Nozomi se paró en secó al ver a Todoroki esperándola en la puerta.
-¿Todoroki-kun?- se sorprendió al verle pues estaba más arreglado de lo habitual. Nunca antes le había visto con vaqueros en realidad.
El joven se giró al oírla, la vio y se sonrojó notable, caminó hacia ella con una rosa entre las manos. Cuando estuvo en frente suya le ofreció la rosa bastante nervioso y sin decir nada.
-Gracias...- tomó la flor sin dejar de ver el avergonzado rostro de su cita- te ves muy bien hoy.
-Los chicos me obligaron a ponerme esto- respondió el joven.
Nozomi se rió ante su respuesta.
-Las chicas me hicieron lo mismo.
El joven la miró de arriba a abajo.
-Ellas hicieron un buen trabajo...- apartó la mirada nervioso tras decir eso- ¿vamos?- le ofreció su mano.
-Sí...- bastante nerviosa cogió su mano y salieron juntos del edificio.
-¿Te gusta el helado?- preguntó Todoroki.
-Claro, me encanta.
-Perfecto- la miró con una tierna sonrisa provocando que el corazón de nuestra inocente protagonista se acelere.
Creo que su sonrisa me va a dar una infarto...
Caminaron de la mano hacia una heladería cercana, por el camino iban riendo y contándose cómo su clase les había obligado a tener aquellos cita.
-Sinceramente yo ni siquiera sé cómo funcionan estas cosas- rió Nozomi.
-Yo tampoco, y no logro entender los consejos que me dieron Kaminari y Mineta.
-Si te los dieron esos dos será mejor que no los sigas.
Todoroki rió ante su comentario.
-Creo que nunca antes me había reído tanto como hoy, se me hace algo raro.
-Es verdad que sueles ser muy serio, me alegre verte feliz.
-¿En serio? En ese caso supongo que no deberías separarte de mí, sólo soy así cuando estás a mi lado- apretó ligeramente la mano de Nozomi- me gusta sentirte cerca.
-Shoto...
El joven se sonrojó, apartó la mirada y puso su otra mano sobre su pecho.
-¿Pasó algo? ¿Estás bien?- la pequeña se puso nerviosa al verlo.
-Sí... por algún motivo he sentido una especie de presión en el pecho... ¿estaré enfermo?
Nozomi rió.
-Eso es lo mismo que siento cada vez que te veo sonreír, no estás enfermo simplemente te gusta que te llame Shoto- lo miró a los ojos con una dulce sonrisa.
-Quizá sea eso... La forma en la que lo dices es muy diferente a la de mi padre- se rió- él parece un loco.
-Pues me alegra no sonar como él entonces.
-Oh, mira, ya estamos, yo invito, ¿qué sabor quieres?
-¡Chocolate!- respondió alegre el angelito.
Todoroki soltó un momento la mano de Nozomi para coger los helados, los pagó y cuando miró a la joven se quedó parado.
-¿Qué ocurre?
-Si tienes la rosa en una mano y te doy el helado, no te quedará una mano libre para mí.
-puff, ¿tanto te gusta agarrar mi mano?- preguntó entre risas.
-Es cálida y suave.
El sonrojo de la chica fue inmediato.
-No esperaba se respondieras así...- miró hacia a otro lado nerviosa mientras enroscaba la flor en su cola colocando ésta a su lado izquierdo y extendió la mano de este mismo lado- dame el helado, ahora tengo las manos libres.
Todoroki sonrió, le dio su helado y tomó su mano derecha mientras él comía su propio helado alegre.
Es tan ingenuamente adorable...
-Los chicos me dijeron- Todoroki fue el primero en romper el silencio mientras aún comía su helado- que debía llevarte a hacer cosas que te gusten, me dieron como sugerencias el helado e ir al cine, ¿te gusta el cine?
-¿Qué es un cine?- preguntó Nozomi confusa.
El joven se sorprendió por la respuesta.
-¿No sabes...? Oh claro, a veces olvido que hasta hace poco vivías sólo con tu madre, supongo que no te enseñó que significa esa palabra... Aunque ahora que lo pienso, yo no soy el más indicado para explicártelo, nunca he ido.
-¿Qué se hace en los cines?
-Ver películas y comer palomitas, eso es todo lo que sé.
-¿No se puede hacer eso en cualquier casa?
-Creo que las pantallas allí son más grandes.
-Oh... No sé, si quieres podemos probarlo, ¿cuánto cuesta ir a un cine?
-No lo sé, pero no te preocupes, hoy invito yo.
-¿Seguro?
-Claro, así mi padre sirve para algo.
-Eso ha sido un poco cruel- rió- ¿algún día le conoceré?
-Esperemos que no.
Curiosidad:
Pese a que actualmente Nozomi tiene gran resistencia tanto a temperaturas frías como calientes aún sigue desprendiendo esa especie de calidez que es propia de su familia materna, sin embargo, a elevadas temperaturas esa sensación se vuelve completamente imperceptible a diferencia de sus ancestros maternos.
¿Conocerá Nozomi a su suegrito? ¿A estos dos bobos les gustará el cine? ¡Lo veremos en el próximo capítulo!