Capítulo 18/2. Una noche

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Hola estrellitas 💛

Siento haber tardado con este capítulo pero como bien ven lleva dos capitulo en uno.
Espero que les guste y esperaré leerlas a través de la historia.
Un beso. 😘

¡Buena lectura!



¡Buena lectura!

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—Ya llegó por quien lloraban— exclamé jovial intentando a disfrazar los nervios que sentía y la sensación de mi estómago apretado. —¡Santo cielo! Animales, ¿crearon un grupo sin mí?

Me detuve en la puerta de la sala central notando el rostro aburrido de mi hermana, la cara enojada de Irina y el semblante de un hombre desconocido que estaba como llevado por el demonio.

—¿Y a esta vagabunda tengo que convertirla en princesa?— escupió el hombre que había superado en solo un periquete al ególatra y creído de mi jefe. —Dime que esta mujer con zapatos feos no es a la que tengo que arreglar.

«Fíjate, nada más, nunca pensé que había alguien más narcisista que él»

—Y este troglodita, ¿quién es?— pregunté confundida, mirando hacia mi amiga, exigiéndole una aclaración.

—¿Perdón?— se levantó de golpe el hombre apoyado su mano sobre el pecho, fingiendo un paro cardíaco.

—Perdón, se pide a la iglesia.— me crucé de brazos.

—¡Ya, ya, ya!— exclamó Irina, bajando el tono lentamente. —Milla, él es Pierre, el que da forma a los zapatos del señor Sinclair y en el mismo tiempo uno de los creadores de moda más importantes de esta ciudad con ciertos honoríficos en las presentaciones de moda.— el rostro de ese señor que ahora se checaba las uñas se relajó mientras asentía lentamente con la cabeza, «Dios entiendo que quieres castigarme, pero esto...¡no es castigo, es una condena!» —Pierre, ella es Milla, mi mejor amiga.

—Fíjate tú qué amiguitos tienes...— afirmé mirando a mi amiga.

—Irina— Pierre se dirigió hacia ella. —Esta cosa lastima mis sentimientos. ¿Podrías por favor decirle que se comporte civilizadamente?

—Estoy aquí por si deseas comunicarme algo— levanté la mano.

—¡Eres brutal!— me atacó verbalmente.

—¿Yo? ¡Me hiciste vagabunda!— Lo apunté con el dedo.

—No, en serio...— volvió a mirarla.

—Si no acaban, voy a nacer ahora mismo y los pongo a ustedes dos a sacarme el bebé.— espetó Irina y los dos nos hemos callado. —Bueno, ahora que hemos reflexionado todos sobre la forma en cuál nos debemos tratar, vamos a ponernos a trabajar, ¿sí? De todos modos, ya se nos hizo tarde.

Te conozco x los zapatos ©®  जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें