El grupo vio la espalda del mayor alejarse y cuando esta desapareció de su vista volvieron a conversar tranquilamente.
—Chicos.
O bueno, hasta que Hyunjin apareció.
—Hyunjin, hey, ¿todavía no te fuiste? —preguntó Donghyuck con una sonrisa.
—No, yo... esperaba poder hablar con ustedes, los vi solos y pensé que era mi oportunidad de una vez por todas —el rostro del pelinegro estaba totalmente serio, lo que puso un poco inquietos a los demás —¿Les parece si vamos afuera un momento?
Los demás asintieron, suponían que no iban a tardar mucho así que tampoco harían a Renjun esperar.
Una vez en la parte exterior el colegio, comenzaron.
—¿De qué quieres hablar? —preguntó Jisung mientras se cruzaba de brazos, su ceño comenzaba a fruncirse de a poco.
—Tiene que ver con Renjun.
—¿Qué? —ahora habló Jaemin —¿Qué pasa con él?
—Con él nada, pero sí con ustedes —el rostro que ahora mostraba Hyunjin era un ceño totalmente fruncido —¿Saben algo acerca de... un juego?
Y el silencio de los chicos le dio una respuesta al mayor, el cual suspiró ruidosamente.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó Jisung, cruzándose de brazos.
—Mierda, y yo que creí que me lo iban a negar —Hyunjin soltó un pequeño jadeo y los volvió a mirar —Hace unas semanas escuché a Jeno y Chenle hablar en el baño sobre un juego, aparentemente Renjun estaba involucrado.
—Él no lo sabe.
—Me lo imaginaba, ¿por qué lo hacen?
—Podemos explicarlo —rápidamente dijo Donghyuck.
—Oh, quiero ver que lo hagan.
—¿Ahora? Renjun puede volver en cualquier momento —Chenle miró hacia el pasillo, una mueca preocupada se posó en su rostro.
—Tampoco hay mucho que explicar, Lele, solo le expliquemos el juego y listo —Jaemin hizo que Hyunjin se acercara a ellos y formaron una ronda.
—Bien, comienzo entonces.
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Atentamente siguieron a Huang con la mirada hasta que el chico se volvió a recostar en su asiento, dejándolos a todos plasmados.
Se miraron los unos a los otros y jugaron un rato más hasta que unos minutos más tarde escucharon la silla de Huang moverse y este mismo salir del aula.
—Bien, ¿qué fue eso? —preguntó Donghyuck mientras dejaba la consola en el medio de la mesita.
—Estoy igual, pero primero que nada, ¿desde hacía cuánto que estaba sentado ahí? —preguntó Jaemin mientras señalaba le pupitre al fondo del aula.
—No lo sé, quizás ya estaba cuando entramos y no lo habíamos notado —murmuró Jeno.
—Esperen un poco, ¿quién es ese? —preguntó Jisung, mientras miraba con los ojos entre cerrados a sus mayores.
—Huang Renjun —respondió inmediatamente Donghyuck mientras se sentaba en la mesa que tenía detrás.
—¿Es compañero suyo?
—Sí... aunque nunca he cruzado palabra alguna con él.
—Yo tampoco —asintió Jaemin.
—Siempre está solo, vaya a dónde vaya —habló Jeno esta vez, bajando un poco la voz —Y casi siempre pasa desapercibido, justo como ahora.
—¿No... no tiene amigos? —preguntó Chenle algo tímido.
—Nunca lo he visto con alguien, así que asumo que no —Donghyuck se encogió de hombros.
—Aún así... ¿qué demonios? ¿Cómo pudo pasar ese nivel? Estuvimos por lo menos desde ayer intentando pasarlo, ¿y llega él y en menos de un minuto lo pasa?
—Ya Jisung, debe solo ser bueno en eso, ¿no? —Chenle puso su mano en el hombro del menor.
El menor se encogió de hombros mientras miraba fijamente la puerta por donde el castaño había salido.
Sus amigos continúan conversando, cambiando rápidamente de tema, pero no es hasta unos pocos minutos después que algo hace click en la cabeza de Jisung.
—Oigan —habla para llamar la atención de los demás, no lo logra —Oigan, escuchen.
Los demás siguen enfrascados en su conversación, lo que hace que Jisung ruede los ojos y levante la voz.
—¡¿Me pueden escuchar o no?!
El grupo se queda mudo mientras miran al menor con los ojos abiertos de par en par.
—Les tengo una propuesta, un juego más bien.
—¿Otro aburrido como el que nos hiciste jugar la semana pasada? No, gracias —Jeno rápidamente se cruzó de brazos.
—No se juega en consola, tenemos que jugarlo nosotros.
Jaemin lo miró con los ojos entre cerrados y murmuró —Dispara.
—Es fácil y creo que nos vamos a entretener un poco mucho.
Donghyuck soltó un suspiro exasperado —Habla ya, Park.
—Conquistemos a Huang —el menor apoyó su brazo en el pupitre que tenía detrás.
El silencio reinó el aula por unos segundos, hasta que Chenle soltó un leve jadeo y se atrevió a hablar —¿Di-disculpa?
—¿Acaso te volviste loco, Jisung? —preguntó Jeno.
—Estoy totalmente bien, Jeno querido. Mi propuesta es esta, conquistar a Huang, el primero que lo haga gana y los demás le deberán comprar lo que quiera.
—¿No te parece un poco... cruel? —preguntó Chenle, mirando al piso mientras sus pupilas temblaban.
—Ustedes deciden qué pasará después de conquistarlo, pueden simplemente rechazarlo o estar con él, si es que le van a ese lado.
—¿Cómo se supone que haremos para conquistarlo? —Jeno seguía de brazos cruzados, ahora un ceño fruncido en su rostro.
—Oh pues, no es muy difícil. Solo... trátenlo bien, irá cayendo poco a poco.
—A veces me sorprendo de toda la maldad que hay en tu cabeza —habló Jaemin suspirando.
—Entonces, ¿qué dicen? ¿Están dentro?
Todos parecían meditarlo, no querían causar daño a nadie, pero alguien se podía olvidar de otra persona, ¿no?
—Acepto —Donghyuck alzó la mano —Creo... que podría ser interesante.
—Entonces yo también —Jaemin se unió al moreno con una pequeña sonrisa.
—¿Jeno, Lele? —Jisung se giró hacia los mencionados.
—No lo sé... creo que puede salir muy mal —Jeno mordió su uña mientras pensaba.
—Vamos Jeno, no seas cobarde, a ver si le pones algo de entretenimiento a tu vida.
Jeno miró fijamente a Jisung, el menor sintió que miles de cuchillos estaban siendo dirigidos en su dirección.
—Bien, estoy dentro.
—Genial, solo quedas tú —El más alto del grupo se giró al rubio, el cual los miraba a todos con sus ojos temblando.
—Yo... supongo que, ¿acepto?
En la mente de Chenle, podía ser una oportunidad para estar con Renjun. Quizás si se llegaban a conocer más el mayor pueda mostrar interés en él.
Quizás por fin pueda salir con él.
Aunque, sus amigos no tienen por qué enterarse.
—¿Y qué pasa con la persona que te gusta? —preguntó Donghyuck.
—N-no te preocupes por eso.
—Bien —Jisung se paró derecho y miró a sus amigos —Comenzamos con el juego de conquistar a Huang, el que gane será llamado el mejor jugador y será premiado con cosas a su elección.
El grupo rodó los ojos mientras observaban al menor hablar como un presentador, había veces donde simplemente no se lo podían tomar en serio.
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—Creo que lo rompieron —murmuró Jisung mientras miraba al pelinegro balbucear ante toda la información.
—No te preocupes, dale unos segundos y volverá a la normalidad —murmuró Jeno de vuelta.
—Dios mío —finalmente, Hyunjin suspiró de forma pesada, mientras se despeinaba con ambas manos —Están locos.
—Aún así, ya nos dimos cuenta que estaba mal, así que lo dejamos —explicó Jaemin.
—Entonces... ¿ahora les gusta Renjun de verdad? —preguntó aún sorprendido el mayor.
—Si, a todos y cada uno de nosotros.
—Woah, solo... déjenme procesarlo —puso una mano en su frente y luego de unos segundos que parecieron eternos asintió lentamente —Estoy feliz que hayan decidido no seguir, habría sido un desastre si esto terminaba.
—Lo sabemos, y peor aún si Renjun se entera que esto siquiera existió, así que más te vale que esto no salga de aquí, ¿me escuchaste? —Jisung miró fulminante al mayor, el cual asintió rápidamente.
—No abriré la boca, no quiero problemas.
—Bien, entonces el tema queda aquí.
Iban a volver dentro hasta que Jaemin y Donghyuck se volvieron hacia Hyunjin, el cual los miró confundido.
—¿Tú eres el compañero de Renjun en inglés, verdad? —preguntó Jaemin.
—Si... me dan miedo, ¿qué quieren?
—No es nada malo, pero, ¿podrías hablarle bien de nosotros? —Donghyuck sonrió inocentemente.
—Pero se supone que ya se lleva bien con ustedes, ¿hace falta mi ayuda? Creerá que me gustan ustedes.
—Oh cierto, no quieres tener problemas en el paraíso con Seungmin, ¿cómo vas con eso? —Donghyuck sujetó el hombro del pelinegro.
—Bu-bueno, digamos que nos estamos tomando las cosas con calma.
—Con demasiada calma, diría yo —Jaemin asintió ante lo dicho por el moreno.
—No te preocupes, estamos aquí para ti —Donghyuck fingió llorar y Jaemin lo imitó, haciendo que sus otros tres amigos y el mayor negaran soltando suspiros.
—Si, si, miren, ahí viene Renjun. Los dejo —Hyunjin se despidió del grupo y se fue por su camino rápidamente.
El mayor se acercó a paso lento, ninguno notó su rostro algo contrariado.
—¿Ya estamos listos? —preguntó Jaemin con una amplia sonrisa.
Antes de que alguien más pudiera decir algo, Renjun habló.
—Yo... yo debo ir a casa ahora, mamá quiere que la ayude en algo importante, lo siento —no le dirigía la mirada a ninguno, lo que no pasó desapercibido por Jaemin.
—No te preocupes, Injunnie, siempre podemos salir otro día —tocó su hombro con delicadeza.
—Te acompañamos hasta tu casa-
—No —cortó Renjun a Jeno, el cual lo miró algo sorprendido —Ustedes van para el otro lado, no pierdan tiempo, puedo irme solo, está bien.
El volumen de su voz cada vez iba bajando más hasta que débilmente se escuchaba.
Los demás lo miraron preocupados, pero les quedó claro que el mayor no quería que lo acompañaran.
—En-entonces nos vamos —habló con duda Donghyuck —Nos vemos, Jun.
—Hasta mañana, Renren, cuídate de vuelta a casa.
Cada uno se despidió y cuando Renjun ya no los pudo ver se apresuró a correr camino a su casa.
Quería llorar.
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Estuvo varios minutos intentando inútilmente calmar su corazón.
Se apoyó nuevamente en la pared, aún con el rostro húmedo, y se deslizó hasta tocar el suelo.
Ya era inútil negarlo, le gustaban sus cinco amigos y no sabía qué debía hacer con esa información.
Ya no sabía cómo debía actuar a su alrededor, el conocimiento de sus sentimientos complicaba todo y hacía que se replantease cada una de sus acciones con ellos.
Estaba muy jodido esta vez, pero ya no podía empeorar. O eso creía.
Unos cuantos minutos más tardó en el baño hasta que salió y caminó despacio por los pasillos.
Intentaba regular su respiración para hacer que su corazón lata más despacio, pensaba que se le iba a salir con el ritmo que tenía.
—Huang Renjun.
Una voz lo interrumpió haciendo que se sobresalte y levante su vista del suelo.
—Que suerte, justo te estaba buscando —vio a Soobin esbozar una sonrisa que simplemente hizo que unos escalofríos le recorrieran la espina dorsal.
—¿Puedo.... puedo saber para qué?
—Oh si, cariño —la chica acomodó su cabello y lo miró —Resulta que vi a tus a amigos afuera en la entrada, estaban junto a ese compañero suyo, ¿Hyunjin? Creo que así se llamaba.
A Renjun no le estaba gustando mucho el tono burlesco con el que hablaba la chica, pero por educación la dejó continuar.
—Pasé por su lado, no creo que me hayan visto, pero en fin. Resulta que escuché algo que creo que mereces saber.
—¿Disculpa? —los ojos del pelinegro temblaron por un segundo.
—Supongo que crees que soy tu enemiga y que me estoy inventando todo, pero es totalmente verdad. Y creo que los enemigos, en realidad, son otros. Está en ti creerme o no.
—Ya habla.
La chica amplió más su sonrisa y comenzó a caminar alrededor de Renjun.
—¿No te has preguntado por qué se acercaron a ti, Renjun?
Abrió su boca, pero nada salió de ella.
Sí, lo había hecho, y más de una vez se lo había cuestionado.
—Tomo eso como un sí, ¿pudiste encontrar alguna razón? —habló a su lado.
Negó lentamente, era la verdad, nunca pudo llegar a la conclusión.
—Pues yo la tengo. Me duele decirte esto, Renjun, pero—se acercó a su oído y susurró — eres un juego.
Su rostro cayó inmediatamente y su corazón detuvo sus latidos rápidos de repente.
—¿Q-qué?
—Iniciaron un juego, el que te conquista primero gana —la chica observó el rostro afectado del chico y fingió una mueca de tristeza —Es una pena que su "amistad" se base en un juego para ver quién es mejor.
En la mente de Renjun pasaban demasiadas cosas, una parte de su cerebro decía que no le creyera, que era una mala persona, pero otra simplemente pensaba en varios momentos con aquel grupo y que todo encajaba.
—No puede ser verdad —susurró con la voz rota.
—Oh, lo siento mucho, yo solo te lo decía por tu bien. Como dije, eres libre de creerme o no, pero si no lo haces, te reto a preguntarle a Hyunjin la verdad —la chica puso una mano sobre su hombro y dio pequeños golpes —En fin, yo me voy, tengo que buscar algunas cosas, te dejo. Piensa en lo que te dije.
Y con eso la chica siguió su camino por el pasillo.
Caminó de forma lenta hacia la entrada, pensaba decirle a los chicos que no podía ese día.
Sabía que no iba a poder concentrase con todo lo que tenía en la cabeza.
Apenas vio a través de las puertas abiertas de par en par al grupo y a Hyunjin marchándose, supo que había posibilidades de que fuera verdad, y tuvo miedo. Mucho miedo.
◌◍┈┈┈┈┈ ┈┈┈┈⿻*.·
Llegó a su casa y rápidamente se encerró en su cuarto de un portazo.
Se recostó en su cama y abrazó su almohada.
No quería pensar, no ahora, quería dormir y evitar todo lo que estuviera pasando.
Y lo hizo, se durmió hasta la tarde.
No sirvió de mucho la siesta porque cuando estuvo de vuelta despierto su cabeza fue directo a ese tema nuevamente.
Solo había una forma de comprobar si era cierto o no.
Tomó rápidamente su teléfono y marcó un número.
Después de tres tonos, contestaron.
—¿Renjun?
—Necesito hablar contigo —dijo de inmediato.
—¿Qué sucede? ¿No estás con los chicos?
—De eso te quiero hablar, ¿nos podemos encontrar?
—Creo... que sí.
Quedaron con encontrarse dentro de veinte minutos en una cafetería cerca del parque al que siempre iban.
Una vez allí, Renjun se sentó en una de las mesas y miró por la ventana, golpeando impaciente su pie con el suelo, terminó pidiendo agua para ambos.
Hyunjin no tardó en aparecer y encontrar la mesa para sentarse frente al chino.
—¿De qué querías hablar, Renjun? Oh, ¿es sobre el trabajo de inglés?
—No... quería preguntarte, ¿de qué estabas hablando con los chicos hoy a la salida?
Hyunjin frunció el ceño intentando recordar —Sobre Seungmin, me estaban ayudando con él.
—¿Sólo eso?
—Sí.
—Entonces —Renjun bajó la mirada a la mesa y volvió a levantarla, ahora acompañada de un ceño fruncido —¿No sabes nada del juego que hicieron?
Hyunjin tosió y rápidamente tomó de su bebida.
—¿Có-cómo lo sabes? Oh, mierda, no, digo, agh.
—Entonces es cierto —el ceño fruncido desapareció rápidamente mientras era reemplazado por una mueca triste.
—Ren-
—Y tú lo sabías, y no me lo intentes negar ahora, Hwang.
—Yo... yo solo lo intuía, pero me enteré hoy —acarició su nuca avergonzado.
—No puedo creerlo, seguro me vi como un estúpido —un pequeño sollozo escapó mientras llevaba sus manos a sus ojos para taparlos.
—Renjun...
—Me voy, eso era todo —rápidamente se levantó de su asiento y caminó a la salida, siendo seguido por Hyunjin.
—E-espera —tomó el antebrazo del chico, pero lo soltó inmediatamente cuando este se dio la vuelta con su rostro bañado en lágrimas.
—¿Pensabas cubrirlos, no?
El silencio de Hyunjin hizo que Renjun se riera sin gracia y asintiera.
—Cómo no, porque es mejor ver cómo se burlan de mí sin que yo sepa, ¿no?
—¿Quién te lo dijo?
—¿Acaso importa?
—Solo dime.
—Fue Soobin, y yo creí que estaba mintiendo, pero me lo acabas de confirmar, Hyunjin.
Y tras eso, el chino se fue, dejando al chico plantado frente a la cafetería.
En el camino a su casa, lo único que podía hacer Renjun era llorar. Llorar como nunca lo había hecho.
Se sentía traicionado, abandonado, destrozado, roto, solo.
Deseaba que todo hubiera sido una mentira, pero no lo fue y ahora lo único que hacía era lamentarse por haberse dejado caer.
Funcionó su juego, estaba enamorado de todos y cada uno de ellos.
Y ahora mismo lo odiaba.
Llegó a su casa y apenas entró y vio a su madre en el sofá, se tiró hacia ella y la abrazó, enterrando su rostro en la cuenca del cuello de la mujer, la cual no hizo pregunta alguna, solo se dedicó a acariciar el cabello y espalda de su hijo.
Tenía el corazón partido en miles de pedazos.
Y al día siguiente no asistió a clases.
¿Perdón?
Lo admito, hasta yo tenía miedo de publicar esto.
En mi defensa, se me resbaló el dedo y sin querer escribí un capítulo totalmente dramático que manda a la mierda todo el progreso, lo siento 🤠
Disculpen la tardanza, estoy un toque justa con las tareas, así que no sé cuándo estará lo que sigue 🙏
En fin, pueden decirme si hay algún error así lo corrijo, que no me enojo.
Espero es les haya gustado este capitulo, aunque haya pasado todo lo que no debía pasar.
No estoy del todo conforme con cómo quedó, pero es lo mejor que pude describir la situación que tenía en mente.
Recuerden mucho cuidarse, coman y duerman correctamente, hagan sus tareas, tomen agua y lávense las manitos.
¡Muchísimas gracias por leer y por todo el apoyo que le dan a la historia!