AHS: MURDER HOUSE

12. Ejercito Rojo y Blanco.

Con solo tres días para Halloween y mi padre viviendo con nosotros, no era de esperar que cada día, mi hogar se pareciera mas a una casa de terror.

Billy Dean había estado filmando pequeños cortos en diferentes habitaciones, sin éxitos. La actividad paranormal era aparentemente nula. Ambas sabíamos que no era así, y esa era la desventaja. Seguiría molestando a los fantasmas hasta que se vieran obligados a reaccionar.

Mi principal preocupación era como iban a hacerlo.

Chad me ha convencido de hacer aquella fiesta de Halloween. Apenas he cruzado palabra con Tate como para que me diga que lo que estoy por hacer va a traerme consecuencias.

Violet parece encantada con la idea. Dice que nadie va a estar aquí de todos modos como para traer problemas. No pude comprender lo que quiso decirme con eso.

La cena del día que llegó mi padre terminó en fiasgo, como cualquier encuentro improvisado entre mis padres. Papá hizo un ligero comentario acerca de lo rica que estaba la comida, y mamá sin razón aparente perdió los estribos.

Mike tuvo que sujetarla para que no asesinara a mi padre. Un calmante fue suficiente y con eso, se fue a dormir.

El novio número cinco se excusó y estrechó con mucha incomodidad y firmeza no natural, la mano de mi padre. Luego de aquello huyó de la casa prometiendo que volvería al día siguiente para ver como estaba mamá.

No volvió hasta el martes cuando Billy Dean realizaba sus cortos caza fantasmas. La reunión familiar se concretó. Constance, Billy Dean, Tate, Kevin, Mike, mi mamá y mi papá todos reunidos, forzados a tomar el té en la mesa grande.

Papá cuidó de no dirigirle la palabra mi madre. Y mamá se concentró en hacer sentir a Mike lo mas cómodo posible. Por su lado Constance no dejaba de recalcarle a mi padre los dotes y el talento de Billy Dean, como una vieja casamentera. Lo que me extrañó porque se, que ese no es su estilo.

Culpa de Constance o no, pude sentir el bicho de los celos picarle a mamá y pude distinguir como su actitud hacia Billy Dean se tornaba más y mas ácida e incordial.

Kevin por su lado, no paraba de hablar con Tate y mi padre ( cuando Constance le daba un respiro) del partido de los Bulls dejando intencionalmente a Mike a un lado. Y por supuesto mi madre le daba miradas aisladas que significaban que iba a castigarlo aunque fuera mayor de edad.

La frutilla del postre fue la visita de Chad, quien se ganó por entrometido y chico enamorado un pase gratis para conocer a mi padre. Por si no es obvio, solo voy a mencionar que Kevin tiene de quién heredar sus celos.

Mi pobre novio estuvo sentado toda la tarde ignorado intencionalmente por Kevin y mi padre. No me es de extrañar que halla formado en ese mismo instante una alianza con Mike.

Y desde aquél día, mis afectos quedaron divididos en tres bandos marcados.

El lado de Kevin, compuesto por Tate y mi papá. Y el lado de mamá, compuesto por Mike y Chad. Constance, Billy Dean y yo, somos las mediadoras entre Corea del Nore y Corea del Sur.