kidnapper | yoonnam

By hoshboom

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Min Yoongi es el secuestrador más famoso de Seúl. Se le conoce por secuestrar a chicas de quince a diecinueve... More

01.
02.
03.
04.
05.
07.
08.
09.
10.
epílogo.
capítulo extra.

06.

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By hoshboom

Aquella casa, tenía dos puertas, las dos daban para las solitarias carreteras de las afueras de Seúl. Yoongi incluso podía ver las luces azules y rojas de las patrullas. Abrió el cajón y chasqueó la lengua cuando se dio cuenta que no había ninguna arma con la que defenderse. Caminó rápidamente hasta la cocina, escuchando como los policías aporreaban su puerta, tomó un tubo de duro metal que siempre llevaba con él y miró la ventana de la cocina con cuidado de que no lo vieran.

Deseó que aquella casa tuviera otra puerta en la parte trasera, pero no era así y tenía que salir por delante, por suerte, los estúpidos justicieros solo habían rodeado la puerta principal. Abrió la segunda puerta con cuidado, sin hacer mucho ruido, no miró atrás y trató con todas sus fuerzas en no pensar en Namjoon y casi lo logro, casi.

Salió de la casa negando repetidamente con la cabeza, aún tenía el carro que había robado por lo que subió con prisa y juntó los cables para que el motor rugiera en segundos después. Arrancó con fuerza, haciendo que el color negro de las llantas pintara el grisáceo suelo. Admiró con una sonrisa como los policías volteaban a verlo con incredulidad. Asomó la cabeza por la ventana y agrando su sonrisa.

-Alcáncenme si pueden -y arrancó, sin esperar a ver que los policías lo siguieran.

La sonrisa que había puesto para darle arrogancia a su momento de escape, desapareció de su rostro al saber que probablemente Namjoon escaparía, que no lo volvería a ver y que también posiblemente lo atraparan.

Jodida buena suerte la suya.

⚪⚫⚪⚫⚪⚫

Namjoon seguía recargado en la pared del cuarto, tan callado como podía, esperando escuchar algún ruido que lo hiciera salir corriendo del lugar como Yoongi le había ordenado. Era estúpido darse cuenta que estaba obedeciendo a su secuestrador pero... creía en él, creía en sus palabras y por eso seguía ahí, por esa razón no pensaba abandonar a Yoongi.

El pánico lo inundó, ¿Qué haría ahora? Parecía que Yoongi no esperaba las patrullas, parecía que más bien estaban escapando de otra persona, pero ¿De quién? Namjoon se separó de la pared cuando escuchó el sonido de las sirenas alejarse, sus piernas temblaban por el miedo de encontrarse con algo que no quería. Buscó con la mirada algo con lo que defenderse, sin embargo, no había absolutamente nada. Aún si nadie había entrado en la casa, él iría corriendo al club, en busca de ayuda, en busca de J-Hope.

Su delgada playera se le pegaba a la piel debido al sudor, fue entonces que notó el pequeño ropero que había y vio una enorme sudadera, supuso que sería de Yoongi, por lo que, aún temblando; se quitó la playera y se coloca la sudadera. El olor a tabaco mezclado con otro olor extrañamente dulzón lo tranquilizó: olía exactamente a como olía Yoongi.

Salió del cuarto y parpadeó varias veces al notar que no sabía qué hacer, debía ir con J-Hope, si pero, ¿Y si le pasaba algo en el camino? Caminó por el largo pasillo de la casa y de la cocina sacó un cuchillo y abrió más cajones buscando otra cosa que llevar y poder defenderse.

Namjoon sabía que no era una coincidencia que hubiera una navaja ahí, tal vez Yoongi de alguna manera intuía que algo malo iba a pasar. Tal vez no, ¿Quién sabe? Tomó la navaja y la guardó en el enorme bolsillo que tenía la sudadera en medio en la parte baja de ésta. Y con el cuchillo en la mano, caminó hasta la puerta, tomó varias bocanadas de aire antes de abrir la puerta.

Y cuando la abrió, alguien se le echó encima haciéndolo caer al piso, su cabeza golpeó fuertemente contra el el piso de cemento, su visión se volvió borrosa de repente y parecía como si le hubiesen puesto tapones en los oídos porque escuchaba todo como si fuera un eco, intentó levantarse del piso pero se detuvo al sentirse demasiado mareado para hacerlo.

Pudo escuchar con dificultad como la puerta se cerraba de un fuerte portazo, al instante sintió como algo de líquido salía de su nariz y se escurría de manera lenta, parpadeó repetidas veces, intentando recuperar la visión, esta volvía poco a poco pero aún veía un poco borroso.

-Por fin solos -escuchó una voz extraña, jamás la había escuchando, aunque sus oídos parecían taponeados, pudo percatarse de eso-. Qué fácil fue deshacerse de ese chaval.

Sintió como jalaban sus brazos, obligándolo a pararse, sus piernas temblaron y sintió que volvía a caer, pero los fuertes brazos que lo sostenían, no lo dejaron caer. Pudo notar que se trataba de un hombre, alguien demasiado alto y demasiado musculoso por el tacto, su visión se empezó a tornar negra poco a poco. Como si le estuviesen tapando los oídos con una venda pero él sabía que no era así y empezó a entrar en pánico. Con las pocas fuerzas que le quedaban, trato de no desmayarse, tenía que escapar.

-¿Quién... eres? -logró preguntar, obligándose a mantener los ojos abiertos, el golpe en su cabeza había sido demasiado duro.

Aquel hombre río incrédulo.

-Parece que está de moda no saber quién soy -chasqueó la lengua, cargando a Namjoon como un costal, abrió la puerta principal, saliendo de la casa con tranquilidad-. Mi nombre es Jackson, grábatelo bien.

⚪⚫⚪⚫⚪⚫

Namjoon abrió los ojos lentamente, sintiendo fuertes punzadas en la cabeza, gimió de dolor y dejó que su barbilla chocara contra su pecho,sentía incluso que le pesaba la cabeza. Cerró los ojos, sintiéndose demasiado cansado para mantenerlos abiertos, no sabía que había pasado, sintió algo escurrirse de su cabeza, un frío líquido que lo hizo estremecerse.

Alzó la mano para tocarse la cabeza pero fue hasta entonces que se percató que sus manos estaban amarradas, abrió por completo los ojos, ignorado las punzadas en las sienes, miró a su alrededor, no reconoció el lugar, estaba totalmente vacío, no había luces, él estaba sentado en una esquina. Miró sus manos, dándose cuenta que estaban amarradas con abrazaderas de plástico. Sus pies estaba libres para su alivio.

Intentó pararse, recargando la espalda en la pared e impulsándose con las piernas, pero no lo logro, sus piernas parecían estar demasiado tensas, entumidas más que nada. Su trasero golpeó con fuerza al piso, se sintió frustrado.

Como si fuera bueno escapando, de todas maneras.

El fuerte dolor de cabeza seguía estallándole la cabeza, torturándole más. Sentía que iba a vomitar, su estómago estaba demasiado revuelto y aún sentía líquido escurriéndose por su cabeza, suponía que era sangre.

Recordó todo del golpe, hasta entonces. Y un grito escapó de sus labios sin poder evitarlo, se dejó caer en el piso, retorciéndose por el dolor de cabeza, era aún peor que la migraña. Sintió ganas de estrellar su cabeza contra al piso, tal vez eso aliviaría el dolor... o no.

-¡Cállate, mierda, cállate! -escuchó una voz lejana, pero no le hizo caso y siguió gritando a todo pulmón, su garganta empezaba a picarle pero su cabeza parecía que iba a explotar en cualquier momento.

Una fuerte patada fue la que lo hizo callar, empezó a toser con fuerza, viendo como la sangre salía de su boca, sus ojos se le llenaron de lágrimas por el dolor. Alzó la mirada con la visión borrosa, parpadeó para deshacerse de las lágrimas molestas, y entonces lo vio, aquel hombre que se hacía llamar Jackson estaba frente a él, rojo por el enojo.

-Mierda -gimió, sabiendo que este era un secuestro de verdad.

Sentía el sabor metálico de la sangre en su boca, le provocó náuseas. Sus mejillas estaban mojadas por las lágrimas y no tenía intención de moverse de la posición fetal en la que se encontraba. Jackson se puso de cuclillas frente a él y lo miró con una sonrisa burlona en la boca, Namjoon ni siquiera tenía fuerzas para decir unas cuantas malas palabras.

-Que apetecible te ves todo sangrado y débil.

Namjoon levantó su mirada, chocando contra la mirada de Jackson, quiso poner una expresión incrédula, pero se quedo inexpresivo. Se sentía demasiado mal, más lágrimas abandonaron sus ojos, no valió nada que Yoongi se hubiese ido distrayendo a la policía, aún así, él estaba en peligro. No, los dos estaban en peligro, lo sabía. Y se golpeó mentalmente por no haber insistido en que ambos escaparan por esa ventana y corrieran lejos.

Jackson le dio una fuerte cachetada en la mejilla, notando lo distraído que estaba. Gimió de dolor y escupió sangre, su respiración estaba muy agitada y sus ojos solo mostraban pánico.

-Podría tomarte aquí y ahora -escuchó el gruñido de Jackson. Intentó pararse aún con la boca y la cabeza llena de sangre y con las piernas tan débiles, su corazón empezó a bombear más rápido, Jackson se había bajado la cremallera de su pantalón y eso, definitivamente, era peligroso.

Logró mantenerse de pie, usando la pared como apoyo, sus manos estaban
demasiado apretadas con esa abrazadera, estaban totalmente rojas y apenas si podía respirar debidamente.

-No te atrevas a tocarme -refunfuñó, logrando articular las palabras con bastante rabia en ellas.

-Oh -Jackson soltó con burla, riéndose fuertemente-. Pero si fuera Yoongi estarías ya gimiendo como una perra, ¿cierto? ¿¡cierto!?.

-Él es diferente.

Sus fuerzas poco a poco regresaban a él, sentía claramente como la adrenalina le recorría el cuerpo, quería golpear, gritar, correr, escapar e ir a buscar a Yoongi. De repente, otra cachetada lo sacó de sus locos pensamientos. Tenía que escapar y esta vez lo tenía que hacer en serio, Jackson no tendría piedad con él. Pegó su cabeza a la pared, tratando de ignorar la picazón que la cachetada le había causado. No podía llorar, tenía que ser fuerte.

Namjoon solía creer que si él pensaba las cosas, podría hacerlas al momento. No se ponía a pensar que si quería cambiar sus sentimientos necesitaba tiempo. Él nunca fue una persona que aguantase las lágrimas si se sentía estresado, tampoco cuando entraba en pánico y eso no iba a cambiar en segundos.

Su cuerpo fue estampado contra la pared, se golpeó fuertemente la mejilla cuando está dio contra la pared. Ni siquiera era capaz de poner las manos debido al amarre. Jackson bajo su pantalón con bruscos movimientos, y fue en ese momento que empezó a llorar.

Justo lo que no quería hacer, lo hizo.

-Tu siempre debiste estar aquí, Yoongi y su gran defecto de creerse superior a mi, estúpido chaval.

Jackson empezó a bajar su pantalón y su pánico aumento, la adrenalina seguía en él, tenía miedo y no paraba de moverse como un caracol con sal encima. Un fuerte puñetazo en la costilla lo dejó inmóvil por unos segundos, recargó su frente en la pared y dejó escapar un fuerte jadeo, esperaba que no le hubiese roto una costilla, aún lo dudaba, sin embargo el dolor era demasiado fuerte.

-Tan delgado, con la cintura estrecha, infiernos, eres perfecto - Jackson susurró contra su oído, sus pantalones ya estaban abajo y su trasero estaba al descubierto, sintió impotencia.

Y entonces hizo lo único que se le ocurrió para librarse de la posible violación, echó la cabeza hacia atrás con todas las fuerzas que le quedaban y escuchó algo crujir, su cabeza dolió también y aún la sentía mojada, pero el miedo a que lo violaran era mayor a preocuparse por un chichón en su cabeza.

Jackson se echó hacia atrás con un gemido de dolor y Namjoon inmediatamente se volteó y subió sus pantalones con torpeza pero con rapidez. Jackson estaba encorvado, con amabas manos en su nariz, Namjoon casi sonríe cínicamente al ver la sangre escaparse de sus manos. Le había roto la nariz, extrañamente se sintió orgulloso por eso.

Se apegó más a la pared y empezó a alejarse de Jackson, al ver sus movimientos, éste alzó la cabeza y Namjoon pudo apreciar mejor como su nariz estaba totalmente destrozada, desviada del tabique y sangre que salía a montones de esta, le hizo estremecer.

-Te vas a arrepentir, niñato -y sin más, Jackson salió de aquel lugar, dejándolo solo a Namjoon.

Se dejó caer en el piso, soltando un suspiro de alivio. El bombeo alocado de su corazón, empezó a calmarse con el pasar de los minutos, dejó caer su cabeza hacia atrás, y se echó a llorar. Tenía miedo, esta vez era un secuestro real por más tonto que sonase. Él no era Yoongi y no lo iba a tratar igual, tal vez ni siquiera se molestaría endarle comida y agua.

¿Qué había hecho? Todo había sido su culpa, había dejado que Yoongi se fuera, y temía por él. Temía por lo que fuera a pasar, se acurrucó en la esquina de aquel lugar que parecía Una cochera mal cuidada. No quería dormir, tenía miedo de que al despertar, Jackson intentara violarlo una vez más. Pero estaba tan cansado que ni siquiera se dio cuenta de cuando cayó rendido en el piso.

⚪⚫⚪⚫⚪⚫

Namjoon vomitó una vez más mientras sentía su estómago doler por las arcadas. El sudor perlaba su frente y cuerpo, sentía demasiado calor. Y cuando por fin dejó de vomitar, se pegó a la otra esquina del lugar, alejándose todo lo posible del lugar donde había vomitado, tocó su frente, dándose cuenta que tenía calentura.

«Lo que me faltaba», Namjoon se regañó internamente, su cuerpo se sacudía en fuertes temblores, su calentura, supuso, era demasiado alta. No sabía a qué se debía su estado, ya había pasado un largo tiempo desde que Jackson lo había intentado violar y, como Namjoon supuso, no había recibido nada de comida, ni una gota de agua. Y el sabor en su boca del vómito era aún peor, pues había vomitado la bilis. Se sentía mal, desorientado.

Acariciando la pared con las yemas de sus dedos, sonrió con cansancio, extrañando repentinamente cuando Yoongi le iba a molestar cada cierto tiempo. Su corazón empezó a latir como loco cuando recordó como follaron llevando en práctica las frases de su tatuaje, sus manos seguían unidas por la abrazadera de plástico, sus muñecas empezaban a ponerse moradas por la presión.

Cerró los ojos y recargó su frente en la pared, sus manos apretaban su estómago, como si intentara que el dolor desapareciera con ese acto. Pensó en la sonrisa de Yoongi, en sus burlas y caricias... le echaba de menos, demasiado para ser sano.

Al quedarse callado por completo, normalizando su respiración se percató de que sonaba una melodía de piano totalmente conocida para cualquiera. Frunció el ceño pero no hizo ningún ruido, en realidad la música de piano le gustaba, le relajaba y sabía apreciarla, sin embargo, había una que otra sonada que le daba miedo y le recordaba a todas las películas de terror que había visto.

El volumen de la canción aumento, su cabeza empezó a retumbar fuertemente. Aún entre la inconsciencia, sus párpados se abrieron totalmente al ver a Jackson entrar con una copa que contenía un líquido rojo, Namjoon supuso que se trataba de vino. Parecía ebrio y la música con la puerta abierta sonaba aún más fuerte, cerró uno de sus ojos al sentir como su dolor de cabeza se iba convirtiendo en migraña.

-¿Qué tenemos aquí? -Jackson habló, sonriendo un poco y echando su copa hacia adelante, como si estuviera haciendo un brindis-. Te ves asqueroso.

Namjoon quiso soltar un bufido y enseñarle el dedo medio, pero ni fuerzas para eso tenía, así que se quedó viéndolo, esperando que el desprecio que sentía por él, se transmitiera por la mirada. Y al parecer lo consiguió pues Jackson río y tomó un trago del vino.

-Para Elisa de Beethoven, mi sonada favorita -Jackson habló, arrastrando las palabras-. Da ese sonido especial de suspenso, ¿no crees?

Namjoon no respondió, se limitaba solo a observarlo y mantenerse despierto, el miedo a que se quedara dormido y cuando despertara Jackson estuviera intentando violarlo de nuevo le provocó arcadas. Al no recibir respuesta, Jackson se tomó todo el vino de la copa y se acercó a él con largas zancadas para después soltarle una patada en el estómago que lo hizo caer al piso mientras tosía sangre.

Recibió más golpes que dolían como la mierda, pero el dolor en su estómago era mayor, aún seguía vomitando sangre y sentía que se iba a desmayar si no cesaban los golpes, Jackson detuvo su ataque y se echó hacia atrás, al notar el aspecto de Namjoon sonrió y salió de aquella habitación dejando la puerta abierta. Namjoon pudo mirar solo una sala acogedora, sintiéndose incrédulo al ver lo ordenado y limpio que se encontraba.

Namjoon intentó pararse del piso, sosteniéndose de la pared, no tenía nada de fuerzas pero las ansias de escapar eran mayores. La puerta estaba abierta, Jackson estaba ebrio y no había mejor oportunidad para escapar en ese momento. Pero la idea fue desecha cuando Jackson regresó con un bote grande lleno de agua, Namjoon miró aquel objeto con ansiedad, se moría de ganas por probar una gota de agua.

-Puedes tomar cuanto quieras, chaval -Jaxkson aventó el bote de agua y Namjoon, con torpeza, logró abrirlo, sus manos dolían por el esfuerzo y la abrazadera no ayudaba mucho-. Déjame ayudarte con eso.

Tembló de miedo cuando lo vio acercarse a él, empezó a gritar varias incoherencias al ver como sacaba una navaja de sus jeans obscuros. Cerró los ojos, esperando a sentir el dolor de una cortada, sintió como jalaba sus brazos y abrió los ojos con temor, sin embargo lo que pasó no era lo que esperaba, Jackson había cortado la abrazadera con la navaja.

Al instante sintió como su sangre empezaba a circular normalmente, suspiró aliviado. Definitivamente Jackson estaba demasiado intoxicado del alcohol para hacer semejantes cosas a su víctima, Namjoon pensó. Pero bebió agua rápidamente, sintió un extraño sabor cuando terminó de beber lo que necesitaba, hizo varias muecas y escucha la risa histérica de Jackson, alzó la mirada confuso.

-No lo puedo creer... ¡hip! -Jackson hipo pero eso no le causó gracia alguna a Namjoon, temió que el agua que había tomado fuera cloro o algo parecido-. ¡Has tomado agua de la llave, tremendo chaval, eres tremendo!

Namjoon no río pero soltó un leve suspiro de alivio al saber que no había tomado cloro, se hizo un ovillo en la esquina de la cochera, evitó hacer contacto visual con Jackson, temía que algo le pasara si dijera algo fuera de lugar, aún tenía que pensar como salir de ahí y buscar a Yoongi. Se preguntó vagamente si J-Hope estaría intentando buscarlo, casi río por la idea tan absurda.

-Estúpido niñato -la risa de Jackson paró, por lo que Namjoon movió sus ojos con pereza a los de Jackson, una sonrisa cínica apareció en su rostro-. Creyendo que Yoongi es un secuestrador, los policías son estúpidos, eh.

Jackson volvió a reír histéricamente y Namjoon frunció el ceño, confundido con las palabras. Su cuerpo tembló, el sabor del agua seguía en su boca y era un sabor un tanto extraño combinado con la sangre que antes había escupido, las ganas de vomitar seguían en su cuerpo pero trató con todas sus fuerzas de no perder la conciencia.

-¿A qué... a qué te refieres? -susurró, carraspeando después de formular aquella frase, su garganta dolía.

-Por dios -Jackson río definitivamente el alcohol era el causante de su comportamiento-. ¿Yoongi, secuestrador? Él estaría siguiendo los pasos de su padre, que es lo que menos quiere por más que lo ame. Yoongi te ha «secuestrado» porque eres su maldita obsesión, sin embargo, yo puse mis ojos primero en ti, así que me perteneces.

Jackson se acercó nuevamente a él y se puso de cuclillas, quedando a su altura, Namjoon intentó huir de su penetrante mirada, viendo hacia sus manos o a otro lugar que no fuera Jackson. Al mayor pareció molestarle la acción de Namjoon, por lo que lo agarró bruscamente del mentón, gimió de dolor, la presión era demasiado fuerte. Pero no le quedó de otra más que mirar fijamente a los ojos contrarios.

-Y será así para siempre, ¿¡Entiendes!? ¡Jamás regresaras con Yoongi! -diciendo esto, Jackson se levantó y rebuscó algo en aquel lugar, Namjoon casi se pone a llorar cómo niño pequeño al ver la cinta americana, había logrado romper el
amarre que Yoongi había hecho con cinta americana, sin embargo, aunque le dolía en su orgullo admitirlo, se había dado cuenta que la cinta que Yoongi había usado no era de las «fuertes».

Dejó que Jackson amarrase sus manos con la cinta y sollozó cuando éste salió de la cochera. Sería demasiado difícil escapar pero lo lograría, fuera como fuera, tenía que salir de ahí.

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