la felicidad por la mañana

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Todas las mañanas en el departamento más pequeño del triste edificio de una de las tan solitarias calles de Londres, empiezan con una felicidad tan plena al punto de que cualquier persona pensaría que es imposible de lograr.

La felicidad absoluta reina en las mañanas, porque todas empiezan con Harry y Louis abrazados, en un lío con las sábanas y las piernas tan enredadas que no saben cuál es la de quién.

Y ellos podrían decir sin titubeos y con toda la seguridad del mundo que esa felicidad podría perdurar para siempre si se van a despertar así todas las mañanas.

El alfa ojiverde parece un desastre, con su largo cabello desordenado y aferrando tanto sus brazos al torso de Louis, pareciendo una especie de koala. El alfa ojiazul tiene el cabello de Harry en gran parte del rostro, respirando pausadamente sobre su cabeza, y ambos se sienten tan dichosos. Como si el otro fuera lo único que pidan para tener una vida feliz.

Aunque tanto Harry como Louis están adormilados y recién levantados, ninguno está dormido. Harry sólo se toma el capricho de frotar su mejilla contra el pecho desnudo de Louis, dejando un vago beso por allí de vez en cuándo. El alfa ojiazul deja un par de besos en el cabello de Harry, repetidos y cariñosos.

Las piernas de Harry se enredan más con las de Louis, y este sonríe brevemente.

—¿Cómo estás, Hazz? —inquirió Louis con pereza y voz rasposa, abrazando más el cuerpo de Harry contra sí.

—Mhm, bien —contestó simplemente Harry, sin querer despertar del todo—. ¿Y tú?

—También. Mis heridas ya sanaron.

Luego de esas palabras, el alfa ojiverde terminó de eliminar el último gramo de sueño que le quedaba. Se levantó, haciendo soporte con sus brazos a la vez que se inclinaba sobre el torso de Louis. Ambos alfas sonrieron algo sorprendidos por la cercanía entre ambos labios mucho mayor de la que esperaban. Sin querer admitirlo, ambos lobos internos se pusieron gratamente nerviosos.

—Hola —saludó Harry en un susurro. Tenía los ojos de Louis tan cerca, y sentía que podía ver cada detalle sobre ellos.

—Hola —repitió Louis como un idiota, sonriendo enormemente a la vez que el alfa ojiverde lo imitaba.

—¿Seguro que sanaron todas tus heridas? —murmuró Harry, casi con un toque de regaño en su voz.

Ninguno de los dos se inmutó en lo más mínimo por el hecho de que Harry estaba encima de él, ambos semidesnudos. Los brazos del alfa ojiazul dejaban pequeñas caricias sobre la enorme y ancha espalda del alfa sobre él, buscando secretamente poder besar sus labios.

—Sí —aseguró Louis, alzando ambas cejas—. ¿Y las tuyas?

Harry asintió de forma muy leve con la cabeza, y ya ninguno de los alfas podía apartar la vista de los labios del otro.

Sin previo aviso, el alfa ojiverde tomó los labios de Louis con suavidad, ambos cerrando los ojos y respirando fuertemente. Los brazos del alfa ojiazul se cernieron con mucha más fuerza en la cintura de Harry, besándole con toda la delicadeza y a la vez intensidad que podría encontrar.

El beso continuó hasta que Louis se puso a lamer los labios de Harry, a la vez que este último reía entrecortadamente ante eso. Luego él también lamió los labios de Louis, terminando por morder uno de éstos a la vez que gruñía de forma ronca.

Los ojos del alfa ojiazul se oscurecieron, y su lobo quiso –irremediablemente– hacer lo mismo. Tiró del labio inferior de Harry con los dientes, también gruñendo un poco. Sus feromonas eran algo más intensas, y estaban más concentradas en el aire.

Óxido ✦ (alfa x alfa) [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora