(Pv Aron)
Cuando volvimos a casa Josei me dio un fantástico dibujo de nuestra familia hecho por él en un estilo Jojos, estaba tan contento que lo colgué en mi cuarto orgulloso del talento de mi hijo, a Kira le regaló uno pero como si fuéramos personajes de Death Note así que se puso a saltar de alegría antes de llenarlo a besos.
—Este es mi regalo para ustedes —dijo Nico dándonos dos kit de cartas de yugioh originales.
—¡Gracias Nico!—exclamó Kira emocionada—. Muy bien Aron, es hora del duelo.
—¡Jaja! Me temo que no podrás derrotarme Kira— le seguí el juego muy divertido—. Por que yo soy ¡La justicia!
—¡Jajaja! No me subestimes L—. aseguró sobreactuando—. Yo seré quien gane por que ¡Boku ga Kira desú!
Nos pusimos a jugar mientras Nico hacía de juez y Josi nos animaba, después fuimos a ver anime y al terminar de comer corrimos a jugar videojuegos los cuatro, así pasamos toda el día disfrutando solo nosotros entre risas y juego.
En la noche Benjamín, el primo de Kira nos llamó para felicitarnos y hablamos un largo rato.
—¡Espero verlos pronto chicos!—nos decía el chico por videollamada sonriendo emocionado —. Vengan al menos unos días antes para pasar tiempo juntos, quiero jugar con Josi.
—Haremos todo lo posible—aseguró Kira—. Queremos felicitarte en persona.
—Bueno pásenla bien chicos, un beso—. se despidió y terminamos la llamada.
Llevamos a Josi a dormir y ya de ahí los tres fuimos a nuestro cuarto de juegos, mientras Kira y Nico hablaban de lo divertido que fue el día sonreí sintiéndome muy dichoso de tener esta familia.
—¡Aron olvidé mi consolador!—gritó Kira antes de salir corriendo al cuarto.
—No tardes mucho—le dije aunque dudo que me escuchara—. Bueno vamos Nico.
—Si Amo— tomó mi brazo y bajamos a nuestro cuarto.
Le di un beso en la sien pensando en lo afortunado que era teniendo una familia tan disparatada como ellos, pese a la forma tan grosera como traté a Nico el primer año en que llegó a mi vida él me quería borrando todos esos malos recuerdos.
¿A qué me refiero? Bueno para eso tendremos que ir un poco al pasado y contarles todo desde el principio.
__Flashback__
Kira me llamó un día que estaba de guardia en el hospital, me sentía muy cansado porque todavía me estaba adaptando a esta doble vida como Ministro y doctor.
—Aron, he decidido que voy a aceptar el trabajo de diseñadora de interiores que me propusieron el otro día.
—Por mi no hay problema pero ¿Porqué ese cambio tan repentino?
—Jeje necesito comprar la cuna para nuestro hijo.
—¿Eh? —me limpié el oído y le pedí que lo repitiera.
Al escucharla de nuevo salí de mi oficina corriendo hasta la entrada del hospital donde me esperaba, cuando me vio sonrió de una forma tan hermosa que solo pude abrazarla y darle vueltas de felicidad
¡Vamos a ser padres!
Me sentía en la gloria, estaba tan contento y emocionado que la besé antes de tocar su vientre.
Pasamos un día maravilloso, queríamos comprar todo lo necesario para nuestro hijo y como no sabíamos si sería niño o niña buscamos cosas que servirían para ambos.
No quería decir nada a mi familia todavía, conociendo al viejo haría algún drama de que debería casarme con una mujer de Oluwa y todas esas tonterías, así que las primeras semanas me dediqué a preparar todo para mi bebé.
Pero entonces.....
—¡Aron!
Una noche Kira me despertó a gritos y vi que se estaba desangrando, desesperado la llevé en brazos al carro más cercano y fuimos al hospital.
Kira sufrió un aborto espontáneo.
Fue el segundo golpe más doloroso que me dio la vida luego de la muerte de mi madre.
Pero Kira era quien sufría más, cuando supo la noticia lloró desesperada por horas mientras yo solo pude abrazarla llorando en silencio ¿Qué hicimos para que pasara esto?
Los doctores dijeron que era muy arriesgado para ella volver a quedar embarazada así que tuve que dejar mi sueño de ser padre a un lado por el bien de mi esposa.
Unos días después tuve que ir a una reunión con el viejo y mis hermanos pero estaba tan perdido en mi dolor que apenas hice caso, cuando salí Ace se acercó y me preguntó que pasaba.
—Tienes la mirada de alguien que ha perdido algo muy valioso.
—No es su problema Alteza —no tenía ganas de escuchar sus palabras hipócritas, solo quería volver con Kira y abrazarla con todas mis fuerzas.
—Aron.....—no dijo nada más y me fui.
—Si necesitas hablar puedes decírmelo—mientras salía del Palacio me topé con Aras—. No sé lo que te pasó pero no tienes que lidiar con esto tu solo.
Estaba apunto de decirle que se fuera a la mierda, él ni siquiera tenía una pareja, de hecho ni siquiera estaba interesado en nada ¿Qué coño iba a saber él? ¿Cómo iba a entender mi situación?
Volví a casa y vi a Kira arropada en la cama, me acosté a su lado y la abracé incapaz de hacer o decir nada más.
Mi esposa estuvo en depresión por varios días, intenté ayudarla pero solo pude calmarla un poco. Entonces casi dos meses después tuvo un ataque de ira y se puso a romper todo lo que encontró a su paso.
—¡Kira!
—¡¿POR QUÉ LO PERDÍ?! ¡TUVE MUCHO CUIDADO ESOS DÍAS! ¡QUERÍA TENERLO!—comenzó a romper los adornos del cuarto y traté de detenerla—. ¡¿POR QUÉ HAY TANTAS PERRAS QUE QUIEREN MATAR A SUS HIJOS Y YO QUE QUERÍA TENERLO LO PERDÍ?! ¡¿QUÉ COÑO HICE PARA QUE PASARA ESTO?!
En eso tomó unas tijeras y temiendo que tratara de cortarse las venas la agarré de las manos recibiendo un corte en el brazo, nos quedamos quietos viendo la sangre que caía por la herida y eso la hizo entrar en pánico.
—¡Dios mío, Aron!—gritó asustada—. ¡Perdóname por favor! ¡Yo..!
—Tranquila, esto es nada en comparación a lo que viviste— le dije buscando algo para tapar la herida—. No te preocupes cariño.
Nos abrazamos y ella lloró un rato, luego corrió a buscar el botiquín y me ayudó a vendarme la herida.
—Todo está bien—le dije—. No vamos a rendirnos en tener una familia.
Eso le dije pero ya había investigado para adoptar un bebé y resulta que por el simple hecho de casarme con una extranjera automáticamente no teníamos derecho a adoptar y no podía volver a salir de Oluwa al menos mientras el viejo siguiera viviendo para adoptar en otro país.
—.........Hagámoslo de nuevo
—¿Eh?—no esperaba que dijera algo así, pero ella me miró y tomó mis manos.
—Un último intento, tratemos de tener un hijo juntos—dijo seriamente.
—P-pero Kira—mis manos comenzaron a sudar—. N-No podría hacerte pasar por esto de nuevo...
—¡Esta vez no va a pasar! —gritó —. Vamos a tener nuestro hijo, será el niño más maravilloso del mundo porque será igual a nosotros, Aron por favor dame la oportunidad solo una más.
Apreté su mano tratando de decir algo pero no podía, estaba asustado y quería pedirle que no lo hiciera, si ella moría no lo soportaría, quise rogarle que lo dejara ahí pero sus ojos parecían recuperar ese brillo perdido, era como si necesitara ese permiso para salir adelante.
—......D-De acuerdo—susurré—, tendremos a nuestro bebé y si es niño le pondremos Josei como tu padre.
—¡Aron!—me abrazó y me dio un beso—¡Gracias amor! ¡A mi padre le hubiera encantado saber que su nieto tendría su mismo nombre!
Después de eso traté de ser lo más positivo posible, darle todo el apoyo del mundo y casi un año después tuvimos la noticia de que estaba embarazada, no íbamos a perder a este pequeño, su hermano y sus abuelos lo protegerían del peligro, era prácticamente el mantra que tenía en mi cabeza todo el tiempo y eso evitaba que me temblaran las piernas por el miedo.
Los meses pasaron y para mi felicidad Kira ya tenía siete meses de embarazo, se veía tan hermosa que sentí que por fin había pasado el dolor, teníamos todo listo para darle la bienvenida a Josi.....y cuando llegó ese día.....
La llevé al hospital casi a la medianoche porque el dolor era insoportable, tuvo que ir a cesárea por ser un parto de alto riesgo.
—Aguanta Kira, ya viene nuestro hijo—aferraba su mano luchando por no llorar ante el pánico que sentía.
En eso lo escuché, su llanto resonó en la sala de operaciones y lo sacaron, Josei.....
—¡Es un varón!—dijo el doctor.
Kira comenzó a llorar de felicidad, la enfermera lavó a mi hijo y se lo llevó a la incubadora porque no estaba del todo desarrollado, tan pronto pude corrí al área de maternidad y pedí permiso para verlo.
Josei, mi niño...era hermoso.
Aunque no hubiera pasado el peligro no podía dejar de llorar, quería tenerlo en mis brazos para siempre, mimarlo y quererlo.
—Josi, soy tu papá—le decía—. Aguanta un poco más por favor, no te rindas mi pequeño guerrero, mamá vendrá pronto así que vamos a cuidarla juntos, mi niño....Josei Jotaro Fera Tigris De Oluwa
Fueron días muy largos para mi, no quería alejarme de ellos así que trabajaba en el piso de abajo y dormía sobre mi escritorio hasta que Kira se recuperó y fuimos a ver a nuestro hijo.
—Josei está cada vez más fuerte—nos dijo la enfermera—. Ayer le dije a su hermano que tal vez salga la próxima semana.
—¿Hermano?—no tenía idea que alguien de mi familia supiera del nacimiento de Josei.
—Si, ha venido en las noches a verlo antes del cierre de horas de visita—explicó—. Parecía muy preocupado por el pequeño y ayer se veía muy feliz ahora que estaba fuera de peligro—sacó una almohada de tela hipoalergénica—. me dijo que les diera esto y que esta limpia y esterilizada.
Abrí los ojos sorprendido ¡Aras había venido todo este tiempo a ver a Josi! no podía creerlo, creí que le había tomado miedo a los niños cuando sin querer lastimó a Shyna, fue increíble saber que mi hermano estuviera tan preocupado por nuestro hijo y cuando recordé que casi le gritaba diciéndole cosas tan mala me alegro de haberme controlado.
Cuando salimos del hospital llevamos a Josi a casa y para mi sorpresa había varios regalos por parte de Akarin, Arisha, Aras e incluso de Ace, fue un gesto muy amable de su parte así que traté de darles las gracias en la próxima reunión que era normalmente el día en que nos veíamos.
Los primeros dos meses me demostraron que sería complicado incluso para los dos cuidar un bebé y teníamos que regresar al trabajo, por lo que decidimos buscar un esclavo que estuviera siempre pendiente de Josi, fue así como entró Nico en nuestras vidas.
Cuando lo trajimos y le dimos un cuarto al lado del de Josei parecía sorprendido por el trato que le dábamos, luego para asegurarme de que hiciera bien su trabajo saqué a su familia de la Zona Sur y les di una casa en la Zona Central, con su madre y sus hermanas a salvo Nico se dedicó a cuidar a Josei.
Y eso despertó algo en mi......Celos
Luego de que Josei empezara a gatear se la pasaba jugando con Nico incluso cuando yo estaba en casa, a pesar de que lo cargaba y lo hacía reír en cuanto veía a Nico saltaba y lloraba para que lo cargara.
Pero la gota que rebasó el vaso fue cuando Josei comenzó a caminar
—¡Kira! ¡Josei se levantó solo! —grité emocionado al verlo de pie—. Ven hijito ven con papá.
Josei me vio y torpemente dio sus primeros pasitos, Kira gritó emocionada y grabó mientras él caminaba hacia mí pero cuando me alcanzaba corrió hacia Nico
—¡Oh Josi! ¡Ya puedes caminar solito! —dijo el chico.
Mi calma se fue al carajo totalmente ¡¿Mi propio hijo prefería a ese chico que a mí?!
Esa noche llamé a Nico y lo llevé al cuarto de juegos, él nunca había entrado así que se asustó al principio.
—Quítate la ropa—le ordené —. Puede que seas el niñero de mi hijo pero te compré como esclavo sexual así que vas a cumplir tu objetivo.
Se desnudó y se arrodilló frente a mí, era la primera vez que lo veía completamente desnudo así que lo detallé mejor, ciertamente ya había probado un poco del sexo gay en un bar temático cuando Kira y yo nos fuimos de Luna de Miel a Ciudad Póker pero solo fue para cumplir el deseo de mi esposa.
—A-Amo....¿Hice algo malo?—me preguntó temblando desde su posición.
—.........No tengo porqué decirte—fue todo lo que dije antes de buscar algo que usar para liberar mi enojo—. ponte en el potro con las piernas abiertas.
Obedeció y se acomodó como le dije, busqué unos inmovilizadores que a Kira le gustaba usar y se los puse en los tobillos, se veía totalmente indefenso así pero estaba más enojado que excitado al verlo totalmente expuesto, tomé uno de los látigos y me acerqué.
—Serán diez azotes y los contarás —le ordené.
—Si Amo—dijo mirando el piso.
Levanté el látigo y comencé a azotarlo con fuerza
—U-uno.
Su voz sonó quebrada y su trasero quedó marcado, volví a levantar el látigo esperando que llorara para que me sintiera un poco más tranquilo pero lo que pasó cuando le di el quinto azote fue totalmente inesperado.
—¡Ahhh!
......¿Un gemido?
Su miembro comenzó a ponerse rígido y su respiración cambió drásticamente ¡¿Estaba disfrutando el castigo?! Furioso volví a azotarlo pero ahora el gemido que lanzó fue más fuerte
—¡¿Qué coño te pasa?!—grité furioso—. ¡Se supone que tienes que estar asustado no actuando como perra en celo!
—¡L-lo siento!—el chico se puso completamente rojo.
Me sacudí el pelo furioso así que tiré el látigo al piso, busqué algún lubricante y sin ningún reparo unté mis dedos y le metí uno.....¡El muy cabrón volvió a gemir!
—Otro ruido y lo lamentarás—asintió mordiéndose los labios.
¡Mierda! lo que más me enojaba es que empezaba a calentar por esa actitud masoquista del chico. Metí otro dedo y seguí hasta meterle los cuatro, esta vez no pudo contenerse y gimió mucho más fuerte así que le di una nalgada.
—¡Si te atreves a correrte lo lamentarás!—perdí el control por completo y comencé a quitarme la ropa, le iba a enseñar lo que era bueno al mocoso este.
—S-Si Señor—gimió casi babeando mientras su pene ya echaba líquido preseminal
¡Esto no se supone que era lo que tenía que pasar! No debía estar tan caliente al menos no en el sentido sexual, maldito mocoso.
Me acomodé entre sus nalgas y entré con fuerza, Nico gritó de dolor así que eso me calmó por unos segundos antes de empezar a sacudirse de placer.....me lleva el carajo.
—¡Amo! Esto....¡Esto se siente tan bien!
......estoy perdido.
Comencé a moverme más fuerte y toqué su próstata, lo que hizo que perdiera todo el control y Nico gritó como un poseído, luego de correrme me di cuenta que no era suficiente, quería humillarlo más pero con la intensión de secarlo por completo.
Solté las amarras y lo cargué hasta unas cadenas que colgaban, seguía con los pies inmovilizados así que solo le amarré las manos, su rostro estaba totalmente perdido en el placer así que busqué un consolador que en cuanto lo vio gimió al ver que traía de los más grande.
—Mira mocoso, se suponía que eras virgen pero aunque estuvieran muy apretado tu comportamiento me dice todo lo contrario—le dije—. Habla ¿Qué pasó de pronto?
El chico recuperó la compostura y me miró avergonzado.
—Es cierto que no he estado con nadie antes que usted Amo—aseguró—. P-pero antes de ser vendido me.....me metía pepinos y una vez me metí uno tan grande que me dolió pero.....me gusto ese dolor, nunca antes sentí algo así de raro y puessssss....fue cuando decidí que si me vendía como esclavo no solo podría ayudar a mi familia sino que si me tocaba un buen amo....podría recibir un trato humillante y placentero.
—Hola Aron—Kira entró al cuarto como si nada—. ¿Ya te diste cuenta de lo calentón que es Nico?
—¿Tú ya lo sabías?—le pregunté.
—Ya lo he pillado en la cocina haciendo exactamente lo que dice—respondió como si nada—. No lo he tocado porque bueno, tu eres el Amo así que esperé a que lo probaras primero, pero no negaré que me excitó mucho verlo así.
Se rió a carcajadas mientras el chico se ponía completamente rojo, ahora entiendo porqué no decía nada de mis ataques de celos.
—Debería castigarte por ocultarle cosas a tu Amo—le dije acercándome a ella fingiendo estar molesto.
—Lo siento Amo ¿Kira se portó mal?—dijo en un tono infantil mientras se quitaba la bata de dormir—¿La va a castigar?
—Si, unos buenos azotes y luego me aseguraré de que no puedas caminar—dije antes de abrazarla y besarla—. Suerte que te operaste para no tener más hijos.
—Ya estoy feliz con mi Josi, además como la única mujer en la familia era más certero luego de ver como Nico nos espiaba teniendo sexo.
Miré al mocoso y este bajó la cabeza totalmente avergonzado.
—¿Sabes qué? Ninguno de ustedes saldrá de este cuarto por su propio pie—dije acercándome a la vitrina—. Kira, encárgate de la erección de Nico.
—¡Si Amo!—saltó emocionada hasta el chico y lo besó salvajemente—. Te ves muy lindo con esa cara de sumisión y las piernas abiertas.
El chico se sonrojó al máximo pero aceptó dejó tocar por Kira, fue extraño pero al ver como ella reía mientras Nico gemía me pareció hasta gracioso y.....¿lindo? fue muy extraño verlo así pero no dije nada para no seguirle la corriente a Kira.
Me acerqué mientras ella movía su mano de arriba a abajo en el pene de Nico le di la vuelta encontrando su trasero todavía goteando por la corrida así que tomé el consolador y lo penetré, el chico gritó totalmente perdido en el placer así que Kira se dio la vuelta y se clavó el pene del chico.
—Amo, por fa ayude a que me mueva —me dijo divertida.
—Serás pervertida—dije antes de sacar el consolador y clavarle mi miembro a Nico quien aceptó gustoso la intromisión —. Parece que tengo que domar a dos esclavos rebeldes.
Me moví con fuerza y ambos comenzaron a gemir muy excitados, tuve que morderme la lengua varias veces para evitar correrme....mierda esto es mucho mejor que hacerlo solo con Kira.
Cuando me corrí los dos me siguieron con un grito cargado de extasis y placer, al terminar solté las amarras de Nico y cayó en brazos de Kira, con cuidado los llevé a la cama y los limpie, verlos a los dos tan dormidos y tranquilos me hizo sentir culpable por hacerle daño a Nico, pero esto fue necesario para darme cuenta que no quería volver a lastimarlo.
Desde ese día la relación entre nosotros cambió por completo, Josei jugaba con Nico pero él lo alentaba a estar conmigo y yo le compensaba con besos y caricias, Kira disfrutaba más que nunca con los dos y fue así como poco a poco terminamos enamorados de ese pequeño esclavo.
--fin del flashback --
—Amo ¿Podemos jugar con estos? —preguntó Nico mostrando unos consoladores en forma de pepino y zanahoria.
Al verlos solo pude echarme a reír, por suerte le había quitado esa manía de meterse verduras, y aunque decía que en casa se los comía solo preferí comprarle estos juguetes para dejarlo complacerse cuando estaba ocupado.
—De acuerdo, pero luego vas a salir y te perseguiré por la mansión.
—¡Si señor!
____
(Pv Kira)
Después de buscar mi juguete nuevo, pasé al cuarto de Josei para ver si estaba dormido, mi pequeño travieso estaba todo desparramado en la cama en un lío de sábanas que me hizo reír, lo acomodé y le puse su peluche de Charmander al lado para que lo abrazara, era tan adorable que podría pasar toda la noche mirándolo.
Cerré la puerta con cuidado y traté de no hacer ruido antes de ir al cuarto de juegos, estaba tan feliz de tener a mi hijo y la vida que tenía a pesar de que mi madre no estuviera de acuerdo.
La verdad no era tan mala madre, digo al menos no tanto.....bueno digamos que estaba más ocupada con mis demás parientes.
Mejor lo explico mejor.
--flashback --
Nací en una familia con dos hermanas mayores, mi padre era un vendedor hijo de japoneses que escaparon de la Segunda Guerra Mundial y mi madre era decoradora de interiores, nuestra vida era relativamente normal con todo lo que implica ser la menor de tres hijas.
—¡Clarissa! ¡Ya sal del baño!
—¡Pero si tu tardas horas!
—¡Clarissa ya sal de ahí!
Cierto, mi nombre completo es Clarissa Kira Satou, y a diferencia de mis hermanas Elissa y Danielle que no usaban su segundo nombre porque simplemente les daba vergüenza yo era todo lo contrario, digo hay muchas Clarissas pero ¿Cuántas chicas se llamaban Kira? Me gustaba ese nombre y adoraba a mi padre, él era simplemente genial, mi madre por otro lado no era mala pero su exceso de nacionalismo hizo que no tuviéramos las costumbres de mi padre y era quien tenía el control de la casa; mis hermanas eran muy feministas hasta el punto de ir a marchas y decir que la mujer era superior al hombre, pero cuando empezaron a tomarse selfies a cada rato y tener novios que cambiaban como si fuera ropa interior mi padre se iba cada viernes de la casa para escapar de ellas, ellas le decían a mi madre que la estaba engañando pero yo no les creía.
Mi padre simplemente se rendía ante sus exigencias, él no era mala persona por el contrario siempre hablaba conmigo y parecía entenderme más que mi madre o mis hermanas que odiaban cosas como videojuegos, películas de terror o hasta la homosexualidad, si mi madre era una doble moralista, en la calle hablaba de aceptación pero en casa solo echaba pestes de los homosexuales.
Cuando me cansaba de mi familia me iba a casa de mis tíos que solo hablaban de trabajo y de los clubes en los que estaba mi primo mayor, en cambio a Benji lo dejaban de lado y simplemente se ponía a jugar videojuegos ignorando a sus padres, un día me invitó a jugar y fue así como empecé a disfrutar de ese mundo, ambos jugábamos y ahorrábamos para comprar juegos, sentarnos en la secundaria a ver videos de lets play, hablar con otros chicos y divertirnos.
Un día quisimos explorar una casa abandonada a las afueras de nuestro vecindario y vaya sorpresa nos dimos cuando encontramos a mi padre y a todos sus amigos jugando un juego de rol de Calabozos y Dragones.
—¡Por favor chicos no les cuenten a nadie sobre esto! —nos pidió —. Solo nos reunimos a desestresarnos, bebemos un poco pero nada más.
—Vale papá, no diremos nada—le dije al verlo tan preocupado —, pero a cambio quiero estar aquí también y jugar—le dije.
—Mmmm ya estamos muy avanzados con esta ronda—se rascó la cabeza—. ¡Ya sé! ¿Qué te parece si lees mis mangas de Death Note mientras tanto?
Fue así como Benji y yo nos metimos en el mundo del anime y el manga, incluso cuando ellos terminaron las rondas nosotros veíamos anime.
Así cuando cumplí quince años me compré una nintendo DS y entre clases me la pasaba jugando, mis compañeros me tachaban de rara pero no les hacía caso hasta que un día compré una hermosa camisa de The Leyend of Zelda con mi primera paga, estaba tan emocionada que fui al baño y me la puse para salir con ella a la calle cuando las chicas de mi clase me tomaron fotos y la subieron a Internet.
Mi madre me echó un regaño obligándome a tirar mi camisa pero la mandé al carajo, mi padre al fin decidió estrenar las bolas y me defendió, lo que hizo que se separaran ya que no soportaba seguir con esa vida.
Mi padre y yo nos fuimos de casa, lo que cambió nuestras vidas por completo; jugábamos en la consola, veíamos anime y cuando pasé mi examen a la universidad decidí empezar a trabajar como mesera para pagar mis estudios, no era nada agradable porque la gente era muy molesta, casi peor que los npc's de los juegos de simulador de restaurantes, y las propinas eran una mierda, de hecho algunos chicos de la universidad venían a molestarme solo porque sus papis les pagaban la universidad, trataba de no enojarme y más cuando mi padre comenzó a sentirse muy cansado y pasaba tiempo en el hospital, perdí algunas clases para cuidarlo y mis compañeros le decían a los profesores que me iba de fiesta y como mis hermanas hacían lo mismo le creyeron.
Un día entró un chico de piel bronceada y cabello negro, nunca había visto a alguien así y parecía perdido en su libro de medicina por lo que apenas notó que le servía la comida, en eso sin querer metió sus dedos en el café y saltó de dolor.
—¡¿Se encuentra bien?!—le pregunté.
—Si, es que me tomó por sorpresa—dijo el chico avergonzado.
—Lo siento debí decirle.
—No se preocupe, aunque me hablara creo que no le iba a escuchar—sonrió divertido antes de volver a sentarse—. Estoooo ¿podría traerme otro café?
Le traje otro y mientras seguía con las demás mesas no pude evitar preocuparme por él, el chico siguió viniendo todos los días a tomar café y estudiar, incluso una vez noté que me miraba curioso como si quisiera hablarme de otra cosa, la verdad era agradable no tener que lidiar con idiotas que ya en la primera cita querían acostarse conmigo.
Como mis hermanas iban con el chisme a mi madre, un día me atormentó con llamadas diciendo que ya debería madurar.
—¿No puedes dejar de actuar como una marimacha?
—¿No puedes preguntar como está mi padre?
Por desgracia el cansancio que tenía mi padre resultó ser leucemia por lo que tuvo que ser internado en el hospital pero insistió en que no dejara mis estudios por lo que seguí con mi vida haciendo todo lo posible para no darle problemas.
Por otro lado el chico parecía tener un poco más de confianza conmigo ya que siempre que se perdía en sus libros causaba algún desastre y el gerente me encargó que lo atendiera, un día noté que se ponía rojo al verme como si tratara de decirme algo, así que le dije que si quería pedirme una cita que al menos aprendiera mi nombre y lo que comenzó como una broma fue suficiente como para que me sonriera de una forma tan sincera que sentí que mi corazón saltaría.
Desde entonces empezamos a salir y de vez en cuando nos reuníamos en la universidad para hablar, un día mi hermana Danielle nos vio y como venganza por una broma que le hice mandó una foto de un cosplay del prota de Death Note en una convención a los grupos públicos de la universidad, la gente se burló de mi o me miraba raro, incluso los chicos que les gustaban las mismas cosas se alejaban para que no le hicieran lo mismo haciendo que me sintiera mal.
Un día en la cafetería comía sola sin muchas ganas cuando alguien se sentó frente a mi.
—¿Te comerás ese pastel?—reconocí la voz de Aron y cuando levanté la vista me quedé boquiabierta al ver que no solo estaba sentado como L sino que estaba vestido así, se veía pálido y las ojeras parecían reales—. ¿Eres Light Yagami? —me sonrió divertido—. Quiero decirte que yo soy L.
Al verlo y escucharlo solo pude reír emocionada, los demás nos miraron raro pero el resto del mundo se fue al carajo para nosotros. Algunos chicos nos molestaban pero nada de lo que hicieron nos separó sino que la pasábamos bien y hasta me acompañó al hospital para conocer a mi padre, quien lo recibió muy amablemente como si estuviera ansioso por conocerlo.
—Eres muy amable Aron ¿Qué harás después de que te gradúes?
—Puessss me temo que debo volver a Oluwa, mi padre solo me mandó aquí para que aprendiera medicina y llevara tecnología al país— dijo un poco triste.
—Que mal ¿Vas a volver a Estados Unidos algún día?
Aron miró al suelo con tristeza incapaz de responder, desde ese día me acompañó todos los días diciendo que era la primera vez que sentía el cariño de un padre, me contó todo sobre su familia, su país y sobre su madre, me sentí muy afortunada de la vida que tenía luego de escuchar la suya, incluso me enseñó a leer, escribir y hablar árabe para conocer más sobre su país con la esperanza de que algún día fuera de visita.
—Sería genial que cuando tu padre se recupere puedan ir de visita.
—......Aron.....mi padre....—no era capaz de decirlo—. La leucemia le está ganando....los doctores no le dan mucha esperanza.
Cuando me abrazó solo pude echarme a llorar....mi padre era todo para mi y una enfermedad me lo estaba quitando ¿Qué podía hacer?
Un día a pocos días de la graduación fui al hospital y mi padre me sonrió muy feliz.
—¡Kira! Me llegó una Death Note original—señaló el paquete que tenía en su cómoda—. Es para ti.
—¿Para mi?—pregunté extrañada tomando la libreta.
—Incluso viene con la goma del capitulo piloto del manga, me gustaría que la lleves el día de la graduación—me dijo emocionado—. Me temo que yo no podré verte pero me gustaría imaginar que soy Riuk y te acompaño como Shinigami, no la abras todavía quiero que cuando te tomes la foto la guardes ahí y entre los dos las llenemos con algunas bromas entre los dos.
Reí ante sus palabras y abracé la libreta asegurando que la llevaría ese día.
Era el momento perfecto para hacer la mayor locura que se me ocurrió, debajo de la toga me puse el cosplay de Kira y cuando le dije a Aron este insistió en llevar el de L, al salir de la ceremonia nos reímos a carcajadas de nuestras fotos y en una de ellas vi algo extraño, yo sostenía la libreta y cerca de las escaleras de al lado se veía la figura de Riuk, en ese momento corrí al hospital y supe la verdad.
Mi padre había muerto
Cuando la enfermera me vio solo nos miró tranquilamente.
—Se fue con una gran sonrisa—me dijo—. Dijo que no olvidaras tu cuaderno.
Temerosa abrí la libreta y solo pude echarme a llorar, con su letra estaba escrito algo.
"Josei Satou cerrará los ojos dejando su cuerpo físico y se convertirá en Shinigami para buscar su cuaderno en la graduación de Kira, la mujer más inteligente del mundo y cuando salga al escenario sonreirá como nunca antes antes de irse orgulloso de su amada princesa otaku"
Aron se acercó a mi y me abrazó entre lágrimas, cuando nos calmamos revisé la Death Note y encontré una dedicatoria para ambos.
"Para mi Kira:
Me temo que no soy tan fuerte como para ganar esta batalla, pero no me voy arrepentido de nada, lo más difícil fue liberarme del estrés de tu madre y cuando lo logré sentí que estaba en la gloria cuando viniste conmigo, ahora debo irme pero no quiero que olvides quien eres, no te avergüenzes de tus acciones porque solo vivimos una vez y quiero que sigas siendo tu, te estaré cuidando con todas mis locuras mezcladas con las tuyas, se feliz y vive por ti y por nadie más"
"Aron:
Cuando Kira me dijo lo que hiciste supe que eras el indicado para ella, pese a lo que has vivido fuiste capaz de animarla y protegerla, por eso te pido que la cuides, ahora que le pediste matrimonio quiero que sigas siendo el mismo loco que conoció y dale tanta felicidad como te permita la barra de vida, algún día nos volveremos a ver y brindaremos juntos con un sake único y celestial"
—......Fue un honor conocerle—dijo tomando mi mano.
Ese día fuimos a mi departamento y cuando estuvimos solos lloré en sus brazos hasta quedarme dormida, al día siguiente fue el velorio de mi padre donde recibí las condolencias de la gente al igual que mi madre y mis hermanas, los amigos de rol que lo acompañaban nos dieron el pésame haciendo que mi madre entrara en crisis porque ella creía que la estaba engañando cada vez que se iba y por eso mis hermanas se quejaban tanto de él.
Luego de unos días Aron me avisó que nos iríamos a Oluwa el próximo mes, pero que no quería que nos casáremos tan pronto luego de la pérdida de mi padre.
—Quiero hacerlo—le dije.
—Pero....no podría darte una gran boda—se lamentó.
—Mi padre aceptó nuestro compromiso, lo demás no importa.
Nos casamos en un registro civil sencillo solo nosotros, invité a mi madre y a mis hermanas pero solo Benji nos acompañó, fue así como nos casamos y luego los tres nos fuimos a un Karaoke a cantar tan mal que nos echaron a patadas, después nos fuimos a Florida y pasamos un fin de semana en la playa antes de irnos a Ciudad Póker a comprar lo que serían nuestro estilo de juegos a partir de ahora.
--Fin del Flashback--
Pasé por un pasillo en donde Aron colocó un pequeño altar con la foto de mi padre, su madre y la de Nico, incluso había un pequeño juguete que compramos cuando supe que estaba embarazada la primera vez, Josei aún no sabía que tuvo un hermano y la verdad es que no me atrevía a tocar ese tema debido al dolor que sentía, la foto de mi padre sonreía usando la capa que llevaba durante sus sesiones de rol y para mi hijo era como si su abuelo hubiera sido un mago poderoso así que siempre le contaba lo bueno que era; sonreí feliz y me fui corriendo con una sonrisa.
Un año más juntos, un año más de absoluta felicidad, un año más con mi familia.
*******
Nota de la Autora: ¿Qué les pareció la historia de Kira? La verdad es que quería darle una mayor profundidad a nuestra fujoshi favorita.
Bueno chicos antes de irme quiero pedirle a todos que mantengan la calma durante estos días de cuarentena y cuídense mucho del coronavirus, lávense las manos, eviten multitudes y usen tapabocas cuando salgan. Recuerden que lo importante es cuidarnos y no entrar en pánico
Nombre: Aron
Edad: 28
Altura: 1.86
Cumpleaños: 12 de abril
Descripción: Tercer Príncipe de Oluwa, esposo de Kira y Nico, padre de Josei.
Le Gusta: Anime y manga
No le Gusta: Reguetón
Alergias: Ninguna
Juguete Favorito: Cuerdas.