento. ¿Emocionado por tener a Wei Ying sólo para él? ¿Enojado por dar el primer paso de esa manera? Cumplió sus deseos más profundos y codiciosos sin un plan, pero... sintió que no estaba del todo bien, que no era su política no seguir sus propias reglas. Si le contara a sus futuros hijos cómo conoció a su padre y cómo fue su "primera cita", ¿qué ejemplo les daría? 

No podía seguir así, quería hacer nuevos recuerdos con él y empezar de nuevo.

Wei Ying comenzó a hablar en sueños, buscando algo o alguien a su lado con sus manos. Rodó de un lado a otro como si estuviera perdiendo los estribos hasta que "Lan Zhan... Tenía muchas ganas de verte..." salió de los labios rojos del menor. En un instante, Hanguang-jun ya estaba del otro lado de la puerta, con la espalda contra esta y con sus manos sobre su pecho para calmar los latidos de su corazón. ¿Wei Ying acaba de decir que él también quería verlo? Dicen que los que hablan dormidos son igual de sinceros que los borrachos, así que sí, no lo estaba molestando con sólo palabrerias lanzadas al aire hace horas. ¡Él de verdad quería verlo! 

Recobró la compostura y tomó aire, aún había una oportunidad para salvar está "relación". Con sus dedos se empezó a peinar un poco para estar más presentable y darle los buenos días, entonces, la puerta morada que estaba no muy alejada de la de Wei Ying, se abrió.

Los zapatos blancos y elegantes que conocía perfectamente se asomaron del marco, alzó la mirada y se topó con la expresión desconcertada de su hermano mayor.

El silencio se tornó incómodo, ninguno de los dos sabía qué decir. Bueno, no, en realidad Lan Zhan sí tenía mucho que preguntar, pero se limitaría a escucharlo primero.

— WangJi — dijo Xichen con una voz sería, sus labios temblaban un poco, entonces un "Lan Zhan~ ven acuéstate conmigo un rato más~ todavía no me puedo parar por lo salvaje que fuiste anoche~" de fondo hizo que a ambos hermanos se le tensaran los músculos y pusieran los ojos en blanco.

El Lan menor cerró la puerta por completo en el momento en que Wei Ying se levantó aún con los ojos entrecerrados y de espaldas para bajar de la cama, sólo que su cerebro no enviaba la señal de que "aún estaba completamente desnudo y débil" así que se rodó por el filo de esta para caer contra el suelo. Hanguang-Jun se volvió hacia su hermano, quien apretó los dientes y se llevó la mano al entrecejo, intentando eliminar de su memoria lo que acababa de apreciar. 

— No puedo creer que te hayas acostado con él ni bien lo conociste.

— Hermano, yo-… 

— No intentes mentirme ni justificarte, te conozco perfectamente — su voz denotaba molestia, aún cuando él era alguien con un aura cálido, ahora era todo lo contrario — Todo tiene un límite, y eso lo sabes. Esto no fue lo que te aconsejé, yo nunca te enseñé este tipo de actos irresponsables, ¿no es así?

En eso, detrás de Xichen se escuchó el sonido de otro cuerpo cayendo al suelo, por encima de su hombro, Lan Zhan vio que había un chico semidesnudo con la espalda tocando el suelo y las piernas aún sobre la cama en una posición que parecía dolorosa, mientras roncaba fuerte sin percatarse del golpe. Rápidamente Lan Xichen cerró la puerta.

Me Enamoré De Un Criminal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora