43

2.9K 758 141
                                    

Querida Aflicción:

Estas serán una de mis últimas cartas que te escribiré, lo lamento, pero ya no le veo necesario tener que hacerlo.

Sin embargo, quiero hablarte de la persona con la que gracias a él, nos conocimos.

Y ni siquiera lo digo como algo nefasto, o como conocer el dolor gracias a su perdida fuese su culpa, nunca lo será

Simplemente son lecciones que a veces te da la vida (aunque sea muy perra a veces).

Quiero hablarte, en esta carta, de Holden.

Nos conocimos gracias a él, lo sé.

Pero... ¿lo conoces?

Dios, me has escuchado miles de veces hablar de aquel chico y sin embargo nunca tuve la oportunidad de hacerlo de una manera correcta.

Holden es el chico de los ojos cafés que hacen querer perderte dentro de ellos, el chico de cabello pelinegro y altura prominente. De compostura segura pero inseguro por dentro, de altura enorme pero frágil como un pétalo de flor.

Holden era valentía y debilidad en una misma persona, un chico al cual admiré desde que conozco... porque demonios, él si era perfecto.

Es perfecto.

Le tenía miedo a todo y sin embargo seguía adelante, nunca se acobardaba. Tenía demasiadas mierdas encima y aún así siempre se preocupaba por sacarte una sonrisa.

Era un chico tan frágil, que tenias miedo de que alguien más lo rompiera.

Holden era perfecto a su manera aún estando roto. Teniendo sus cosas buenas y malas, como cualquier persona común y corriente.

Pero oh, querida Aflicción...

Él no era tan común después de todo, él estuvo en cada puto momento de mi vida que a veces me pongo a pensar si no fue imaginación mía al tener a alguien así a mi lado.

Y se preocupó y me cuidó tanto, que a veces extraño sentirme así de cálida entre sus brazos.

Y ahora que lo pienso, estoy totalmente equivocada.

Holden ni siquiera era alguien común y corriente. Era de un corazón valiente y fuerte.

Pero sobre todo era mi Ángel.

Mi maldito Ángel.

–Chloe.

Aflicción © #2 ✔Where stories live. Discover now