BilDip
—V-vamos Bill, ahora no despertaras a Mabel.- susurró Dipper al sentir los fríos labios del rubio sobre su cuello. —nngh...
Bill solía colarse por las noches a la habitación de los Pines, especialmente a ver a su amado castaño, al cual no le había quitado el ojo desde la vez que ayudó a Guideon a "aniquilarlos".
—Si no dejas de gemir así tú serás quien la despierte.
Las manos de Bill se colaron por la camiseta de Dipper quien cubrió su boca con sus manos.
—Podemos arreglar eso- mordió la clavícula del castaño quien soltó un quejido. El mayor tronó sus dedos y en un dos por tres todo se volvió blanco y negro, la imagen de Mabel retorciéndose en la cama se congeló ante la mirada de su gemelo. —¿Lo ves? Ahora podemos hacer todo el ruido que queramos, aunque la idea de hacer que despertaras a tu hermana no estaba nada mal, pagaría por ver tu cara llena de vergüenza mientras Mabel ve cómo te pones cuando estoy dentro de ti. - río burlonamente el mayor, como suele hacer.
La camiseta de Dipper había desaparecido hace rato, su rostro mostraba enojo e indignación
—Vamos... No te pongas así solo bromeaba, - hizo un puchero, sin embargo la cara de molestia no desaparecía del rostro de Dipper. —Si así lo quieres...
Bill atacó uno de los pezones de Dipper haciendo que este reaccionará soltando un gemido de sorpresa y alzando la pelvis, rozando contra el cuerpo del mayor.
—Mírate... Acabamos de empezar Dipper...
—C-cállate... Cipher...
Seguía jugando con sus botones rosados que comenzaban a tornarse rojos por el juego rudo que sostenía el chico rubio de un ojo parchado.
Últimamente el cuerpo del castaño se había vuelto más sensible, pues Bill intentaba visitarle lo más frecuentemente que podía. Y estaba cubierto de chupones y marcas por todo lo que Bill hacía con su cuerpo.
El rubio introdujo una de sus manos en el short azul que traía puesto Dipper, comenzó a masajear el miembro húmedo del menor.
—Me gusta cuando te pones así Dipper... Me haces sentir especial
Continuó con su sucio juego; jugando, estirando y mordisqueando a su antojo con los pezones del castaño mientras que con su otra mano seguía masturbando al mismo.
—Como me gustaría que pudieras verte... Con esas mejillas pareces una manzana, roja y jugosa, - ante esa palabra apretó el falo ajeno haciendo que Dipper abriera las piernas —Voy a comerte... Voy a disfrutar tu cuerpo hoy como nunca.
La seductora voz de Bill llegó hasta los oídos del menor quien alcanzó el orgasmo ante las palabras de este.
Cada vez estaba más convencido, solamente las palabras de Bill lograban encenderlo de tal manera.
Una sonrisa se pintó en los labios del mayor al escuchar que Dipper decía su nombre entre jadeos.
—Eres tan lindo...- Susurró el rubio sobre los labios de su menor.
—¿No te enseñaron a guardar silencio?
—¿Debería despertar a tu hermana?
Dipper acalló al desesperante rubio con sus labios. Un beso lujurioso comenzó entre los dos.
Dipper jugaba con la lengua del mayor mientras su cabeza era sostenida por el mismo. La saliva del niño se escurría por la comisura de sus labios, Bill a darse cuenta de ello, lamió el viscoso líquido que se escurría de ambas bocas.
—Pines...
—Cipher...- al mayor le encantaba escuchar al castaño decir su nombre, cada sílaba de él sonaba tan hermosa en sus labios. El mencionado bajó el resto de la ropa empapada de sudor y semen.
El falo del más bajo fue llevado a los labios del rubio, mientras llevaba a su boca tres dedos para lubricarlos con su saliva.
Comenzó lamiendo el glande de su, -como a él le gustaba llamar a Dipper-, "presa", al mismo tiempo que introducía un dedo en su rosada y apretada entrada Para proseguir con una dulce tortura.
De los labios de Dipper escapaban fuertes y largos gemidos, entre ellos, los hilos de las sílabas del nombre del rubio.
Sus dedos se enredaban en la cabellera dorada, y no podía evitar mirar sus ojos ámbar que brillaban con la tenue luz que entraba por la ventana.
El número de dedos en su interior aumentó, así como el ritmo de los movimientos de Bill.
Un tercer dedo le sorprendió en su interior, cuando comenzaba a acostumbrarse al tercer invasor, estos fueron retirados y, en cambio, la húmeda y ágil extremidad de Bill se posó entre las nalgas de Dipper para dar paso a un beso negro.
Los sonidos vergonzosos no paraban de salir de la boca del castaño, y, en realidad no quería parar, podía darle vergüenza, pero, el rubio se había encargado de que estuvieran cómodos.
El mayor mordió una de las nalgas del menor, nuevamente arqueo la espalda a punto del clímax y se aferró a las blancas sabanas que comenzaban a arrastrar en el suelo de la cabaña.
—No quiero que te corras aún- se separó del cuerpo ajeno, jadeante, y observó al niño debajo de él; sus mejillas estaban Rojas, su piel perlada por el sudor, sus pezones seguían rojos, y su cuerpo todavía tenía moretones de las noches previas a esa —¿Estás listo? - los jadeos salían de la boca de ambos, los labios de Bill estaban rojos de tanto morderlos, esperando devorar por completo a la "jugosa manzana" que tenía delante.
Rozó la entrada del castaño con su prominente erección, jugando con ella, haciendo que Dipper moviera sus caderas en busca del contacto que lo hacía sentir lleno.
Nuevamente Cipher sonrió al ver las reacciones de su Presa.
—Bill, te amo... - esas palabras lo dejaron sin aliento, penetró al niño con cuidado haciendo que este, hechara la cabeza hacia atrás, nuevamente halando hacia sí las sabanas.
—Yo... A ti...- Bill entró por completo en el cuerpo ajeno, besó su frente mientras apoyaba ambos brazos a cada lado de la cabeza de Dipper, dándole así al mismo, una bella vista de los gestos del mayor, sus ojos brillantes que le recordaban a los de un gato. No pudo evitar gemir al ver a su mayor con los ojos llenos de deseo.
—Tu eres la discordia en persona- logró decir con voz entrecortada, mientas que, Bill Cipher, "la discordia", hacia movimientos profundos, rápidos, llenos de necesidad de un orgasmo.
El oji-ámbar subió a uno de sus hombros la pierna derecha del castaño para alcanzar más profundidad.
Las entrañas de Dipper se retorcían, sus dedos dolían por aferrarse a las sabanas con tanta fuerza, sus ojos marrones se perdían en el dorado.
El cuerpo de Bill ardía ante el contacto con la piel del menor. Sus labios se posaban eventualmente en la boca ajena, robando el poco oxígeno del niño. Besos cortos se repartían en el rostro sudoroso y hermoso del castaño. Mientras que el sonido de las embestidas llenaba la habitación, embestidas salvajes, besos tiernos en el cuello y torso del pequeño cuerpo blanco.
Dipper, se corrió envuelto en placer, manchando nuevamente su torso desnudo. Mientras tanto, El rubio desfogaba su deseo en el interior del menor, tras varias estocadas llego a su clímax, ensuciando de blanco el interior del niño.
El castaño miró a Bill y este le sonrió:
—Aún no termino contigo... Pines...
----------------
Gomen! Sé que esto no es lo que esperaban... Pero me dio una de mis habituales crisis lemonosas.
-Acabas de escribir lemon....
•Lo sé!!!
-Y Bildip
•Lo sé!!!
En realidad lo siento, pero la idea me llegó de repente... Además un poco de relleno no le hace daño a nadie. ¿Verdad Naruto? :v
No prometo terminar pronto VxM & HLxV. Oc no.
Haré lo posible por terminarlos.
Ya saben que los amo ;-;