Muchos Preguntan

144 7 0
                                    

Muchos preguntan mi nombre, pocos saben el suyo.

Me llamo Johan y en estos momentos debería estar frustrado por mi vida, pero no es así. Estoy sin rumbo ni metas en esta vida tan vacia que quisiera terminará de una vez.

Muchos preguntan como estoy, pocos saben como están ellos mismos.

Trabajo para una empresa, no quiero hablar de ello; pero, diré que es doloroso levantarse a las 6 a.m. diariamente, dirigirme al baño para tomar una ducha, verme al espejo que está roto por aquella ocación que desquite mi furia con él de un puñetazo, y ver que cada vez me veo más demacrado y saber que mi vida termina minuto a minuto y yo sigo sin saber porque nací.

Cuando era niño mis padres me abandonaron con mis abuelos, ellos eran jovenes y me tuvieron a los 17 años, decidieron irse y olvidar que alguna vez cometieron el error de haberme procreado.

Muchos preguntan porque estoy mal, pocos saben el porque ellos están "bien".

Estudié Ingenieria Química, sé hablar inglés, frances, portugues y obviamente español; pero no me sirvió de nada pues trabajo como empleado de mantenimiento de sistemas que se dedica a vender cosas que los humanos no necesitas, pero es tal el consumismo que ellos inconcientemente creen que lo requieren para seguir viviendo.

Muchos preguntan porque trabajo allí, pocos saben que no terminaron sus estudios.

Mi vida no es una porquería, no paso hambre, tengo un hogar y tengo salud (Eso creo); pero tampoco es grandiosa, simplemente quiero que termine cuanto antes,¿Por qué?, porque no se que hacer con ella, no tengo planes para dentro de 10 años, ni para dentro de 5 años, ni siquiera para mañana, solo mi rutina interminable y ciclable. Esto no es vida, es solo existencia.

Muchos preguntan porque no me suicido, pocos saben el porque siguen viviendo.

Todas las noches paso por aquel vecindario peligroso , caminando y con traje, es como sí un ratón se paseara por la arena de gatos diariamente sin temor alguno. Tengo carro, pero prefiero irme caminando a casa, mi depresión es tal que me distrairía y chocaría en cuestión de minutos. No es que no quiera morir, simplemente no quiero morir sin ser olvidado, ¡No quiero morir por mi mismo! Quiero que alguien me asesine, porque por lo menos ese asesino me recordará, sí, me recoradará como la persona que asesino, pero me recordará.

Muchos preguntan, pocos saben.

De terminar pasando por ese barrio de pandillas noche tras noche con la intención de ser asesinado, termine haciendome amigo del líder de la banda dominante de ese lugar.

¡MIERDA! Pareciera que la vida me tiene preparado algo. Es como si morir no fuese una opción para mí.

Todo esto no tenía sentido, hasta que conocí a aquella persona...

MisantropíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora