Capítulo 8: Esperanzas rotas.

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Narra Chris:

Me metí en el baño y me miré al espejo. No comprendia como una chica pudo volverme tan loco.

No entiendo como yo pude caer tan bajo. Soy un chico muy popular, con miles y miles de chicas detrás mio y estoy lamentando por una.

Tu no eras así, Christopher.

Ya esta, tengo que olvidarme de todo como lo hice una vez.

Fuí a mi curso en donde me encuentro con Michael.

- Hermano, ¿que onda?

Levantó su mirada y volvio a bajarla.

¿Estaria enfadado conmigo?

- ¿Todo se encuentra bien? te ves mal.

Volvió a mirarme y abrió la boca para decir algo pero parece haberse arrepentido y se levantó de la mesa.

- Ey ¿que te sucede conmigo?

- Dejalo, Chris. No va a hablarte, yo ya intente- Dijo Steven

Me quedé mudo y ví como se alejaba para hablar con el profesor.

¿Que pasa con el mundo? ¿Acaso hoy estamos todos deprimidos?

Me senté en la silla y me puse mis brazos doblados como si fuera a dormir.

Narra Michael:

Mi indiferencia sobre lo que me decia Chris era increible. Yo sabia que algo le pasaba porque su rostro expresaba tristeza, pero nada despertó el interes sobre saber que le sucedia.

Me alejé al baño y en el camino me crucé a un morocho alto con una sonrisa en su cara como si fuera un niño festejando su cumpleaños.

¿Como todos pueden ser felices? Los envidio.

Entré al baño y me encerré. Estuve con mi mochila sentado al lado del hinodoro sorbando mis mocos durante una hora.

Esperando que el timbre sonara para poder irme a casa.

En ese transcurso pensé en: ¿como nadie está fijándose en donde estoy?

O ¿porque nadie se preocupa por mi..? Desaparecí y podria estar muerto pero nadie lo notaria.

En ese momento fué cuando me di cuenta que no le importo a nadie mas que a mi madre.

Y eso me pasa por ser como soy. Debe ser que estoy pagando todo lo malo que le hice a todos.

Como a Taylor.

Al fin el timbre sonó y yo me paré alejándome a la salida. En donde veo otra vez a ese morocho de hace un rato en un auto esperando a alguien.

Que por cierto es... ¿Taylor?

La ví pasar por mi lado sin registrarme y saltar encima de ese muchcacho.

¿Eso se siente a que no sientan tu existencia? Es horrible.

Caminé hacia mi auto y la miré con una sonrisa. Ella se veia feliz y sin preocupaciones.

Volteó a verme pero mostré indiferencia. Subí a mi auto y manejé alejándome de ella.

Narra Taylor:

Acababa de ver a Michael irse, y no habia pensado en el en todo el dia.

Bueno, estuve concentrada en Francisco, Chris que no recordé que existia.

Si, suena horrible decirlo así. Pero ¿porque deberia de ponerme a pensar en el? Aunque siendo sincera el me preocupa.

- Bebe, ¿vamos?- dijo Francisco.

- Si- afirme con una sonrisa- Hoy me toca con mi padre, tenemos que ir con el.

- ¿Esta donde siempre?

- Si- forcé una sonrisa.

- Amor, te ves un poco pálida, ¿te encuentras bien?- dijo preocupado.

- ¿Pálida?- pregunté dudosa- Si, debe ser la luz reflejada en mi rosotro o el maquillaje.

Agaché mi cabeza y comenzó la depresion.

¿Porqué rayos me pasará eso?.

Creo que pensar en Chris y Michael hace un revoltijo en mi estomago logrando que mi autoestima bajara.

Llegamos y bajé del auto.

Abrí la puerta con mis llaves y entré con Francisco.

- Cariño, ¿como estas?- Me abrazó mi padre- Al fin te veo, esta semana pasó a paso tortuga.

- Lo mismo digo- le sonreí

- ¿Francisco?- frunció el ceño- ¿que haces aquí?

- Volví- sonrió francisco estrechando la mano en saludo a mi padre pero el la rechazo.- Bueno, aylor, yo tengo que irme, nos vemos mañana. Adios señor.

Y se fué.

- Pasa cariño, te haré la merienda.

-Agrré mi mochila y mis cosas entrando a la casa y dejándolas en el sillon.

La casa se veía linda y limpia. Era agadable.

Mientras mi padre me preparaba para merendar subí a mi habitacion y me recosté sobre la cama a intentar reorganizarme.

Tenia todo en mi cabeza hecho una bola.

Agarré mi celular revisando los mensajes pero no habia nada. Solo estaban los viejos.

Aquellos en los que hablaba con Edith, Edith y solo Edith. Aunque si sigo bajando se encuentran los de Michael y Chris. Al igual que en las llamadas.

¿No hay algo en el mundo que ellos dos no se encuentren?

O quizás sea porque ya son parte de mi y tendré que ver sus rostros en todos lados.

¡¿Porque la vida es tan complicada?!.

Mi padre me llamó para bajar a tomar mi merienda y acudí.

- ¿Que pasa, Cariño?- preguntó preocupado- No te encuentras bien, ¿es Francisco, verdad? ¿Que paso?

- No, papá- le sonreí- Está todo bien.

- Eso está por verse.- Y se acercó a abrazarme y es en donde las lágrimas comienzan a correr.

¡¡¡¡Es un..

Abrazarme para comprobar si estoy bien. Si lloro, es que algo me sucede. Nunca falla.

- ¿Ves que no lo estas?- levantó mi cara- ¿Que sucedió?

- Es complicado.- contesté sorbando mis mocos.

- Si es sobre chicos sabes que es dificil para mi- dijo- Pero si me pides que los golpee, lo haré con gusto.

Comencé a reir- No, papá, no golpees a nadie- lo abracé- suficiente con que me des tu apoyo.

Su abrazo bastaba para mi. No necesitaba otra cosa que el cariño de un padre que sane el corazon.

Suena cursi pero es la realidad.

- ¿Sabes algo?- sujetó mis manos- Hoy prepararé ese guisado que hacia mi abuelo.

- Pa, no es que no es de aguafiestas pero ¿no crees que hacer calor para guiso?

- Si, mejor comamos pizza- rió- preparo otro dia- agarró el telefono.

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Mensaje de una PatataKawaii♥:

Pobrecitaaaaa, Taylor :o

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Que se cague, rompió el corazoncito de Chris.

Bueno, en realidad yo lo quise así ya que yo escribo lo que pase: LOL!

En fiiiiiiiiiiiiin♥:.

En multimedia: Nadie, nose me ocurrio a quien poner.

Déjame... ¡PROSTITUTO! ©Where stories live. Discover now