"Y te quiero a ti, lo podemos llevar a la pista, nunca habrás bailado antes cómo ahora, pero no hablaremos de ello, bailando, moviendo el esqueleto toda la noche, fumado en el paraíso, no deberíamos hablar de esto, no deberíamos hablar de esto."
-Stolen Dance, Milky Chance
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Capítulo 15 -Stolen dance.
Observo el cielo azul mientras cepillo el césped con mis dedos. Siento su brazo pasar por mi cintura y su cara esconderse en el hueco de mi cuello. En uno de mis oídos escucho Stolen Dance, subo mi mano hasta el pelo oscuro de Allan y lo acaricio, él se acerca más a mi y siento su cuerpo relajarse levemente.
-¿Allan?
-Hmm.
-¿Te has dado cuenta de qué llevamos más de un mes juntos como pareja y no hemos salido a una cita? -Pregunto en voz baja, de repente Allan se aleja de mi y recuesta su cabeza en su mano haciendo que su audífono cayera.
-¿Quieres que te lleve a una? -Pregunta Allan mirándome directamente a los ojos.
-Nop. -Digo. -Quiero yo llevarte a una. -De repente Allan comienza a reír como si le hubieran contado el peor chiste haciendo que pequeñas arrugas se formaran al final de sus ojos, amaba cuando se reía.
-¿E-Estás de broma? -Pregunta entre risas, yo ruedo los ojos.
-¿Qué es tan chistoso? -Pregunto sin entender el chiste.
-Pues que las citas las debería hacer yo y sobretodo la primera, además no dejaré que gastes dinero en mi. -Me explica.
-No. Eso es mentira, las mujeres también podemos hacer las citas. -Hago un puchero. -Porfis.
-No. -Se niega rotundamente.
-Entonces tendré que invitar a alguien más. -Digo dándome la vuelta, Allan pasa su mano por mi cintura y trata de girarme pero yo me niego.
-Anne. Anne. -Me llama haciendo fuerza pero no le hago caso. -Esta bien, aceptaré tu invitación. -Yo me giro sonriendo y abrazándolo fuertemente.
-Prometo que no será algo dramático. -Digo respirando su colonia y él besa mi cabeza.
-¿Cuando será? -Pregunta.
-Mis padres no estarán en casa el fin de semana y tampoco mis hermanos. Así que recógeme en mi casa el próximo viernes a las dos de la tarde.
-Esta bien. -Dice y me da un beso corto en mis labios mientras se levanta y me ayuda a hacer lo mismo, salimos del parque, Allan me lleva en el coche a mi casa y después de varios besos y abrazos compartidos nos despedimos.
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Aprieto bien la moña que sostiene mi pelo rubio antes de bajar. Sonrío al notar la paz que había en este momento en mi casa; ojalá siempre fuera así. Salgo de mi casa después de tomar mis llaves y camino afuera del recinto.
Entro al auto negro saludando a Allan con un gran beso.
-¿A dónde vamos? -Pregunta y arranca el auto. Después de darle direcciones a Allan y de pasar una hora sentada, llegamos al destino. -Si tu me invitaste a una cita se suponía que me debías recoger y llevarme en un carruaje. -Dice con humor.
-Lo haría, si supiera conducir. -Digo sonriéndole y guiñándole un ojo para después bajar del auto, introduzco la clave en el gran portón blanco. Allan pasa por el portón y después de yo entrar le echo seguro.
Allan baja del auto y mira a su alrededor.
-¿Dónde estamos? -Pregunta Allan.
-En mi casa de campo. -Digo con una sonrisa. Camino hacia la gran puerta y la abro con una llave haciendo que está emitiera un pequeño chirrido.
-Wow, esto es muy lindo. -Dice viendo la gran casa.
-Si. -Digo con un suspiro. -Solíamos venir cuando éramos pequeños... Antes de..
-¿Antes de que? -Pregunta pasando su brazo detrás de mi cuello atrayéndome a él.
-Nada. -Digo con una sonrisa, él sonrie y junta nuestros labios. Mis intenciones fueron un pico pero Allan comenzo a mover sus labios sobre los míos. Cierro mis ojos y me dejo llevar ante la sensación de sus labios cálidos en los míos, su lengua comienza jugar con la mía en una danza lenta. Allan se sienta en el sofá haciéndome agachar un poco antes de sentarme en su regazo.
Una de sus manos pasa alrededor de mi pequeña cintura mientras la otra viaja a mi mejilla. Empujo lentamente a Allan para que él se acostara, nos separamos por unos minutos hasta que mis labios viajan a su pálido cuello, reparto besos por este subiendo hasta su mandíbula, sus manos pasan debajo de mi camisa y las yemas de sus dedos acarician mis espalda.
-Espera. -Digo separandome de él, yo me siento en su regazo y él eleva su torso a mi altura. -No vamos a tener sexo en nuestra primera cita y mucho menos en un sofá. -Digo subiendo una ceja.
-Tienes razón. -Dice sonriendo, él se levanta del sofá conmigo enganchada a su cuerpo y gira haciéndome reír y me baja.
-Vamos. -Digo entrelazando nuestras manos. Salimos por el patio trasero.
-Esto es gigante. -Dice viendo el gran potrero.
-Por aquí. -Digo y abro la gran puerta de madera.
-Estás loca si crees que haré lo que estás pensando. -Dice Allan negándose rotundamente.
-¿Qué tiene de malo? -Pregunto haciendo un puchero.
-Que no puedo me da miedo.
-Te daré la mejor de todas. -Digo y lo empujo más cerca, cojo su mano y la paso lentamente por el lomo del caballo. -Ella se llama Milú, es la más juiciosa de todas.
-Es que... -Suspira indeciso. Abro la puerta de la pesebrera y saco a la yegua. Ensillo a Milú y le paso la cuerda a Allan, él me mira confuso.
-Sostenla un momento. -Le digo, ando por el pequeño camino de piedras observando los diferentes caballos y yeguas. Me detengo cuando veo a mi caballo. -Hola, pequeño. -Saco al caballo y después de ensillarlo le llevo hasta dónde Allan estaba.
Cuando llegamos mi caballo paso cerca de Milú.
-¿Y quién es este? -Pregunta viendo el caballo blanco.
-"Este" se llama Blaze, es el hijo de Milú. -Digo. -¿Estás listo?
-No.
-Lo tomaré como un si. -Sonrió pero Allan rueda los ojos. -Tienes que colocar el pie izquierdo ahí y después subir. -Le indique y después de que cada uno subiera en su caballo le indico como manejarlo.
-Tira la cuerda para el lado que quieras que vaya, y jálalo hacía atrás para que frene pero no muy duro porque de otras maneras se parará en sus patas.
-E-Esta bien, lo tengo, o eso creo. -Ver a Allan tan nervioso era realmente tierno, y lo que más me gustaba es que a través de sus tatuajes y apariencia de chico malo muy pocos pueden ver que hay detrás de todo eso.
-Iré un poco más rápido. -Le aviso y Blaze empieza a galopar haciéndome dar pequeños saltos en la silla. En un abrir y cerrar de ojos Allan estaba galopeando en su yegua al frente mío mientras reía a carcajadas. -Pensé que tenías miedo.
-¡Yo nunca tengo miedo! -Grita entre risas.
-¡Allan! -Grito con pánico cuando lo veo caer de su yegua en una pila de heno. Detengo a Blaze, me bajo y salgo corriendo hacia el cuerpo del chico. -Allan. -Lo muevo fuertemente tratando de que despertará. Allan comienza a reir con sus ojos cerrados y me gira por en sus brazos.
-Debiste ver tu cara. -Dice.
-Pensé que habías muerto. Además, ¿desde cuando nosotras rescatamos a los príncipes? -Pregunto con el ceño fruncido.
-Soy todo lo opuesto de un príncipe. -Él dice señalándose de arriba abajo.
-No. Eres mi príncipe que viste de negro, con pequeñas expansiones en sus orejas, partes de su piel tapada con tinta negra y los ojos azules más hermosos del mundo. -Le digo pasando mi dedo lentamente por sus labios rosados.
-Y tú eres hermosa, ¿lo sabías?
-No.
-Ya lo sabes.
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Ya les dije que pondría a los que ustedes eligieron pero nadie apareció en este capítulo. Pero tranquilas que en el próximo capítulo subiré de Kian y Kyle.
Preguntaaaa
¿Dónde fueron sus primeras citas? ¿Les gusto o fue un desastre?
Yo nunca he tenido una.
Gracias por las 50K lecturas.
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