20 de junio de 2009 - 22 de junio de 2009
Dejádme narraros la fiesta del siglo, con tanto alcohol para provocar más de 30 comas etílicos a adolescentes y arruinar su futuro. Y su vida.
Para que os imaginéis mejor la situación : era el último viernes del curso, el último día, y cada alumno iba a irse por un camino distinto, por lo tanto, estábamos despidiéndonos a lo grande.
Tan sólo de pensar todo el alcohol que bebí me dan arcadas.
Ojalá pudiera volver al pasado y solucionar errores, bendar heridas.
Yo no había sido aceptado en la universidad en la que quería ser aceptado, mis notas no habían sido excelentes, más bien, aceptables.
Y cómo consecuencia de pasar un horrible año Senior, ahora debía ir a una universidad de peor categoría.
Que pena que nunca llegase a ir.
Llegué a casa y tan sólo recuerdo dejar los zapatos en el porche y... vaya, ya ni siquiera recuerdo lo que estaba diciendo.
De todas maneras, la mañana del 21 de junio de 2014 apareció mi madre por el marco de la puerta de mi habitación y gritó:
-LOGAN WADE LERMAN - sólo pronunciaba mi nombre completo cuando estaba realmente enfadada- recoje tus cosas, esta noche salimos con vuelo directo hasta el aeropuerto de Exeter en Devon, Inglaterra. Préparate para ver a los abuelos, tomar baños largos en la playa, escuchar historias de naufragios y piratas del abuelo, ayudar a tu abuela con sus cultivos, y colaborar en la reforma de su casa-.
Tras incontables horas de vuelo, llegamos a Devon, mis abuelos vivían en una pequeño pueblo costero. Donde lo más interesante que ocurre son las ferias que organizan durante todos los veranos.
Durante mi trayecto en el taxi me sentí diferente, tal vez fuese el olor, o la buena sensación cuando tus pulmones se llenaban completamente de oxígeno y no de dióxido de carbono de las ciudades, pero sentí una llama prenderse dentro de mí.
Y ahí fue cuando lo vi, ese letrero enorme con el cual durante el verano crearía tantas memorias:
WELCOME TO:
Blackpool Sands, Devon
-Population: 748-
Al ver el gran cartel no me pude imaginar que una gran ola me engulliría.