—A ver sí estoy entendiendo— me interrumpió Harvey a mitad de mi explicación, con los ojos abiertos e inclinado completamente hacia mí por encima de la mesa de la cafetería—. ¿Dices que recordaste tu vida pasada?
—Sí.
—¿Por qué?
—Si supiera no te estaría preguntando sí sabes— le di un empujón y él regresó a sentarse completamente sobre la silla, resoplando.
Estábamos en la cafetería, esperando a que mis otros tres amigos aparecieran para que pudiera contarles lo que le acababa de decir a Harvey, que sí, era descabellado, pero era verdad.
Después de que le conté a Jisung acerca de lo que había recordado, intenté recordar algo más, pero no pude, no hubo flahsbacks o algo así, ni siquiera tenía una idea de porqué había recordado en primer lugar. Los recuerdos simplemente vinieron a mí, no sabía cómo hacer que volvieran y menos que estos fueran más claros que la última vez.
Aunque ahora ya tenía algo, ahora sabía que sí conocí a Jisung en una vida pasada, que ambos fuimos soldados y que éramos enemigos, pero ahora debía descubrir el resto.
Justamente el mencionado apareció, sentándose en la silla junto a Harvey y siendo seguido por un chico de cabello castaño que yo no conocía. O que más bien creí no conocer, porque nuevamente cuando nos miramos a los ojos sentí que lo había visto antes.
Y él igual, porque ambos fruncimos el ceño y ladeamos la cabeza hacia la misma dirección. Era la segunda persona con la que tenía la sensación de que nos conocíamos, pero era distinta, con Jisung fue un click instantáneo, como si hubiéramos nacido para encontrarnos; con este chico no, sólo era que ya lo conocía, pero no sabía de dónde.
—Hola— la voz de Jisung hizo que apartara la vista del chico para prestarle atención, él lucía un poco enfuruñado y estaba haciendo puchero—. Me voy a poner celoso, Jun.
—No, no tienes qué— extendí una mano hacia él y tomé la suya, riéndome por su carita de niño celoso—. Es sólo que creo que ya conocía a tu amigo.
—Yo igual— comentó el otro, sentándose al otro lado de Harvey—. Pero es imposible, no sé de dónde te conozco.
—Yo tampoco— bajé la mirada, intentando recordar, pero entonces Harvey lanzó un alarido de frustración.
—No vayan a salir con que de otra vida— advirtió. —porque les juro que ahora sí me mato.
—Te tengo malas noticias entonces— dije con una sonrisa entre los labios, simplemente jugando con él, aunque ahora la posibilidad no sonaba tan imposible.
—¿¡Qué!?
—Estoy bromeando.
—Ya me acordé porqué me caías mal cuando recién te conocí— dijo Harvey con un puchero, a lo cual solamente me reír.
Y esa parte era verdad, él llegó como estudiante de intercambio hace dos años, no sabía prácticamente nada de coreano y el profesor en turno decidió ponerme a mí de su tutor.
Pero la gente no entiende mucho que digamos mi sentido del humor y mucho menos mi "obsesión" por los aliens, así que Harvey no era la excepción, nunca captaba mis bromas ni el sarcasmo, le juro a quien sea que él me miraba con odio cada vez que nos tocaba la clase de coreano, y era consciente que estaba en su derecho de cambiar de tutor, pero no tenía tiempo y mi inglés es tan fluido como mi coreano, por lo que no le quedó de otra.
Aunque admito que hubiera estado mejor sí le tocaba un tutor que fuera coreano, es decir, por más coreano que sepa, no lo soy, y había cosas que no pude explicarle del todo y tuve que pedirle ayuda a Jaemin. Fue así como se unió a nuestro grupo de amigos, pero yo seguí sin caerle bien.
Todavía no sé cómo empecé a caerle bien, sólo un día comenzamos a hablar sobre que los ángeles también eran aliens y henos aquí.
—¿De qué hablan?— dijo Jaemin, apareciendo en escena con una bolsa se palomitas entre las manos y siendo seguido de cerca por Chenle.
No sé qué hay entre ellos, el único que parece saber es Jeno, pero él nunca suelta nada sobre los secretos de Jaemin.
—Hablábamos sobre mi vida pasada— respondí sonriendo, Harvey frente a mí rodó los ojos—. El otro día recordé parte de ella y ahora quiero acordarme de todo, pero no sé cómo.
—¿Cómo te acordaste?— Chenle se sentó al otro lado de Harvey mientras preguntaba.
—Es...— mis mejillas se pusieron rosas y por el rabillo del ojo vi a Jisung sonreír. —difícil de explicar.
—¿Por qué?— Jaemin se sentó a mi izquierda y me invitó de sus palomitas, yo acepté un puño.
—¿De qué hablan?— Jeno hizo acto de presencia, sentándose a mi derecha con una sonrisa.
—De la vida pasada de Renjun— respondió Harvey, estirándose sobre la mesa para alcanzar las palomitas de Jaemin—. La recordó, no sabe por qué, y tampoco la recordó toda, así que ahora quiere recordarla toda, pero es difícil de explicar cómo la recordó en primer lugar y yo ya sé cómo la recordó.
—¿Cómo sabes?— pregunté exaltado, hablando demasiado alto y abriendo mucho los ojos.
—Porque estás todo rojo— Harvey sonrió como bastardo, comiéndose una palomita antes de hablar—. Es obvio que Jisung y tú follaron.
Me atraganté con mi palomita. Jisung se carcajeó.
—Iba a preguntar sí era cierto— comentó el amigo de Jisung del cual no había preguntado su nombre. —pero considerando que él se ahoga y Jisung se ríe, es verdad.
Todos se rieron ante esto, yo al fin salvé mi vida luego de que el amigo de Jisung me pasara su agua y los miré feo a todos.
—La verdadera pregunta, my friend— continúo Harvey. —es cuál de los dos cenó y a cuál le dieron de cenar.
Esta vez yo me reí. Jisung no se atragantó, pero comenzó a toser igual.
—Bueno, bueno, ya— decidí salvar el día. No creo que esa fuera una pregunta relevante y menos para el tema del que hablábamos—. Nos estamos desviando, el punto es que quiero recordar mi vida pasada. Kowalski, opciones.
—Tú eres Kowalski— comentó Jeno y yo bufé, porque es verdad, pero siempre me pregunté quién le dá las opciones a Kowalski cuando él las necesita.
—Entonces, ¿Quién me va a dar opciones?— mi equipo se encogió de hombros.
—Espera, ¿Yo soy Rico?— preguntó Jaemin, Chenle negó antes de hablar.
—No, tú eres Private— Chenle se señaló con el dedo índice—. Yo soy Rico y Harvey es el rey Julien.
—Ah.
—¿Por qué yo soy el rey Julien?
—Tengo una tía que hace hipnosis— todos volteamos a mirar al amigo de Jisung cuando interrumpió a Harvey. —ya saben, para conocer tu vida pasada.
—¿En serio?— me incliné sobre la mesa para acercarme más a él—. ¿Crees que puedas llevarme con ella?
—Claro, sólo sería de pedirle una cita— yo sonreí y hasta casi me levanto a hacer mi bailecito de la victoria, pero Jeno me interrumpió.
—Y a todo esto— Jeno sonrió, mirando al chico directamente a los ojos. —¿Tú quién eres?
El tono de voz que puso mi querido amigo me indicó que no era sólo una pregunta por cortesía o porque le incomodara la presencia del desconocido, más bien le interesaba el desconocido.
—Oh, cierto— él se rio—. Me llamo Liu Yangyang, mucho gusto.
—¿Eres chino?— preguntamos Chenle y yo al mismo tiempo, luego nos reímos.
—Sip.
—¿Tienes novia?— preguntó Jeno, aún sonriendo de manera coqueta, yo casi me golpeé la frente, él me daba pena cuando coqueteaba.
—Sí, tengo una de esas— el rostro de Jeno se desinfló ante la respuesta.
—Te mereces un novio también— comentó Jeno, simplemente, encogiéndose de hombros y concentrándose en comer su almuerzo. Yangyang se sonrojó.
Harvey comenzó a reírse y poco después lo seguí yo. Las técnicas de coqueteo de Jeno pocas veces funcionaban en chicos, quizás porque él no había tenido ningún novio antes y, de hecho, se consideraba heterosexual.
En realidad Jeno había estado experimentando estos días, nada más, no iba en serio.