Capitulo 17: Contra la espada y la Pared. Y un golpe bajo.

1.8K 106 14
                                    

Al día siguiente, era muy temprano, no me di cuenta cuando Matt se levanto de la cama, y sabía porque, volví a mi estado de retardo por mis continuos pensamientos invadiéndome. Haciéndome ser una zombi sin mente todo el tiempo. Intentaba no hacerlo, no pensar en las cosas malas que rodeaban ahora nuestras vidas y probablemente la de aquello que llevaba en mi vientre. Lo que fuese que fuera. Quería desaparecer.

Cuando baje, Matt no estaba, pero había dejado una nota. “Descansa, pedí que te dieran el día libre apenas ayer saliste” Sonreí mirando la letra, no era perfecta, pero tampoco era horrorosa, y no diferenciaba puntos y comas. Era la primera vez que veía la letra de Matt, era linda para ser de un hombre. Como el. Baje a buscar algo que tomar, y encontré en el escondite de los tomates nuevas bolsas de sangre que seguramente Matt había traído para mi. Me sentía un poco débil así que tome dos. Me dio un poco de escalofríos el beber la sangre con tan infinito placer que cada parte de mi cuerpo se estremeció por eso. La sangre nunca me había sabido tan bien.

Entonces comencé a temer más.

Pero eso no impidió que siguiera bebiendo, vi las demás y vine a caer en cuenta de mi misma, con horror al ver todas las bolsas.

Vacías ahora.

Todas.

Dios, esto no estaba bien. Enloquecí de repente, el lado positivo para mi fue ver mi cuerpo repuesto y vibrante lleno de vida. Trate de pasar por alto ese gran susto, aunque me era aun más difícil ahora no pensar en ello. ¿Era un vampiro completo? Dios, no… tratando de olvidar toda la sangre digerida busque verduras y comencé a comerlas. Solo… para hacerme creer que había comido más de esto que el liquido rojo que aun ansiaba beber.

Esto no estaba bien.

Absolutamente nada.

Me lleve una gran canasta de verduras al sillón mientras cambiaba de canales, encontré 8como era de esperarse) un programa de mujeres embarazadas, era como un diario de embarazo. Algunas se quejaban por algunas cosas que les pasaban, si no podían ya dormir, si su esposo no entendía algunas cosas que ellas decían. Todo esto solo produjo un solo resultado en mí.

Ira.

Esas mujeres estaban quejándose por cosas tan insólitamente tontas, que quise llorar abrazándome, si tan solo tuvieran un pedacito del recorrido que llevaba en ese momento con el pequeño detalle del embarazo. Posible o no posiblemente bueno para los habitantes bla bla bla…

Mire afuera, y note que Matt había dejado el auto.

Perfecto. Necesitaba salir a hacer cualquier cosa. Claro cualquier cosa lejos de la tienda, si me veían podrían ver lo “perfectamente” estable que estaba. Eso me dejaba otra duda. ¿Matt les habría dicho del embarazo? “Voy a ser papa” o… ¿No habrá dicho nada aun? Sea lo que sea en ese momento solo necesitaba salir y vivir un rato al aire libre, subí por mi abrigo canela y lo puse sobre mí tapándome casi hasta las rodillas. Era suave, y casi tocándolo sentías que podías dormirte allí mismo.

Cuando Salí, había hecho buena predicción del clima. Estábamos comenzando a entrar a Septiembre. Y el clima estaba bajando unas cuantas escalas lo suficiente como para sentirlo hasta en tu ropa interior. Lo primero que pensé fue ir a tomar helado (eso cuando estaba dentro de la comodidad y el calor de mi hogar) ahora, me placía comer un pretzel de nuttela con un moccachino expresso.

Oh… si. Algo muy caliente.

Esta vez, muchas ideas cruzaron mi mente. La razón. Bueno, era primeriza, y el saber o no si algunas cosas estaban afectándome o podrían hacerlo como a una humana tomando en cuenta lo que me dijo el doc. No sabia si los mitos y tontos consejos para embarazadas también influían en mí. Como por ejemplo tener EXTREMADA precaución al conducir. De todos modos, prevenir es mejor que lamentarse después. Quizás luego del pretzel podría pasar por la oficina del doc., y preguntarle esas cosas. Encendí el auto mientras ronroneaba debajo de mí. En el espejo retrovisor Matt había colocado una foto colgante de nosotros dos, en una de nuestras salidas últimamente en un centro comercial. Y además una extraña figura que asumí que tendría que ver con el rock. Por alguna extraña razón también. No me molesto.

Angel Nocturno (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora