𝙍𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨 𝙫𝙖𝙘𝙞𝙤𝙨 // 𝐊𝐚𝐫𝐦𝐚𝐥𝐚𝐧𝐝

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Los héroes se encontraban listos para cruzar el portal, unos no sabían que les esperaba al pasar ese portal, pero tenían que cruzar.

Trás un salto a lo desconocido los héroes cayeron inconcientes mientras cruzaban el portal.

Un rayo de luz despertó a los viajeros uno por uno, dándoles una vista de un pueblo casi abandonado. El vistazo de las vistas alcanzó para que la mayoría desbloqueara sus recuerdos de su anterior vida en ese pueblo, las reuniones, las risas y las peleas en ese pueblo.

-Que bueno que despierten.

Una voz conocida para todos hizo que dirigieran su mirada a un rostro similar para todos. Merlon se encontraba viendo a los integrantes desde lo lejos.
-Se que están confundidos ahora mismo sobre lo que ocurre déjenme explicarles la situación.

[...]

[...]

-Desde que ustedes desaparecieron, los habitantes de Karmaland comenzaron a irse poco a poco, creyendo que nuestros héroes nos habían abandonado, solo quedamos algunos habitantes, los cuales fuimos protegidos por el único héroe que permaneció a nuestro lado.

Mientras el mayor contaba la historia, algo hizo click en la cabeza de el alcalde castaño, recordando a la única persona que no estuvo en la otra dimensión con ellos.
-AURON!
Todos voltearon exaltados a la sorpresiva voz de Luzu, siendo los dos "nuevos" los más confundidos.

-Tienes razón Luzu- habló con una calmada voz Merlon -Un poco después de su desaparición, el héroe Auron volvió al pueblo, estuvo por un largo tiempo tratando de averiguar su paradero, sin ninguna respuesta, decidió cuidar el solo al pueblo esperando su regreso.

Luzu sorprendido por cada palabra que salía de la boca del mayor, tenía solo una idea en mente en ese momento.  -Tenemos que ir a verlo!- Comentó mientras miraba al resto de sus compañeros. -Nos estuvo buscando! Tiene que saber que volvimos!.

-Luzu...- Interrumpió Vegetta acercándose al mencionado tomando su hombro. -Se que quieres ver a Auron, yo igual. Pero ahora mismo lo mejor para todos es descansar, lo ocurrido antes de llegar fue duro y creo que ahora no es el momento de reuniones. -Un poco triste pero comprendiendo la situación, se resignó a quedarse quieto.

-Vegetta tiene razón joven Luzu. Además, el joven Auron a de estar cansado de cuidar el pueblo todo el día, que le parece si mañana le comento la situación y arreglamos una reunión.- Aquella idea le agrado y decidió tomarlo. -Viendo que al parecer, hay dos héroes que desconozco y ya es muy tarde, les pediría que alguno de ustedes les dieran asilo por ahora.

-Quackity se puede quedar conmigo.- Mencionó Luzu mientras tomaba de la mano al mencionado, acto que hizo ruborizar levemente a menor.
-Bueno, entonces me toca Juan.- Dijo con tono burlesco Rubius.

Trás quedar todos con hogar, los héroes se dirigieron hacia sus casas propias, listos para descansar de un duro día.

-Sientete cómodo, mi hogar es tu hogar.- Mientras Luzu cocinaba la cena para el y su nuevo compañero de hogar, Quackity usmeaba en el clóset del castaño, robándose una camisa limpia y echando su sudadera a alguna parte de la habitación. -Cuando termines de hacer lo que haces, ven que ya está lista la cena.

Trás el alado terminar de cambiarse, se dirigió a la mesa del comedor donde estaba un plato con comida que lucía espléndida. Ambos chicos se sentaron para comer.

-Luzu.- Habló en un descanso de comer el menor dirigiéndose a su amigo, el cual soltó un pequeño ruido indicando que estaba prestando atención. - Quién es Auron?.

Luzu paró de comer para mirar a Quackity, la mirada que el castaño mostraba era una melancólica y triste, algo que el pelinegro notó casi se inmediato. -El....- Habló con la voz levemente quebrada mientras bajaba su mirada viendo su comida. -El, era un gran amigo.-  Mencionó para volver a comer tratando de evitar el tema, pero Quackity no parecía compartir la misma idea.

-Era?.- Sin ningún aviso, el castaño se levantó de la mesa dejando su plato casi intacto dirigiéndose a la puerta de su habitación. -Ya no quiero hablar sobre eso, buenas noches Quackity.- Y sin decir más, Luzu se encerró en su habitación, dejando a un Quackity muy confundido y levemente preocupado.