Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️

Od laurel_writer

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El frío era un escudo para ella, una capa de invisibilidad para evitar que la dañaran. Pero ella ya estaba ro... Více

Prefacio
1. Tan solo una sonrisa
2. Miedo a la soledad
3. Poco orgullosa
4. Sufrir en silencio
5. Sin tanto hielo
6. Sentimientos de hielo
7. Máquina perfecta
8. Los chicos de Indiana
9. Los estragos del pasado
10. Desastres de un recuerdo
11. Miedo a enamorarse
12. Viaje de emociones
14. Libre de represalias
15. Impulsos destructivos
16. "Deudas"
17. El infierno que nadie merece vivir
18. Palpar el amor
19. El arte de sentir
20. El error al no escuchar
21. Objeto explosivo
22. Voluntad
23. Un heróe con debilidades
24. Una persona especial (parte 1)
25. Una persona especial (parte 2)
26. Inquebrantable
27. Marioneta
28. No todo está en el olvido
29. Es doloroso ser fuerte.
30. Hechizo
31. Sentirse útil
32. Vacío de incertidumbre
33. Dejar ir
34. Cristales rotos
35. Pensamientos que consumen
36. Antes y después
37. Cuestión de minutos
38. Alguien que ya estaba perdido
39. Desconocido
40. Intentar olvidar
41. Estallar
42. Sueños rotos
43. Inocentes
44. Versos fríos
45. Sospechas preocupantes
46. Luz en la penumbra
47. El villano que quería ser un héroe
48. Un recuerdo intacto
49. Dos copos de nieve.
50. En algún lugar de España
Epílogo
Agradecimientos

13. Brillo

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Od laurel_writer

Dalia.

—es la peor película que he visto en mi vida—confesé comiendo del balde de palomitas.

Habíamos estado abrigados en el sofá viendo una muy aburrida película en la sala de Kyle.

—todo depende del lado en que la mires—lo observé esperando el lado positivo—, bueno tienes razón, es muy mala—él se inclinó haciendo que me reacomodara para darme el control remoto—. Tu eliges la siguiente.

Kyle volvió a pasar su brazo por mis hombros para que me acomodara mejor y no puedo describir lo bien que se sentía estar así de cerca. Pasé toda la lista de películas de terror sin encontrar algo llamativo que ya no hubiera visto.

—no hay nada para ver—me quejé y Kyle me quitó el control dejándolo a un lado.

—pues entonces podemos hacer otra cosa...

Kyle se acercó a mi boca para besarme otra vez pero con algo más de confianza al ya haber repetido la misma acción tantas veces esa noche. Su mano acariciaba mi cuello y yo tocaba su suave cabello oscuro.  Kyle hizo que me acostara en el sofá acomodándose sobre mí sin parar de besarme. Algo comenzó a vibrar sobre la mesa de centro y yo separé mis labios de los de Kyle porque ese sonido me estaba molestando.

—¿qué sucede?—preguntó tratando de volver a besarme pero lo detuve.

—tu teléfono.

Bufó y se levantó para tomar el teléfono y ver quién lo llamaba con tanta insistencia.

—debo contestar, ¿me esperas un minuto?—asentí confundida.

Kyle se dirigió a la cocina y yo me senté en el sofá. Aproveché el momento y tomé mi teléfono para revisar lo que hubiera. Muchas personas habían estado estallando mis redes sociales por los rumores de la confirmación de "Newlia" que los tenía exasperados. A parte de eso el video iba incrementando vistas y las compras de los discos habían sobrabasado lo que esperábamos. Ya éramos un éxito. Mi teléfono sonó anunciando una llamada entrante de Marcus así que contesté.

—Dalia, estoy en tu apartamento y Stella dice que no sabe nada de ti, ¿dónde estás?

—Marcus estoy bien...

—no lo estás—replicó—. Llevas perdida desde que te vi en casa de Beth... debemos hablar de eso, ¿estás con Kyle?

Instintivamente volteé a la cocina y pude ver a Kyle sacando algo del refrigerador mientras hablaba por teléfono con quien sabe quién.

—estoy con él, no debes preocuparte.

—muchas veces has dicho eso y sé que la mayoría de esas es mentira. ¿Crees que no me enteré de tu desaparición en la fiesta de anoche completamente ebria?

—Moyra ya te fue con el chisme.

—si y no estoy contento con eso. Dalia detesto decirlo por el teléfono pero tendremos que volver.

—¿adónde? Y espero que no digas lo que estoy pensando, Marcus.

—no al hospital, Stella me ha dicho que has subido de peso así que no es necesario internarte pero... me refiero a la terapia, los tres juntos como familia.

—sabes los rumores que se desataron antes cuando me vieron entrar con Beth... volví a estar en la cima y no quiero estropearlo.

—¿prefieres descuidar tu salud por la fama?—esa pregunta me hizo sentir de alguna forma incómoda, él tenía razón.

—¿hay algún modo... ya sabes... de entrar sin que me vean?

—iremos a otro lugar donde es más secreto el historial de los pacientes. El hospital del centro es perfecto para eso, tienen la zona de psicología y demás.

—¿y eso en qué me ayudaría?—pregunté en tono bajo.

—todo esto ha sido un golpe duro para todos... Beth, los problemas alimenticios... y que hayas vuelto a escuchar lo mismo de hace años.

—lo pensaré, Marcus pero, no prometo nada.

—piénsalo bien, la gente no va al psicólogo porque están locos, van porque necesitan aclarar las ideas que pasan por sus cabezas y eso no debe tomarse como un tabú.

—si, ya te he escuchado decir eso otras veces.

—¿desayunamos juntos mañana?

—no lo sé... no pensaba volver hoy al apartamento.

—¿te quedarás con Kyle?—inquirió y su tono sonó a sospecha absoluta.

—no creo que le importe.

—bien... te llamo mañana.

—adiós.

Colgué. Volví mi mirada a la cocina y Kyle seguía ahí, al parecer estaba maldiciendo mientras hablaba al teléfono lo cual me parecía raro, él solo se ponía irascible cuando algo fuerte lo golpeaba, ¿había pasado algo con sus tíos de nuevo?

Luego de un rato Kyle apareció en la sala y se sentó, con el rostro inexpresivo, a mi lado.

—no es por ser una maniática celosa pero... ¿con quién hablabas?

—con Myles... cosas de trabajo sin importancia—contestó evadiendo la mirada mientras buscaba algo en la televisión.

—¿estás seguro?—él asintió. Odiaba que actuara así—. Oye, se supone que yo soy la inexpresiva, no trates de robarme el puesto.

—¿con quién hablabas tu?

—¿contestas mi pregunta con otra pregunta?—él se encogió de hombros serio, esperaba a que dijera algo más pero al parecer él no pensaba hacerlo—. Estaba hablando con Marcus de mis desórdenes psicológicos, pero ¿sabes? Ya no es necesario que respondas.

Me levanté del sofá. Recogí mi ropa y me adentré en el baño. Kyle tocó la puerta.

—¿desórdenes psicológicos?—preguntó susurrando en la puerta.

—nada que te importe.

—me importa, Dely.

—también me importa lo que te sucede pero al parecer a ti no te interesa contarme por qué maldecías en la cocina como un loco, porque eso no es normal cuando hablas con Myles.

—lo siento, Dely, ¿puedes salir?

—no.

—entonces entro yo.

Sin esperarse a que yo respondiera entró y cerró la puerta detrás de él. Instintivamente llevé las manos a la sudadera que estaba en el lavabo para taparme.

—¿por qué entras así?—protesté pero él tenía una sonrisa de orgullo—. ¿De qué te ríes?

—de que no veo la necesidad de que te cubras pero bueno... estábamos hablando de tu conversación con Marcus.

—largo, no quiero hablar de eso.

—no me puedo ir, Stella claramente me dió órdenes estrictas de que no te dejara sola mucho tiempo en el baño luego de comer.

—ni siquiera he cenado. Comimos palomitas únicamente.

—eso es suficiente para no dejarte sola.

—no voy a meterme los dedos a la boca para vomitar, ¿estás contento?

—responde lo que te pregunté, ¿como que desórdenes psicológicos?

Me volví a poner rápidamente la sudadera bajo la atenta mirada de Kyle. Me senté bajando la tapa del sanitario y saqué mi teléfono.

—¿ahora me ignoras?

Abrí la carpeta oculta que tenía y se la enseñé. Ahí estaban todas las cosas que se pasaban atormentándome día y noche.

—¿revistas y reportes de noticias?—asentí—. Fotos tuyas, de tus padres... ¿también tuyas en el hospital?—volví a asentir—, comentarios de personas en redes sociales sobre tu peso.

—y eso que ahí no está todo.

—¿y por qué tienes una carpeta de esto en tu teléfono?

—no lo sé, a veces soy masoquista y lo veo cuando no tengo nada que hacer.

—¿Mark Hyde fallece por ataque cardíaco? ¿Tu padre?

—Mark Foster, se llamaba Mark Foster, y si, le grité a los paparazzis el día en que murió... eso está más adelante.

—¿también estuviste antes en un centro de ayuda psicológica?

—así es... la primera y única vez que fui el terapeuta me dijo que hay como ciertas burbujas alrededor de mi mente donde se almacenan todos esos comentarios haciendo que tome pésimas desiciones como vomitar luego de comer o simplemente matarme de hambre.

—¿y ahora qué piensas hacer?—me entregó el teléfono.

—Marcus dice que necesito ir junto con él... como familia... ha sido un golpe fuerte lo de hoy y él no quiere que vuelva a caer.

—no deberías creer todas las mierdas que te dicen.

—hablas como si fuera tan fácil. No sabes cuanto deseo creer y convencerme en que no debe afectarme la opinión de los demás pero... cuando escucho y veo comentarios como esos todo se reduce a lo mal que me siento conmigo misma... la opinión de esas personas destruye a cualquiera, hasta al más firme, y yo soy una de esas personas destruidas por la opinión pública.

Kyle se agachó y tomó mi rostro en sus manos limpiando las lágrimas que recorrían mis mejillas.

—eres gloriosa, Dely, no te atrevas a pensar que eso no es cierto. Tengas peso extra o estés muy delgada, seguirás siendo Dely, la chica de comentarios sarcásticos y a veces molesta con un hermoso brillo que no cree tenerlo, porque lo tienes así no lo sepas. Eres magnífica tal como eres y no permitiré que alguien con sus comentarios inoportunos e indecentes hagan que ese brillo se apague.

—¿crees que debería ir con Marcus? Yo le dije que lo pensaría y no sé qué responderle.

—es tu decisión, ¿qué consideras más importante? ¿Ellos o tu salud?

—supongo que debo escoger la segunda—reí y él también.

—¿supones?

—escogeré la segunda entonces.

Un golpe en la puerta de entrada se escuchó.

—¿Donna no está en mi apartamento?—le pregunté.

—creo que Newt ya se enteró de que la dejamos allá, prepárate para verlo explotar.

Salimos del baño y justo en el pasillo ya estaban Newt y Donna quienes nos miraban sorprendidos al saber de dónde habíamos salido.

—Donna, te dije que te quedaras con Stella hoy, ¿qué hacen aquí?

—ya veo porqué no me querías aquí hoy—dijo risueña.

—no es...—traté de explicar—no es lo que piensan...

—no, solo veíamos televisión y ella tardaba mucho en el baño entonces...—comentó Kyle pero los rostros de Newt y Donna solo nos decían que no creían nada en absoluto.

—sabía que algún día pasaría—dijo Newt divertido—, incluso pienso que se estaban tardando.

—el punto, Newt, ¿qué están haciendo aquí?

—yo... venía por unas cosas para quedarme en el apartamento de Dalia—contestó Donna pero Kyle no se creía esa historia.

—¿por qué me mientes?

—no te estoy mintiendo.

—Newt bajó la mirada y tú también... ay no—y entonces lo entendió.

—ay si—me burlé.

—¡no es lo que piensan!—espetó Newt con desespero pero Kyle frunció el ceño enojado.

—¿planeabas encerrarte con mi hermanita en su cuarto?—inquirió acercándose peligrosamente a Newt.

—Kyle, ya basta—pidió Donna.

—esto se puso interesante—comenté reprimiendo una risa y Donna me miró pidiendo que la ayudara—. Lo siento.

—no, solamente vinimos por sus cosas para volver al apartamento de Dalia.

—¿qué pretexto le diste a Stella? Ella no es muy fácil de convencer—añadí.

—no te metas, Dalia. Ha estado todo el día preocupada porque no contestabas el teléfono—repuntó Newt.

—¿entonces decidieron aprovecharse de eso?—inquirí a lo que Newt bajó la mirada—, no puedo creer que le hubieran hecho eso a Stella. Kyle, ¿puedes llevarme?

—si, te llevo.

—voy a cambiarme... y por favor, para la próxima vez no se aprovechen de Stella para sus encuentros románticos.

Me cambié en el baño y cuando estuve lista dejé la ropa de Donna en el sillón como me había dicho Kyle. Kyle me llevó al apartamento y se estacionó frente el edificio.

—¿estás lista para enfrentar a Stella?—preguntó con cuidado.

—no lo sé... lo tendré qué hacer en algún momento.

—ensayemos lo que le dirás, para que sea más fácil. Imagina que soy Stella—reí.

—es imposible.

—vamos, intenta.

—bien, Stella, hoy fui a visitar a Beth tal como te había dicho—Kyle sonrió esperando a que continuara—, cuando la vi... fue complicado...

—tu puedes—me tomó de la mano haciendo que cierta descarga de energía me invitara a continuar.

—ella me gritó como ese día en el hospital... me dijo lo mucho que me odiaba y que yo había asesinado a mi padre... bueno, no yo, según ella hay dos personas diferentes: Dalia y Delilah. Dalia es la culpable y Delilah es la niña que ella si reconocería como su hija...

—lo estás haciendo bien, continúa.

—no lo soporté y... me fui con Kyle de ese lugar porque también le ocasioné una pequeña crisis.

—eso es todo, no tienes que decir más, Dely—sonreí al notar como me miraba orgulloso de mi avance y de que no hubiera derramado más lágrimas pero sinceramente estaba al borde de eso.

—cambiando de tema... deberíamos aclarar lo que pasará con nosotros.

Sabía que llegar a ese punto era complicado para cualquier persona pero necesitaba encontrar una solución con Kyle para que no fuera evidente nuestra relación, al menos no ante el público aún.

—¿qué quieres aclarar?

—hay un contrato, el contrato de Newt y yo... no puedo romperlo aún—Kyle frunció el ceño.

—¿hablas de encontrar una forma de ocultarnos para que la prensa y los fans no se den cuenta?—asentí insegura de su respuesta—, creí que terminarías con él—esta vez fui yo quien frunció el ceño.

—no puedo, y eso lo sabes. ¿Acaso Newt planea terminar para estar con Donna o algo así?

—no ha dicho nada aún...

—¿entonces de dónde sacaste esas ideas? Newt y yo no podemos terminar todavía.

—¿por qué no? La canción y el video son un éxito, no veo la necesidad de que continúen con esa farsa—comentó restándole importancia.

—es como un salvavidas, aún no estamos en posición para dañarlo todo... eso lo haremos cuando ya estemos económicamente estables.

—claro, debí suponerlo.

—¿de qué estás hablando?—inquirí enojada.

—que todo lo que les importa es el dinero—contestó crudo.

—eso no es verdad—repliqué.

—entonces termina con él y basta de estar buscando modo para ocultar tus sentimientos... o bueno, para ocultarme a mí.

—no pienso discutir contigo ahora—abrí la puerta con intenciones de bajar de la camioneta.

—¿entonces cuándo? ¡¿Acaso seremos pareja cinco años después de que puedan terminar con la farsa?!

—¡¿cuál es tu problema?!—bramé enojada—, hace unos minutos estábamos bien.

—hace unos minutos creí que ibas a terminar tu relación con Newt.

—tendrás que soportarlo por un tiempo porque no estoy en posición de poner en riesgo mi carrera.

—con que eso es lo único que te importa—dijo irónico.

—también me importas pero tu actitud de infante está bajando las expectativas que tenía.

—dime, ¿cuáles expectativas? ¿El perfecto idiota que soportaría ser la segunda opción oculta tras los telones del escenario? No me creas tan estúpido.

—¡no puedo creer que seas tan—

Una luz parpadeó en el retrovisor de mi puerta y al observar de donde venía noté un fotógrafo escondido tras los arbustos.

—mierda—cerré la puerta—. Puedo estar muy furiosa pero entra la camioneta.

—¿ahora quieres que te rescate de tus amigos paparazzis?

—bien—tomé mi bolso—, me iré y procura que no te vean bajar del auto hasta que estés en tu apartamento.

—gracias, adoro esconderme—añadió con sarcasmo.

Abrí la puerta y me bajé de la camioneta para entrar rápidamente al apartamento. Al cruzar la puerta noté que la televisión estaba encendida así que Stella estaba en la sala.

Cuando me vió su rostro estaba perplejo, esperando a que yo dijera algo, pero esa expresión la había visto antes y me destruía volver a verla. Rompí en llanto de pie frente a Stella, ella se levantó del sofá, lo rodeó y luego me abrazó haciendo que todo saliera a pesar de haber pasado todo el día así. Las lágrimas seguían saliendo y me sentía tan débil al ver esa misma imagen de mi madre reproduciéndose mientras me gritaba con tal desesperación. Todo lo que había trabajado con Kyle se fue al carajo y también sentía la necesidad de mandarlo al carajo por lo ocurrido antes.

Stella me llevó hasta el sofá y me ayudó a quitarme las prendas estorbosas para que me relajara acurrucada contra su pecho. Me sentía como una niña pequeña que necesitaba resguardarse del monstruo que habita en su armario, quien quería recibir el consuelo de sus padres arropada con sus cobijas mientras ellos la abrazaban intentando calmarla, pero en realidad esos padres no podían estar, solo me quedaba Stella.

—fue horrible... Stella, ¿por qué me pasan estas cosas?

Ella me mecía acariciando mi cabello para tratar que me calmara.

—a veces algunos no somos muy afortunados pero debemos tener en cuenta que las cosas suceden por algo y pronto encontrarás la respuesta.

—¿para qué? Yo creo que solo sirven para hacerme sufrir y hacerme sentir más miserable.

Stella me separó de su pecho y con sus delicados dedos limpió mis lágrimas.

—no te abrumes, pronto recibirás tanto gozo como el que has anhelado siempre pero para ello debes ser paciente, mi niña, pronto tendrás tanta felicidad en tu vida que ni siquiera recordarás los días tristes, los cuales sirven para hacernos más fuertes de lo que ya somos. Eres más fuerte de lo que crees, hermosa—sonreí lo cual hizo que Stella ampliara su bella sonrisa.

Algo de lo que mencionaba Stella tenía sentido, bueno, en realidad todo tenía sentido. Ser paciente no es una de mis virtudes, de hecho puedo decir que tiendo a acelerar todo, pero en este caso podría funcionar si continuaba a la expectativa de mis antiguas ilusiones, esas que me planteé cuando era una adolescente acerca de que cuando creciera sería feliz por todos mis logros y me sentiría en paz y completa. La sensación de ahogo y vacío desaparecerían dejando únicamente mis deseos por seguir sonriendo. Debía ser paciente. Todos debemos ser pacientes a la espera de que pronto nuestros sueños e ilusiones se cumplirán y más aún cuando involucran nuestra felicidad. Algún día, después de tantas caídas y llantos vendrá nuestro momento de gozo. Momento en el que el frío dejará nuestro corazón para que este lata con tanta alegría que se escuchará en todo el mundo.


*************************************
Nota de la autora:

Una de las cosas que me encantan de escribir es motivar a mis lectores así que les pido un momento para que vuelvan a leer el último fragmento. Algún día todos podremos cumplir nuestros sueños, seremos felices y esa sonrisa opacará posibles malos recuerdos. Tengan fe de que algún día llegará ese momento en sus vidas, que por lo que tanto han luchado se vuelva realidad. Nunca dejen de intentarlo y si alguien viene y te dice que no es posible simplemente te haces el que no escucha y en un futuro le restregarás tu éxito en la cara porque mientras esa persona se la pasa criticando y no viviendo su propia vida, tú pronto estarás disfrutando de la tuya y de tus buenas decisiones tomadas anteriormente, feliz y lleno de vida. Arriba todas mi hermosas personas y recuerden lo que les digo, NADIE, ABSOLUTAMENTE NADIE, puede decirte que tus sueños son imposibles.

Con amor, Laurel

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