5. El Museo del Asesinato

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Llego del colegio y veo una fila de gente haciendo cola para entrar a mi casa. Perfecto. El tour del asesinato ha comenzado. 

Me hago paso entre la multitud y consigo llegar al vestíbulo de mi casa. Veo a mi madre hablando con un señor alto que tiene una cámara colgada al cuello. Turistas de todo tipo merodean por la casa tomando fotos y riendo entre ellos. 

Veo a Tate caminando entre la gente. Los observa detenidamente. Es extraño que ninguno se aleje. Se les acerca mucho.

- ¿Que haces aquí? - pregunto sorprendiendolo. 

Tate pega un salto. Pero cuando me ve se recompone.

- Decidí, venir a ver el tour. - contesta burlón.

- Tu me dijiste que no era buena idea. - digo algo fastidiada.

- Y no lo es. 

Tate se aleja, y se pierde entre la multitud. 

- ¡Liliana! - mi madre girta agitando los brazos. 

Me acerco a ella esquivando a turistas y dos niños colorados que corren y ríen tirando chascos en el suelo.

- ¡Dejen de hacer eso! - les grito, pero los niños no me escuchan y se alejan correteando. 

Mi madre, mira alrededor.

- ¿Con quien hablabas?

- Con los niños odiosos, esos. - digo con bronca.

- ¿Aquellos? - mamá señala a dos pequeños niñitos de unos cuatro o cinco años de cabellos rubios blanquecinos. 

- No. Los colorados. - digo intentando encontrarlos con mi vista, pero no los veo por ningun lado. Suspiro. - ¿Que pasa? 

- En unos segundos, los clientes van a bajar al sótano. ¿Podrías apagar las luces?

Ruedo los ojos pero asiento con la cabeza.

- Esa es mi niña - dice alegre y me besa en la mejilla. 

- Damas y caballeros. "El tour por la casa del Dr. Mongomery" comenzará en dos minutos. Gracias por la espera - dice mi madre por un micrófono y me hace una seña para que baje las luces. 

Camino hacia los interruptores y me tropiezo con el pie de uno de los niños colorados. 

- Aléjate - le digo, entre dientes y con expresión asesina. El niño se da media vuelta y se va. 

- ¿Preparados? - dice el guía del tour y comienza a contar la historia del Dr. Mongomery y su esposa Nora. 

Los turistas siguen al guía al interior del sótano. Mi madre me hace un gesto para que los siga.

- De verdad no quiero entrar ahí. - digo y la frase "no lo es" de Tate vuela por mi cabeza.

- Debemos entrar con ellos. Hay que asegurarse de que nadie se lleve nada. - susurra mamá antes de bajar las escaleras.

Yo tomo aire, y me adentro en el oscuro "Sótano de las pesadillas". 

- El Dr. Mongomery había desarrolado una adicción al Éter. Producto que usaba para sedar a sus pacientes, o mejor dicho, víctimas...

El guía cuenta la historia con pasión y veo a los turistas facinados con el sótano. 

- Pero, el reinado de terror del Doctor, estaba a punto de terminar cuando su hijo, Thaddeus, ... 

- ¡Ah! - el grito de una mujer se apodera de la habitación. - ¡Esa cosa me mordió! - la mujer corre escaleras arriba sujetandose el brazo. 

Mi madre y yo corremos detras de la mujer. A lo lejos puedo escuchar al guía disculparse y proseguir su relato. 

AHS: MURDER HOUSEWhere stories live. Discover now