Barrera de hielo (Saga "camin...

YuukiThome द्वारा

1K 264 411

Charlotte es una chica que vive bajo presión. Siendo una excelente patinadora de hielo, con el novio perfecto... अधिक

ADVERTENCIA
Prólogo
1 Ensayo y cansancio
2 Accidente
3 El gran día
4 Cautiva
5 Día eterno y recuerdos
6 Pasado borroso
7 Aunque no sea de sangre
8 Locura
9 Raro
10 Deseo reprimido
11 Problemas
12 Todo fue tan rápido
13 Despedida
14 Mundo real
15 La verdad
16 Adiós
17 Esto es amor
18 Aclaraciones
19 Ganamos
20 Ven conmigo
Epílogo

21 Te amo

46 9 30
YuukiThome द्वारा

Luka

Estaba harto de estar entre tanto papeleo. Viktor hizo un desastre en poco tiempo al sabes que tenía a Charlotte conmigo, así que recurrió a lo sucio y se llevó a Alya, sabía que así saldría yo de mi escondite, sabía cuánto valoraba mi chica a esa mujer.

—Esto es una puta mierda —Iván estaba igual de molesto que yo—. Esta porquería no es cierta.

—Lo es —Olga tomó otro puño de papeles y los acomodó—. Desgraciadamente Viktor la supo hacer y ahora... me temo que tendrás que pagar todo esto si no quieres acabar en la cárcel —me miró.

—La mafia no lo permitiría.

—Ya no te protegen, recuérdalo.

Tenía que haber vuelto hace más de una semana y ahora estaba ante alguien que no quería.

—Muchacho, te dije que no te molestaría, ¿por qué vienes a mí?

—Mi padre, jugó sucio.

—Bueno, era obvio en él —enlazó sus dedos y colocó los codos sobre el enorme escritorio de roble—, siempre jugó sucio, no puedes negarlo.

Tenía otras preocupaciones ahora y solo quería salir corriendo a América para ver a mi pequeña Lottie.

—Dejó una gran deuda y si la cubro, me quedaré sin un peso —espeté algo molesto.

— ¿Y qué quieres que yo haga? A mí no me deben nada ya, te lo dije.

—Pero...

—Si quieres que te ayude, sabes el precio, Luka.

No, no podía volver ahora que estaba bien, feliz. Podría empezar de cero con el único negocio que quedaría de pie. Pero no podría darle los lujos que merece, porque ella es una reina y merece ser tratada como tal.

—Gracias —me di la media vuelta y empecé a caminar—, pero no quiero tu ayuda.

—Me necesitas y lo sabes —miré por encima de mi hombro, jamás me soltaría—. Aquí estoy.

Al salir subí al auto y me marché, tratando de calmar mi furia.

Pero fue más tarde cuando me percaté que no llevaba mi teléfono conmigo, no podía encontrarlo, ni siquiera Olga o Iván. Algo iba mal.

—Es una puta mierda —gritó mi amigo—. ¿Cómo es posible?

Ya no teníamos cámaras, habíamos desmantelado todo para irnos de ahí, ya no tenía caso que estuviéramos tan escondidos del mundo si la única amenaza mayor no estaba viva. Pero habían desaparecido nuestros teléfonos y mi computadora portátil.

—Nadie más sabía de esta ubicación —mi amiga habló—. Solo...

—Sally —até los cables del asunto—. Maldita zorra.

—Juró vengarse.

—Por eso todo este lío —dije al mirar al chico—, ella estuvo aferrada a mí.

—Y tu la desechaste —mi amigo me fulminó—. Debiste cogerla y después matarla.

—No iba a caer en sus trucos, él ya tenía a Charlie.

Enterré la cara en mis manos y jalé mi cabello después. Me sentía más molesto aún. No era posible que esa arpía hiciera esto por un simple rechazo, no era bonita de carácter y todas esas cirugías que tenía encima le hacían perder el encanto, además del carácter de mierda para tratar a los demás.

Sacamos lo poco que faltaba de la casa y los muebles se cubrieron con mantas para ponerse en venta. Tendríamos suerte si salía pronto, puesto que nunca se hizo nada ilegal aquí, salvo retener y proteger a mi pequeña Lottie.

El viaje fue agotador, pudimos recaudar unos cuantos millones solamente, pero no sería suficiente para todos los planes que tenía con ella.

—Eres un puto rico de mierda —Iván chilló—. Te quejas y tienes más dinero que yo.

—Tu despilfarraste lo de tu padre —contesté sin mirarlo—. No es mi culpa que prefirieras otras cosas antes de algo estable.

—Yo tengo la casa de mamá en Moscú —Olga habló—, pero no sé si deba volver ahí, tiene mucho tiempo que no estamos allá y me da miedo.

—Cielo —mi amigo besó alguna parte de su cuerpo, lo supe por el sonido asqueroso—, conmigo siempre estarás a salvo, mejor que con este tarado.

Moscú fue el último desvío y ahí mis amigos tenían algo estable. Desde aquí manejarían lo último que me queda hasta que Charlotte decida donde quiere estar y empezar nuestra vida juntos.

Cuando volví a Canadá, fue duro recibir la calidez del lugar, Petretsy siempre era más frío, sin importar la época del año.

No sabía dónde buscar, debí comprar otro teléfono, pero no quise arriesgarme a nada y contarle a Charlotte solo empeoraría la situación. Esa zorra se escondió muy bien y no ha dado señales de vida.

Por la hora, supuse que estaría en la universidad, así que me aventuré a buscarla ahí. Clara tuvo una hora libre y la encontré merodeando por la cafetería, así que le pedí que no dijera nada, llegaría de sorpresa con mi pequeña cuando saliera de clases.

Divisé su cuerpo más delgado de lejos, su rostro se veía pálido y apagado, su cabello iba en una simple coleta y sus ojos se veían tristes. Me acomodé de modo que no me viera y justo cuando me dio la espalda me acerqué sigiloso.

Su voz me rompió, estaba pasándolo mal también.

—Milenka —la llamé y sentí lo tensa que se puso al escucharme, se giró para mirarme y sus ojos estaban llenos de lágrimas a punto de derramarse—, lamento la demora.

No me dio tiempo a nada, cuando se lanzó a mi rodeando mi cuello con sus brazos y chillando de felicidad. De inmediato la tomé de la cintura y enroscó sus piernas a mi alrededor.

—No sabes cuánto te odio —dijo enterrando su rostro en mi cuello—. Me has hecho sufrir tanto.

—Me he quedado sin teléfono —susurré al tiempo que frotaba su espalda y la pegaba más a mí, quería fundirme con ella ahí mismo si era posible—. Ni Olga, ni Iván, incluso mi portátil.

Me miró extrañada al separarse y extrañé su calor más cerca de mí.

— ¿Cómo es eso posible?

—Nos han robado y no sabemos quién —dejé un beso en su mentón—. Pero ya estoy aquí, no pude avisarte nada porque no quería gastar en recuperar mi línea, era arriesgado.

—Te extrañé muchísimo —comenzó a besar mi rostro entero—. No veía la hora de verte, incluso.

—No has comido —busqué su mirada, pero me evadió—. ¿Qué ha pasado con eso?

—Bueno... no tenía apetito.

—Tiene más de una semana vomitando y no le entra nada —la rubia habló—, le dije que no estaba bien y me ignoró.

—Es hora de irnos —el tipejo habló y se la llevó casi a rastras—. Hasta luego.

—Llámame, Charlie.

Nos quedamos en esa posición, los pasillos ya estaban vacíos y solo el sonido de las aves en los jardines, podían interrumpir ese ensordecedor silencio.

—Mi pequeña Lottie, estoy esperando una respuesta, ¿por qué no has comido?

—No me sentía bien —las lágrimas comenzaron a salir—, no sabía nada de ti y temí lo peor.

—No podría dejarte sola nunca y yo, moriría si algo te pasara.

—Estaba muriendo en vida, Luka.

La saqué de ahí y fuimos directo a lo que ella llamaba casa. Teníamos que hacer una planeación de vida y lo que queríamos a futuro, no iba a vivir con su madre todo el tiempo, podíamos matarnos.

Habían pasado cinco meses y las olimpiadas estaban en puerta, mi pequeña Lottie logró recuperar el peso perdido en mi ausencia y comenzó a tomar terapia para mejorar su alimentación y salir de la horrible anorexia que había pasado (seguía en proceso con las terapias).

La sede fue Alemania, lograron hacer buena adaptación y nuestra coreografía era perfecta, estaba muy seguro de que ganaríamos el oro, tanto en parejas como ella en individual, pues al final decidieron que ella podía hacerlo y podría representar a Canadá como solista.

Todo salió como lo planeamos y los oros estaban con nosotros, colgando de nuestro cuello, representando orgullosamente a un lugar que no me vio nacer, pero que sin duda volvería a representar si significaba estar al lado de mi pequeña Lottie.

— ¿Sabes cómo vamos a celebrar? —sonrió picara mientras acomodaba el cuello de mi camisa de botones—. En el hotel habrá una fiesta y no es de etiqueta.

—Conozco un restaurante cerca de aquí, es de etiqueta —la miré serio—, podríamos ir a cenar y después llegar a la fiesta, y mucho después —me atreví a apretujar su trasero con una mano—... podríamos llevar todo esto a la habitación del hotel y hacer un desastre como solemos hacer a dónde vamos.

Se sonrojó, pero no despegó sus hermosos ojos cafés de mí.

—Suena excelente.

Y así concretamos el plan, con una almohada destrozada, un baño desbordado de agua por la tina con bruscas cabalgatas y un desastre por donde quiera que la hice mía.

—A este paso nunca más nos aceptaran en un hotel por tu culpa —susurró al tiempo que enredaba sus dedos en mi cabello—. No sé cómo no nos hemos matado en el avión cuando haces esas cosas.

—Tengo un buen piloto.

Me abracé a su cuerpo desnudo que transmitía tanta calidez que me relajaba al punto de no necesitar más medicamentos para poder dormir.

También sus pesadillas se disiparon.

Siempre fuimos lo que necesitábamos en la vida, ella era mi paz, mi calma, la luz de mis días y el amor que me hacía falta. Yo era su tranquilidad y su estabilidad, era esa protección que estaría para ella.

Cuando volvimos a Canadá fue solo para tomar algunas cosas y firmar la venta de la casa. Compramos un departamento más pequeño para su madre pues Charlotte accedió a volver a Rusia conmigo, no era lo más seguro, pero ella lo decidió y quería estar a mi lado. Y yo la quería conmigo.

Olga e Iván estaban esperándonos en el aeropuerto, había comprado una casa más cerca de Moscú, quería que estuviera cómoda y tuviera todo lo que quisiera más accesible.

—Se tardaron —mi amigo palmeó mi espalda y después miró a mi chica—. ¿Qué hay, Charlie?

Odiaba ese apodo de niño que le llamaban todos, pero a ella no le incomodaba en lo más mínimo.

Mis amigos, se habían vuelto sus amigos y ahora sabía que no se sentiría sola si yo tenía que arreglar negocios fuera.

—Tengo un mal presentimiento —se quejó cuando cubrí sus ojos con un pañuelo de seda—. ¿Qué haces?

—No quiero arruinar la sorpresa.

—Sé que es una casa, no diré que una mansión, porque no sé dónde hemos aterrizado —tomé su mano en cuando la camioneta se detuvo—. Todo esto es un misterio y odio las sorpresas.

—No creo que sea tan terrible una sorpresa —susurré en su oído—. No viviremos solos, eso te lo puedo asegurar.

—Y será un asco escucharlos coger —Iván grito desde el asiento delantero—. Esto me va a volver loco.

Le paré el dedo medio.

La hice caminar hasta que estuvimos frente a la casa de dos pisos pintada de color blanco y retiré el vendaje.

—Listo —la tomé de la cintura.

Sus ojos se llenaron de un hermoso brillo que me hinchó el pecho e hizo latir mi corazón a prisa. Sabía que le gustaba, pues su cuerpo temblaba de un modo curioso y solo sucedía cuando algo le encantaba y le asombraba en demasía. Colgué las llaves frente a su rostro y las tomó gustosa. Salió corriendo para abrir la puerta.

— ¡Cuidado! — Iván gritó y corrí hacia Charlotte.

Su espalda se arqueó, no hubo tiempo de que se detuviera a mirar o agacharse. Un disparo limpio le atravesó el pecho desde atrás y cuando llegué a ella, un charco de sangre comenzaba a llenar el piso.

— ¡Pidan ayuda! —Grite cuando la tomé en brazos—. Resiste, mi pequeña...

Sonrió.

—Qué bello, ¿no?

—Vas a estar bien, no hables —miré a Iván que ya tenía el teléfono y Olga tenía su arma empuñada, pero la motocicleta había pasado tan rápido, que no nos dio tiempo a nada.

—Luka, duele mucho —las lágrimas salían de sus ojos—. Yo...

—No digas más, amor, la ayuda viene —Olga llegó a mi lado y comenzó a hacer presión en la herida para que no saliera más sangre, pero era inútil, la atravesó completamente—. Milenka, por favor.

Comenzaba a cerrar sus ojos, pero la sonrisa seguía en su rostro.

—Te... amo... Luka...

Alzó su mano y acarició mi mejilla, la tomé y dejó de respirar.

—Te amo, Charlotte... no cierres los ojos, por favor, por favor.

—Se ha ido —Olga comenzó a chillar—. Su corazón, atravesó su corazón...

Sentí la flacidez de su cuerpo en mis manos, la palidez inundó su tez y sentía su sangre bañarme entero.

—Logramos capturar las placas, pero...

Mi amigo se detuvo al ver a Olga llorar y no pude evitarlo, solté en un llanto desgarrador y me permití gritar al mundo mi dolor.

Toda mi vida había estado en la oscuridad hasta que llegó ella, llenándola con su hermosa luz.

En un instante tuve todo... y en un instante lo perdí.

En un instante todo se acabó.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Bonito día tengan mis queridos lectores.

Hemos llegado a la recta final...

No espero flores, no espero que me abucheen por este final tan trágico.

Desde un principio la idea era esta y hay una teoría detras de todo lo que ha sucedido, no creo que lo hayan llegado a entender si no comprendieron y prestaron atención.

Este renglón es para que me digan cual es la moraleja o la enseñansa de esta historia, porque tuvo una razón de ser así y cómo se desarrolló la trama.

Aún nos falta el epílogo, pero que tendrá una gran recompensa dentro de lo que cabe.

Siempre los leo con amor y me encanta leer sus comentarios.

Aquí quiero agradecer a todos los que me han acompañado desde un principio, desde el inicio de mis historias hasta llegar aquí.

Gracias infinitas

Atte: Yuuki Thomé

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

TUS LEMAS #1 Nay द्वारा

किशोर उपन्यास

49.5K 4.3K 58
Se encontraron sin buscarse, y se fueron sin despedirse. Lo que prometía ser una buena fiesta de despedida de año, termina siendo una locura. Una en...
1.5K 144 54
Jessica sufrió por las mentiras de Aaron que la hicieron pecar. Cuando la verdad sale a la luz es solo cuestión de tiempo para que el ángel sea corro...
254K 12.9K 69
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...
3.2K 321 13
ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴛʀᴀᴛᴀ ᴅᴇ .... sɪ ϙᴜɪᴇʀᴇs sᴀʙᴇʀ ϙᴜᴇ ᴛʀᴀᴛᴀ ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ʟᴇ́ᴇʟᴀ >:ᴠ ᴊᴀᴊᴀ ᴏᴋ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ, ᴅᴀʀᴇ́ ᴜɴ ᴄᴏʀᴛᴏ ʀᴇsᴜᴍᴇɴ... ʟᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ᴛʀᴀᴛᴀ ᴅᴇ ᴘᴏᴅᴇʀᴇs...