capítulo 9

8.2K 886 59
                                    


La respuesta no se hizo esperar, Annie soltaba aire agradecida por ello. En la carta de su esposo, no solo le daba su consentimiento para ir a las fiestas, sino que también la reñía por hacerle esa clases de preguntas. Volvió a reiterarle que ella era libre de hacer y deshacer cuanto quisiera, eso incluía el poder decir e ir donde le viniese en gana. Rió por lo bajo al leer los riños de su esposo. Cada día, sentía que le cogía más aprecio que el anterior. Podría ser que se estuviese enamorando? Y él? Estaría bajo el mismo sentimiento? Le preguntaba? O era mejor esperar?

Respondió a la carta dándole las gracias y pidiéndole que volviese pronto a casa. Sonreía con picardía al escribir. En sus líneas, le especificaba que tenía muchas ganas de volver a " dormir " con él.
Al acabar, se quedó pensativa... No hizo nada en su noche de bodas para poder frenar un embarazo. Podría ser posible? Por una parte, deseaba darle un hijo a su esposo. Quería agradecerle lo que hacía por ella, aunque lo hiciese desde la distancia. Pero, por otro lado... Sentía que quería disfrutar de su matrimonio cuando volviese de Francia.

Entregó la nueva carta a su mayordomo para que fuese entregada lo antes posible.

----

Pasaron dos semanas más, y las respuestas iban y venían por ambas partes.
Esa semana, había recibido una nota de la casa de los Baldelton para asistir como invitada. Sabía que no podría negarse, ya que, no solo había recibido esa invitación. Madeleine, la había escrito exigiéndole que la acompañara.
No pudo negarse.
Se vistió con un vestido color rosado con bordados en el escote dándole una pronunciada e insinuante figura. Se hizo un recogido con ayuda de su dama, trenzando su larga cabellera hasta recogerla con un moño alto dejando unos cuantos mechones sueltos por los lados de su rostro.

Llegó a la casa de los Baldelton. Cuando dió su apellido al mayordomo, este, la anunció en el gran salón.

- la condesa de Myers - gritó el hombre

Los invitados, se dieron la vuelta para observarla. Era su primera fiesta siendo la esposa de Robert, y también presentada.
Cogió aire llenando sus pulmones y empezó a andar por ese tenso silencio.
Mujeres la miraban de arriba a abajo y los hombres la observaban con descaro y deseo.
Halló a Madeleine junto a sus padres, no dudó en ir hacia ellos que estaban acompañados por los anfitriones.

- Annie querida - le dió dos besos la condesa Pine - pensábamos que no ibas a llegar

- lo siento de veras. En la casa hay mucho trabajo - se disculpó

- la condesa Myers - le dió dos besos la anfitriona - soy la marquesa, Jackeline Baldelton, encantada

- el honor es mío marquesa - hizo reverencia, pero no como una dama de compañía, ahora, lo hacía con un asentamiento de cabeza, como una condesa

Los condes Pine, se sintieron orgullosos de su cambio.

- hola Annie - la abrazó Madeleine - estás preciosa

- tú lo estás más Madeleine - sonrió

- encantada de conocerla señora Myers - le cogió la mano el marqués Baldelton - soy el marqués Gus Baldelton, un honor por fin conocerla. Debe estar ansiosa por el regreso del Conde

- gracias por la invitación milord. Si, estas semanas están siendo de lo más difíciles para mi. - contestaba como toda una condesa, con aire de superioridad, pero en sus palabras, se podía intuir la humildad, algo, que solían darse cuenta los de alta sociedad. Eso, gustó al marqués y a su esposa

- que hermosa eres linda - añadía la marquesa - pero es joven, vaya a disfrutar con la señorita Pine, disfrutad de la fiesta - sonreía enseñando toda su dentadura

mi General ( TERMINADA) Where stories live. Discover now