La escuela no es tan mala después de todo, si tienes interés por lo que estás aprendiendo te resultará incluso divertida... ¿A quién quiero engañar? ¡Odio esta maldita prisión! Apenas llevo un par de horas aquí y ya quiero apuñalarme con las tigeras. ¡Qué aburrido!
Entrecerré los ojos y deje caer la cabeza.
¡Pum! Se escuchó en todo el salón.
—Tuan, si tienes mucho sueño puedes salir a dormirte. No necesito holgazanes en mi clase —dijo la maestra.
Levanté la cabeza con muchas ganas de seguir su consejo pero me limité a solo negar.
—No estoy dormido, sólo descansaba la vista —le dije. ¿Acaso algún día dejaría de decir estupideces?
La maestra volvió a dar su clase.
—A ella no le prohibes que te diga Tuan, ¿Es cosa de favoritismo? — escuché junto a mí.
Lentamente giré la cabeza y la ví, me impresioné tanto que me eché para atrás y terminé golpeándome.
—¿Qué haces aquí?
—También intento dormir pero oír que regañan a un Tuan me pareció más divertido.
—Creí que estabas molesta conmigo. Es la primera vez que me hablas en semanas. ni siquiera me dijiste que estabas en mi misma clase —comenté.
—Aprendí a perdonar tu impertinencia, pero eso no quiere decir que somos amigos, así que aprende a tomar tu distancia conmigo. No me hables, no me busques y mucho menos me veas, ¿de acuerdo?
¿Está loca? No pienso hacer eso. Es ridículo, ella necesita amigos y casualmente yo tengo ganas de ser su amigo ¿cuál es el problema? Todos ganamos.
—No creo que...
—No eres tan imbécil para desobedecer ¿verdad? —dijo.
—Eres muy agresiva.
No dijo nada, volteó y prestó atención a la maestra. No me quedó de otra que hacer lo mismo.
[...]
—Insisto en que le hagas caso —exclamó Jackson—. Aléjate de ella antes de que haga más que golpearte en... Tú sabes, el fiel amigo.
—Hay algo en ella que me dice que no quiere lastimar a nadie, pienso que un amigo no le haría daño. Todos necesitamos de un amigo.
—Pero tú no tienes que correr el riesgo de morir sólo por ser su amigo. Si ella quisiera un amigo, no asustaría ni alejaría a nadie.
Jackson tenía razón, ella como todos, podía tener a los amigos que quisiera. Mas los alejaba ¿por qué? ¿No quería tener amigos?
Decidí que me encargaría de que ella tuviera amigos sin importar las veces que me golpeara y alejara.