2 ►La extraña vecina de mi mejor amigo

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Nils Barker:

—Los Beatles son buenos, pero ahora lo que atrae a las mujeres es Pink Floyd —aseguró Uren mientras prendía un cigarrillo—. Le colocas Lucy Leave, le besas el cuello, le das una palmada en el trasero y de seguro caen en tu cama.

—Lo único que quiero arrastrar hasta mi cama es mi sueño perdido —objeté, cargando una caja con vinilos.

—¿Siempre tienes que ser tan amargado?

—No. Solo cuando me hablas como si fueras un experto en el sexo. Si presumes mucho, es porque... no te pasa muy seguido.

—Ja. ¿Y a ti sí?

Me encogí de hombros.

Uren Harlet era alguien cuya verborrea me hacía perder la paciencia. Lo toleraba porque nuestras madres eran amigas desde tiempos inmemorables y nosotros prácticamente nos criamos juntos. Y bueno, uno se encariña a veces.

Nos encaminamos hasta la casa de Uren para organizar la venta de garaje. Nuestro objetivo en mente era viajar hacia Londres para conocer el observatorio astronómico de Greenwich, así que esa era una buena forma de conseguir dinero. Aunque claro, me costaba el doble teniendo a alguien tan desorganizado a mi lado. Creo que me siento orgulloso de ser alguien que tiene el privilegio de ser estructurado en todo.

Tras unos segundos, Uren le dio una última calada a su cigarrillo, lo lanzó al suelo y abrió el diario para leer el horóscopo de la semana.

—Mira: aquí dice que según tu signo... El dinero no lo es todo y bla bla bla bla, pero, de todas maneras, no será un año de riquezas.

—Llevo diecinueve años así, pero gracias —dije avanzando hacia su casa.

—Sin embargo, también dice que este año te sorprenderá el amor. Alguien nuevo aparecerá en tu vida y la cambiará para siempre. Esa persona te resultará interesante, pero deberás tener cuidado, porque puede que desestabilice tu v...

—¡¡¡Puta máquina de mierda!!! —gruñó una chica corriendo por el asfalto.

Pero qué carajos...

Ella se dirigió hacia la casa del lado y subió las escaleras de la entrada. Se hincó y comenzó a levantar los gnomos, como si buscara algo... Quizá un par de llaves en el antejardín del profesor Farett.

—No... Me cago en todo... —Escuché su voz nerviosa desde más atrás—. Ay, Oris, no juegues con la máquina. Ay, Oris, la puerta no abre... ¡Patrañas! —se hacía burla para ella misma—. De seguro querían mandarme a la mierda. Uno conoce a su gente.

Estaba hablando... ¿sola?

Era una muchacha rubia, de cabello largo, algo ondulado y despeinado. Lo que me llamó más la atención fue que vestía un pantalón ancho, con bolsillos y de un color café; también una sudadera gris bastante holgada. Las mangas eran largas y casi ni se le veían sus manos. Una vestimenta... no tan usual.

—¿Acaso viste... lo mismo que yo? —pregunté, anonadado—. Creo que está robando... ¡Hey tú... Ladr...!

—¡Shh! —Uren me jaló del brazo—. Espera, que a esta me la conquisto.

Durante unos segundos ignoré las palabras de él y me quedé dubitativo tratando de entender qué demonios estaba haciendo... Y ante mi profusa confusión, me limité a permanecer en silencio porque ninguna palabra parecía alimentar mis preguntas. ¿Acaso de verdad era una ladrona?, ¿prófuga de la justicia?... No, no, pensé en que quizá era una hippie bajo el efecto de las drogas que estaba buscando donde dormir. Medité mis pensamientos y esperé a que no fuera ninguna de las tres opciones. Aquel hábito de fisgonear por las ventanas de casas ajenas no era muy bien visto entre vecinos.

Volveré Hacia el Ayer LIBRO 1 Y 2 COMPLETOS💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora