Epílogo

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DIECINUEVE AÑOS DESPUÉS...

Draco y Allison se encontraban en la estación de tren, junto a sus tres hijos. Era un momento agridulce para la familia, ya que era el primer año de Felix en Hogwarts, pero también significaba el último año de Valerie en su escuela actual. Sophie, la hermana menor, aún era demasiado pequeña para asistir a Hogwarts, pero eso no le impedía soñar con el día en que finalmente pudiera unirse a sus hermanos en el famoso colegio de magia y hechicería. Las historias que Allison les contaba a sus hijos sobre las aventuras y amigos que había tenido en Hogwarts solo aumentaban el deseo de Sophie de formar parte de ese mundo mágico que había sido tan importante en la vida de su madre.

Draco se encontraba junto a Felix, arrodillado frente a él mientras ajustaba su chaqueta. Miraba con orgullo a su hijo, recordando sus propios años en Hogwarts. Allison, por su parte, sonreía mientras escuchaba la conversación entre su esposo y su hijo.

—No tienes por qué ponerte nervioso, Felix —le aseguraba Draco, deseando transmitirle tranquilidad.

—Lo sé, papá —respondía Felix, intentando sonar valiente y fuerte, al igual que su padre. Con su cabello rubio y sus ojos azul océano, era el vivo retrato de Draco cuando era joven. Allison no podía evitar sentirse enamorada de esa similitud entre padre e hijo. Mientras tanto, Valerie abrazaba rápidamente a su madre antes de salir corriendo, emocionada por comenzar su último año en su escuela actual.

Allison se rió suavemente al ver a Valerie apresurarse hacia el tren, rodeada de sus amigas.

—¡Espera un momento, ¿a dónde crees que vas tan rápido? —le preguntó, con una sonrisa juguetona.

Valerie rodó los ojos, divertida.

—Mamá, ya hemos hecho esto muchas veces antes —respondió.

Allison no pudo evitar hacer una pequeña advertencia: "¡Escucha, si tu hermano entra en Slytherin, espero que lo cuides bien!"

Esta afirmación repentina hizo que Felix levantara la mirada rápidamente, con una mezcla de sorpresa y curiosidad en sus ojos.

—¡Pero yo quiero ser un Gryffindor, como tú, mamá! —Miró a su madre con admiración, esperando obtener su aprobación. Allison sonrió cálidamente mientras lo miraba.

—Lo que sea que te toque, estará bien. Llegarás a amar la casa en la que te encuentres, no te preocupes —le aseguró. Felix asintió con determinación y luego dirigió su mirada hacia Draco, buscando su apoyo y aliento.

Mientras tanto, Allison volvió su atención a Valerie, solo para darse cuenta de que ya se había unido a sus amigas en el camino hacia el tren. Valerie saludó a su madre con un gesto y luego subió al vagón. Sophie, la hermana menor, se aferró con fuerza a la pierna de Draco, mostrando su reticencia a separarse de su hermana mayor.

En ese momento, Allison notó un rostro familiar justo delante de ellos.

—¡Ron! —exclamó con emoción genuina, cuando notó que él estaba con Hermione y sus dos hijos. Poco después, Harry se acercó a ellos. Agarrando la mano de Felix, Allison se adelantó para unirse al trío.

—¿Cómo has estado? —preguntó Ron, envolviendo a Allison en un cálido abrazo.

—Hemos estado bien —respondió ella con una sonrisa, indicando a Draco que se uniera a ellos—. Creo que ustedes tres deberían venir pronto. Ha pasado demasiado tiempo —continuó, mirando a Ron, Hermione y Harry con nostalgia. Sophie los miraba a todos asombrada, ya que conocía las famosas historias del trío dorado y cómo su madre era amiga de ellos.

Los niños comenzaron a subir al tren, mientras Draco y Allison observaban cómo Felix se sentaba junto a Albus. Allison no pudo evitar sentirse emocionada por su hijo, sabiendo que estaba a punto de embarcarse en su propia aventura en Hogwarts. A su alrededor, los padres saludaban alegremente a sus hijos mientras se acomodaban, preparándose para el emocionante viaje hacia la infame escuela de magia y hechicería.

Allison sintió cómo el agarre de Draco se apretaba alrededor de su cintura, lo que la hizo sentirse reconfortada y amada. Con un suspiro de felicidad, apoyó la cabeza en su hombro, disfrutando del cálido abrazo. Antes de que pudieran separarse, se inclinó para besar la mejilla de Draco, dejando un suave rastro de cariño en su piel.

—Te amo, Malfoy —susurró Allison, sus palabras llenas de ternura y sinceridad. Draco, sosteniendo a Sophie en su cadera izquierda, respondió con una sonrisa brillante.

—Yo también te amo, Mayhem —comenzó a decir, su voz llena de calidez y amor.

La mención de su amor mutuo les recordó a ambos que habían superado muchas dificultades y desafíos juntos. Pero también les recordó que siempre estarían ahí el uno para el otro, apoyándose y amándose incondicionalmente.

En ese momento, Sophie intervino con su voz alegre y llena de energía.

—¡Mayhem! —exclamó, mientras soltaba una carcajada. Su inocencia y alegría contagiaron a Allison y Draco, quienes se unieron a su entusiasmo. Juntos, se alejaron del tren con sonrisas en sus rostros y corazones llenos de amor y anticipación.

Matón | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora