I F O U N D Y O U. . . [ Huggy - Lectora ]

CAPÍTULO 24

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Han pasado algunos días desde que Esteban está en el hospital. Desde que está ahí, no ha podido hablar y mucho menos moverse por el dolor. Stefani y Ali hacen lo posible para hacer que se sienta cómodo.

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A pesar de que Stefaní insiste en sobre-cuidarlo. Esteban se niega a que lo haga. Cuando le toca la hora de desayunar o la comida, Stefaní quiere darle de comer pero él sigue sin aceptarlo y come por su cuenta. Tambien cuando quiere tomar agua es la misma situación. Esteban entiende que su hermana quiera ayudar, pero él insiste en que puede hacer lo básico sin problema. Aún así, le agradece mucho a su hermana y le da sonrisas de vez en cuando.

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Poco tiempo después, Stefaní ya no siguió persistiendo y solamente lo ayudo con ir al baño y acomodarle la almohada. Cuando el medicamento hacia bien su trabajo y Esteban ya no sentía dolor. Ambos platicaban y trataban de levantarse los ánimos como pudiesen. En cada plática que podían tener, Esteban no se olvidaba de preguntar por ___. Cómo Stefaní también visitaba a ___, Stefaní le daba las noticias.

Lamentablemente para Esteban las noticias jamás cambiaban, todo el tiempo era sobre que ella siempre seguía dormida y que le daban medicamentos fuertes a través del tubo. Eso le entristecía, pero prefería mejor pensar en que algún día estaría junto a ella riendo con su hermana y Sam...

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- Listo, toda tu cama ya está impecable - dijo Stefaní mientras se acomodaba en el sillón de al lado. Esteban a lo mucho con su mano dió gracias y sonrió agradecido con ella.

- ¿Gustas algo de comer? Puedo decirle a Ali que traiga gelatina o fruta para ti.

- Esteban nego con la cabeza y cerró los ojos -

- bueno, yo si tengo hambre, iré a la cafetería a por una ensalada. No te muevas.

- Esteban la miró obvio y Stefaní rio ante su reacción - Es broma, ya vuelvo - soltó una risa y salió de la habitación.

Esteban giro su cabeza hacia la ventana y miro el día despejado que yacía afuera. Ansiaba poder ir afuera y disfrutar del sol en su piel. Pero cómo no tenía como moverse, le era imposible poder sentir de nuevo los rayos de sol en su cuerpo. A veces imaginaba que iba a un campo con __ y ambos bailaban de bajo del sol y sus nubes. Imaginarse eso le provocaba un rubor en su cara y una sensación de calidez en su pecho. Al estar tan metido en su cabeza, ignoro por completo quien estaba en la habitación. Cuando un ruido interrumpió sus pensamientos, giro hacia la dirección de la puerta y se encontró con Ali.