CAOS Libro 2

Capitulo 1 Sueños

En medio de una densa oscuridad y destrucción, en medio de la sangre de los inocentes y los gritos desgarradores de las madres que lloraban a sus hijos, se encontraba Jackson.

El rubio observaba todo a su alrededor con un inmenso nudo en la garganta.

Podía ver los cuerpos destrozados por decenas, el calor y el polvo limitaban su visión a solo unos metros al frente.

Su voz desesperada era ahogada entre tantos llantos y explosiones; se sentía destrozado al ver cómo la amada ciudad donde en algún momento se sintió feliz estaba en ruinas.

Buscó una y otra vez a Lucas o a Cristhian, pero no los encontró.
Su corazón comenzaba a acelerarse mientras luchaba por poder respirar entre el humo y el olor férreo de la sangre en el suelo.

— ¡Lucas! ¡Lucas! — gritaba una y otra vez, pero no lograba verlo por ningún lado.

De pronto una poderosa brisa helada despejó el lugar permitiéndole a Jackson ver a dos personas a unos metros de él.

Una era Lucas, y otra no lograba reconocer, esa figura desconocida estaba envuelta en una especie de bruma oscura, apenas y alcanzaban a distinguir una figura humanoide entre tanta oscuridad.

— ¡Lucas! — gritó el menor con una voz aterrada.

Fue en ese momento que vio como Lucas extendía sus manos hacia esa figura frente a él y comenzaba a conjurar una maldición, una que Jackson conocía muy bien, una que le arrebató a Elías muchos años atrás.

Jack intento correr, gritó e intentó llegar al lugar donde ellos estaban, pero para cuando entendió que entre más corría más se alejaba, Lucas ya había terminado de decir ese hechizo.

— ¡¡¡No!!!

Instantáneamente la figura frente a Lucas comenzó a reír de una forma exagerada para luego desaparecer, lastimosamente no fue el único que desapareció, ya que Lucas también comenzó a hacerlo.

Jackson sintió su corazón romperse, para cuando pudo darse cuenta estaba junto a Lucas, este comenzaba a desaparecer en millones de pequeñas luces.

— ¡Jack! ¡Jack despierta!

Pero el rubio no le prestó atención a esa voz que lo llamaba en la lejanía.

— ¡¡¡JACK!!!

En ese momento que Jackson despertó; Lucas estaba mirándolo mientras lo abrazaba, ellos estaban en el departamento que Jackson había comprado meses atrás.

Cristhian también estaba ahí, eran las tres de la mañana, y ellos no entendían lo que le pasaba al menor.
Lo que si notaron fueron la gran cantidad de objetos flotando por todo el departamento, algo que sin duda era una sorpresa, Jackson los estaba haciendo levitar.

— ¡No te vayas Luck, no me dejes! — decía entre sollozos el rubio mientras abrazaba a Lucas.

— Aquí estoy Lucesita, no me iré a ningún lado, debes tranquilizarte...

El Omega no sabía que estaba pasando, era la quinta noche consecutiva en la que Jackson se ponía mal.

— ¿Puedes calmarlo Cris? — preguntó Lucas muy preocupado.

— Sí.

Dicho esto, el Omega comenzó a liberar feromonas para tranquilizar a Jackson.

Varios minutos después el rubio se encontraba dormido otra vez.

— Esto ya no me está gustando. — susurró Lucas acariciando el cabello de su novio — Está es la quinta noche seguida, las pesadillas no solían ser tan comunes...