태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d...

IveethIturio tarafından

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Ji Hyuk quiere conocer a Taehyung sin ser golpeado por Jungkook. Jungkook es demasiado celoso y posesivo. Tae... Daha Fazla

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓾𝓷𝓸.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓼.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝔃.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓬𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓺𝓾𝓲𝓷𝓬𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓮𝓲𝓼.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓮.
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓾𝓷𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓭𝓸𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓋ℯ𝒾𝓃𝓉𝒾𝓼𝓮𝓲𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮
𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁ℴ 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓭𝓸𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓽𝓻𝓮𝓼
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸
𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼
Notificación.
𝓬𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓼𝓮𝓲𝓼 ᵖᵃʳᵗᵉᵈᵒˢ f̶i̶n̶a̶l̶
𝒈𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔.
Escort.

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓬𝓮.

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IveethIturio tarafından

"Tᴏᴅᴏ ᴀǫᴜᴇʟ ǫᴜᴇ ᴇs ᴘᴏsᴇsɪᴠᴏ ᴜɴ ᴍᴏᴛɪᴠᴏ ᴛᴇɴᴅʀᴀ

Lᴀ ᴘᴏsᴇsɪᴏɴ ʜᴀᴄᴇ ǫᴜᴇʀᴇʀ ʜᴀᴄᴇʀᴛᴇ sᴇɴᴛɪʀ ᴍᴇᴊᴏʀ, ᴛᴇ ʜᴀᴄᴇ ᴄʀᴇᴇʀ ǫᴜᴇ ɴᴀᴅᴀ sᴇ ᴠᴀ ᴀ sᴀʟɪʀ ᴅᴇ ᴛᴜs ᴍᴀɴᴏs

Tᴏᴅᴏ ᴀǫᴜᴇʟ ǫᴜᴇ ᴇs ᴘᴏsᴇsɪᴠᴏ, sᴜs ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏs ᴛᴇɴᴅʀᴀ. Eʟ ᴍɪᴇᴅᴏ ᴇs sᴜ ᴘʀɪɴᴄɪᴘᴀʟ ᴇɴᴇᴍɪɢᴏ ʏ ɴᴏ ʟᴀ sᴏᴄɪᴇᴅᴀᴅ

ᴛᴏᴅᴏ ᴀǫᴜᴇʟ ǫᴜᴇ ᴇs ᴘᴏsᴇsɪᴠᴏ, ɴᴏ ᴇs ғᴜᴇʀᴛᴇ

Aʟ ᴄᴏɴᴛʀᴀʀɪᴏ, ᴇs ᴛᴏᴛᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴅᴇʙɪʟ."



Jungkook estaba casi muerto de rabia cuando llega a su casa. Su tía, que preparaba el almuerzo, suele preguntarle qué es lo que sucede, pero éste no le responde nada referente a ello y le contesta de manera evasiva.

Jungkook va al garaje, encontrándose a su tío arreglando su carro, lo cual es un clásico del 96. Éste apenas lo ve y le sonríe, tiene sudor en su frente debido al esfuerzo.

El pelinegro se quita su chaqueta junto a su remera, quedando solamente con una camiseta ajustada que daba a conocer su buen cuerpo.

—¿Necesitas ayuda? —pregunta a su tío, cuyos ojos se iluminan cuando ve a su sobrino querer compartir con él.

No es que Jungkook nunca lo hiciese, es solo que la mayor parte del tiempo ellos no pasaban en casa debido al trabajo y la relación entre ellos con el castaño se había distanciado un poco.

Aparte de que Jungkook necesitaba una forma de distracción.

Jungkook toma una herramienta y empieza a trabajar con ella. Al principio, la conversación es amena y amigable, hablando de cualquier cosa como el trabajo de él y su tía o sus estudios. El pelinegro sabía que en cualquier momento su tío preguntaría por Taehyung, y aunque él no quería hablar de ello, algo le decía que era necesario hacerlo.

—¿Cómo ha estado, Taehyung? —pregunta; pues claro, era de esperarse. Jungkook no sabe que decir, así que solo queda callado, tratando de observar como si nada el clásico que su tío tenía como carro.

Después de unos minutos, el pelinegro parece tener una guerra dentro de su mente.

Algo que parece aturdirlo y hacerlo molestar.

Su tío se da cuenta de ello.

—¿Pasa algo?

—Cómo te das cuenta que algo en tu relación está mal? — preguntó de pronto. Su tío deja por un lado lo que hacía y decide verlo, pero Jungkook ni siquiera hace contacto visual con él.

Solo se dedica a observar el motor del carro.

—¿Algo va mal, Jungkook?

Esta vez, Jungkook lo ve. —No pero...
Si. Es que es confuso, yo... — el pelinegro ni siquiera está seguro de lo que dice, los pensamientos que llegan a su mente solo lo hacen sentir confundido—. Es solo que yo pienso que va bien, o al menos eso creía, es solo qu...

—¿Y quién te ha dicho que quizás no va bien?

Un idiota llamado JiHyuk, quizás.

—Nadie. —miente—. Pero en este momento lo he llegado a pensar.

Yong Hwa no es estúpido y conoce a su sobrino como la palma de su mano. —No trates de mentirme. Las inseguridades no van contigo.

Claro, todos dicen lo mismo.
Jungkook asiente.

—¿Hay algo que quieras contarme, Jungkook?
 
El pelinegro siente un peso caer sobre sus hombros, algo que no conlleva al enojo sino a la frustración. Quizás a algo más.

—Es solo que... Mi vida estaba bien, ¿sabes? Yo solía mantener una vida a mi manera, es decir, hacía lo que quería y no tenía ningún problema con ello. No me preocupaba por nadie, más que solo por mi mismo, aunque suena egoísta ahora que lo pienso. —piensa unos segundos antes de seguir hablando.— Y no tenía un compromiso alguno, mas que solo ser el mismo día a día. Y no era un paranoico, ni siquiera vivía con un estrés sobre los hombros, solo vivía tranquilo.
 
Su tio entrecierra sus ojos, observando a su sobrino.
Lo único que llega a decir es: —¿Qué?

—Yo solo digo que todo era ma...

—¿Me estás diciendo que todo era más feliz sin Taehyung?—Interrumpe—. ¿Preferías tu vida antes de estar con él?

—No, yo no digo eso...

—¿Entonces? —Jungkook no dice nada—. ¿Te has puesto a pensar en la gran persona que te ha convertido este chico? No sé si lo has analizado pero antes de que éste chico llegara a tu vida tú y yo no lográbamos mantener una conversación solo porque tú no lo deseabas. Venías todas las madrugadas borracho y drogado con miles de experiencias que contar, seguro.

¿Eso te parecía bien?
Jungkook no tiene nada que decir.

—Realmente me sorprende que pienses así.

Es decir, creí que el hecho de sentar cabeza te hacía feliz. —Jungkook intenta decir algo, pero ahora éste lo calla.— No sabía que escogerías nuevamente tu vida de desorden y desinterés, no preocupándote por nadie más que solo por ti mismo, eso no era ser una buena persona.

—¡Pero vivía tranquilo! Es decir, no me importaba lo que la gente hiciera después de mí, no me interesaba que otros se acercaran con las chicas o chicos con los que salía. Simplemente me daba igual y me sentía confiado de mi mismo, todo era a mi manera.
Me sentía seguro, que podía vivir sin ellos, que podía tener mas oportunidades.

Su tío lo miró confundido.

—Entonces si no quieres compromisos permite que Taehyung salga con otros chicos.

Jungkook casi grita. —¡No! ¡Es obvio que no! Creo que no me estas entendiendo, es que solamente me siento frustrado. Yo... Mi vida podía ser un desorden pero para mi era una vida organizada donde sabía que hacer. Taehyung ha venido a alterar cada una de mis actitudes con su forma de ser y si pudieras solamente observar la manera en la que me ve; hace que me sienta tan débil y que todo el estilo de vida que llevaba se vea claramente alterada con solo ese simple acto. Solamente ahí te darías cuenta de lo inseguro que me siento a diario, de sentirme que no lo merezco, porque es así; él merece a alguien de su altura, que no sea un idiota controlador de su vida, que pueda estar tranquilo. Me importa lo que haga, lo que opine y lo que piensa, todos los días quiero estar pendiente de él. Ahora sufro un estado de crisis constante, porque él no lo ve al igual que todos, pero yo vivo inseguro que encuentre a alguien mejor.

Su tío queda callado.

—¿Cuál es tu miedo, Jungkook?

Jungkook mira a otro lado, imaginando a un pelirrojo a su lado. Aquella sonrisa que lo hacia feliz...

—Ahora siento miedo de que esto termine. Si me cambia o me deja yo... No, no puedo, es que es difícil de explicar.

Para esto, Jungkook se siente agitado y aturdido.

Él no puede ser el mejor con las palabras, pero lo que quería dar a entender es que no es tan fuerte como solía aparentar.
No es que no quisiera una vida con Taehyung, es solo que el futuro le atormentaba.
Todas las costumbres en su vida se vinieron abajo desde el momento que gustó de él.
 
El pelirrojo lo había hecho sentir de una manera de la que jamás había experimentado.

Como conocer que es sentirse nervioso al ver a una persona amada, o el simple hecho de saber que es el dolor cuando discutes con alguien importante. Aquellos sentimientos que se despiertan y solo una persona puede causarte.

Taehyung necesitaba protección, de eso Jungkook estaba seguro. Eso lo decía, sin saber que él mismo también la necesitaba.

JiHyuk había dado en la daga exacta para hacer destruir la mente de Jungkook, confundiéndolo sobre su relación con el menor.

Su tío posa una mano sobre su hombro.

—Jungkook, sé que lo amas. Se nota y lo mas agradable es que el sentimiento es mutuo. No pienses en cual débil hace sentirte, así es el amor, hace convertirte en persona.
Hace que experimentes sentimientos que nunca has pedido. Toda la vida que has llevado solo te ha procurado un daño y te ha hecho creer que todo lo bueno se va. Pero no es así, Taehyung sigue allí contigo mucho antes de ser novios.

Ser novios.

El término sigue sonando bonito.
—Me agrada la influencia que Taehyung ha causado en ti. Solo te sientes frustrado porque crees que vendrá alguien mejor que tu, pero para Taehyung tú eres lo mejor que le ha pasado. ¿Qué no te das cuenta en la manera que te demuestra su cariño? Y tú no te quedas atrás, campeón. —Jungkook sonríe sonrojado—. He visto la forma en que lo tratas, para ti él vale oro.

—¿Qué crees que debería de hacer?— la actitud de Jungkook sorprende a su tío. Un Jungkook vulnerable al miedo.

—Confiar en ti mismo.

Las 8:45 PM marcaban el reloj de su casa.

Sus tíos ya no estaban debido al turno que tenían en el hospital.
La lluvia había incrementado en gran manera, Jungkook no estaba haciendo absolutamente nada mas que solo pasar sentado en el sofá.
De hecho, se sentía estúpido.
Y las ganas de querer dejar muerto a Ji Hyuk incrementaban más.
No dejaba de imaginar que pudo haber pasado en el momento en que Taehyung y el castaño quedaron solos. La verdad, se sentía arrepentido de haberse ido.

Seguro se habían besado...
No Jungkook, eso es estúpido.

Sus celos no pudieron mas.
Un trueno resonó cerca de su casa y mas que decidido tomó las llaves de su van para ir directo a casa de Taehyung.

En el momento en que tomó la perilla y abrió la puerta, su mirada se cruzó con la de su niño de ojos marrones, completamente empapado de la lluvia, titireteando del frío.

—¡Dios mio, Taehyung! —reaccionó.

Lo adentró a su casa y cerró la puerta. Su cabello estaba cubierto por un gorrito, pero era imposible que éste no se hubiera mojado.

Jungkook se acercó hacia él y lo tomó de la mano para llevarlo directo al baño. Se escuchaban los zapatos de Taehyung rechinar por el pasillo.
Tan pronto como llegaron, Jungkook empezó a buscar unas toallas y a encender la regadera para que cayera agua caliente.

—Kookie... —lo llama él, pero Jungkook lo ignora.

—Dios, Taehyung la lluvia está terrible. Mira como estás.

—Kookie... —lo llamó de nuevo, pero ahora el mayor estaba entretenido quitando la remera del cuerpo del pelirrojo. Este sintió mas frío y volvió a temblar.

Jungkook se dio cuenta de ello y delicadamente posa sus manos en el cuerpo del mas pequeño, sintiendo la frialdad de su cuerpo.

Las manos de Jungkook estaban cálidas.

El mayor delicadamente besa su frente.

—Puedes tomar un resfriado...— susurra. Frotando sus manos en los brazos de Taehyung.

—Tú me cuidarás.— responde el menor.

Jungkook sonríe ante ello. Deposita otro beso en su frente y sale del baño para que su novio pueda bañarse.
Oh cariño, seguro que Jungkook te cuidaría.

Jungkook no tiene ropa que le quede al pelirrojo, ya que usualmente él es el que va a dormir a casa de su novio. Así que, escoge una remera larga y unos bóxers y los deposita sobre la cama.

Sabe que su ropa le quedará gigante, pero ni él y ni Taehyung tendrían problema de ello.

Jungkook baja a la cocina, dispuesto a preparar un chocolate caliente para su novio.

Y aunque ni siquiera supiera como se hacía, la intención era lo que contaba.

Después de veinte minutos, el mayor vuelve a subir y toca la puerta de su cuarto, escuchando un
"adelante" del otro lado.

El pelinegro abre la puerta y ve a Taehyung sentado a la orilla de la cama, acomodando su cabello que huelen al shampoo de Jungkook.
El menor sonríe tímido y recibe la tasa de chocolate que le da el mayor, quién se pone de cuclillas para estar casi a la altura del pelirrojo.

—¿Te viste como estabas? No tenías porque hacerlo, yo iba directo a tu casa. ¿Acaso crees que la tormenta iba a parar?

Taehyung sorbe de su chocolate. —No importaba.

—¿Qué no importaba? Está oscuro, Taehyung. ¿Sabes lo que te pasaría si vas a oscu...—El pelirrojo lo calla con un beso.

—Yo solo quería venir a verte, ¿si? —dice con una sonrisita tierna—. No me ha importado la lluvia.

—¿Por qué no me llamaste, cariño?—Ahora el pelinegro se ha calmado, ¿cómo ha pasado? Taehyung sabe lo que hace. Jungkook apartó algunos cabellos que cubrían el rostro del menor, viéndolo tomar su chocolate caliente.

—Lo hice, creo que no has revisado tu celular.— Taehyung le da su taza vacía al mayor y éste la deja en el suelo—. Yo solo estaba preocupado Kookie, tú te fuiste sin razón. Jamás habías hecho eso. —Empieza a jugar con las mangas de la pijama, que realmente no lo era sino solo una simple remera—. No sé que hice mal.

El pelinegro toma el mentón del pelirrojo y hace que lo mire, este tiene un puchero en sus labios y sus ojos están cristalizados.

Taehyung es tan frágil que le dan ganas de guardarlo para si mismo y no dejar que nadie le haga daño.

—No hiciste nada mal, bebé. Solo me enojé, ya sabes como soy.

—Pero esta vez te fuiste. —dice mas bajito—. Yo quería que te quedaras conmigo.

El corazón de Jungkook se contrae, pero sonríe.
Vuelve a buscar la mirada del menor.
Y cuando la ve, empieza a perderse en ellos, al igual que tantas veces.

—¿Te gusta que te cuide, cariño? —el menor asiente—. ¿Sin importar como sea? —El corazón del mayor late a mil cuando Taehyung vuelve a asentir—. ¿quién es mi princesa?

Oh, su princesa.
Hace mucho tiempo Jungkook no le decía así.

Esta vez Taehyung sonríe grandemente y se tira hacia sus brazos abrazándolo.

—¡Yo! —chilla el menor y el pelirrojo se ríe.

Taehyung huele a él, a su olor. Se siente tan suyo—. Aunque no me gustó tu chocolate, Kookie.

Jungkook lo empuja hacia la cama para sentarse a horcadas de él, sin poner todo su peso ya que Taehyung no lo soportaría.

El mayor ataca con cosquillas al menor, escuchando las hermosas carcajadas que alegraban su día.

—¿Cómo que no te ha gustado mi chocolate?— Sonríe. Taehyung no podía dejar de reír por mas que rogaba que Jungkook parara.

Su tío tenía razón, el amor solo hace sentirte humano, y le gustaba ese sentimiento.

Taehyung calma su respiración cuando Jungkook ya lo ha dejado, él siempre ha sido cosquilludo.
Jungkook toma sus brazos, posándolos por encima de su cabeza, acorralándolo.

Entrelaza sus dedos con los de Taehyung en un suave gesto.
Sus miradas se cruzan y no solo eso hace hervir las mejillas del menor, también la posición hace sentirlo tímido.

Jungkook sonríe por su ternura, contemplando con anhelo su bello rostro.

—Ya bésame, Kookie. —ruega, deseando que los labios del mayor se apoderen de los suyos.

Y así mismo Jungkook no duda en hacerlo, capturando los finos labios del menor, sintiendo lo cálido y suave que es su sabor.

Taehyung se siente perdido hacia el suave beso de su amado, soltando un gemido cuando el mayor muerde su labio inferior y accede a su lengua dentro de su boca.

Taehyung lo recibe con gusto, es más, abre sus piernas rodeándolas en la cintura de Jungkook.

Él quería toda la cercanía de el pelinegro consigo. Toda.

Jungkook desciende sus besos hasta su cuello, haciendo brotar de la boca del menor suspiros que ruegan por convertirse en gemidos.

Queda embriagado por el aroma que desprende el menor, quién esta vez no huele a vainilla ni dulces, sino a su olor. Al mismo Jungkook.
La remera le queda hermosa al pequeño, pues se ve tan delicado e indefenso.

Pero quizás esta vez se vería mucho más hermoso si ésta tela vuela hacia el piso.

Jungkook introduce sus manos debajo de la remera, sintiendo ahora sí, la suavidad de su piel. El pelirrojo se eriza al sentir la sábana fría tocar su espalda en el momento en que Jungkook con cautela le quita la prenda.

La piel de el menor es hermosa.
Tan blanca y suave, con un toque de pureza que vuelve loca a la mente de Jungkook.

Una hermosa obra de arte que con hematomas quiere adornar, para proclamarla como autor.

El pelinegro roza uno de sus pezones con la yema de sus dedos, estos son tan pequeños y de un leve tono café. Esto hace temblar el cuerpo del menor.

—Si solo supieras que tan hermoso eres. —dice Jungkook con una voz ronca y rasposa del puro deseo.

Taehyung tira de nuevo su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos mientras disfruta las miles de sensaciones que provoca Jungkook con su lengua y sus pezón, jugando el otro con la yema de sus dedos.
Jungkook quiere sentirlo y Taehyung también quiere hacerlo. La delicadez en la que Jungkook puede tratarlo lo hace sentirse aún más amado; y la entrega total, que el pelirrojo brinda hacia Jungkook, le hace sentir que es el indicado para él.

Lo hace sentir que merece al menor.
Taehyung juega con sus manos el cabello de Jungkook, mientras éste sigue descendiendo sus besos desde sus pezones hasta su abdomen.
El menor vuelve a arquearse, pues la lengua de Jungkook está jugando con su ombligo.

—Oh... Kook... —gime. Su respiración es acelerada, al igual que lo está su corazón.

Jungkook asciende hasta sus labios, esta vez besándolos con más firmeza y pasión, provocando que Taehyung gima sobre ellos y le siga el juego gustoso.

Taehyung igual desea tocarlo, quiere sentir su piel rozar con la de él. Pero a pesar de que no es la primera vez que lo hacen, el menor se ruboriza por sus deseos. El pelinegro se da cuenta de ello, pero no le sugestiona nada.

Así que decide él tomar la iniciativa y se quita la camiseta para tirarla al suelo.

Ahí está el duro abdomen del mayor, bien trabajada que gustaba apreciar.
Jungkook toma su mano y da un leve apretón en ella, la acerca hacia su pecho para que el menor pueda tocar su piel. Pues sabe que el pelirrojo sigue siendo tímido por más que ya otras veces hayan hecho aquello.

El pelirrojo acaricia sus fuertes brazos, acaricia su abdomen marcado, siente la línea de su vello descender hasta el borde de su pantalón; y todo esto lo hace sin dejar de besarlo.

Jungkook se siente cautivado, pues aquellas pequeñas manos solo con unos toques ya lo hacían endurecerse.

Jungkook recorre su lengua por todo el cuello del menor. Ganándose a su favor un gemido cuando muerde una zona de su cuello y luego vuelve a besarlo.

Ya tenía su sello de propiedad.
En la que Taehyung estaba siendo proclamado con dueño. El pelinegro podía sentir casi en totalidad el cuerpo del rizado, pues éste portaba sus bóxers. El mayor no dejó de tocarlo con amor, y cuando descendió una de sus manos hasta su zona baja, Taehyung formó una "O" en sus labios.

—Mmm.. J-jungkook... Por favor. —chilló. Levantando su pelvis cuando la mano del mayor empezó a acariciar su erección.

Y hablando de erecciones, los pantalones de Jongkook estaban apretándole demasiado.

De tal manera que sentía su erección punzante doler. Sus respiraciones son pesadas y la habitación se llena de amor y deseo.

Taehyung, que está sumido por el placer, logra a tientas desabrochar el cinturón de Jungkook y bajar sus pantalones, éste no dudó en ayudarlo en ello.

Cuando las manos del pelinegro bajaron con delicadeza los bóxers de Taehyung y su lengua empezó a delinear el glande de su pene, el pelirrojo sintió desfallecer. Apretó las sábanas con sus manos mientras un gemido inevitable brotaba de sus labios.

—Mmm... Si, j-jungkook— La lengua de Jungkook está causándole maravillas. Sus manos acarician su grosor en un ritmo relajado. —oh Kookie.

Jungkook ahora recorre su lengua por el tamaño de éste. Cuando abre sus labios y mete por completo su tamaño, el cuerpo de Taehyung tiembla. La mano de Jungkook empieza a moverse lentamente sincronizado con el movimiento de su lengua. Taehyung está sumido a las sensaciones.

Jungkook mira hacia arriba, topándose con la expresión de placer en el menor.

Puede verse a aquel ser hermoso perder su inocencia. La erección de Jungkook duele mas que nunca. A Jungkook le encanta llevar al pequeño a un mundo de éxtasis extraordinario, él sólo quiere que Taehyung sienta el amor que merece y que siente por él. Esto solo incrementa mas el ritmo de sus manos, succionando con su boca el pene del menor mientras éste suelta un gemido tras otro.

Jungkook da un último beso en la punta rosada de su glande, y ataca en sorpresa los labios de Taehyung de nuevo; mordiéndolos y calmando los jadeos que para el menor le son imposibles controlar.
El pelirrojo no puede resistir más, él sólo quiere sentir a Jungkook llenándolo por completo.
 
Completándolo de una manera maravillosa.

Taehyung se alza, haciendo fricción entre las erecciones de ambos. Jungkook sigue con el ritmo, presionando sus caderas junto a las del menor en movimientos lentos y profundos.

La sensación es increíble para ambos.

Hace tanto que no hacían el amor.
—Joder Taehyung, estás tan entregado, cariño.— gruñe, besándolo con dulzura y pasión, presionando sus caderas nuevamente.

—Oh si, mmm J-Jungkook, por favor — lloriquea el menor. Su cuerpo está tan caliente y necesitado. Recorre sus manos por la espalda de Jungkook hasta llegar a su trasero y aprieta de él. — Te necesito Jungkook, por favor hazme el amor.

Esta vez las mejillas de Taehyung no se sonrojan, pues la inocencia se ve oculta por el deseo.

La única razón por la que sus mejillas están coloradas es por el calor que recorre su cuerpo ante sensaciones placenteras.

Las palabras llegan justo a la erección del mayor, su pene está necesitando atención.

Con ayuda del menor tira su bóxer, quedando ambos completamente desnudos.

Jungkook no puede dejar de admirar la belleza del cuerpo de Taehyung, acaricia sus piernas con un toque lento, sintiendo lo suave de estas sin ningún vello en ellas.

Su piel delicada siendo entregada a él.

Su relación no se basaba en sexo y eso era bueno, daba a conocer que en verdad habían sentimientos de por medio en ellos y que solamente hacían el amor.

Oh, Jungkook amaba hacerle el amor a su pequeño.

El castaño busca a tientas en la mesita de noche un condón y su lubricante.

Suelta un gemido cuando es la mano de Taehyung que roza su erección.

—Mierda, Taehyung. Tus manos...—

Las pequeñas manos de su novio son suaves y perfectas para él, hacen provocarle miles de sensaciones por todo su cuerpo.

Jungkook no puede resistir más.
Lubrica sus dedos y tienta la entrada del menor, encontrándola justo en el momento, haciendo jadear a Taehyung en sobremanera.
Jungkook nuevamente brinda besos en su cuello, mientras con lentitud introduce un dedo sobre la entrada del menor.

—Ah... diablos. — chilla el menor. Siente que duele, pues al principio siempre es así.

Quiere relajarse con las caricias de Jungkook.
No es hasta después de varios minutos que el pelirrojo pide más. Mucho más.

Jungkook introduce otro dedo mas en él.

Haciéndolo jadear aún más, sus dedos empiezan a moverse lentamente, sacándolos y volviéndonos a meter en la entrada del menor.

Taehyung muerde el hombro de Jungkook, quién está luchando por paciencia para esperar que el menor estuviese lo suficientemente listo para él. Sus dedos se mueven mas rápido, arqueándolos y extendiendolos cuanto se pueda para seguir despertando el deseo del menor.

Taehyung suelta sus jadeos en el oído de Jungkook; provocándolo. Y a Jungkook le encanta la sensualidad del menor.

—ah... Sí. Jungkook, por favor.—lloriquea.— Te necesito.

El pelinegro desacelera el movimiento de sus dedos, escuchando las quejas de su novio.
Ya no puede esperar mas por estar dentro de él. Desesperado busca a tientas el condón y torpemente logra ponérselo.

Taehyung está agitado, Jungkook logra recostarse sobre él. Cuando siente el pene de su novio rozar su apertura, se aferra mas a él.
Entierra su cabeza sobre el cuello del mayor cuando éste se adentra por completo en él.

Sus uñas rasgan la espalda de Jungkook, la sensación es dolorosa y a la vez increíble.

Él empieza a lloriquear, Jungkook con su voz ronca le susurra lo hermoso que es.

Tan pronto como Taehyung se adapta al miembro del mayor, empieza a moverse.

Jungkook jadea mientras empieza a moverse dentro del pelirrojo, sus paredes están tan estrechas y aprietan su miembro.

La sensación se siente tan bien y perfecta.

—Mierda. —jadea—. Cariño, estar dentro de ti es perfecto.

Taehyung responde con un jadeo.
Atrayendo a Jungkook mucho más para sentirlo por completo. Taehyung quiere mas.

Sabe que Jungkook va a darle más.
Jungkook, después de un tiempo, acelera los movimientos. Penetrándolo de la misma manera pero mucho más profunda.
Taehyung siente el éxtasis en cada embestida, sus cuerpos están tan sudados y calientes.

En la habitación solo pueden oírse sus incontrolables gemidos y las maldiciones de Jungkook. Taehyung está lloriqueando, jadeando, gimiendo y gritando bajo el cuerpo de Jungkook.

El pelinegro encuentra su punto G, su punto más sensible y placentero. Logra penetrarlo hasta tocar su próstata y se siente tan delicioso.
Taehyung grita.

Jungkook acelera mas sus embestidas, descontrolando los cinco sentidos del menor.

Taehyung siente aquel cosquilleo intenso en su estómago, ya no aguanta más.

—Kook... Ah, ah... Yo..

—Vente, princesa. Hazlo. —Jadea. Jungkook maldice, mierda él también ya siente el éxtasis cerca.

Con otras embestidas más, provocan que el cuerpo de Taehyung se tense y se venga de pronto, ensuciando su pecho con el de Jungkook.
Al quien obviamente eso no le importa.
Jadea ante la sensación.
Jungkook cae rendido sobre el menor.

Sus respiraciones son pesadas y sus pechos se mueven agitados.
La misma entrega, la misma dedicación y el mismo sentimiento hacían el momento inexplicable.
Taehyung apenas logra respirar, aún no pudiendo recuperarse de su orgasmo.

Que lindo es sentirse amado y mas por su Jungkook.

Jungkook logra reincorporarse, aún estando dentro del pelirrojo. Aparta su cabello sudorosos para verlo mejor, para ver aquellos ojos llenos de amor. El pelinegro besa su frente, sin importarle cuán sudorosa esté.

—¿Por qué te entregas, Taehyung?— pregunta, sintiéndose aún agitado. El menor logra acomodarse en su pecho, haciendo que éste salga dentro de él y recostando su cabeza en el cuerpo del mayor.

—Porque sí, Kookie. Quiero darte todo de mi.

Jungkook acaricia su espalda desnuda, logra alzar la sábana, haciendo cubrir a ambos.

—¿Todo es todo? —susurra. El sueño lo invade, sus ojos se sienten pesados.

—Todo es todo. En cuerpo, alma y espíritu.

Jungkook sonríe somnoliento.

—Que lindo es tenerte, Taehyung.

Taehyung no contesta mas, pues se ha quedado dormido. El pelinegro le da un último beso en su cabello y cierra sus ojos para caer en los brazos de morfeo.

El sentimiento se siente tan bien, el amar y ser amado le gusta. Taehyung es para él.

Y si alguien no quiere llegar entenderlo las verá con él.

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