Mi Caos Ruso

Por articsmonkeys

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Mi nombre es Nyx Evans, mi vida se volvió una rutina monótona sin emociones hace años, todos los días las mis... Más

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 Parte 1
Capítulo 15 Parte 2
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 Parte 1
Capítulo 20 Parte 2
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Aviso
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 Parte 1
Capítulo 37 Parte 2
Capítulo 38 Parte 1
Capítulo 38 Parte 2
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
¡Sorpresa!
¡¿Otra Sorpresa?!
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54 Part.1
Capítulo 54 Parte 2
Epílogo
Nota

Capítulo 33

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Por articsmonkeys


Quince llamadas perdidas, veinte mensajes y seis mensajes de voz; pensé que mi padre no era un hombre insistente. Nuevamente, apago el celular para continuar ignorando sus señales de vida.

-Deberías responder-

-Anne, ¿No se están quemando las albóndigas?-

La mirada de la pelinegra me asusto por una micra de segundo hasta que desapareció por la cocina. El reloj marca las cuatro de la tarde, se supone que preparamos la cena para los chicos pero hemos estado intentando hacer mi tarea de biologia por más de dos horas sin resultado alguno sin mencionar la "charla" sobre por qué debería hablar con mi padre lo cual en realidad es inútil.

-¡Haz la maldita llamada!- una almohada aterriza en cabeza- La próxima no fallare-

-No fallaste- murmuro molesta- Veamos- prendo el horrible aparato, necesito llamar a mi querido padre.

Mis dedos tiemblan al marcar el celular, no puedo creer que luego de tantos años vuelva a intentar lo mismo.

Flashback

-Bienvenido al correo de voz...- joder, nuevamente.

-Soy tu hija, estoy tirada en medio de la nada-

Veo como el cielo vuelve a ponerse negro y las gotas de agua empeoran

-Bueno, supongo que no vendrás-

Sacudo mi cabeza, no necesito recordar las mil y una vez donde mi padre me ha dejado plantada en los pasados dieciocho años de mi vida.

-¿Nyx?- la voz de mi padre me deja helada, creo que no la he escuchado hace un par de meses- ¿Hija?-

Ese nombre se escucha tan raro en su voz.

-Hola, Steve- inicio a morder mis uñas, el estrés me va a matar.

-¿Como has estado?-

Puedo ver por el final de mis ojos a una Anne tratando de escuchar la conversación a la vez que intenta picar zanahorias.

-Dejemos las formalidades, ¿Que necesitas?-

-Nyx Evans, no me levantes la voz- su voz me desconcierta otra vez...

Flashback

-Papá, tienes que escucharme- la desesperación es palpable en mi voz.

-No tengo nada que escuchar, tu madre me lo ha dicho todo-

-¿Nyx?-

-¿Qué necesitas?-

Puedo oír como la puerta se abre pero solo distingo nuevamente a mi mejor amiga con un cartel en la mano y un lápiz. Niego con la cabeza, me niego a transcribir la conversación entera así que coloco el altavoz.

-Podemos reunirnos esta tarde- las palabras me congelan- Puede ser en la cafetería de las sillas incomodas, no recuerdo el nombre.

-Selina's- digo con un poco de sorpresa, pensé que se había olvidado de ese lugar.

-Nos vemos en una hora hija- cuelgo la llamada apurada, necesito pensar bien esto.

Mis manos tiemblan al voltearme, pero la cara de Anne me deja aun más confundida. En una de sus manos sostiene el lapicero como si de un arma se tratara.

-Quieres bajar el arma, deseo llegar a la cena entera- sostengo su mano para bajarla con cuidado antes de que termine en mi cabeza.

-Tienes que ir- suelta sin verme siquiera- No tienes dinero o casa así que muévete Evans y espero que sepas llorar-

Me haría la insultada pero siendo realista, tiene razón aunque me niego a llorar. Quizás en otro momento pueda pensar en cómo reaccionar mejor pero ahora solo quiero enterrarme bajo la tierra por un par de días.

-No quiero ir-

-No te estoy preguntando hija, tienes que plantarle cara a tu padre- su mano se dirige a su bolsillo, puedo ver un pequeño cilindro rosado- Gas pimienta, por si las cosas se ponen feas-

Inmediatamente lo guardo en mi bolsillo, quizás lo utilice en un par de horas, nunca está de más tener un arma.

-Vete a cambiar-

Me paro con aburrimiento, la camisa blanca de Xav y mi ropa interior es una combinación muy buena en mi opinión pero algo atrevida para ver a mi querido padre. En el cuarto, intento encontrar algo decente hasta que me topo con un vestido rojo de manga larga con pequeñas perlas, regalo de mi abuela hace un par de años, el material me da un poco de picazón pero es lo más decente que tengo también; saco mis botas negras para mi mayor comodidad.

El celular suena, genial quizás cancele.

-¿Campanita?- una parte de mi se alegra al escuchar su voz sin embargo la otra se desanima- Sigo en práctica creo que llegare despues de cena-

-No te preocupes, solo mantente alejado de los problemas y recuerda siempre tener los puños en alta-

-¿Anne se quedará contigo?- siento la agitación en su voz- No quiero que te quedes sola-

-En realidad- me despido de Anne con la mano- Voy a salir un rato guapo-

Salgo del apartamento con pereza, necesito llegar antes de que me arrepienta.

-¿Campanita, todo bien?-

-Mi padre, quiere que cenemos juntos-

-¿Necesitas ayuda?-

-Xav, no te preocupes, estaré bien-

-Tengo que regresar hermosa- escucho unas voces en el fondo- Llamame cuando llegues y si necesitas algo no dudes en escribirme-

-Te amo- susurro antes de finalizar la llamada.

-Te amo-

La calle está en completo silencio, lo cual es extraño para un viernes en la tarde. El bus luce normal aunque el asiento está realmente helado pero no lo culpo, debí de traer medias para no morir congelada. Si bien recuerdo, la cafetería debe de estar a unas dos cuadras más arriba que mi colegio lo que significa que debo de bajar ahora.

Joder, momento de correr.

Salgo disparada de mi asiento, me despido del conductor antes de correr al otro lado de la calle. Puedo ver la hermosa entrada con las letras plateadas, vaya continúa siendo exactamente igual aunque ahora tiene pequeñas flores blancas.

Siento como mi voz se atraganta, aún podría darme la vuelta y correr a casa pero no creo que sea lo correcto aunque la idea de cenar comida italiana con mi hermoso novio, mis amigos y una velada deliciosa en cambio tendré gritos con pastelitos de fresas rellenos de crema.

No se como pero mis piernas se mueven hasta la entrada, al llegar mi cuerpo se queda estancado al visualizar a la chica que está en la entrada sujetando los menús.

-¿Nombre?- dice sin siquiera verme.

Ya recuerdo porque odio los restaurantes.

-Evans, Steve-

Hace una seña con la mano para indicarme a donde tengo que ir, necesito correr de aquí antes de que sea tarde.

-Segunda mesa a la izquierda-

Sigo sus instrucciones sin ganas, si me pierdo me puedo estar en una mesa junto a alguien más agradable.

-Querida, aquí- visualizo a mi padre, su cabello está cada vez más gris y sus ojos cafes me miran con cautela- ¿Qué diablos tienes en la nariz?-

Toco el piercing en mi nariz casi se me olvida que lo tengo, es realmente parte de mi.

-Se llama piercing- tomo asiento al lado suyo- He estado bien Steve-

-Puedes dejar de llamarme así Nyx-

-¿Qué desean tomar?- la voz del mesero me deja muda antes de contestar.

-Dos limonados con hielo, sin azúcar- dice mi padre sin siquiera ver el menú- Un pastelillo de fresa relleno y dos magdalenas de chocolate cortadas a la mitad-

Definitivamente hay cosas en la vida que nunca cambian, mi padre siempre pide antes de que pueda hablar.

-¿Qué tal el instituto querida?- su mirada baja a su móvil- No has respondidos mis mensajes-

-Papá, deja las formalidades- las limonadas y comida llegan junto al mismo pobre camarero- Gracias- le dedico una cálida sonrisa antes de que desaparezca- ¿Por qué me citaste? Dudo que sea por el instituto-

Ansiosa, llevo el pastelito a mi boca, casi podría lanzar un gemido por lo delicioso que está pero creo que los pastelitos de Elena son de mucha mejor calidad o sean la extra grasa pero por ahora me conformo con lo que tengo.

-Tu hermano habló conmigo- me atraganto con la crema- No he visto muchas de tus cosas en casa-

-Me fui hace un par de semanas-

Ninguno de los dos menciona una palabra, genial, hemos regresado al incómodo silencio de siempre.

- ¿Piensas volver?-

Dude por un momento antes de contestar así que solamente muevo la cabeza en señal de que no lo haré en un tiempo bastante prudencialmente eterno.

-¿Necesitas dinero?- vuelvo a negar con la cabeza.

-Puedo arreglármelas-

-Pulga, no seas testaruda- sonrio de medio lado al escuchar el apodo, desde que tengo once años me ha llamado así.- Entiendo que no desees regresar pero podríamos continuar hablando- su mano toma la mía, involuntariamente la quito- Se que no he sido un padre modelo pero...-

-Nunca es tarde para arreglar las cosas- termino la frase aunque un sabor amargo crece en mi garganta, ambos sabemos que es mentira.

-Si es que tengo el derecho de saber, ¿Donde estas viviendo?-

Ahora es donde se pone interesante la conversación, es momento de decirle a mi padre que vivo con mi ¿Novio?.

-En un lugar seguro- no quiero espectáculos por parte de nadie- Con mi novio-

-¿Enzo?-

La risa se abre paso en mi garganta, ni bromeando viviría con él creo que antes preferiría ser encerrada junto Iván por una semana completa.

-No, imposible - su cara muestra incomodidad sin embargo no dice nada al respecto- Tengo que irme, es tarde- chequelo la hora, son las siete, pense que era más tarde.

-Me gustaría llevarte a casa antes- ahora si es momento de correr- Por tus cosas, se que las necesitas-

Desgraciadamente, tiene razón, me estoy quedando corta en ropa interior y compartir el computador con tres personas es complicado cuando tienes tarea.

-Ella no está- dice mientras coloca el dinero sobre la mesa- No ha regresado de su viaje-

-Okay-

No deseo saber detalles de ella por un par de años, tomo mi abrigo en manos y ambos nos dirigimos a la salida sin mencionar mucho. Siendo sincera, agradezco el silencio, apenas llevo un par de semanas fuera de la que fue mi casa pero ahora mismo siento que me dirigo a un lugar totalmente desconocido.

Llegamos a la entrada de la cafetería donde el auto de mi padre ya nos espera, desde que la compañía le dio chofer no ha vuelto a manejar. El aroma de pino llena mis pulmones, casi lo había olvidado. Ambos nos sentamos en la parte trasera del auto, continuando con nuestro preciado silencio.

-¿Puedo saber como se llama?- inquiere sin verme, incomoda tomo una de las perlas e inicio a jalarla con fuerza.

-Xavier- sonrio al decir su deliciosa nombre.

Nada sale de sus labios, siento un poco la incomodidad que causaron mis palabras pero siendo sincera no me importa un pepino deshidratado porque lo único que deseo ahora mismo es una almohada y el pecho de mi novio.

Las calles pasan rápido ante mis ojos, no puedo definir los detalles de las casas que pasamos pero por la sensación de opresión en mi pecho se que falta muy poco para llegar. Mis manos están bañadas de sudor mientras que mis pies se mueven de un lado al otro hasta que paramos. Como era de esperarse, Steve sale de primero sin decir una palabra en cambio, yo me quedo atorada en el asiento pero la puerta se abre dejándome muda desearía salir corriendo pero no creo llegar lejos antes de caerme contra el piso.

-Te espero en la sala-

Veo como su sombra desaparece a través de la casa pero no hago ningún comentario. Me encamino a mi pasado cuarto parece eterno pero al ver la puerta blanca me quedo casi muda.

-Mierda-

Todo sigue igual a como lo deje; las camisas tiradas por todos lados, las fotos tiradas y la cama perfectamente hecha. Sin pensarlo, busco una bolsa para empacar todas mis cosas no necesito saber mas de este cuarto desde mi ropa hasta mis preciadas pijamas de Disney se van de una al bolso sin embargo mi hermosa computadora se va en mi mano no tengo dinero para comprar otra en un par de años.

Finalmente, veo una vez mas en busca de algo que deje pero realmente todo lo que no se encuentra en la bolsa se puede perder en el espacio.

-¿Nyx?-

Me volteo con emoción, mi hermosa Nana me ve con amor, la he extrañado demasiado.

-¡Nana!- nos fundimos en un abrazo y siento besos en mi cabeza- Te he echado de menos- siento un golpe en la frente- Si vuelves a irte sin decirme nada juro que te haré comer mi estofado por una semana- solo al mencionarlo mi estómago revoluciona.

-¿Perdón?- otro golpe en mi frente- ¡Nana! me vas a matar las neuronas-

Sus brazos me envuelven con fuerza a lo que no me quejo.

-Supongo que te vas- mi mirada se tiñe de dolor al escucharla- Te tengo un par de platas con comida para que lleves, ninguno de mis hijos pasaran hambre en mi guardia-

-Puedes venirme a ver mamá- sonrio al decir ese nombre- Estamos relativamente cerca de una de la otra-

Las dos bajamos por las escaleras todavía unidas por el abrazo, espero que no me suelte cuando estemos con mi padre.

-Iré por la comida, no te vayas- asiento y me dirigo a la sala donde puedo ver el humo del puro de mi padre.

-Pensé que ya no fumabas- se asusta el verme pero no suelta el puro- Desde aquella navidad donde Apolo intentó comerlos con chocolate juraste que no fumarias-

-Estrés,querida- otra nube de humo- -Tu tarjeta de crédito continúa siendo tuya al igual que la herencia- trago con fuerza- Mi chofer te espera afuera-

-Me iré en metro pero gracias - me muevo a la puerta- Supongo que nos veremos-

-Hasta luego querida-

-Steve-

Ni una palabra más, creo que no queda mucho por decir.

-¡Nyx! espera- muevo la cabeza para ver a Nora correr con una bolsa en mano- Hay del pollo agridulce, pastelillos, galletas de chocolate bajas en grasa y sopa de albondigas- mi estómago ruge con hambre al pensarlo.

-¡Gracias!- vuelvo a fundirnos en un abrazo.

-Llamame mi niña, te extraño mucho-

-Claro, te quiero Nana-

Me despido con un beso en su mejilla antes de cerrar la puerta con llave, siento como un peso de mi cuerpo se elimina hasta podría decir que me siento liberada. De la nada, una risa deliciosa se escapa de mis labios hasta llegar a todo mi cuerpo.

-¡Joder!- vuelvo a reír con ganas, mis ojos se llenan de lágrimas pero no por tristeza sino una deliciosa sensación de tranquilidad.

El autobús para frente a mi, me monto casi bailando hasta llegar a un asiento y dejo la computadora en mi regazo mientras que lo demás continuara en el suelo hasta llegar. Casi como un trueno, recuerdo que tengo que revisar el móvil pero para mi sorpresa no hay mensajes molestos o amenazas por parte de nadie solamente un mensaje de voz de Julian, el cual ignorare hasta mañana.

-Candem Town- dice la voz mecánica del autobús así que me dirijo a la salida todavía bailando como una demente pero dudo que a alguien le importe ahora mismo.

El delicioso viento me hace sacudir los hombros, miro para ambos lados y me llevo la computadora al pecho para luego correr como demente hasta el edificio de apartamentos. Se que no es la mejor manera de reaccionar pero ahora mismo correr no suena tan mal.

Mis pulmones se sienten violados cuando llego al elevadora. Definitivamente necesito hacer ejercicio si continúo así. Por si acaso, palpeo mi cuerpo pero nada falta ¡grandioso! y dentro de la máquina mortal cuento hasta diez con los ojos cerrados. No tengo sueño solamente odio los espacios pequeños que suben.

¡Carajo!

Espero que Xav siga despierto, no quiero dormir en el pasillo con el humor de Elena.

Antes de que pueda tocar la puerta con insistencia pero lo que me asusta son los gritos dentro del apartamento.

-¡Mierda Xav!- la voz de Iván se hace audible- Joder, no puedo respirar-

Toco con fuerza, no puedo creer que mi novio este matando a su hermano.

-¡Callate!-

Vuelvo a tocar pero con nerviosismo creando un sonido irregular hasta que la cara de mi hermoso novio me recibe.

-Se que Elsa es un dolor en el culo pero matarlo no...¿Por qué hay una carpa?-

Frente a mis ojos, una carpa roja se encuentra en medio de la sala pero lo extraño es que no puedo ver una entrada o salida pero soy capaz de ver unos brazos golpeando la superficie con ansiedad.

-No puedes sofocarlo hasta morir-

-¡Saquenme joder!- sus puños se mueven en la carpa con fuerza.

-¿Qué demonios ha pasado?-

Xavier me ve con sus hermosos ojos verdes y un intento de cara tierna pero parece más que tiene ganas de orinar.

-Pensé que podía armar la carpa-

-No tiene puerta- lo corto antes de que termine- ¿Leyeron el manual?-

-¡Los manuales son para idiotas!- grita Iván mientras continúa golpeando la carpa- Vimos un tutorial en YouTube- mi cara gira un poco porque se que mienten.

-Vimos los primeros diez segundos de un tutorial- corrige el ojiverde.

-Es mejor iniciar a descifrar como sacarlo antes de que muera por asfixia-

-¿¡Voy a morir!?-

La risa se apodera de ambos, definitivamente he llegado a casa. 

.........

Hola hermos@s lectores!

¿Cómo va su semana? ¿Algo fuera de lo común?

Esperamos que les guste el capítulo! 

La otra semana se viene una sorpresa!!!! JEJEJEJE 

Gracias por leer y comentar! Amamos sus comentarios (nos alegran el día)

¿Qué piensan del papá de Nyx? 

Hasta la próxima! 

Ana y Maru 


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