Capítulo 33: Brandon y Steven en juego.

18K 1.1K 72
                                    

P.O.V Michael:

Hemos llegado a clases pero no estudiaremos para nuestra suerte.

Estamos en el gimansio terminando las decoraciones.

—¡No vayas a caerte!—Escucho a Jonathan decirle a Taylor..

—¡Ni con una escalera llegas, chicon de piso—Steven se burla.

—Déjenla, idiotas.—Edith la defiende.

—No me importa que me digan, si fuera enana, loca, bruja o mariachi.—Se da la vuelta—Yo me siento suficientemente orgullosa de mi altura.

Yo seguía poniéndole cinta a las rosas y veo a Edith alterarse.

—¡Tay!—grita.

Salto la mesa alterado y corro hacia ella para poder atraparla.

Lo logré.

—Creí que llegaba mi fin—ríe y me aprieta el brazo.—Gracias.

—No, quizás solo te romperías la nariz y te verías muy mal. O no lo se, creo que peor no se podria.

—Ey— golpea mi brazo.

—¡¡¡¿Estas bien?!!!—Edith se acerca y yo bajo a Tay de encima mío.

—Si, no sucedió nada, o por lo menos no gracias a Michael.

—Es que mi bebe tiene brazos súper fuertes—Rachel aparece.

Taylor me mira y voltea a charlar con los chicos.

—¿Segura que estas bien?

—Si—asiente con la cabeza.

—¡Ay!, que esta bien, ¿no la ves?, ¡Perfectamente completa, ¿no?—Se acerca Rachel y da golpecitos en la espalda de Tay.

Se acerca a mi y sujeta mi brazo.

—¿Que haces aquí?, sabes que no puedes venir. —gruñí.

—Bueno, quería verte un rato.

—Pero sabes que no puedes, acá solo ingresamos quienes están organizando.

—Lo se, no me retes, queria verte—pasa sus brazos por alrededor de mi cuello.

—Entonces, te escapas de clases para verme, eh—rozo las narices.

—Algo así—se acerca y me da un beso.

—Creo—le doy un pico—que—otro—deberías—otro—Irte—y otro.

—Lo se, ya me voy.

Me suelta y se aleja lentamente.

—Nos vemos luego—da un saludo con la mano.

Volteo repentinamente y noto que Taylor estaba mirándome.

—¿Que?—sonreí y me acerque.

—Nada, ¿por qué?

—Por nada, estabas viéndome.

—¿No puedo verte?

—Puedes, pero no deberías.

—¿Por qué?

—Y, tengo novia.

alza las cejas y comienza a reírse fuertemente—¿Que tiene que ver eso?

—Bueno, si tu me ves yo te mirare y no puedo mirar.

—Espera, le diré a Edith que ahora cuando te hable, no te mire, así te evitas problemas. Incluso lo tendré en cuenta.

Déjame... ¡PROSTITUTO! ©Where stories live. Discover now