Mientras tanto en la masión Asumiko

6 0 0
                                    

—...Ah~...¿Falta mucho?— Realmente estaba cansado. Además de que llevabamos subiendo una pendiente desde hace 5 minutos, yo no estoy acostumbrado a hacer tanto esfuerzo físico...él obviamente no se veía cansado. La genética ayuda demasiado solo a algunos...
—No, pronto se comenzará a ver mi casa— Lo miré esperando de que ocurra luego. Quiero llegar pronto.

Luego de 3 cansadores y largos pasos, efectivamente parecía alzarse una gran estructura...Definitivamente su familia tiene dinero.
Me detuve frente a la gran casa, me estiré un poco y avancé detrás suyo. Lo más cerca posible, obviamente tratando de que no se notara.
—¿Por qué estás detrás de mí?— Oda pareció extrañado al darse la vuelta para mirarme. Ya debería saber que soy tímido para algunas situaciones, sobretodo entrar a la casa de un amigo nuevo, una intimidante casa más grande que la mía. Tal vez sea un prejuicioso, pero me da un poco de vergüenza entrar.
En este momento, para conocer gente, su familia.
—Tú...solo avanza, te sigo— trataba de ser el mismo que hace unos minutos, pero me era un poco difícil.
Él tocó el timbre que se encontraba al lado derecho de una puerta, bastante grande, aprovecho de decir.
La puerta se abrió con una mujer detrás de ella.
Esperaba que fuese un ama de llaves quién abriera o un tipo de maid, algo de ese tipo, pero no. Era una mujer alta para ser japonesa, tenía un color muy claro de cabello para ser japonesa y tenía unos ojos grandes y verdes...esa mujer no era japonesa. Demasiado hermosa y "exótica". Uh, de ahí salió Oda.
—¡Oda, bienvenido!— le dió la bienvenida a Oda y luego se percató de mi presencia detrás de este.
—ah, y veo que trajiste a un amigo— Sonrió de la misma manera en que Oda lo hacía.
Ya tengo algunas sospechas de quién es esa linda mujer.
— Si, lo invité a quedarse por la noche—
— Ah, que bien. Hace tiempo que no tenemos visitas. Pasen, hace demasiado frío afuera— A mi ya hasta se me quitó el frío con todo el camino. Podría dormir afuera sin ningún problema...Dijo algo de quedarme por la noche...?, tal vez no lo escuché bien.
—...Oda...— Traté de llamar su atención susurrando. —eh, yo no...—
Oda se hizo a un lado para que yo entrara primero, sin siquiera haber escuchado mi llamado de atención. Pensé en no entrar sin decirle que no me quedaría a dormir, pero...
Atravesé la entrada dispuesto a saludar a su...a la mujer que posiblemente sea su madre, con una revencia pero ella se agachó un poco, acercó su rostro a mi mejilla, depositó ahí un pequeño beso y volvió a su postura erguida.
—Sophie, la madre de Oda— Se presentó esperando a que yo igual lo hiciera...Yo solo me sonrojé más de lo que estaba.
Sé que es un saludo extranjero o que su familia es muy afectuosa, lo sé. Tengo que anticiparme mentalmente a estas cosas...Debería de...
—Emm, aah..Takarai Hasegawa...Soy compañero de clase de...Oda— Más nervioso no podía estar, no sabía ni que decir...a pesar de que sabía que nos estábamos presentando.
Ella debería ya llevar tiempo en Japón. Se supone que venían de...Akihabara, me parece. ¿Aún no se acostumbra a Japón?, o tal vez quiera seguir actuando como solía hacer en el extranjero...¡¿Y a mi qué me importa si actúa distinto acá o allá?!, simplemente no estoy acostumbrado.
Cuando me presenté y me aseguré de que ya no me preguntaría nada en frente de la puerta, proseguí a quitarme los zapatos...pero no tenían una entrada para eso.
—Aaah...no es necesario que me quite los zapatos, verdad?— Yo ya estaba agachado para quitarme los zapatos pero para preguntar (para no parecer un idiota y quedar mal frente a su madre) me levanté los más rápido que pude para que nadie se dé cuenta de que estaba a punto de hacerlo.
—Oh, nuestra casa no es una típica japonesa, así que no tenemos una entrada en donde puedas sacarte los zapatos. Pero si te sienta más cómodo puedes sacartelos— Oda respondió por su madre, mientras que ella cerraba la puerta principal detrás de él.
Sinceramente no me sentiría más cómodo siendo el único sin zapatos. Sería raro.
—Eh, no, estoy bien así. Solo era...curiosidad?— No sé por qué agregué lo demás si no sabía exactamente a que quería llegar. Ah~, los nervios me confunden y no soy el "yo" de siempre.
Su madre se adelantó un poco y se dio la vuelta entusiasmada.
—¿Gustarías de tomar café?, ¿O prefieres tomar té?— Realmente me puede poner nervioso ese tipo de preguntas...como si el elegir entre té o café fuera algo de vida o muerte para mi cerebro. Aunque podría pasar que...no.
—...Me gustaría tomar un café, por favor— Ahora no dudé mucho. Observen ese avance.
—Bien, iré a prepararlo. Oda, ¿quieres tomar algo?— Miré hacia atrás, donde se encontraba Oda colgando su bolso en un perchero. Y yo, retrocedí para también colgar mi bolso. Sinceramente, no lo había visto antes.
—Si, un café para mí también, por favor— Oda esperó a que yo terminara de colgar mi bolso para avanzar juntos.
Cuando avanzamos unos 5 pasos se podía ver una gran pero acogedora sala de estar. También tenía una gran chimenea que aportaba una temperatura perfecta en distinción al frío que hacía afuera. La sensación más agradable que puedo sentir en este momento.
Mientras yo disfrutaba de esa temperatura Oda se detuvo y se quedó mirándome.
—Ah, ¿Qué ocurre?— Yo también me detuve extrañado. ¿Qué está haciendo este chico de nuevo?
—Es que...es divertido pensar que ayer nos conocimos y ya conoces mi casa y a mi madre, me emociona bastante. —...Ciertamente, pero te recuerdo que no tenía opción y tú me lo ofreciste primero.
—Jeje, es cierto...pero tú quisiste que viniera—
—Así es...toma asiento en frente de la chimenea, si gustas— Me ofreció sentarme en el sofá que más cerca estaba de esa tan preciada llama de calor. Tratándose de mí como decir que no.
Me acerqué al sofá y me senté cómodamente.
Esperaba a que Oda también se acomodara frente a este agradable calor, pero solo permaneció de pie atrás del sofá...hubiese sido más normal que tomara asiento junto a mí y conversaramos...no sé, me esperaba algo así.
Escuché los pasos apresurados de la madre de Oda...me acostumbraré a llamarle "Sophie", supongo.
—Aquí traigo sus pedidos— Se acercó a la mesa de centro y allí dejó mi café junto a el de Oda.
—Muchas gracias— dijimos al mismo tiempo.
Cuando mi mano debió haber tocado el tazón tibio por el café hirviendo, sentí una suave superficie. Era la mano de Oda, que había elegido la misma taza que yo. De nuevo sentí el calor subir por mi mejillas y extenderse por todo mi rostro, aparté mi mano lo más rápido posible y procedí a la debida disculpa.
—Ah!, yo...perdón— Intenté mirar hacia otro lugar para evitar un poco la vergüenza, que al parecer es inevitable.
Oda observó mi reacción y miró la taza que parecío una elección en conjunto. Levantó la taza y la acercó a mi rostro, haciendola mi única visión enfocada.
—No te disculpes, yo te la iba a entregar— Eso no disminuyó el sonrojo, me hizo sentir un poco avergonzado, la amabilidad de ambos me dejaba abrumado.
Me resigné y tomé la taza entre mis manos...me di cuenta de que Sophie, con mucho gusto, estaba admirando la situación frente a nosotros.
—ji...Bueno, yo no puedo quedarme a conversar un rato, debo ir a buscar a tu hermana— Se dirigió a Oda mientras descolgaba su bolso del colgador que se encontraba en la entrada. Llegamos a tiempo para que solo la conociera y me diera un café.
—Y sientete como en casa, Hasegawa, se quedarán como dueños por ahora, diviertanse— Dicho esto cerró la puerta tras de sí.
Esas palabras me hicieron sentir un poco más relajado...y descubrí que tiene una hermana, menor supongo.
Oda tomó la taza restante en la decoración de la mesa y tomó el primer sorbo. Alejó el borde de vidrio de sus labios y la volvió a posar en la mesa.
—Ah, adoro el café que prepara mi madre. Oye, Hasegawa,— Tomó una de mis manos y tiró de levemente de ella para levantarme —Déjame mostrarte mi habitación, así conoces más sobre mí— Una agradable invitación la verdad, pareció un chico interesante y ahora más aún. Pero ay, tan rápido. Que vergonzoso, siento que estoy invadiendo su vida pero...con su permiso. Extraño.

Me molestas, sabes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora