prólogo

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Antes de empezar, informo. Ésta historia es inventada, eso implica, que aunque el año, y la época sean parecidas, los personajes y en general, es todo fruto de mi imaginación. Digo esto, porque en alguna ocasión, me he encontrado que alguien a ' criticado ' o ha dicho " eso no ocurrió " o cosas como que me informara. Ya estoy informada de todo... Pero repito, todo será ficticio. Ahora sí.... Empiezo....

....

Corría el año 1885 y las negociaciones entre Inglaterra y Francia, cada vez iban de mal a en peor. Los condes Pine, eran muy valorados para la corona. El Conde Maxwell Pine, se hizo amigo del Rey Christopher hacia ya muchos años. En realidad, fue el propio Rey quién le presentó a su condesa, Marie,  Rápidamente, Maxwell se enamoró perdidamente de ella y se comprometieron pocos meses después. Se casaron, y tuvieron dos hijos. El mayor, Christian Pine. Tenía los ojos azules y el porte como su padre. Era alto y fornido. La pequeña, Madeleine, era más parecida a su madre, menudita y muy delgada, solo heredó de su padre los ojos. Al contrario de su hermano que tenía el pelo de un castaño tirando a oscuro, ella era rubia, casi de un rubio blanco. Parecía una muñeca de porcelana.

Tenían a sus sirvientes en muy buena estima. Estaba el mayordomo Rudolf, que era un hombre alto y con la nariz alargada, pero gran hombre y muy comprometido con sus condes. Luego, la cocinera, Beatrix, una mujer de estatura baja tirando a casi enana, y bastante regordeta. Tenía mofletes redondos y bastante colorados. También las demás, las de la limpieza y ayudantes de cocina. La mayoría, eran mujeres de color, las primeras para la época que habían llegado al país hacía poco y el Conde no dudó en ofrecerles trabajo. Eso, lo agradecieron...
Luego, estaba la dama de compañía de la condesa, Angeline Una mujer de piel clara y pelo oscuro con los ojos verdes. Su esposo, era el jardinero Jorge,  gran amigo del Conde. Él era un hombre fuerte, alto y con el pelo también oscuro. Sus ojos eran de un color miel tirando a chocolate. De ellos, nació la pequeña Annabella, Annie, para todos. Rápidamente, se convirtió en la mejor amiga de la pequeña Madeleine. Siempre iban juntas a todos los lados. Si la condesa iba de compras con su hija, no dudaba en llevarse no solo a Angeline, también a Annie y nunca dudaba en comprarle vestidos tampoco. Eso a Angeline no le gustaba en demasía, no quería abusar de su generosidad. Pero la condesa a parte de ser bondadosa, la sentía como amiga y era bastante caprichosa, eso implicaba que siempre tenía la última palabra y nadie podía darle un no como respuesta. Ni siquiera su propio esposo.

El Conde, tampoco se quedaba atrás, a su gran amigo, no dudó en darle más opciones para su hija Annie. Si su propia hija estudiaba, Annie también lo hacía. La niña, aprendió no solo sus deberes como futura dama de compañía de Madeleine, sino también estudió todo lo que la pequeña condesa estudiaba. Arte, idiomas, música, danza, costura, modales, dotes de seducción, todo.... Absolutamente todo.

Gracias a eso, Annie fue para todos la mejor dama de compañía que podría llegar a tener nadie. Incluso la princesa Sofía, había reclamado sus servicios como su dama personal a su padre el Rey cuando Annie cumplió con la edad suficiente para empezar a ejercer su profesión de dama. Pero el Rey entendió al hablar con el conde que sería imposible poder llevársela. Y lo entendía bien. No solo la querían como dama los condes, sino que también la veían como una sobrina, alguien muy especial en su casa. No insistió más. Mucho menos cuando el padre de Annie, Jorge, falleció de las altas fiebres después de haber cogido la escarlatina. El luto, duró una semana en la casa de los condes Pine. El Conde, no lograba superar la pérdida de su mejor amigo. 

Annie tenía 14 años cuando eso ocurrió. Era su primer año como dama de Madeleine y fue un golpe duro tanto para ella como para su madre.
La condesa y su hija, hacían todo lo posible para poder animarlas, pero era prácticamente imposible de conseguir.
Incluso, la condesa llegó a llevárselas tanto a ellas como a Madeleine durante los tres meses de verano, a la casa de campo para tenerlas apartadas de la ciudad y de la mansión.
Nadie superaba la pérdida, pero poco a poco iban recuperando las sonrisas.

Dos años después, a los 16 años de Annie, la misma edad de Madeleine que ya empezaba su primera temporada en sociedad, falleció Angeline. El golpe, fue todavía más duro para todos. Annie, estaba devastada, en tan poco tiempo, había perdido a sus padres. Unos padres a los que amaba por encima de cualquier cosa. Unos padres, que no solo le habían enseñado a trabajar. También a ser la mujer en la que se estaba convirtiendo. Madeleine, no dudó y se la llevó un año junto a su madre que entró en depresión a la casa de campo de nuevo.
Ese primer año de temporada, Madeleine había hablado con su padre después del acontecimiento para pedirle también tiempo. El Conde, sabiendo que su esposa no podría ir a las fiestas por el mal trago que estaba pasando, le dió ese año a su hija para que estuviese cuidando de su madre y de su mejor amiga.

Durante ese tiempo, el conde aprovechó también para incarle a su hijo Christian de 18 años, los negocios y sobretodo en buscarle una esposa. Ya que el chico, había estado obsesionado con Annie desde pequeños. La perseguía a dónde fuese. Siempre le decía que la iba a convertir en su esposa, el conde no le daba respuesta. Una de las promesas que le hizo a su fallecido amigo, fue que no solo cuidaría de su pequeña, sino que le daría la libertad de poder escoger esposo, ya que no tenía porque casarse obligada con nadie. A diferencia que Madeleine, Annie no era de alta sociedad, podía casarse con el panadero si quería. El Conde se lo prometió y no iba a incumplir su promesa. Eso se lo repetía a su hijo una y otra vez. La decisión, tenía que ser de Annie, de nadie más. Christian tenía claro que iba ha hacer lo imposible para conquistarla, pero no era un buen momento.

Después de eso, sin que nadie se diese cuenta, pasaron dos años más.
Annie y Madeleine, ya tenían los 18 años. Era una edad apropiada para el matrimonio, para Madeleine más bien.... Pero ella, había desechado durante ese tiempo a todos sus pretendientes. A veces tenía envidia sana de su mejor amiga, quería tener esa libertad de poder escoger marido. Pero por desgracia, no iba a ser así. Annie la intentaba persuadir todos los días de que tenía que aceptar la mano de alguno de sus pretendientes. Pero Madeleine, se había acostumbrado a esa buena vida. Quería esperar a su amor.

Tanto Annie como la condesa, se ponían cada vez más de los nervios. Sobretodo cuando Christian envío carta desde el frente. Decía que iba a volver a casa en pocos días.
Christian, había sido llamado en combate hacia un año atrás. Por una parte, los condes estaban ansiosos y con muchas ganas de ver a su hijo, estaban orgullosos de él, por otro lado... Se sentían cansados por las indirectas que mandaba en todas sus cartas a Annie, sobretodo en la última recibida.

Annie en cambio, tenía paciencia, siempre con buenos modales y educación, reclinaba su propuesta de ser cortejada. Los condes cada vez estaban más convencidos de que Annie era un ángel caído del cielo para ellos.

Madeleine le decía a Annie que aceptara la propuesta de su hermano. Ya no tendría que ser su dama, sería su cuñada y seguiría siendo mejor aún! Podría ir con ella a todas las fiestas!
Annie se negaba y Madeleine se pasaba horas enfadada sin hablarle.

Annie le repetía una y otra vez, que quería lo mismo que ella, enamorarse del que llegase a ser su marido y que aunque apreciaba a Christian, no lo veía como hombre, para ella, era como su hermano mayor.
Madeleine le repetía que no podía esperar! Annie le hacía la misma reflexión y se enfadaban las dos, como dos hermanas peleándose por lo que fuera. Al final, no aguantaban ni un día entero enfadadas, y menos por un hombre.

Madeleine le decía que quería lo mejor para ella y Annie también.
En el fondo, Annabella no esperaba nada, hasta que volvió Christian... Y no lo hizo solo...

...

Hasta aquí chicas. Aquí el prólogo. Espero os haya gustado la introducción de la historia. Hoy intentaré subir el primer capítulo, sino... Pues hasta mañana amores míos

mi General ( TERMINADA) Where stories live. Discover now