Cap. 3

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3. Amor con tiempo limite.


No solo los ojos de Elisa, sino también los de Richard, no podían ocultar la agitación de sus corazón.

Sin embargo, fue el comerciante dueño del puesto de dardos el que rompió el silencio del momento, en el que los dos habían quedado cautivados.

"Coff, coff..."

Elisa, que recuperó el sentido al escuchar la tos, apartó los ojos de Richard y se apresuró a adoptar una postura más recta.

"¿Lanzo los dardos así?"

Cuando Richard miró al comerciante con expresión gélida, el comerciante volvió a toser y se escabulló, Richard volvió a mostrarle a Elisa sobre la postura y observó lo que hacía.

Elisa respiró con dificultad y lanzó el dardo de la forma en que Richard le había dicho.

El dardo salió volando y se colocó exactamente en  la casilla de 20 puntos.

Cuando Elisa lo vio, al principio sus ojos se agrandaron con sorpresa, y pronto se doblaron en forma de media luna y sonrió.

"¡Listo! ¿Viste Richard?"

Richard la miró feliz y le sonrió a Elisa.

Elisa aprovechando su primer buen tiro, lanzó dardos uno tras otro, y finalmente alcanzó la puntuación deseada.

"Oye, dame un muñeco de cachorro".

El rostro de Elisa lucía orgulloso al poder ganar el muñeco con sus propias habilidades.

"¿Cuál es el premio para el maestro?"

El comerciante que le entregó un premio a Elisa le preguntó a Richard.

A pesar de que la ropa de Richard era modesta, la atmosfera de nobleza que desprendía de él era algo que no se podía ocultar. 

Richard, que vio a Elisa, que estaba orgulloso de aceptar el muñeco, dijo.

"El mismo."

Elisa miró a Richard, quien recibió el mismo muñeco que ella, con asombro. No importa cuánto lo mire, no era algo que fuera el estilo de él.

Cuando estaba a punto de preguntar el motivo, el comerciante habló con los dos.

"Si están aburridos, ¿debería recomendarles el próximo lugar para su cita?"

"¿Eh?

"Si pasas ese puente y subes por el sendero de la montaña, hay un recorrido imperdible para parejas".

El comerciante continuó hablando, señalando un puente sobre el río.

"Tenemos un puesto para fotos con flores, una especialidad local, y tenemos un evento para hacer flotar flores. Vayan allí. Fui una vez y fue una vista espectacular. Qué hermosas eran las flores flotando en el río..."

"Oh, hay un lugar así... muchas gracias por la recomendación."

"Es solo un servicio extra para los clientes. Pronto oscurecerá, así que tengan cuidado, ahí suele estar húmedo. Así que portense bien."

Eso es lo que dijo el comerciante y les guiñó un ojo a los dos.

El rostro de Elisa se frunció, porque no entendía el significado, un poco después se sonrojó. 

Elisa agarró la mano de Richard, quien continuaba escuchando al comerciante con una mirada aturdida.

"Vamos a ir. Vamos Richard".

Historia paralela. Me quiero divorciarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora