Imposible Odiarte

|Capítulo Uno: Cita a (no) ciegas|

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Corre, Blaire.

—Así que a mi exnovia le gustaba mucho leer y siempre la llevaba a la librería como una cita. Ella siempre escogía un libro de un género diferente y yo, como buen novio, siempre se lo compraba. Siempre salía feliz de la librería. Y eso me hacía sentir igual. —él dijo orgullosamente. —Lo más gracioso de ella era que le encanta comer helado, pero ella es intolerante a la lactosa. No le importaba para nada.

Este idiota anda hablando sobre su exnovia en la primera cita.

Que incomodo. Yo no ando para escuchar historias ajenas de un amor del pasado.

Apenas nos conocemos y ya anda contándome de su primera novia o bueno, exnovia. Una cita no es para eso, sino es para conocernos mejor, y ver si hay una cita próxima. Y lo único que yo sé del chico es su nombre, en que trabaja y sus intereses a largo plazo. Todo gracias al app de citas.

Trent Holloway
Edad: 25 años
Ocupación: Cajero en el supermercado
Intereses: trabajo estable y una relación bonita. <3

No es que ando desesperada para volver a enamorarme.

Para nada.

Si no, es que recientemente terminé con mi exnovio y andaba aburrida. Así que decidí abrir una cuenta en la app de citas para reírme de los chistes, las labias mongas y de las biografías bien estúpidas que colocan los hombres para así conquistar a una víctima.

¿Y qué hago aquí?

Bueno, excelente pregunta. Soy una víctima.

Una salida a comer con un chico (quien apenas conozco) una vez al año no hace daño a nadie. Y muchos menos si el chico se ofrece a pagar la comida.

Y es por eso por lo que ando aquí.

—Y bueno, después de terminar con mi exnovia, conocí a otra chica. —el chico siguió hablando. —Y luego a otra. Y ahora ando aquí contigo. —se ríe cínicamente.

Nos encontramos en un restaurante italiano, que apenas abrió hace poco. Ya habíamos ordenado los aperitivos, bebidas y la cena, así que lo único que había que hacer, era esperar y hablar para pasar el tiempo. Que, para serte honesta, es mala idea porque no deja de conversar.

¿Cómo le hago para escaparme de esta aburrida cita?

Sus historias cansan y no es apropiado que hable de sus exnovias en la primera cita.

—Bueno, he salido con varias chicas...

Al escuchar eso, instantáneamente tomo mi teléfono de la mesa y le texteo a mi mejor amiga, Rosalia. Es la única que se me ocurre a la mente y sé que anda disponible a estas horas de la noche. Fue una mala idea acceder a salir con este chico.

Blaire: Código rojo. 8:56 pm.

Rosalia: Entendido 🫡, mi capitana 8:56 pm

Coloqué mi teléfono en volumen muy alto y lo dejé encima de la mesa, para que así, él se percate de la llamada y logre escuchar la excusa barata de mi mejor amiga, quien me ayudará a salir de este apuro que yo misma hice.

—Todas las salidas con ellas no han salido tan bien, no sé porque...—él admitió.

Yo sé porqué.

Y seré otra chica que te dejará de hablar. Cuando salga de aquí, lo primero que haré es bloquearte de la app de citas y de todas las demás redes sociales. Voy a desaparecer y no volveré a crear una cuenta en las apps de cita, solo por diversión. No caeré en los enredos de un hombre.

Mi teléfono comenzó a sonar e instantáneamente, él se detiene en seco y me mira raro. Contesté la llamada y mi mejor amiga hace su rol de salvarme de esta cita.

—Blaire, ¡es una emergencia! Necesito que me busques en estos momentos, siento que alguien me anda persiguiendo en la calle. ¡Corre! —Ella se escucha muy dramática y el tono de voz se oía falso, pero a la misma vez real. Las clases de teatro en la universidad, si le  fueron bien.

Sin antes de reaccionar a esa dramática escena, ella ya había colgado el teléfono.

—Bueno, tengo que irme...—comienzo a decir, pero fui interrumpida.

-Así que con mi primera exnovia, yo terminé con ella.

No puede ser.

Rodé los ojos, ya me siento irritada. Y al parecer, este tipo no entiende. Con razón.

—Trent, mi amiga me llamó, tengo que ir a ayudarla. Es una emergencia. —casi lo digo suplicándolo, enfatizando la palabra emergencia.Tomé mi teléfono en mis manos y lo coloqué en el bolsillo de mi cartera.

—Terminé con ella porque entendía que ella necesitaba una atención que yo no le daba. —el siguió explicando.

Excusas.

—Iré al baño. Vuelvo pronto. —al fin dije. Tomé mis cosas y me levanté del asiento.

Trent solo asintió con la cabeza y sonrió. Sonrío falsamente. En realidad, no volveré pronto. Fingiré que voy al baño y en realidad, voy a salir del restaurante para ir derechita a mi apartamento y esconderme de este momento vergonzoso.

No vuelvo a salir con chicos.

No vuelvo a crear cuentas de app de citas solo por diversión.

No vuelvo a enamorarme.

Caminé como si fuese para el baño de las chicas, tratando de no tropezarme con los meseros y las mesas. Cambié mi rumbo hacia la salida del restaurante cuando de momento escuché de lejos a Trent gritarme.

—¡Ey, Blaire! ¡El baño de las chicas no es por ahí!—Me tensé. —¡Esa es la salida!

Rayos.

Corre, Blaire.

(...)