Sentí una fuerte contracción que me hace gritar.
Luego un líquido mojando mis piernas.
- ¿Qué sucede? ¡¿Estas bien?! Oh dios mio, te estás meando -dijo Mackie.
Yo negué con la cabeza, me estuve preparando para esto todo estos meses.
Ahora estaba paralizada y en shock.
-Hijo de puta, voy a tener el bebé -susurré asustada.
Mackenzie se puso pálida. Y creo que yo también.
Mackie me ayudó a caminar. Mientras con su teléfono llamaba a Thalia
JODER. Me dolía la espalda.
Luego de que Thalia llegará, nos montamos en su auto.
-Respira...tranquila, ya vamos a llegar.
Mackenzie me repetía eso a cada rato, y me estaba colmando la paciencia.
- ¡ESTOY RESPIRANDO! -le grité, otra contracción. Apreté sus manos - ¡PUTA MADRE, THALIA APURATE, NO AGUANTO!
Thalia asintió.
-Respira...tranquila, ya va pasar.
Respiré...la contracción ya había pasado.
Pero otra aún peor llegó.
- ¡AHHHHHG MALDITA SEA!
-Respira...inhala-
- ¡ESO HAGO! ¡ESTOY RESPIRANDO, JODER!
-Respira...tranquila -seguía diciendo Mackenzie con voz calmada.
- ¡ESTO DUELE! -las lágrimas comenzaron a caer.
-No nena, no llores...tú eres fuerte. Venga, que tuviste a ese alíen por 8 meses ahí.
Me reí, pero mi risa se detuvo por otra contracción.
Llegamos al hospital, Mackenzie habló con las enfermeras y ahora estaba medio sentada en una camilla. Con una bata de hospital.
Mackie estaba a mi lado. Ella siempre estaba a mi lado.
-Te revisaremos de nuevo para ver si estas lista -la enfermera me sonrió.
Una contracción hace que me muerda el labio.
-Tranquila...Anna, tú eres fuerte.
Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. Esto duele, duele mucho.
-Te falta aún, cariño -me sonrió.
-Esto duele...jodeeeeeeer.
La enfermera sin perder sus sonrisa me dice: -Te pondremos la epidural, pero tienes que dilatar cariño.
Quiero golpearla para borrar esa sonrisa.
Otra contracción, hijo de puta. Me cago en todos.
Cierro los ojos con fuerza, puta madre. Esto duele.
-Vamos Anna...aguanta -me digo a mi misma, me viene otra contracción- No...no puedo, JODER, duele.
