Ha de ser el típico chico popular

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Comenzé a escuchar murmullos -sobretodo de las chicas-. Levanté mi rostro tratando de buscar el origen de aquella conmoción.
-Alumnos, hoy a llegado un nuevo estudiante: Asumiko Oda- La profesora se encontraba al lado de un chico bastante alto, con pelo largo pero no más allá de los hombros. Su pelo era algo claro para ser japonés...un tono castaño muy uniforme, podría decirse.
-Me llamo Oda Asumiko. Me acabo de mudar desde Akihabara, espero que podamos convivir de la mejor manera- Y además tiene una voz bastante agradable...

Después de presentarse, la profesora le indicó que tomara asiento y se acercó hacia el puesto vacío que se encontraba a mi lado derecho, claro, a la izquierda está la ventana. Ese será su puesto definitivo.

Me saludó con una sonrisa mientras movía ligeramente su mano. Yo, por supuesto le devolví el saludo de la misma manera. Se ve que es un buen chico.

Mientras Oda sacaba y ordenaba su libro, cuaderno y resto, las chicas lo observaban curiosas, aunque los hombres también (me incluyo, ¡es alguien nuevo!). Su cuerpo se veía resistente, ayudaría mucho en los deportes. Los clubes harán lo posible por tenerlo de su lado.

La profesora comenzó la clase que le correspondía, justo después de que Oda tomara asiento, preparado para su primer día de clases...aún así se veía calmado. No nervioso o demasiado entusiasmado, sino que tranquilo.
-Bueno...Takarai-kun, por favor, lee la página 43 del texto en voz alta- La profesora me llamó la atención, creo que por que miraba mucho a Oda. Aunque no sé si más que otros...
Los profesores saben que me pongo nervioso cuando leo en voz alta, no es bueno que yo lo haga...aunque, tal vez, sea para que esos nervios desaparezcan en algún momento, y que no me ataquen muy seguido. Algún tipo de terapia.
Suspiré profundamente y comenzé a leer lo que la profesora me pidió.

El timbre indicó que era hora del receso. Todos salieron, incluyendo Oda, que apenas al cruzar la entrada del salón, todas las mujeres se acercaron a él de manera casi cordinada. Tal cual un imán. Ni yo tengo tanta confianza en ir tras el chico nuevo, ¿atrevidas?, ¿confianzudas?, ¿interesadas?
- Oda-kun, ¿Te gustaría acompañarnos?, podemos hablar un buen rato - Amagi se le acercó, ella es adorable y adorada por aquellas que no lo son, imposible rechazar algo así, sobretodo siendo nuevo.
-Lo siento, pero permiteme conocer el lugar primero, te aburrirías de mis preguntas sobre ello- Es realmente un idiota, puede rechazarla y ella se "enamora" más de él, lo noto en su mirada. Si no fuera por su melodiosa voz...
Ugh, escucho mi estómago suplicando. Debo comprarme algo en la cafetería, muero de hambre.

Luego de comprarme un té helado y un pan de melón, fui hasta los mesones que se encuentran en el patio, muy cómodos.
Abrí la bolsa del pan de melón, saqué mi celular y comenzé a leer un manga.
Inmediatamente vi que alguien estaba en frente mío y guardé mi celular.
Por supuesto que nadie se agradaría al saber el tipo de mangas que leo, algo raros pero lo indie me atrae.
-¿Qué veías?, espero que no sea nada pervertido- Espero que esté bromeando, no se veía sarcástico. No me agradó su broma pero okay.
-Ah, Oda, ¿Verdad?- Por supuesto que sabía su nombre, solo que quería bajarle un poco los humos de popularidad...aunque realmente no parecía que le interesara...Buen chico.
¿Acaso es normal que le brillen más los ojos cuando diga su nombre...?
Con ese pensamiento en mente sonreí levemente. Le intereso como amigo tal vez.
-Si, tú eres Hasegawa Takarai-
-...¿Cómo sabes mi nombre?- Espero no sea un psicópata. Con esas características principescas nadie se lo creería.
-Oh, es que las chicas del salón me hablaron de todos los chicos de la clase, "información relevante" dijeron- Eso lo explica todo.
-Y...¿Necesitas algo?- Si no, a qué vino...
-Eh...claro, pensé que sería bueno que me hiciera de amigos, así que me acerqué a ti- ...Sigo sin comprender por qué yo...
El timbre sonó de nuevo, solo que para ingresar nuevamente a clases.
-Ni siquiera comí mi pan ni mi té- Me quejé. Aquello me gastó bastante tiempo esperando a que me atendieran.
-Oh, disculpa por usar tu tiempo con eso... de ser amigos, pero si no quieres está bien- Se disculpó algo avergonzado de aquel tema. Y yo, realmente no quería que se sintiera mal, pero la costumbre de estar solo la mayoría del tiempo...o sea, tengo amigos pero no tan cercanos, conocidos.
-No, está bien, pero creo que no deberíam- ah!- De la nada una horda de chicas provocó mi caída. Voltié mi rostro hacia Oda, pero estaba rodeado de chicas, el pobre. Así que me levanté, sacudí ligeramente mi mano sobre mi ropa, me interpuse entre ellas y Oda, y fui directo con todas ellas.
-Perdón, pero su querido "Oda-kun" tiene que descansar un poco de ustedes. Cada vez que llega un chico nuevo y entra al salón ustedes parecen animales en celo, ¿Acaso no pueden pensar en algo más que no sea su útero?- Me dí cuenta de que la horda de chicas, ahora era un horda de chicas furiosas. Pero ya me harté de siempre lo mismo. Así tal cual.
-Hasegawa...¡¿Qué dijiste?!- una de ellas dió un paso frente a mi levantando su brazo. Estaba claro que ese golpe iba hacia mí, por lo que solo cerré mis ojos y voltié ligeramente mi rostro hacia la derecha esperando aquella cachetada. No pasó nada.
Al no sentir el golpe abrí los ojos lentamente, para encontrarme con la espalda de Oda justo en frente. Él estaba sosteniendo el brazo de esa furiosa tipa.
-No te atrevas a tocarlo, o ya no querrás acercarte más a mi. Y realmente lamentaría que me tuvieras miedo, no seas grosera- Lo dijo de una forma tan dominante...hasta que dijo el resto. Quiere ser valiente y caer bien. Astuto.
No me haría nada mal tenerlo como un aliado. Aunque, no me gustaría aprovecharme de eso.
-Lo- lo siento Oda-kun, pero este "niño" es demasiado insolente con las señoritas- aquella chica lanzó una feroz mirada hacia mi.
Ellas son las violentas, ¡¡he aquí la víctima!!
Las chicas se fueron de vuelta por donde vinieron...al parecer vinieron solo a eso. Nosotros seguimos nuestro corto camino hacia al salón de clases.
-Oye, no era necesario eso de defenderme...yo dije algo malo y debía tomar la responsabilidad por ello-
-Lo que dijiste no fue malo, creo que fue muy valiente...además tú me salvaste de ese grupo de chicas- Me miró muy amablemente, realmente se veía agradecido.
-Eso es lo bueno de tener un rostro mediocre, debe aburrir que te acosen tan constantemente-
-De hecho, son las mujeres las que no saben lo que es realmente bueno- Eso de "lo que es realmente bueno" me suena a "estás bueno", sobretodo por esa indirecta (bastante directa) mirada hacia mi. Traté de no incomodarme ante ese pensamiento anterior.
-Exacto, no saben lo que se pierden- Reímos ligeramente, ya que estabamos frente al aula. Llegamos exactamente cordinados con el profesor encargado de la asignatura, asi que nos lo dejó pasar. Pero solo por esta vez.
Sinceramente, espero que nuestra "amistad" funcione y si no...no funcionó nada más.
Pero si soy sincero, quiero ser su amigo.

Me molestas, sabes?Where stories live. Discover now