Las emociones son tan confusas como el cambio del clima, y tan peligrosas como los desastres de la naturaleza en complicidad con el dolor interno que juega una y otra vez en nuestra contra. Los pensamientos siempre están presente como si de manera automática navegaran sobre olas de miles de palabras, de miles de versos, miles de gritos sin oír. Y la imaginación puede ser tan fuerte como la sangre que cubre cada parte del corazón...