Capítulo 7

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Jin Ling recorrió el patio de entrenamiento seguido de los jóvenes Lan, quienes miraban con un poco de asombro como los discípulos entrenaban. Quizás no de la manera en la que ellos lo esperaron. No había entusiasmo en sus ataques, y en su mayoría, susurraban entre ellos, observando al heredero con enojo. Lo demás estaba fuera de lo que ellos podían comentar.

—¿No crees que los Jin están locos? —susurró Lan Jingyi a Lan Sizhui, frunciendo el ceño. No entendía como esos serían los que cuidarían al futuro líder, parecían muchos más actos para atacar al más joven—. No tienen respecto con el heredero, y ¿Serán ellos los que nos entrenen? ¿El líder Jin no quiso decir que los ayudemos a ellos con su carácter?

—¡Jingyi! —susurró en un casi grito Sizhui, ocultando con su ancha manga, su rostro. Realmente no le gustaba lo que veía. No tenía la mejor opinión con respecto a la secta. Después de todo Hanguang-jun, solo elogiaba las actitudes del actual líder. Lan Sizhui, pensó que todo serían tan buenos como los imaginó—. No deberías andar diciendo eso, no tenemos permitido hablar de los demás.

—¿Por qué? Sé que también tienes curiosidad por lo que ocurre. Además, el maestro Qiren no está aquí, y el tío Lan nos dijo que fuéramos cuidadosos, pero que podríamos preguntar tanto como quisiéramos.

Shizui asintió a sus palabras—. Pero, eso no nos da el derecho de hablar sobre la enseñanza del lugar, debemos mantener nuestro comportamiento. ¿Qué nos dirán luego?

—Que no parecen Lan —contestó Jin Ling deteniéndose frente a ellos, sobresaltándolos—. Tengo entendido por mi padre que esta prohibido hablar a espaldas de los demás. ¿No es eso lo que están haciendo?

—Disculpa, joven heredero Jin, estamos un poco emocionados por su enseñanza —respondió rápidamente Sizhui, inclinándose un poco. Jingyi asintió sin mostrarse culpable por sus palabras—. Solo tenemos curiosidad, disculpe nuestro atrevimiento.

Jin Ling los miró unos segundos, al líder, y a los tres jóvenes Lan. Realmente no quería convivir con ellos. Principalmente ahora que debía detener sus escapes hacia el bosque donde su baba lo esperaba. Debía presentarles a alguien para su enseñanza compartida, pero tan solo una mirada de los instructores, no parecían estar muy emocionados a convivir con ellos, y ni hablar de como inflaban su pecho de ego, mientras que su agarre de la espada era pésimo. Su padre sabía de eso, y no se arriesgaba a arruinar la poca imagen que podría tener con los jóvenes, ya que daba por perdido a los adultos.

Su secta estaba perdiendo cara frente a ellos.

—Entiendo, como los maestros están un poco ocupados —carraspeó, desviando la mirada hacía el árbol donde Mo Xuanyu alimentaba a un burro, tan ruidoso a los ojos de los Lan, sin embargo, solo emocionó al joven—. Por lo que estamos un poco alejados de los campos, mi tío será quien los instruya.

El sonriente joven de ropas doradas se acercó a ellos, mientras saludaba con un ademan. Mo Xuanyu, era fuerte, inteligente, pero también ingenuo. Estaba entrenando junto a él con Wei Wuxian. Tenían esa esencia de coqueto al luchar que había tomado de su baba, algo que siempre hacia ver Zixuan, mientras que él, como su hijo, mantenía la habilidad con el arco de ambos, y una extraña manera de traer consigo el peligro que heredo.

Todo seria mejor si baba les enseñara, pensó Jin Ling respondiendo a su tío con una sonrisa. Wei Wuxian se lo había dicho antes, ellos estaban acostumbrados a una enseñanza a base de los libros, que la practica en tiempo real no les proporcionaba. Los Lan y sus libros.

Pero, eso sería arriesgar la integridad del hombre sombra, y quizás adelantar la invocación por la que los jóvenes habían venido a avisar. No, no sería lo mejor.

La oscuridad que los protege; XuanXianWhere stories live. Discover now