Escribo esta carta con el sentimiento de lo que siempre fuimos y seremos.
He recorrido campos infinitos de felicidad a tu lado y quiero inmortalizar cada acto en las presentes letras que narraran aquel suceso divino, una apoteosis un tanto cruel, e incomprensible para nosotros. Se adueña de mis ojos distraídos que persiguen su sombra y el titubear de su cabello cuando camina, doblega mi orgullo y condena mis pasos bajo mi propio juicio. Me persigue su presencia y se roba mis suspiros, juega con mi cuerpo en un vaivén de sensaciones guiándome al deseo de lo prohibido. Alzando el velo de una princesa sin reino me quedo entre sus grandes ojos que reflejan mi esperanza maltratada con la creencia de una nueva oportunidad y una belleza única, pues su piel canela es muy similar a la mía, compartiendo una vanidad sin ningún sentido. Mientras agonizo entre sus besos con veneno, me adueño de su alma, a cambio de mi afecto, haciendo de los dos uno solo con la cualidad de perfección. La naturalidad de querer querernos es mágica y te diria mi vida pero para que compararte con ese desastre.se agota el tiempo y se me terminan las palabras, pues resumir lo que siento al hacerte el amor es tan inconcluso como un te amo.
