Si No Veo Tus Ojos [Corrigien...

Bởi gelyqv

37.2K 2.7K 1.5K

Camila sufre una enfermedad que le hace ver el mundo de una manera distinta, lo que la lleva a sufrir una dep... Xem Thêm

Bienvenid@s
SI NO VEO TUS OJOS.
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPÍTULO 4
CAPITULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14
CAPITULO 16
CAPÍTULO 17
CAPITULO 18
CAPITULO 19
CAPITULO 20
CAPITULO 21
CAPITULO 22
CAPITULO 23
CAPITULO 24
CAPITULO 25
CAPITULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPITULO 39
CAPÍTULO 40
CAPITULO 41
La carta de mi padre
GANAMOS
CAPÍTULO 42
CAPITULO 43
CAPITULO 44
CAPITULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPITULO 49
CAPÍTULO 50
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS

CAPITULO 15

720 54 27
Bởi gelyqv

No quería atenderle a Mason, pero tampoco es que quería bajar y enfrentarme a Marcus. Estaba indecisa sobre que hacer, que era lo correcto o con qué me sentía más segura.

Al final de cuentas estaba más acostumbrada a enfrentar a Marcus que a darle la cara, o en este caso, hablar con Mason y arriesgarme a que hiciera preguntas qué tal vez no le pudiera contestar.

Así que resignada salí de mi habitación y bajé esas escaleras que ya me sabía de memoria, pero que de todos modos debía bajar de espacio y de vez en cuando mirar para no resbalar y poder darle cara a mi hermano y escuchar sus quejas.

Además tenía muchísima hambre.

Y con tan solo pisar el último escalón ya podía oler lo que mi madre preparaba en la cocina, así que dirigí mis pasos hacia allá para poder deleitarme con lo que estuviera preparando.

Pero no todo podía ser lindo ¿Verdad?

Tan solo pararme en el umbral de la puerta de la cocina escuché la voz de mi hermano llamarme desde la sala de estar, me había pillado y no me salvaría del sermón o regañina que me daría.

Quise ignorarlo pero - Se que me has escuchado, ven acá que necesitamos hablar - su voz se escuchaba no tan furiosa pero si un poco seria.

Eso para Marcus ya era decir mucho.

Todo en mi casa estaba acomodado para que yo no tuviera un accidente, así que las pequeñas mesas siempre estaban pegada a alguna pared, y la que se encontraba entre los sillones había sido movida por lo que mi hermano estaba sentado en uno de ellos y había colocado una pequeña silla frente a él para que yo tomara asiento y que todo resultara mucho más cómodo

- Muy bien - empezó cuando ya yo me había sentado - ¿Quién es él?

¿Y que podía contestar yo ante esa pregunta?

- ¿Cuál él? - traté de alargar más el sermón que me esperaba respondiéndole con otra pregunta.

- Camila - amenazó

- Está bien - solté un suspiro y terminé desgarbada en la silla - Su nombre es Mason.

- Eso ya lo sé, lo has dicho allá afuera - señaló con su brazo hacia la calle - Lo que quiero saber, es ¿porque estabas con él, y porque has llegado en ese estado ?

- ¿Que estado?

Casi hacía enfurecer a mi hermano a posta solo por qué no quería hablar de él, en realidad no tenía ganas de hablar con nadie, ya había tenido una conversación arriba con mi madre.

- Has llegado con los ojos muy irritados, puede que él no lo note pero nosotros conocemos muy bien cuando te duele la cabeza, viniste con tu pantalón rasgado y una gasa en la rodilla lo que implica que tienes puntos, y un codo raspado - dijo un tanto molesto - ¿Y aún así te atreves a preguntar?

- No ha pasado nada Marcus, no quiero hablar - quise pararme pero me lo impidió - Suéltame - pedí.

- No te voy a soltar hasta que hables conmigo, ya me estoy fijando en tu mirada, y la conozco muy bien - me tenía aún sujeta por los hombros

Marcus siempre había dicho que conocía todas mis miradas, cuando estaba feliz, triste, deprimida y molesta.

Era cierto, a pesar de que mi enfermedad no era notoria y en mis ojos no se podía ver mi condición, lo que me hacía más difícil todo. Porque para mí fuera sido muchísimo más fácil si no lo pudiera ocultar.

Y me llamarán loca, pero era así.

- No tengo nada - me excuse.

- Sé muy bien que estás triste, algo te puso así, ya no quieres hablar, llegaste directo a tu habitación y llevabas muchos días feliz, tranquila y solo ibas a tu habitación cuando querías escribir o en tu caso grabar alguna canción y por último a dormir ¿Que te ha hecho? - preguntó haciendo lo mismo que hizo mi madre, tomar un mechón de mi cabello y mirarme a los ojos expectante a mi respuesta

- No me ha hecho nada Marcus, ese es el problema - bajé la mirada para evitar encontrar sus ojos

- ¿Como así? - en su tono de voz se notó la duda - Además has llegado en muy mal estado, es imposible que no te fuera hecho nada.

- No lo hizo, sólo fuimos a pasear en bicicleta, si me hubiera hecho algo todo sería mucho más fácil para mí.

- Ese es el problema Camila, tu no puedes hacer eso, pudo haber sido peor que tan solo unos puntos en tu rodilla, fue muy inconsciente de su parte - lo veía incómodo, sabía que se quería levantar del sillón para mostrar su frustración - ¿Y por qué dices eso?

- No fue su culpa, yo lo estaba haciendo muy bien y me he distraído - expliqué ignorando la última pregunta.

- Es que nisiquiera debiste intentarlo Camila - su voz sonaba un poco más fuerte.

- ¿Por qué Marcus Por qué? Solo intento ser normal - estaba apunto de llorar por segunda vez.

- Eso es lo que tú no entiendes, tú eres normal, tienes esa manía de creerte de otra forma Camila y no es así - se acomodó un poco y se sentó solo en la orilla del sillón para acercarse más a mi.

- Ustedes son lo que me hacen ver eso, porque aquí estás molesto por yo haber montado una bicicleta y eso es lo que hace una persona NORMAL - resalté la última palabra.

- Solo es porque nos preocupamos por ti, pero no es lo que queremos hacerte ver - tomó mis manos - Él simplemente debió pensarlo.

- Él no lo sabe Marcus - dije muy bajito.

- ¿Qué? - la duda se notó en su cara

- No he podido decírselo - expliqué.

- Él debe saberlo Camila, ¿Por qué se lo ocultas?

- Es solamente un amigo, no sé si confío en él para contárselo - acomodé un mechón de mi cabello tras mi oreja un poco nerviosa.

- ¿Y un amigo no merece saber que estás enferma? Camila siempre has sido sincera con todos ¿Por qué es diferente ahora? - me miraba con su ceño fruncido.

La verdad es que tenía razón, estaba siendo diferente, no sé si es que me había vuelto desconfiada o muy miedosa. De lo que si estaba segura es que no quería una mirada de lastima de nadie más.

- No lo sé - le fui sincera.

- ¿No lo sabes? - preguntó- Es decir que a algo le temes.

Si soy así de transparente, ¿Por qué Mason no se habia dado cuenta que algo le ocultaba?
Aunque él me había dicho eso frente a la heladería.

Podía ser que me estaba dando mi tiempo o era muy despistado. Una de dos.

Marcus al darse cuenta que no respondí acotó - Es así, tengo razón. ¿A que le temes?

- No lo sé - ésa vez evadi la responderle porque si sabía la respuesta.

- A que te rechace, ya me has dicho todo - se acomodó nuevamente en el sillón y esa vez pegó su espalda del respaldo y cruzó sus brazos - Si te rechaza sinceramente es un idiota, y demostraría que no merece una amistad como la tuya, o en el caso que estoy pensado, TU AMOR - Recalcó la última palabra.

¿Es que todo el mundo estaba de acuerdo o que?
No podía ser que ante todos yo demuestrara sentir algo por Mason y que ni él ni yo nos dieramos cuenta.

°°°°


Había hablado con mi madre sobre los pequeños puntos blancos que se presentaban en mis ojos, sin ocasionar molestia alguna pero ahí estuvieron, pero parecieron un poco extraño, ella simplemente pensó que se trataba de una fase más o un nuevo síntoma que no había experimentado, pero aceptó la propuesta de ir a ver al doctor Spencer.

No pude tener mejor excusa dado que necesitaba hablar con él de lo sucedido y para poder darle la explicación del estado en el que me encontraba ese día en la clínica.

Así que estábamos una vez más en la clínica para resolver mi duda y aclarar la del doctor. Y que mi madre por supuesto haga nuevas preguntas del tratamiento que se pondría en curso.

Pero me había evadido sobre de dónde sacaremos el dinero para poder pagarlo, dado que el doctor nos había informado que era un poco caro - bueno, bueno, yo lo había escuchado y mi madre seguía haciéndose la loca.

- Muy bien Camila dime cuál es la duda que tienes - el doctor Spencer estaba atento a lo que diría.

- Ayer salí con un chico a dar un paseo en bicicleta - explicaba muy despacio con temor a que diría - Y me caí, por eso fue que usted me halló ayer acá en ese estado - asentía atento a todo lo que yo le decía - Después de la caida empecé a ver cómo unas pequeñas luces o puntos blanco, junto con un leve dolor de cabeza que luego se puso un poco más intenso, quería saber ¿A que se debe eso?

- Muy bien Camila, esa es una fase o síntoma más que presenta tu enfermedad dado el grado de avance que tiene - comenzó a explicar.

- ¿Ves? Te lo dije - dijo mi madre, pero la ignoré.

- Eso se llama Deslumbramiento y Fotopsias lo que significa los pequeños puntos blancos o luces en forma de estrella que se presentan en tus ojos, debido a los constantes cambios de luz que presentas - asenti dándole a entender que estaba entendiendo - Ya que me dices que fuiste a un parque seguro fue por el sol, y si entraste a un lugar con poca iluminación ya estarías viendo todo eso.

Entendí muy bien a qué se refería dado que entré el carro de Mason, la heladería y el sol de parque eran luces y cambios diferentes.

- No habías experimentado nada de eso dado que eso se presenta en una etapa de afectación moderada de tu enfermedad - continuó explicando - Cuando fuiste diagnosticada apenas tenías algún síntoma, un par de años después comenzaste una etapa de afectación leve que mantuvimos monitoreando, y ya en tu adolescencia pasaste a una etapa de afectación moderada que la mantubimos estable durante tratamientos y ya que ese síntoma es muy poco en esa fase la has presentado ya que por ahora no mantienes ningun tratamiento con lo contrarreste.

Eso había sido mucha información para procesar pero creo que la entendí. Nunca me había gustado profundizar tanto en lo que a mí enfermedad requería porque sabía que no era posible curarla y en algunos casos aveces me daba igual.

- Muy bien doctor - mi madre comenzaria hacer preguntas - Y... - pero fue interrumpida.

La puerta del consultorio fue abierta repentinamente y un rostro familiar apareció frente a mi.

- Mason Hijo ¿Que haces aquí? - preguntó el doctor Spencer

Y mi mandíbula calló al piso.

- Camila, Therese les presento a mi hijo Mason - dijo el doctor con una enorme sonrisa en su rostro.

Merde.

Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

1.7K 481 28
Chiara, una chica de preparatoria que lleva una vida tranquila, o eso parece, hasta que conoce a Kian, el chico perfecto, ¿Lo es?, Su pronta conexión...
80.6K 4.2K 18
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
1.1M 191K 160
4 volúmenes + 30 extras (+19) Autor: 상승대대 Fui poseído por el villano que muere mientras atormenta al protagonista en la novela Omegaverse. ¡Y eso jus...
37.2K 2.7K 56
Camila sufre una enfermedad que le hace ver el mundo de una manera distinta, lo que la lleva a sufrir una depresión constante. Su mundo se viene abaj...