Me puse mis zapatos blancos, cerré la y salí a la calle.
Me dirigía a la biblioteca de mi zona. En unas semanas empiezan los primeros exámenes del primer trimestre y me gusta tener tiempo suficiente para estudiar. Siempre he intentado ser buena estudiante y cumplir las expectativas de mis padres. Aunque eso no significa que no tenga asignaturas que me caen gordas. Una de ellas es matemáticas. Es la única que me lleva mucho más tiempo estudiarla. Mis notas son bajas comparadas a las que debería tener. Para tener matrícula en el bachiller que me gustaría no vendría mal una media mínima de 8, y en las demás materias doy con la nota, pero en esta todos son sietes y seis. Hay momentos en los que la ansiedad y el sentimiento de siempre fallar ahí se apoderan de mi. Aunque trato de ser lo mayor positiva posible.
En el camino a la biblioteca, acostumbro pasar por un gran parque dividido en dos secciones. Una es la zona de niños, la de los toboganes, etcétera. Y la otra la de plena naturaleza, con arbustos, árboles...
Cada paso que doy aquí se siente como una vuelta a años atrás, y siento un nudo de nostalgia enorme en mi garganta.
Volteé los ojos hacia la zona de juegos infantiles, y aprecié a dos pequeños niñas sentadas en un banco compartiendo golosinas. Tendrían alrededor de unos cinco o seis años aproximadamente. Vestían un poco iguales. Ambas llevaban vestidos blancos pero con diferentes estampados. Tenían peinados distintos. Una de ellas llevaba una diadema de florecitas en forma de círculo encima de la cabeza, cómo una corona. Y la otra llevaba una coleta alta, flequillo y una goma roja sujetando su cabello. Vi como una de ellas llevaba una bonita cadenita alrededor del cuello.
Parpadeé un par de veces y un recuerdo se asomó a mis ojos. De repente, el parque se tornó cómo hace diez años atrás. Estaba caminando hacia la entrada de los toboganes y me encontré a una niña sentada ahí, sola. O al menos se encontró, porque yo estaba de espectadora.
Enfoqué un poco más la vista y vi el rostro de Alexia en la niña con goma roja, y mi rostro en la niña de la cadenita. Un sentimiento de confusión y de nostalgia al mismo tiempo me recorrió el cuerpo, estremeciéndome.
Por ratos nosotras, pero pequeñas, se perseguían, se peleaban por golosinas hasta que finalmente se sentaban a platicar de princesas. Escuché que dije que mi favorita era Blancanieves, y la de Alexia también. Sonreí inconscientemente por lo que estaba viendo. Los recuerdos y la alegría que sentía eran inexplicables.
Me froté la yema de los dedos en los ambos ojos y las pequeñas volvieron a ser las mismas que había visto antes en el parque.
Estuve un breve tiempo intentando darme una razón de el por qué había pasado eso. Y la más lógica fue qué, cómo últimamente ya no pasó tanto tiempo junto a Alexia, mi subconsciente la extrañaba mucho e imaginó eso. Ya no quedábamos tanto, ni pasábamos juntas tantos recreos. Lo entiendo porque ambas tenemos nuevas ocupaciones y personas con las que socializar, pero no significa que Alexia ya no sea cómo una hermana para mí.
Ladeé la cabeza hacia los lados. Todo seguía cómo hace minutos atrás, la única fuera de ello era yo; Vi como un cuerpecito pequeño me observaba desde los bancos del parque. La niña de cadenita dorada, al ver que me percaté de que me veía, me regaló una sonrisa dulce. Imité su gesto tratando de ocultar la incertidumbre que sentía. La niña se puso en pie y se acercó a mi corriendo.
---Hola señora, ¿Tiene hora?. --- Lo de señora me ofendió mucho, pero la voz dulce que tenía me provocó mucha gracia.
---¿Señora? --- Le dije con voz burlona, pero empática. La pequeña soltó una risa risueña y asintió con la cabeza.
---Son las 17:30--- Dije mirando mi reloj de mano.
---Muchas gracias señora, adióóós--- Se giró y volvió corriendo en dirección a su amiga.
Miré por unos instantes la zona intentando localizar a algún adulto, y lo conseguí. Por alguna razón eso me brindó la tranquilidad que necesitaba para seguir caminando. Creo que se debe a que hace algunos años atrás cuidar de animales y niños pequeños se convirtieron en una vocación. Jugar con bebés de plástico nunca lo sentí un juego. Recuerdo cómo le insistía a mi madre cada navidad por un kit de medicina, obviamente para niños pequeños, y no fue hasta los diez años que lo obtuve. En las tardes cuando llegaba del colegio y hacía los deberes, decoraba mi habitación cómo si fuese un pediátrico. Por otro lado, cuando tenía ocho años tuvimos un gato, se llamaba Baghera, como el personaje de la película de Disney. Sólo estuvo con nosotros cuatro años, debido a que sufrió una enfermedad grave y no nos podíamos permitir en ese momento un tratamiento o cirugía. Creo que esos fueron los motivos por los cuales me gustaría ser pediatra o veterinaria. Todavía no estoy muy segura de cual me gusta más .
Seguí caminando y saqué mi móvil para tomarle una foto al cielo que se observaba entre los árboles. Al encenderlo vi en la bandeja de notificaciones un mensaje de Ingrid.
(Conversación en castellano porque es un lío escribir en chat y traducir).
Ingrid: Hola Mapi, te apetece ir a comer en un rato al bar frente al instituto?. Me han dejado sola en casa y la verdad no disfruto mucho de la soledad.
Mapi: Hola Ingrid, me encantaría, pero estoy de camino a la biblioteca, voy estudiar un poco de mates, tengo el examen en una semana, lo siento.
Ingrid: ¿La biblioteca cerca del parque?.
Mapi: Si, la misma.
Ingrid: Te acompaño, prometo no hacer escándalo, me pongo a leer, la verdad solo quiero pasar tiempo contigo.
Mi corazón se alborotó. Había estado días intentando aclararme de que no me gustaba, que estaba confundida y de que se me pasaría en unos días. Pero pasa todo lo contrario. Cada vez se me hace más difícil dejar de pensarle, de necesitarle o de ponerme nerviosa cuando veo que se acerca a mi. Se me complica más mirarle a los ojos sin expresar en mi mirada un me gustas, o fingir que solo la veo como amiga, porque no es así. Puede ser fácil engañar a la mente, pero al corazón no; Pensé en tantas cosas que responderle, pero aún así me limité a contestarle con un vale y en que sitio de la biblioteca estaría. Quizás fue algo borde, pero los nervios me podían.
Apresuré mi paso para terminar de caminar por el parque y llegar a la biblioteca. Me percaté mientras caminaba que bajo los árboles ya comenzaban a haber montones de hojas caídas por octubre, otoño. Y una ventolera fría iba de la mano con las tardes, incluso con los días que pudieran llegar a ser más menos soleados.
Abrí mi libro y mi libreta mientras me colocaba más cerca de la mesa. Me saqué el móvil del bolsillo de la cazadora y lo coloqué bocabajo encima de algunos apuntes de otros temas. Empecé por la teoría del tema y luego por los ejercicios que nos dejaron en un bloque de repaso. Iba memorizando todo poco a poco, mientras mi cabeza se iba olvidando lentamente de mi alrededor. Aunque una pequeña fracción de mi sentía emoción y ansias por el hecho de que Ingrid viniese.
Sentí una corriente de aire repentina en todo mi cuerpo. Volteé un momento hacia los lados y vi a Ingrid entrando en la biblioteca. Llevaba una camiseta del Barcelona con el dorsal de X. Hernández acompañado de un chándal azul marino oscuro. Tenía el cabello suelto y un collar de perlas rodeando su cuello. Llevaba consigo una carterita blanca pequeña, donde supuse que tendría el móvil y alguna que otra cosa más. Se iba acercando despacio hasta el fondo de la biblioteca, con sus ojos fundidos en las estanterías. Vi como se frenó en el área de romance y pasó suavemente sus dedos por encima de un libro, arrastrándolo hacia ella con delicadeza, luego siguió caminando algo desconcertada. Levanté suavemente mi brazo e hice un chasquido con el dedo pulgar y del medio. Ella volteó y conectamos miradas. Apresuró el paso y llegó a mi. Arrastró una silla hacia afuera sin hacer ruido y se sentó, tirándose casi que encima mío para darme un abrazo. Sonreí tonta mientras sentía nuestras respiraciones a la par por lo pegadas que nos tenía el abrazo.
---Holaaa--- Susurré mientras ella me seguía abrazando. Parecía no querer soltarme y puso su cabeza en mi hombro. Quedé en silencio tras no recibir respuesta, solo un acomodamiento de cabeza. Las manos me temblaban, tenerla cerca era un desafío para mi. Nunca habíamos estado abrazadas tanto tiempo, y eso me provocó incertidumbre y emoción a la vez. Se despegó de mi de golpe y me regaló una sonrisa.
---Hii!--- Saludó colocando el libro cerca de mis cosas.
----¿How are you? (¿Qué tal? .)--- Pregunté.
---Fine, and you? (Bien, ¿Tú?)---
---Fine too (Bien también)---. Respondí.
---What are you doing? (¿Qué estás haciendo?)--- Dijo y se inclinó un poco hacia mi libreta.
---Learning the theory of the topic (Aprendiendo la teoría del tema)---. Miré al costado un momento y vi a un chico observarnos desde lo lejos. Cuando se percató de que sabía que estaba ahí nos observó de arriba abajo, para después hacer una burla hacia nosotras mientras tomaba asiento en una mesa de por ahí. Fruncí el ceño e Ingrid volteó a ver. Vi que dio un respingo en la silla y me volvió a mirar. La incomodidad en su rostro fue muy fácil de percibir, se vería hasta en otra ciudad. Agarró sutilmente mis manos en un acto de desesperación para le mirase. Sin intención, le observé desafiante y apretó mis manos con fuerza, las suyas temblaban.
---¿Who is? (¿Quién es?)--- Susurré desconcertada.
---No one important (Nadie importante)---. Noté como mintió.
---¿If it's no one important, why are you getting nervous? (Si no es nadie importante, por qué te estás poniendo nerviosa?)---. Tragó saliva con fuerza y sus manos se separaron de las mías. Las bajó e inició un juego entre sus dedos. Su nerviosismo tan notable me erizó la piel y en mi cabeza no paraban de rondar ideas, ideas nada agradables sobre ese tío.
---I'll tell you, but if you promise not to go and tell him anything (Te lo cuento, sólo si prometes no ir a decirle nada)---. Esas palabras me dejaron con una gran inquietud interna. Asentí con la cabeza y continuó:
---He goes to my class, he's a year older than everyone else, and he's always making fun of me for speaking English and not knowing much Spanish. He tells me that I'm weird and I really don't understand what's weird about speaking in your mother tongue when you don't know much about the other language. (Él va a mi clase, es un año mayor que todos, y siempre se está burlando de mi por hablar en inglés y por no saber mucho castellano. Me dice que soy rara y la verdad no entiendo que tiene de raro hablar en tu lengua materna cuándo no sabes mucho el otro idioma.)---. Acaso había escuchado burlas?, Burlas a Ingrid?. La situación me hizo sentir una rabia horrible. Mis manos se sentían pesadas y calientes. Sentí como si la sangre me hirviera. Las ganas que tenía de ir y pegarle un guantazo parecían quemarme las entrañas, pero no era el sitio. Me coloqué las manos en las rodillas y apreté la yema de los dedos fuerte hacia ellas.
---Ingrid, don't listen to her, she's an asshole. You must learn Spanish but it's not for him, it's for you. Really don't fucking pay attention. Promise me that the next time he messes with you, you'll tell me. (Ingrid, no le hagas caso, es gilipollas. Debes aprender castellano pero no es por él, es por ti. De verdad no hagas ni puto caso. Prométeme que la próxima vez que se meta contigo me lo dirás.)---. Ella quedó callada y miré al sitio donde estaba antes. Ya no había nadie. Maricón fue la primera palabra que me vino tras ver su desaparición repentina. Es uno de estos perros que ladran mucho pero no muerden.
Me acerqué a ella tras su silencio. No había dicho nada, pero lo entendí todo. La abracé fuerte y sentí su respiración pesada.
---You know you're not alone, you've got me (Sabes que no estás sola, me tienes a mi)--- Susurré y pasé una mano por su espalda. Asintió con la cabeza y sentí una lágrima caer encima de mi hombro. Era pesada, y logró transmitirme lo que sentía.
Apartó su cuerpo del mío y volteó la cabeza a un costado, para intentar ocultarme sus lágrimas, al parecer. Tomé suavemente con una mano su barbilla e incliné su cabeza hacia mi rostro, quedando frente a frente. Con el dedo pulgar limpié sus lágrimas, ella soltó una sonrisita tierna y en sus ojos vi el agradecimiento. Eso hizo que mi corazón se acelerara, me iba a dar un paro si seguía haciendo esas cosas.
---Let's go for a walk, let's go to the coffee shop you wanted. (Vamos a dar un paseo, vamos a la cafetería que querías.)---
---¿And your studies? (Y tus estudios)---.
--- I study tomorrow, I can't stand to see you like this (Estudio mañana, no soporto verte así).--- Sus mejillas se colorearon con un tenue color rosa, y las mías no se quedaron atrás.
---¿Are you sure? (Estás segura)---
---Yep--- Dije mientras metía mis cosas en la mochila. Mis dedos rozaron con su libro y leí por encima la sinopsis. Trataba de una chica de 18 años que está enamorada de su mejor amiga desde los 16, pero que por la sociedad y como es la gente en su pueblo natal siempre pensó que eso estaba mal y nunca se logró confesar.
Mi cabeza explotó. ¿Por qué ese libro?, ¿Tenía algo de parecido con ella?, ¿Con nosotras?. No somos mejores amigas, pero es como si lo fuéramos. Quedé mirando unos segundos más y se percató de ello y trató de desviar mi mirada, riendo.
---¿And this book? (¿Y este libro?)--- Pregunté.
---I don't know, I saw it on the shelf, it's mostly out of curiosity. I've never been allowed to read things like that, but I'm curious and it's a love story too. It's sure to be entertaining. (No lo sé, lo vi en la estantería, es más que nada por curiosidad. Nunca me han dejado leer cosas así, pero me da curiosidad y es una historia de amor también. Seguro es entretenido)--- Lo de que nunca le habían dejado leer historias lésbicas me dejó pensativa. ¿Su familia es homofóbica?. No me sorprendería si lo fuesen, actualmente todos los son.
---I've read a many, if you want I'll give you titles (Yo he leído muchas, si quiere te paso títulos)--- Ingrid asintió con una sonrisa.
------Will you borrow it? (¿Te lo llevas prestado?)----
---Yes, but I don't need a card for that? (Si, ¿Pero no necesito carnet para eso?)---
---That's right, but don't worry, I'll ask for it and you'll take it (Así es, pero no te preocupes, lo pido yo y te lo llevas)---.
Íbamos caminando hacia la cafetería mientras el suave viento de las tardes de octubre rozaba nuestras pieles.
Mientras más cerca estábamos, más recuerdos me llegaban. La cafetería a la que quería ir Ingrid alberga muchos recuerdos míos, ya sean tristes o felices. Ese sitio es propiedad de la señora Leonor, la mejor amiga de mi madre. He vivido todo tipo de situaciones allí. Como mi post-graduación a la primaria, mi inicio de la secundaria, las tardes de carnaval... E incluso momentos románticos. Un ejemplo es cuando Olga rentó la cafetería durante una velada con dinero de ambas para pedirle salir a Alexia. O mi primera cita con mi ex-novia, entre tantos más que sería todo un rollo contarlos.
También tengo muchos con Alexia. Cómo cuando de pequeñas siempre pasábamos por ahí en la noche de Halloween deseando que nos tirasen dulces en las cestitas de calabazas. O cuando en verano nos olvidábamos de la hora que teníamos que volver a casa e íbamos con la señora Leonor para que ella hablara con nuestras madres y no nos regañasen. También todos mis cumpleaños hasta los doce años, donde siempre ella venía y la pasábamos genial juntas. O la vez en que se quemó el dedo con un resto de colilla de cigarro proveniente de mi hermano. Fue porque estaba haciendo el tonto y puso la mano justo cuando mi hermano bajó la colilla y se quemó.
Entramos y fuimos a una mesita situada cerca de la pared. Ingrid levantó la mano sutilmente y llamó al camarero. Estaba en ese turno Iván, uno de los mejores amigos de mi hermano, es cinco años mayor que yo y me conoce desde que nací prácticamente. Lleva toda la vida siendo el mejor amigo de mi hermano e incluso estudian en las misma universidad. Es como otro miembro de la familia.
---Anda, ¿tú por aquí?, Ya casi nunca vienes y la señora Leo..--- No le dejé terminar.
---Yo también me alegro de verte tío--- Bromeé mientras me ponía de pie para abrazarlo.
---Hombre, no hace falta decirlo--- Me dijo dándome dos palmaditas en las espalda a lo que yo reaccioné con un fuerte apretón. Nos despegamos y volví al sitio.
---¿Que vais a querer?--- Miré a Ingrid y ella hizo un gesto de que eligiese yo.
---Dos cafés con leche y cuatro galletas con chispas de chocolate--- Iván nos sonrió y se marchó detrás de la barra.
Mientras le abrazaba noté que Ingrid no paraba de mirarnos con los ojos entrecerrados y el pie inquieto. Siento que fueron celos, al menos eso hago yo cuando estoy celosa. Tal vez fue una confusión. A lo mejor no entendía lo que hablábamos, o solo sentía incertidumbre por saber quien era él. Me limité a sonreír sin decir una sola palabra al respecto, aunque la idea de que podría haber estado celosa me ilusionaba. Es señal de que le importo.
---Did you know that we are sitting at the table where Olga asked Alexia if she want be her girlfriend? (Sabías que estamos sentados en la mesa donde Olga le preguntó a Alexia si quería ser su novia?)--- Ingrid me miró sorprendida.
---Olga?, Dating?, Alexia have a girlfriend?, Is she gay? (Olga?, Salir?, Alexia tiene novia?, Es gay?)---- Reí ante su cara de shock y confusión, a lo que reaccionó dándome un golpecito en el hombro por burlarme.
---Olga is Alexia's girlfriend. It's been ten months now, on December 23 it's been one year. And yes, Ale is gay (Olga es la novia de Alexia. Llevan diez meses, el 23 de diciembre cumplen un año)--- Lo solté todo con intriga por ver cómo reaccionaría. Estaba lista para una mirada rara, o que simplemente me dejase de hablar, porque actualmente todos ven mal eso.
---How pretty, they must be very cute together (Qué bonito, deben ser muy tiernas juntas)--- La respuesta que necesitaba oír. Sentí un alivio enorme y algo nuevo de ella por lo que pillarme. No piensa mal de la gente homosexual, menos mal, porque si ella supiera...
---We should do a double date the four of us one day (Deberíamos hacer una cita doble las cuatro un día)--- Bromeé, pero ella no se negó, solo rio a carcajadas.
Seguimos platicando sobre experiencias que nos habían pasado de pequeñas. Me contó que más de una vez se escabullía de la tutela de sus padres cuando iba al acuario, solo para quedarse más tiempo apreciando a los delfines y a los tiburones pequeños a través del cristal. También que desde que tiene siete años toca al piano y a la guitarra, e incluso en las tardes va a al conservatorio de música. Oírla hablar sobre su sueño de dedicarse a la música fue mágico. Se veía tan feliz que era imposible que no le brillasen los ojos, y sonreía tanto que me dejó una paz enorme. Yo también le conté mi vocación por los niños y animales, y me observaba igual que yo a ella. Por ratos la mirada de sus ojos verdes penetraban en mis pupilas provocándome nervios, pero por otros ratos era un halago. Una persona con ojos tan hermosos los tenía puestos en mi, y solo en mi. De vez en cuando su vista tropieza con mis labios, y cuando me daba cuenta de esto solo tenía más motivos para seguir impresionándola.
Nuestra orden llegó y ella se ató el cabello para que no cayesen pelos. El collar de perlas le quedaba perfecto. Combinaba a la perfección con su blanca piel, sus ojos verdes y sus pequitas alrededor de la nariz. Luego abrió un paquetito de azúcar y lo vertió en su taza.
---Something so weird happened to me today (Algo muy raro me pasó hoy)--- Me miró con el ceño fruncido mientras removía el café con una cucharilla.
---Can you tell me in Spanish?, I want to see if I understand, I answer in English. And I wish our conversations were like that now (¿Puedes contármelo en castellano?, Quiero ver si entiendo, yo respondo en Inglés. Y quisiera que nuestras conversaciones ahora sean así).
---Vale, pero solo si lo quieres por ti y no por nadie más--- Sonrió y asintió con la cabeza.
---No te pasa que estás en un sitio y te entran tantos recuerdos que sientes que los vuelves a vivir pero que está frente a tus ojos, y tú eres una espectadora?--- Me miró confusa y rio.
---I have a super woman here (Tengo una súper mujer aquí)--- Bromeó y yo le lancé un beso.
---¿And what happened? (¿Y qué pasó?)---
---Que cuando estaba pasando por el parque vi a dos niñas como de seis años juntas. Llevaban vestidos blancos pero con diferentes estampados y una de ellas tenía una diadema de flores en forma de círculo encima de su cabeza. Ahora que lo pienso bien se parecía a mi en la primera comunión de mi hermano. Bueno y la otra...--- Ingrid me puso el dedo índice frente a los labios, llegando a rozarlos, no me dejó terminar.
---I need the photo, please María (Necesito la foto, porfa María)--- Pronunciaba tan gracioso mi nombre que no me podía negar a nada. Saqué el móvil riendo. Abrí la galería y me dirigí al álbum de la cámara. Ahí guardo mogollón de videos y fotos de pequeña. Deslicé el dedo y llegué a la parte más antigua del álbum. Encontré la foto y la puse en pantalla completa.
Ingrid se llevó las manos a la cara, tapándose la nariz y la boca. Sus ojitos brillosos que miraban a la imagen me provocaron un cosquilleo en todo el pecho.
---Damm you were so pretty (Maldita sea, eras tan linda)--- Me dijo con una voz tierna que me derritió el corazón. Sonreí tonta por unos breves instantes y nuestros ojos se encontraron. Sus pupilas volvieron a penetrar las mías como hace rato lo habían hecho y me volví a dar cuenta de que tiene los ojos más preciosos del mundo. La contemplé unos minutos más y ella hizo lo mismo, ambas sonrientes.
Apartó la mirada hacia mi celular e inclinó un poco la mano hacia en dispositivo.
---¿Can I? (¿Puedo?)---Dijo refiriéndose a si podía agarrar mi celular. Asentí y terminó de inclinar por completo la mano. Sus dedos rozaron mi piel y sujetó mi móvil. Luego, entró a Whatsapp y y se envió la foto.
---¿Por qué te la enviaste?--- Me miro y rio.
---'Cause I think mini mapi is a love (Porque pienso que Mini Mapi es una amor)--- Sonreí sin mostrar los dientes.
---¿Y la de ahora?--- Dije jugando. Ella apartó la mirada al suelo y sus mejillas se tornaron coloradas.
---¿What do you said about the kids? (¿Qué dijiste sobre las niñas?)--- Cambió el tema con ventaja y solté a reír a carcajadas. Iván me miró desde el mostrador y curvó una sonrisa. Él sabía lo de mi ex-novia, fue de las personas que me ayudaron a darme cuenta de que era tóxico. Y por ende a la experiencia que tenía sabía que supuso algo sobre Ingrid y yo.
Seguí contándole todo, detalle por detalle mientras comíamos las galletas. Insistió en que le contara todo a Alexia y le prometí que lo haría.
Eran alrededor de las ocho y cuarto y ninguna se percató de ello. Cuando estoy con ella pierdo la noción total del tiempo. Dejo mi mundo a un lado y entro a otro donde solo estamos nosotras. Son horas las que paso allí, siendo más yo y más feliz que en ningún otro momento. Su compañía es simplemente magia. Es alguien del que no me arrepiento para nada de conocer.
Un sonido proveniente de su móvil interrumpió nuestra conversación. Lo sacó y me enseñó por un instante la pantalla, era una llamada entrante de su madre. Respondió y se alejó un poco. Pude escuchar los regaños de su madre a través de la pantalla y ella solo se disculpaba con vergüenza. Colgó y volvió al sitio.
---I'm sorry, but I've got to go home (Lo siento, pero tengo que volver a casa)--- Dijo sacando dinero de su carterita. Extendió el brazo para dármelo, a lo que me negué.
---Pago yo--- Impuse y le cerré la palma en forma de puño.
---Mapi please (Mapi porfa)--- Me negué con la cabeza y me saqué del bolsillo quince euros.
---¡Iván!--- Exclamé rápido para que ella no pagase. Vino apresurado con la cuenta y se plantó ante nosotras.
---Serían 10.74 --- Añadió. Le extendí la mano para dárselo pero Ingrid me detuvo.
---A ver decido yo, piedra, papel o tijeras--- Ordenó. Ingrid y yo nos miramos desafiantes, como si fuera un juego de disparos en el oriente y comenzó el juego. 3,2,1...
---¡Paper! (Papel)---Exclamó.
---Me cago en todo--- Pagaba y ella y la verdad no tenía ningún deseo de ello. Hice un puchero intentando persuadirla pero no cambió de opinión. Le dio el dinero a Iván y se marchó a esperarme en el portal de la cafetería. Recogí todo y pasé por la barra para despedirme de él.
---Ya hablaremos tú y yo sobre amores--- Bromeó.
---Un día de estos---. Dije y me despedí con la mano.
Al salir vi como Ingrid titiritaba por el frío. El viento movía su cabello ahora suelto de un lado para otro como a un tornado.
---Te acompaño a casa--- Le dije mientras me quitaba la cazadora. Por debajo sólo traía una camiseta blanca, corta de manga y de altura.
---¿And how you come back? (¿Y cómo vuelves?)---Preguntó mirando al suelo para impedir que el aire le golpease en la cara.
---Ya me las apañaré, me conozco esta ciudad como la palma de mi mano, dudo que me pase algo--- Dije y le coloqué la cazadora por detrás. Ella volteó a mi e intentó quitársela para devolvérmela.
---Mapi you're going to freeze (Mapi te vas a congelar)---
---Me da igual, importas más tú--- Ella sonrió tímida.
---I don't agree with you but that's okay, just this once, thank you very much (No concuerdo contigo pero está bien, sólo por esta vez, muchas gracias)--- Agradeció y terminó de meter sus brazos en mi cazadora. Le quedaba tan mona que no pude aguantar las ganas de abrazarla por detrás.
---Joder que mona eres--- Exclamé y ella dio un respingo. Luego puso mi brazo izquierdo por encima de sus hombros y recostó un poco su cabeza en ellos. Vi como cerró los ojos por un momento, como si estuviera relajada, mucho.
---And what strong arms do you have (Y tú que brazos más fuertes tienes)---Rei ante eso, ahora era ella la que tenía el control.
---Cosas del boxeo--- Me miró sorprendida y yo sonreí.
---Do you box? (¿Haces boxeo?)--- Dijo chillando y yo me emocioné por dentro. Asentí con la cabeza y ella sacó mi brazo de por encima de sus hombros, lo bajo y entrelazó nuestras manos.
------Now I don't think anything will happen to you (Ahora me creo que no te pasará nada)--- Me puso muy nerviosa el roce de estas, pero aún así lo disfruté mucho. Que ella lo hubiera hecho me pilló aún más. Veo que es una chica con mucha iniciativa, puede que algo celosa, y eso me gusta. Me reí y ella recostó nuevamente su cabeza en mi hombro mientras caminábamos.
---Mapi--- Exclamó.
---¿Si?---
---Who is Ivan and what does he mean to you? (¿Quién es Iván y que significa para ti?)--- No me podía creer que me estuviera preguntando eso. Confirmó mi duda, si estaba celosa.
---Iván es el mejor amigo de mi hermano, tiene cinco año más que yo y para mi es como otro hermano más. Siempre está en momentos duros, incluso en los amorosos---.Ella abrió la boca varias veces, parecía querer gesticular algo, pero no lo conseguía. Pasé mi dedo pulgar por el nudillo de su dedo índice, animándola a que hablase.
---Loves, may I ask? (Amores, puedo preguntar?)--- Eso me incendió por dentro. Que demostrara interés es uno de mis puntos débiles.
---Hace más de un año tuve una novia. Cortamos porque era una relación tóxica por parte de ella y decidí terminarla por mi bien más que nada. Lo tengo superado ya---. Ingrid me sonrió y apretó mi mano.
--- I'm really happy for you---. Asentí con la cabeza y le froté mi dedo pulgar por su mano.
Avanzamos unos metros más y recordé lo que dijo sobre que no le dejaban leer ese tipo de historia.
---Oye, ¿en tu familia son homofóbicos?---
---No, worse, Catholics (No, peor, católicos)--- Solté a reír a carcajadas y ella me miró fijamente a los ojos.
--- Mi familia también, aunque les da igual con quien salga--- Arrugó la nariz tiernamente y volvía a mirar al suelo. Yo me estaba congelando, pero que estuviéramos agarradas de la mano me hizo sentir fuera de órbita.
Caminamos un par de cuadras más mientras hablábamos de artistas y líos de famosos, y llegamos a su edificio. Era el portal 43, apartamento 4. Eché una ojeada rápida al interior del edificio. Las paredes estaban forradas con un mármol elegante. A lo lejos se veía un ascensor y unas largas escaleras. También había un espejo en forma horizontal. Asumí qué era un edificio con pisos caros, la elegancia que despegaba solo la entrada era imposible de ignorar.
---Thank you for joining me (Gracias por acompañarme)--- Dijo antes de voltearse a un costado y llamar al telefonillo.
---No es nada. Por cierto, te queda muy bien mi cazadora--- Ella me miró tímida y se llevó las manos a la cara.
----What do you think if I keep it? (¿Qué piensas si me la quedo?)--- Dijo casi que susurrando. Me mordí el labio para evitar que se notase lo feliz que me hacía esa pregunta.
---Me parece genial--- Era mi cazadora favorita, y que ahora la porte ella me da una sensación muy bonita. Escuché el sonido que indicaba que la puerta se abría, y ella volteó a mi antes de entrar.
---Have a nice night (Ten una bonita noche)--- Asentí con la cabeza y le sonreí. Ella entró y me le quedé observando, escondida, hasta que entró en el ascensor.
En el momento en el que desapareció me llevé las manos a la cara, restregándolas. Tomé aire por un segundo y solté un gritito. Habían pasado tantas cosas hoy que sentía unas ganas enormes de gritar por emoción hasta quedarme sin voz. Pero no podía hacerlo, así que eché a correr a mi casa.
Por el camino iba pensando en si ya había llegado mi madre a casa de trabajar, lo más probable es que no. Siempre trabaja hasta tarde los sábados. Me dice que es para poder ayudarme cuando empiece la universidad, y no me puedo sentir tan agradecida. También pensé en qué podría pasar entre Ingrid y yo. Pensé en que quizás debería esperar un poco más para dar el paso, o debería hablar con ella como me dijo Alexia. O quizás simplemente dejar que todo pasase. Cuando pensaba en que ella había unido nuestras manos, cuando en ningún momento le indiqué que lo hiciera.
Llegué a mi portal y saqué las llaves de mi bolsillo, abrí la puerta y subí hasta mi apartamento. Abrí la puerta sigilosamente y cuando entré vi a mi hermano apoyado en la encimera de la cocina. Tomaba una infusión de manzanilla, lo supuse por el olor que desprendía.
---A buenas horas Mapi--- Dijo en un tono molesto, sabía que me estaba riñendo.
---Ya, lo siento, es que salí a la biblioteca y no me percaté de la hora--- Soltó una carcajada y e mordió el labio.
---¿Con quién estabas?, ¿Y tu cazadora?--- Dijo sin rodeos.
---Que directo eres. Estaba con... alguien, y mi cazadora la tiene esa persona--- Me llevé una mano a la nuca y me sujeté.
---Chico o chica--- Giré los ojos hacia arriba y él rio.
---Chica--- Tomó un sorbo de su infusión y la dejó en la encimera.
---Mapi...---
---Ya superé a mi ex, tranquilo. Aparte de que es guapísima esta chica y es muy buena. Es súper tierna y expresiva. Tiene iniciativa y es súper blanquita--- Mi hermano se sacó un pañuelo del bolsillo del pantalón del pijama y me lo ofreció. Lo miré confundido y sonrió.
---Para que me dejes de babear el piso, limpié hoy--- Le hice el corte de manga y él me imitó.
---Ya estás como Alexia--- Dije antes de irme a mi habitación. Él me detuvo y me agarró del hombro con gentileza.
---Tú y yo no hemos terminado de hablar. ¿Cómo se llama la chica?---
---Ingrid--- Abrió la boca en modo de sorpresa.
---¿Es de aquí?, vaya nombre más exquisito---
---No, es noruega, y con Ingrid ni una--- Le amenacé apuntándolo con el dedo índice.
---Bueno vale. ¿Y qué tienes con ella?---
---Nada, sólo somos buenas amigas---
---Sisi, así no te expresas de Alexia y sois los mismo---
---Es que Alexia no me gusta, y ella si--- Dije tan rápido que parecía que rapeaba. Mi hermano se acercó a mi y me dio dos toquecitos en el hombro.
---Opaa--- Exclamó.
---Vamos a tener esta conversación por trigésima vez--- Me dijo bromeando.
---Que si, que hablé con mamá y le pregunte si tengo permiso y todo ese rollo. Mejor me voy a mi habitación--- Dije y me puse en pie.
---Buenas noches hermanita, que grande estás ya--- Me abrazó fuerte.
---Te quiero--- Le dije pasando una mano por su espalda, acariciándola.
---Yo también--- Le di un apretón fuerte y nos despegamos. Luego me marché a mi habitación y cerré la puerta, con pestillo.
Me tumbé en la cama, agotada. Había sido un día que lo sentí como una montaña rusa a toda velocidad, y con el tope de capacidad de personas.
Recordé lo que le prometí a Ingrid y llamé a Alexia. Tardó unos pocos segundos en contestarme, y le conté todo de una. Ella solo reía y recordaba buenos momentos. Acordamos quedar mañana en la plaza después de mi entrenamiento de boxeo. Era domingo, pero tenía una pelea en poco tiempo y necesitaba entrenar más. Luego del entrenamiento a las 11 a.m vendría a casa, me ducharía y todo eso, estudiaría un rato matemáticas. Y a las cinco salíamos.
Cerré los ojos deseando dormirme rápido. Las emociones que sentía me mantenían inquieta y, conociéndome, esa noche tendría que volver a llamar a Alexia para contarle todo. No pude desde un principio porque tuvo que cortar la llamada ya que se iba a casa de Olga a dormir. Imaginé por un segundo la posibilidad de que Ingrid y yo algún día hiciéramos todo eso que ellas hacen juntas, y sonreía como una idiota...
Holaa. Primero que nada os quería pedir perdón por tardar tanto en actualizar. Fue un mes heavy en todos los sentidos y tengo tantas ideas que me cuesta decidirme por alguna. Pero no importa. Espero que hayas disfrutado este capítulo mucho. Nos vemos en el próximo, no olvides que eres increíble.