La Élite de New High

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Si entras ya no sales. Si eliges, hazlo bien. Si te enamoras que no sea de ellos. La preparatoria... 更多

Sinopsis
El fetiche de Claire
Las emociones recelosas de Claire
La Regla de la Élite
El mensaje de Ethan
Detención
Cupido por un día
La confesión de Ethan
Las vacaciones de la Élite
Una cita no planeada
Bora Bora
Tyron Makenzie
Felices 18 Claire
El plan de Ashley y Lily
El parque de diversiones
La casa de los Levinson
Los juegos del hambre
El sembradío de girasoles
El secreto de Ashley
El club de los corazones destrozados Pt.2
La cena de caridad de los Levinson
La cena de los Levinson Pt. 2
Nuevos miembros en New High
Club deportivo: Krone
Ultrafialový night club
Un día lluvioso
La musa de Chad Strasser
AVISO: SUCESO EN MÉXICO
Pool-Party
"Entre broma y broma, la verdad se asoma"
Tutorías de química
La carta
Un vestido color lavanda
Vuelo a Londres
Epílogo
Capítulo extra: Un anónimo para Tyron
Capítulo extra: La sesión para Calvin Klein

El club de los corazones destrozados

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*CANCIÓN DE TYRON Y ASHLEY*

La vida de Ashley no eran tan simple a como todos creían. Para sus amigas, e incluso para Charles y Jared, no era más que el juguete del su círculo social. Pensaban que podían manipularme a como ellos querían, porque Ashley se dejó unas veces cuando recién había entrado a La Élite de New High.

Pero no sólo tenía que lidiar con las frenéticas amistades que se había creado, sino también con la sombra de su hermano mayor, el cual se acababa de recibir en su carrera y recién egresado ya se encontraba con un magnífico trabajo. Las buenas calificaciones, el tener que comportarse, calificar para las competencias de equitación y tener que ganarle a Meredith Williams..., sin agregar la presión porque parecía que su suerte en el amor no iba en aumento.

—Ashley, ¿tenemos que entregar algún trabajo esta semana? —le preguntó Serena, mirándose en el espejo de cuerpo completo, modelando para sí misma los conjuntos que se había comprado hacía un par de horas.

—Sí, un proyecto de historia. También tenemos el examen de certificación de inglés.

—There's no problem, isn't it? Whatever... —agregó, mirando el celular, ya que le había llegado una notificación—. Adam me está preguntando si vamos a hacerle una fiesta a Giovanna por su cumpleaños.

—¿Una fiesta sólo para —Ashley contó con los dedos de las manos los pocos amigos que era— nueve personas? Sería mejor salir a algún lado.

¿Salir a algún lado? —le replicaron desde la bocina del celular de Serena— Gio va a cumplir sus dieciocho años, podríamos irnos de Spring Break a México, o planearle una hermosa cena para ella y Adam, pero ¿tú quieres salir?

—Tiff... ¿Quieres hacer una fiesta cuando no somos muchos los miembros de la Élite?

Sí, hay que hacerle una fiesta épica. ¿Qué te parece hacerla en tu casa Ash?

Serena miró a su amiga, para saber qué gesto ponía y entonces empezar a discutir sobre eso.

—No creo que a mis papás les importe, pero tendrá que ser en el penthouse que tenemos. Tiene una vista magnífica, y...

—Sí, sí, como sea Ashley —la interrumpió Serena, con un tono que mostraba desinterés en lo que decía la rubia—. Tiffany ve avisándole a todos de la fiesta sorpresa para Gio... Su cumpleaños es el sábado, ¿cierto?

Exacto, el próximo sábado. La podemos hacer ese día, en la noche... ¡Y que piense que nos hemos olvidado de ella, incluso hasta Adam!

—Perfecto Tiff... Ashley de seguro arreglará todo para el sábado.

—¿Qué? ¡Tengo muchos deberes! —exclamó la rubia de ojos azules—. ¡No puedes quitarme mi tiempo!

—Debo colgar Tiff —Serena apretó el botón para finalizar la llamada—. ¿Escuché bien Ash? ¿Acaso te negaste a llevar a cabo los preparativos de la fiesta de Gio? —Se acercó a ella—. Sé que estás muy ocupada, pero ella también es tu amiga.

—Tengo que hacer los proyectos, recordarles que lo hagan, ir a mis clases de equitación para el torneo; aparte de me ofrecí a darle tutorías a Ian, sin mencionar que mi madre está atolondrada para planificar una cena con mi hermano y entonces me dejarán los preparativos a mí. ¿Y aún así quieres que me haga cargo de eso? ¡Estoy haciendo mucho con prestarles mi apartamento!

—Pensé que era de tu padre...

—¡NO! ¡ES MÍO! —gritó Ashley, harta de esa situación—. Si quieren una fiesta organícenla ustedes. Ahora por favor vete Serena, tengo que terminar las tareas de geografía.

En cuanto la castaña salió de la enorme habitación, Ashley se dispuso a soltar lágrimas llenas de frustración. Estaba tan estresada que sólo esperaba fallar en algo y que todos se lanzaran sobre ella para criticarla. Criticar a la perfecta Ashley Griffin, todo un pecado.

Le mandó un mensaje de texto a Lily para pedirle ayuda con todos los deberes que tenía. La pelirroja no fue a su encuentro, pero hicieron una video-llamada y entonces cuando ya estaban a punto de despedirse Ashley le pidió que le ayudara a organizar la fiesta sorpresa de Giovanna.

Al día siguiente llegó un poco rezagada a la escuela, ya que no quería levantarse. Caminaba hacia los casilleros con la mirada fija en el suelo, como para constatar que seguía caminando. Pensaba en todo lo que tendría que hacer hoy, cuando tropezó con alguien.

—¡Cuidado Griffin! Si no te he agarrado te hubieras dado de bruces contra el suelo.

Ashley alzó la mirada y vio a Ian, sonriente. Sólo por un minúsculo instante dejó las labores del día de hoy en el lugar más recóndito de su cerebro.

—¿Estás lista para poner a prueba tu paciencia una vez más conmigo? —Ashley abrió los ojos tanto que parecía no tener párpados. Se le había olvidado que hoy eran las regularizaciones de Ian—. Se te olvidó cierto...

—Perdóname Ian —Soltó un suspiro—, he tenido tantas cosas que hacer que se me ha olvidado por completo. Pero tranquilo, gracias por recordarme.

—Si en realidad estás ocupada podemos dejarlo para otro día —dijo Ian, humedeciéndose los labios. Ashley negó con la cabeza—. Entonces, ¿qué te parece si no son regularizaciones de química? ¿Te gustaría ir por un café? Yo invito.

El corazón de la rubia se aceleró. Había esperado unas semanas para que Ian otra vez la invitara a salir. Diría que sí, a no ser por los entrenamientos de equitación. Se lo pensó más de dos veces, haciendo que Ian empezara a dudar por alentarla a salir con él.

—Me parece bien. Sólo hay una cosa... Tengo entrenamiento para mi torneo de equitación y tengo que llegar temprano.

—Sí me dejas te puedo llevar hasta allá.

Se fueron a sus salones por separado, pero listos para ir por un café en cuanto terminaran las clases. Al llegar al salón Ashley vio a Serena hablar con Charles de una manera que le hizo pensar que de nuevo se habían reconciliado.

—Ah, ahí estás Ashley... —dijo Charles, acomodándose el saco—Lamento decirte que no hay lugar para ti hoy aquí. Hemos llegado cuando ya los asientos habían sido ocupados.

—¡Vaya forma de tratar a tus amigas Charles! —le recriminó Giancarlo, quien acababa de llegar y había dejado su mochila en forma de portafolio en una de las sillas—. ¿Todo esto es porque Ash —La agarró de los hombros y la acercó a él en modo de protección— se quiso dar un tiempo para ella, y no accedió a lo de Gio?

—No te metas Carlo... Contigo no tenemos ya la misma paciencia que antes por lo de...

—Por lo de Lauren, lo sé, Serena.

—Sólo venía a decirles que organizaré la fiesta del próximo sábado —habló Ashley. Serena alzó una ceja, complacida—, pero tendré ayuda de Lily. Así que estará invitada, al igual que Lauren, Tyron e Ian. ¡Y si se oponen entonces tendrán que encontrar a alguien más que planifique todo!

—¡Vaya, vaya! ¡La pequeña Ashley por fin se ha revelado! —dijo Jared, sorprendido—. Será mejor que acepten, porque las fiestas de Ashley son épicas.

El que aceptaran su propuesta le había subido de nuevo la autoestima a Ashley, ya no se dejaría de nadie, ni sería manipulada para otras cosas. Durante todo el día estuvo con una sonrisa en la cara. Tanta era su alegría que hasta Lily le preguntó que le sucedía y le contó todo.

Para la mitad del receso Ashley estaba terminando de desayunar mientras platicaba con Claire, a quien no le había agradado tanto la idea de no pasar ese rato con sus amigos. Al principio del almuerzo se sentía una tensión enorme entre todos. Las discrepancias iban en ascenso al igual que los celos.

—Iré a la cafetería, ¿quieren algo de ahí? —le preguntó Ashley a sus amigos.

—Voy contigo. Claire fue a darle unos apuntes a Tyron y de seguro se va a tardar —Ethan se paró y caminó a su amiga. Cuando ya estaban unos pasos más adelante se atrevió a volver a hablar—. Necesito tu opinión sobre algo.

—Seguro, pequitas. ¿Qué pasó?

Ethan le contó el plan que tenía para proponérsele a Claire. Cada detalle estaba planificado para que no tuviera fallas ese día. Cuando Ashley miraba a su amigo, veía que sus ojos del color de la almendra tenían un brillo que nunca antes le había visto. Para al final de la explicación del pelinegro, ella ya estaba asintiendo con la cabeza para darle su aprobación.

—Entonces llegarán algo tarde a la fiesta de Giovanna, por lo que escuché.

—Sí, pero ya no quiero perder más tiempo. ¡Gio ni se dará cuenta que faltamos en la fiesta por estar con Adam y Serena!

—Tienes razón. De todas formas por cualquier situación que se presenté te cubriré. ¿Ya le has contado a Carlo?

—¿¡Contarle a Carlo la forma más genial de pedirle a alguien que sea tu novia!? ¡No! No quiero que se me adelante y tome mi plan para con Lauren.

Al sonar la campana volvió todo a la normalidad, y con ello las preocupaciones y el estrés de Ashley. Giovanna no estaba al tanto de porque los otros traían miradas rencorosas con ella, pero se mostró compasible con su amiga y en esa ocasión dejó a Serena y a Tiffany a un lado para mostrarle apoyo a Ashley y ayudarla en sus miles de tareas.

—Esperaré a que te vayas y después me voy con Adam —le dijo Giovanna, ayudándola a guardar sus cosas en su mochila.

—Gracias Gio, pero me voy a ver con alguien saliendo de aquí —Vio la forma en la que la miraba con esos ojos de un claro azul que se podía confundir con el gris—. Voy a dar tutorías... No es otra cosa.

—Que mal... ¡Pensé que tendrías una cita! Ahora que lo pienso, creo que Jayden está soltero, no estaría mal programarte una salida con él.

—Por el momento me encuentro bien así —Se colocó el aza en el hombro—. Te veo mañana Gio.

Iba camino a la biblioteca para su encuentro con Ian cuando lo vio, y no estaba solo. Claire estaba con él, y estaban riéndose con demasiado ánimo. Entonces ahí comprendió que por más que a ella le gustara, él nunca se fijaría en ella en la misma forma, porque Ian estaba hipnotizado por Claire y eso difícilmente cambiaría.

—¿Te pasa algo Ashley? —preguntó Lily, quien iba pasando por ahí y vio a la rubia dejar de avanzar.

—Nada, es solo que... Ya sabes que me gusta y... Pensaba que Ian y yo estábamos señalados para poder estar juntos, pero ahora veo que nunca fui señalada junto a él —Le sonrió a su amiga y se fue de ahí, aguantándose las ganas de llorar.

En la noche, cuando había llegado de su entrenamiento y acabado las labores académicas, entonces revisó los mensajes y vio que Ian le preguntó por qué se había ido sin decirle.

Con el estrés como su mejor compañera, se le fueron las semanas con rapidez, y cuando menos vio ya estaba a un día de que la fiesta de Gio se llevara a cabo. El viernes por la tarde estaba de un lado a otro.

—Señorita Griffin, hay un muchacho buscándola. ¿Le hago pasar, o le digo que no se encuentra?

—¿Un muchacho? —se extrañó Ashley—. ¿Rubio, de ojos azules y alto?

—Así es. ¿Qué le digo, señorita?

—Hazlo pasar.

No tardó ni cinco minutos en aparecer Ian por el marco de la puerta. Llevaba unos jeans negros y una playera blanca.

—Las tutorías de viernes —le recordó—. Pero si estás ocupada lo entenderé.

—¡No! Siéntate. Deja voy por mis apuntes de química.

Durante las dos horas de tutorías el celular de Ashley no paraba de recibir mensajes y llamadas de Serena para constatar que estaba todo listo para mañana.

—¡Genial! ¡genial! —exclamó con sarcasmo la rubia. Llevó la frente al cuaderno y ahí se quedó un buen rato.

—¿Ocurre algo?

—¿Algo aparte de que no sé con quién ir a la fiesta de mañana, en donde le dije a todo mundo que estaría acompañada; y cuando me vea Giovanna sola irá por el odioso de Jayden Hayes para que tenga una cita con él? No, no hay nada más que eso.

—Qué mala suerte... —Ian pausó la oración—. Si quieres puedo ir, y cuando suceda eso sólo dices que fuiste conmigo.

—¿En serio? —Ashley volvió a levantar la cabeza—. ¿Harías eso por mí?

—Sí, seguro. Además, ahí va a estar Claire, ¿no?

El corazón de Ashley sufrió un estrujamiento fatal al escuchar esas palabras.

—Sí, ahí va a estar —afirmó ella, notando su desilusión.

A la mañana siguiente Ashley recibió una llamada de Claire, para ver si la acompañaba a comprarse algo para la fiesta de la noche. Ashley accedió a la invitación, por dos motivos: El primero era que quería ver la emoción de Claire, ya que Ethan le había hecho saber que primero irían a cenar y después a la fiesta, entonces Claire se quería poner algo para la ocasión; y la segunda era que ella tampoco tenía algo para ponerse para en la noche.

Pasaron varias horas en la plaza en busca del atuendo indicado para cada una de ellas. Al poco tiempo de haber empezado la búsqueda de ropa se les había unido Lauren y Lily, y empezaron a hablar de sus amores y desamores. Al final quedaron de verse en la fiesta.

Cuando Ashley estuvo arreglada ya era hora de trasladarse a su apartamento y ver que todo estaba en orden. Estaba emocionada porque sabía que Ian iría como su invitado y tal vez como su pareja.

El primero en llegar al lugar fue Tyron. En lo que llegaban los demás la ayudó a resolver algunos detalles sobre las bebidas y las botanas que se darían en la fiesta. En lo que hacían esas cosas Tyron le contó que estaba a punto de invitar a salir a Lily. Él se refería a la pelirroja de una forma que cautivaba a cualquiera que lo escuchara, te hacía enamorarte de ella sin siquiera saberlo.

—¿Puedes guardar esta botella de whiskey en algún lugar que no te acuerdes después? Es por Charles...

Sonó el timbre del apartamento.

—Seguro.

El apartamento se empezaba a llenar de personas, de amigos y conocidos. Ashley y Tyron entonces se separaron, porque la Gran Élite no sabía que ellos se hablaban y no quería empezar una escena para explicar qué hacía él ahí.

Uno de los chicos de la Élite de la escuela preparatoria de Westwood tomó el control de la música y empezó a hacer una mezcla con la que daban ganas de bailar. Para ese entonces la terraza del apartamento y él mismo ya estaba lleno de personas moviéndose al sonido de las melodías.

Ashley salió por un momento a la terraza y se encontró con Tyron mirando la ciudad. En ese momento Ian se encontraba cruzando la puerta, y estaba buscando a su amiga de rubia cabellera.

—Es una vista espectacular —comentó el castaño, sin apartar la vista ni un segundo de las luces de la ciudad.

—Lo sé —Ashley sonrió. Dio media vuelta y notó que Lily había llegado por fin—. Acaba de llegar Lily.

—¿En serio? Bueno... Entonces al rato le hablaré.

—¿Qué? ¡NO! —Escuchó que alguien la llamaba a lo lejos. Miraba por todos lados hasta que vio a Ian alzando las manos para que lo visualizara—. ¡Ve por ella! ¡Invítala a salir! Anda Tyron, ten las mismas agallas que tuviste cuando golpeaste al pecoso —Lo aventó hacia la multitud.

Caminó hacia donde estaba Ian. Se sentía ansiosa. El revoloteó en el estómago le comenzaba con más intensidad. Se preguntaba si estaba bonita, si el maquillaje no se había corrido y si el aliento todavía lo tenía con olor a menta.

—¡Hola! —gritó Ashley, para que le escuchara el rubio—. ¿Apenas llegaste?

—Llevo unos minutos aquí —le contestó Ian, del mismo modo que ella había hablado—. ¿Qué tal te la has pasado? ¿Ya llegaron todos?

—Bien... —No pudo decir nada más porque Giovanna le estaba haciendo señas para que fuera con ellos—. ¿Me acompañas con mis amigos? —Ian asintió con la cabeza.

Él recordó lo que le había dicho su amiga ayer por la tarde, entonces entrelazó su mano con la de ella.

—¡Ash, muchas gracias por la fiesta! Es increíble la vista que tiene esto. Este ventanal es hermoso, y ni digamos algo de la terraza... ¡Muchas gracias! —agradeció Giovanna. La abrazó y se dio cuenta del chico de alta estatura que estaba con ella—. ¿Qué hace aquí Ian?

—Lo invité porque...

—... Soy su cita —habló Ian, salvándola de decir cualquier tontería—-. Hemos estado saliendo, y creo que era hora de decírselo a ustedes.

—Sí, Ian es mi cita... Él y yo somos novios —Adam, quien estaba escuchando todo, iba a replicar algo, entonces sin pensarlo dos veces Ashley se volteó, se puso de puntas y besó a Ian en los labios.

Para ella ese beso había sido todo lo que había anhelado desde que empezó a hablarle a Ian y darse cuenta del gran partido era. Todas esas mariposas en el estómago no paraban, e incluso sintió como una corriente eléctrica le recorría todo el cuerpo.

—¡Muy bien, muy bien! —interrumpió Tiffany— ¡Váyanse a besuquear a otra parte! Y agradece que estámos de ánimos y no te diremos nada sobre esto... Sólo por hoy.

Ian se quedó pasmado, y sólo caminó porque Ashley lo estaba jalando de la mano. Le llegó por sorpresa ese beso que no pareció ser fingido ni forzado. No se dijeron nada por un rato, puesto que ninguno de los dos sabía que decir.

—Ashley —habló el rubio, tomando coraje para lo que diría—, me sorprendiste demasiado con ese beso. Sabes besar, de eso no me queda duda —Curveó los labios—. Salimos una vez al cine, y me ayudas con los temas escolares que no entiendo, eres muy linda, ¡lo eres, créeme! Hemos estado juntos de una forma u otra, pero no quiero que malentiendas todo. Sólo fue un beso, no significó nada. Al menos no para mí —Ashley lo veía con ojos tristes—. Creo que te gusto, al menos eso me has hecho entender con tus acciones y la forma en la que me hablas y te expresas de mí. No quiero ilusionarte y prometerte que haré lo mejor para conocerte y con el paso del tiempo tal vez me gustes. A mí me gusta Claire, a pesar de que el idiota de Ethan la tenga bajo su trance hipnótico...

—Tranquilo —interrumpió Ashley, tratando de no soltar lágrimas. Colocó una mano encima de la de Ian—, yo te entiendo. Creo que fue estúpido de mi parte fijarme en alguien que no gustaba de mí. Disfruta de la fiesta Ian.

Ashley se abrió paso ante la multitud. Algunos de sus amigos, pertenecientes a otras Élites de la ciudad, se quedaron preocupados al verla chillar. Se salió del apartamento sin hacer caso alguno de las preguntas que la hacían. Se quería ir de ahí de inmediato. Caminó hacia el elevador, y apretó el botón para que llegara uno a su rescate.

—¿Te ocurre algo Ashley?

La rubia se limpió las lágrimas. Giró la cabeza y vio a Tyron ahí parado, a unos cuantos pasos de ella.

—Perdón Makenzie, no te había visto... —Controló su respiración—. Sí, estoy bien. ¿Qué haces aquí?

—Te lo diré si tú también me confías qué te pasa. ¿Aceptas? —le preguntó Makenzie, y ella asintió con la cabeza.

Se sentaron en las escaleras, uno en cada extremo de ellas —aunque no era una gran distancia la que los separaba. Tyron empezó a contarle cómo le había ido con Lily, y como ella le había destrozado el corazón al decirle que no le gustaba, y que ni ella sabía el por qué le había permitido tratar de que salieran y que se diera algo.

Después fue tiempo de que Ashley le contara lo sucedido con Ian. Tyron le decía que no le agradaba en lo más mínimo el chico Cowell, y ahora mucho menos y prometió que le daría una paliza idéntica a la que le dio a Ethan hacía ya semanas.

—A veces pienso que mi destino es sufrir —dijo Makenzie—. He estado tras Lily durante tres años y ella no era clara conmigo, y eso me hacía pensar que tenía alguna oportunidad con ella. ¿Sabes qué es lo peor? Qué llegué a un punto en el que no puedo regresar y deshacerme tan fácil de lo que siento por ella. He estado tan enamorado de Lily que mi subconsciente no me permite dejar de quererla.

—Bienvenido al club de los corazones destrozados Tyron.

—Será un placer ser el segundo miembro de este club, siempre y cuando no me abandones a mi suerte, Ashley.

—Dime Ash —le pidió al castaño. Suspiró—. ¿Sabes qué es lo que quiero hacer en este momento?

—¿Qué?

—Dejar este horrible lugar, correr por cualquier lugar y olvidarme que mi corazón ha sido destrozado. Tomar aire y prepararme para el dolor que vendrá cada que lo vea y sepa que yo no soy la persona afortunada de la que gusta.

Tyron se paró y le tendió la mano. Ashley lo miró, confundida por el acto.

—Vamos, ¡toma mi mano! No va a ser peor de lo que sientes en este momento. —Ashley sonrió por inercia y juntó su mano con la de Makenzie.

Makenzie la guió hacia el elevador y apretó de nuevo el botón para que el elevador llegara por ellos.

—¿A dónde vamos?

—A desahogar nuestras penas de desamor con el mundo —contestó Tyron, sin dejar de agarrarle la mano a la rubia.

El elevador tardaba mucho, entonces decidieron caminar por las escaleras. Apenas habían bajado un escalón cuando se escucharon las puertas del elevador abrirse. Se miraron y con tan solo una mirada tomaron la decisión de tomarlo antes de que se fuera.

Corrieron a él, y chocaron con dos personas. Cuando estuvieron adentro del elevador vieron que esas personas eran Ethan y Claire. Las puertas se cerraron y presionaron el botón para estar en la planta baja, pero al llegar al piso cuatro se bajaron del elevador y corrieron escaleras abajo.

Esa noche era ventosa, pero el aire era cálido. Comenzaron a correr por las calles, viendo los autos pasar. Tyron se adelantaba y tomaba de las manos a Ashley para que le siguiera el ritmo. Cuando el aliento se les agotaba se detenían y admiraban el lugar en el que estaban, los pequeños monumentos que se encontraban.

Se sentaban y dejaban que el viento les revolviera el cabello. La sonrisa de Ashley poco a poco volvía a aparecer por los chistes tan tontos que Tyron le contaba. Ambos tenían algo en claro, tenían que despejar su mente del mal de amores que estaban sufriendo en ese momento.

—¿Quieres una dona? —le preguntó Tyron a Ashley, llevándola hacia un carrito que iba pasando, en el cual vendían donas.

—No traigo dinero, lo dejé todo en el apartamento.

—¿Quién dijo que la ibas a pagar tú? —repondió el chico, sonriéndole a Ashley.

Pidieron sus donas, y cuando Tyron las hubo pagado y Ashley le hubo agradecido, él no le dejó comerla sin antes alzarlas y decir:

—Por esas personas que nos hicieron reunirnos para olvidar lo rompecorazones que han sido —Chocaron las donas y empezaron a comérselas.

Caminaron, ahora sin preocupación alguna. Pasaron por una plaza, en la cual las entradas estaban en forma de arcos, había múltiples de ellos para darle entrada a las personas que quisieran estar ahí. Ashley se fue del otro lado, y caminaba siempre viendo a Tyron.

Esa noche había acabado con sus sueños de ser amados por las personas de las que gustaban, pero también había iniciado algo. No sabían qué, pero era algo que los hacía sentir vivos.

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¡ÚNANSE!

Caaaaaaaramelos. ¡Nuevo capítulo! Espero que les guste mucho. Lo escribí con mucho amor. 

¿Qué les pareció? ¿Qué parte les gustó más? ¿CREEN QUE ASHLEY Y TYRON SERÁN ALGO? ¿Cómo creen que Ethan se le propuso a Claire? 

Tengo que agradecerles por los 6.1K de leídos, ¡ya casi llegamos al primer K de votos! Ayúdenme a llegar, porfaaaaaa, se los agradecería mucho. ¡No olviden votar y comentar, amo ver qué piensan de la historia! 

*Mañana dedico el capítulo* 

IMÁGEN DEL CAPÍTULO:

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