Después de un viaje bastante incomodo llegamos a donde sería el evento. Todo estaba acomodado como si fuera una rueda de prensa, en la mesa estaba Ibai junto a otros dos chicos que no alcanzaba a distinguir ahí
—Puedes quedarte aquí.— me indicó uno de los asistentes del evento señalándome una silla que estaba en primera fila —En un rato llamarán a Roier para que pase y su "cara a cara" con spreen comience.—
—Está bien, gracias.— sonreí y me senté, él se fue dejándome sola
Sabía que en este momento tanto Roier como Spreen estarían preparándose para lo que fueran a decir, yo mantuve mi atención fija en lo que platicaba Ibai con los dos competidores que ahora estaban en el "cara a cara".
Los minutos pasaron y por fin escuché que mencionó a Spreen, él salió con una gran sonrisa y se sentó del lado izquierdo, después presentó a Roier, él traía sus lentes oscuros y se acomodó del lado derecho.
Yo saqué mi celular para tomarle fotos a mi novio, sin duda se veía muy guapo e intimidante, me estaba volviendo loca
—Tercer combate confirmado.— escuché a Ibai —Dos que me sorprendieron mucho, más porque fueron los únicos en decir "yo me quiero dar de puñetazos con él".—
Todos rieron un poco, incluso empezaron a hacer pequeñas burlas sobre eso
—Spreen me dio la oportunidad de ser quien le parta la madre, no podía desaprovecharla.— se burló Roier levantando aún más la intriga por esa pelea
—¿Cómo surgió la idea?.— cuestionó Ibai mirando ahora al argentino —¿Un día estabas en tu casa tomándote un mate y simplemente pensaste "che, sería una buena idea darme a ostias con Roier"?.—
La mirada de Spreen se dirigió hacia el poco público que había, más especifico hacia mí
—Quería estar en la velada al menos una vez en mi vida.— respondió —Y pensé en él porqué creo que saldría un combate bastante buenardo.—
Esa no era la razón y todos lo sabían al ver sus expresiones, era como si esperaran un poco más de salseo para aquel combate
—Roier y yo somos como hermanos.— siguió —Incluso le mandé comida antes de venir acá.—
¿Será que Spreen había esperado que Roier abriera la puerta para que él mismo recibiera la comida que era para "su novia"? ¿Entonces por qué el trabajador del hotel preguntó por mí? que confusión
—Yo que Roier no hubiera comido nada de parte de alguien con quien me voy a dar de puñetazos en algunos meses.— rio Ibai acompañado de los demás
—Yo no comí solo de eso, también comió mi novia.— avisó Roier —Comparto todo con ella, incluso lo que me manda un fan.—
Todos rieron menos el argentino qué parecía quedarse sin palabras, yo simplemente sonreí al ver lo orgulloso que parecía mi novio
—¿Crees que puedas ganar?.— preguntó Ibai mirando a Roier
—Todo es posible y no solo creo que le ganaré, podría asegurarlo.— contestó
Por la seguridad en como lo dijo me hizo aplaudir orgullosa ganando la mirada de todos.
—Perdón.— susurré un tanto avergonzada —Sigan.—
Nuevamente las risas de los demás, yo bajé un poco la mirada
—Tenemos una invitada de honor en este "cara a cara".— escuché a Ibai y lo miré —¿Quieres venir y saludar?.—
Todos me animaban a ir así que me levanté y caminé hasta donde estaban para saludar a la cámara
—¿Quieres darnos tu opinión?.— cuestionó Ibai mientras se levantaba para dejarme su lugar
Sonreí apenada y me senté, miré a Roier que parecía contento de tenerme ahí
—Hoy solo pasaré a saludar, es el momento de mi novio y ver como está brillando me pone contentísima.— exclamé sabiendo que debía levantarme y cederle de nuevo su lugar a Ibai, había sido caballeroso al dejármelo al menos unos cuantos segundos pero no quería aprovecharme —En cualquier otro combate me pondría del lado de Spreen sin pensarlo, es como un mejor amigo para mí.—
Por fin me levanté y después de despedirme ante la cámara decidí volver a mi lugar inicial.. yo me había convertido en la espectadora de mi propia vida y sin duda mi novio ahora era el protagonista.
Hace algunos meses no me podría imaginar en el lugar donde estaba, apoyando tanto a alguien que si bien era cierto me había lastimado pero día a día seguía demostrándome una lealtad extraña, quizás esto era lo que necesitaba para cambiar la manera tan odiosa que tenía antes
Seguí viendo todos los comentarios que se tiraban, sin duda era bastante entretenido. Aún faltaba presentar algunos combates así que Ibai les pidió que se acomodaran frente a frente para la foto oficial así que ambos lo hicieron. Al verlos así sin duda se podía notar una tensión verdadera
—Hemos terminado con esto chicos.— avisó Ibai despidiéndolos —Nos volveremos a ver en algunos meses durante el pesaje un día antes de la velada, mucha suerte a ambos.—
Tanto Spreen como Roier se despidieron y salieron de la toma. Mi novio se dirigió a donde estaba yo mientras Spreen se había ido a otra dirección, eso era bueno
—Terminamos con lo mío. ahora tú mandas.— exclamó tomando mi mano, sonreí pensando a donde podríamos ir
—No conozco el lugar.— recordé —No tengo ninguna referencia de esta ciudad y tú ya estuviste aquí durante la velada del año pasado.—
Empezamos a caminar para salir de aquel lugar, él parecía pensarlo
—Podemos simplemente recorrer un poco, tampoco soy experto aquí.— propuso —Además si pedimos sugerencias a nuestros amigos probablemente nos digan que visitemos "la sagrada familia", ahí siempre van con Pol.—
—Caminemos y visitemos eso también, quiero hacer lo mismo que los demás harían.— pedí y él asintió estando de acuerdo con mi plan
Cuando por fin salimos de donde se estaba realizando aquel evento empezamos a caminar sin rumbo fijo mientras platicábamos sobre algunas cosas que veíamos, incluso compramos algunas cosas en esos típicos puestos callejeros, sin duda parecíamos una pareja de turistas enamorados como los que hay en algunas películas
—Llegamos.— avisó y señaló un edificio gigante, era hermoso —La sagrada familia.—
Había bastante gente, supuse que por ser un sitio turístico
—Es increíble.— sonreí sin dejar de verla —Creo que es lo más majestuoso que vi en mi vida.—
Quizás para los demás podría ser una exageración pero siempre viajaba para enfocarme en mi trabajo; comerciales, conferencias, convenciones.. pero jamás recorría las ciudades a donde viajaba, no tenía con quien hacerlo y podría perderme. Ahora que podía tomarme un respiro y recorrer los lugares tomando la mano de mi novio era simplemente hermoso, incluso vería todo desde una mejor perspectiva
—No es lo más majestuoso que yo vi.— lo escuché y me giré a mirarlo, él mantenía su mirada sobre mí así que sonreí más
De repente noté que un señor se detuvo a nuestro lado. Le presté un poco más de atención, parecía de esas personas sin hogar y de edad avanzada
—¿Han venido a ver la sagrada familia?.— preguntó, ambos lo miramos extrañados de que nos hablara —Es común ver turistas por aquí.—
—Creo que es un lugar muy bonito.— respondí siendo totalmente honesta —Jamás había venido pero se convirtió en uno de mis lugares favoritos.—
Ni siquiera sabía porque le estaba siguiendo la plática, usualmente Roier era el extrovertido que platicaba con todos mientras yo por pena solo escuchaba
—No será la última vez que vengan.— aseguró
—Eso es un hecho.— exclamó Roier seguro —Aunque probablemente la próxima vez vengamos con amigos y...—
El señor simplemente empezó a reír así que lo miramos sin entender
—He recorrido estos espacios todos los días durante 25 años.— contó —Y gracias a lo maravilloso de este lugar he obtenido un don único.—
Ahora estaba confundida ¿nos estaba intentando vender algo?
—¿Cuál es su don?.— cuestionó Roier con algo de duda, aquel señor miró por un momento aquel edificio y después devolvió la vista a nosotros
—La próxima vez que vengan la linda señorita será su fiancée.— exclamó con una seguridad que jamás había visto en mi vida —Lo he dicho frente a este edificio que considero sagrado y cuando menos lo esperen verán que tengo razón.—
Miré a Roier, parecía extremadamente confundido. Volví mi mirada hacia el señor pero él se había alejado rápidamente entre toda la multitud
—Que loco.— exclamó riendo un poco —Para todo esto, ¿Qué chingados significa fiancée?.—
Suspiré un poco y sin responderle lo jalé para que siguiéramos caminando, sin duda pensar que la próxima vez que visitáramos este lugar yo sería la prometida de Roier era totalmente absurdo.. quizás simplemente era un juego de aquel señor