Capítulo 6 - La bruja desesperada (+18)

101 5 2
                                    

¿Por qué me molesto? ¿Y si de verdad no es ella? Espera un momento, ¿qué más da que sea ella? Joder. Aún sigo hundido entre mis manos, evitando mirar hacia cualquier lado. Mi boca está volviendo a sufrir la alta presión provocada por el incremento de fuerza que estoy ejerciendo con ambas mandíbulas contra ellas mismas. Algo ruge en mi interior, algo me pide que me levante del asiento y salga corriendo tras Zabini. Pero, ¿por qué debería hacerlo? Como ya dije antes, no hay peligro con ella, no tengo por qué tener la necesidad de verla y controlarla. No hay por qué considerar más contacto con ella. Gozo de cosas más importantes que hacer en vez de esta auténtica paparrucha. Pero ese rugido va creciendo de manera incontrolable dentro de mi. Como cuando un gas se escapa de un recipiente y se va expandiendo por la atmósfera libremente, sin impedimentos. Avanza hasta mis cuatro articulaciones y las empieza a mover a su voluntad -contra la mía, claro está-. No tarda mucho en hacerse con la movilidad de mis piernas y me obliga a levantarme patosamente. Mi pecho no para de subir y bajar de forma notoria, inhalando y exhalando fuertemente. Estoy sintiendo una impotencia mucho más grande que la que suelo tener comúnmente. La gente de mi alrededor se me queda mirando con cara extrañada y sus miradas me pican. Quiero gritarles que qué miran, mas esta fuerza misteriosa no me deja.

Quiero expulsarlo fuera de mi y volver a controlar mis actos, pero antes de que pueda darme cuenta e intentarlo, ya estoy persiguiendo al imbécil de mi amigo. Voy medio corriendo y, furioso, apretando los puños. Sigo el camino que él esta trazando delante de mí, aunque va un tanto más rápido. Se dirige hacia las mazmorras, o sea, indirectamente, hacia la sala común de Slytherin. Sus movimientos cada vez son más extraños -aun más que los míos, que ya es mucho decir porque a veces me tropiezo con mis propios pies de lo descoordinadas que van mis piernas- pero él no parece inmutarse de su estado. Cuando llega, abre la puerta y entra en la sala. Yo tardo unos segundos más en hacer lo mismo y cuando entro, la escena que me encuentro es un tanto... degradante. Pero no para mi, sino para Zabini.

Éste se encuentra medio llorando, con la rodilla hincada en el suelo, mientras se encuentra cantándole de una forma horrible a...a... a Astoria. Al final, si era ella, maldita sea. ESPERA. Qué digo, pero si me da igual. Céntrate Draco.

-¡Oh! Pero qué preciosa eres. Tu cabello me recuerda a las cosas más bellas que he llegado a ver en mi corta vida-canturrea moviendo los brazos tontamente sobre su cabeza e intenta coger una de las manos de Astoria que, supongo, es para besársela.

La tiene totalmente acorralada en una de las paredes y, sin éxito, intenta apartarse de él. Se la nota angustiada y avergonzada por la escena que está viviendo. Sus manos se mueven en contra de los agarres de Zabini. Yo, al contrario que ella, siento una ira irracional. Mi respiración se vuelve aun más profunda y fuerte. Cojo la varita sin pensármelo dos veces y me acerco hacia ellos. Malditas hormonas, malditos cambios de humor. ¿Queréis dejarme tranquilo? Esto no debería molestarme para nada. ¿Por qué si lo está haciendo?

-¡Pasemos el resto de nuestra vida juntos!-proclama el idiotizado. Astoria niega fuertemente con la cabeza y pega más su cuerpo contra la pared, intentando sacar el mayor espacio posible entre ellos dos.

Una biblioteca de hechizos se abre paso por mi mente y mientras éstas van rotando como una ruleta de la suerte. Espero a ver cual es el encantamiento ganador y el más adecuado para este momento. Empieza a ralentizarse sobre Crucio -si, se que es un tanto excesivo, pero la ira que tengo ahora me obliga a pensar en él a sabiendas de las consecuencias-, luego pasa sobre Desmaius -que bueno, este es mucho menos fuerte que el anterior- pero no se para en éste, porque básicamente busco hacerle algo de daño. Al final se para sobre Rictusempra. No es muy fuerte -aunque si es más que el anterior-, pero si lo hago bien podré estamparlo contra la pared, que es lo que más ganas tengo de hacer ahora. Por fin, mis piernas, si que se mueven por mi propia voluntad. Alzo la varita con valentía y enfado, luego, medio grito el hechizo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 10, 2015 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Siempre cojo las cosas por donde queman (Draco Malfoy)Where stories live. Discover now