45

1.9K 219 13
                                    

Rosé estuvo alrededor de dos horas y media en ese sofá con un tazón de palomitas de azúcar en las manos y una manta cubriendo hasta la mitad de su cuerpo, cruzada de piernas y con el cabello alborotado. Las manos le temblaban al sólo sostener el tazón y no podía dejar de morderse los labios en su intento de deshacer lo reseco en ellos.

La puerta de entrada al departamento no daba señales de ser abierta y el televisor a lado no llamaba en absoluto su atención, solo con hacer algo de ruido en el aura le era suficiente para no sentir todo tan deshabitado.

Revisó su móvil por sexta vez entrando al chat que tenía con Lisa y su último mensaje había sido hace casi tres horas atrás. Quizá y solo había surgido un percance y por ello estaba tan retrasada a su plática urgente con la rubia.

Sin ser consciente de ello, frunció los labios y puchereó un rato con la vista pegada a la puerta al caer en cuenta que ya era más de media noche y no había ni rastro de la tailandesa.

—Ya es tarde, Rosie. —Demandó una voz algo rasposa a lo lejos en el inicio del pasillo a las habitaciones. Torció un poco el cuello para ver de cerca y elevó sólo un poco las comisuras cuando vio a Jisoo acercarse a ella con una mano en su ojo izquierdo tallándolo conforme dejaba salir un bostezo cansado desde sus labios— Ve a la cama.

Pero Rosé se negó sin apartar la mirada.

—No puedo Unnie, Lisa ya debe estar por llegar... —Soltó un suspiro por lo bajo— Debo estar aquí para entonces.

Jisoo negó sonriéndole con dulzura y llegó hasta en donde ella para pasar sus manos por los refinados hombros de su compañera de habitación.

—Eres un ser hermoso Rosie, la idiota de Manoban no te merece, ¿Lo sabías?

La rubia encorvó una de sus cejas y se mordió el labio.

—Lisa no va a llegar.

Pero Rosé seguía sin entender a la rubia casi castaña que comenzaba a adoptar ojeras bajo los ojos.
Así que Jisoo optó por tomar el móvil desde su bolsillo y encenderlo para mostrarle el mensaje de texto que Lisa había escrito y enviado para ella una hora atrás.

"Se hizo tarde, no llegaré. Somi me dio estancia en su departamento y no me quejaré de ello, espero que tú tampoco.

Llegaré por la mañana, descansa, te quiero."

Rosé no reaccionó como Jisoo creyó. La neozelandesa dejó salir un suspiro con cansancio como si ya se hubiese estado esperando desde hace tiempo y, tras colocar el tazón de lado y apagar el televisor, salió de ahí para caminar hasta las habitaciones y encerrarse en una de ellas.

No dijo nada, tampoco pareció reaccionar, pero Jisoo sabía muy bien que, con los pocos meses que tenía conociendo a Rosé, ésta se había ido de manera tan rápida y urgida a la habitación para esconderse bajo las sábanas a llorar.

Sintió un vacío en su pecho cuando escuchó como la respiración de la menor fue cada vez más en aumento desde el otro lado de la puerta cuando apoyó la oreja en ella.
Y no pudo hacer nada más que dormir con su ahora novia, la rubia la había dejado afuera y suponía que no abriría hasta la mañana siguiente.

Sabía que su mejor amiga quería más que a nada estar con Rosé, pero a veces le confundía incluso hasta a ella por cada tipo de acción extraña que hacía y la tenía muy cabreada.

|

|

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
CAOS EN EL 506 | BP [AU]Where stories live. Discover now