Thiago
Sentía mi cuerpo adolorido y de poco a poco fui abriendo los ojos, pero los cerré enseguida, cuando la luz del sol me dio directo en la cara. Me intenté incorporar, pero no lo logré sin quejarme. De repente dirigí mi vista hacia enfrente y entró una enfermera acompañada de Gabriel, sus padres y mi mejor amiga.
Todos menos la enfermera se quedaron con los ojos como platos y se hizo un silencio en la habitación que acabé interrumpiendo.
—Oye, ni que estuviera tan horrible para que pongáis esa cara
—Ni aunque te pasé un coche por encima puedes dejar de ser tú—me dijo mi mejor amigo
—Soy increíblemente impredecible
Grace y Gabriel se rieron y se dijeron una mirada que podía leer y saber que pensaban lo mismo.
—¿Algo que queráis decir?—les pregunté
—Eso es algo que diría Daniela
En el instante que pronunciaron su nombre no pude evitar sonreír y estaba seguro de que los ojos me brillaban porque todos empezaron a sonreír.
Después la enfermera acabó interrumpiendo nuestras conversaciones, me hicieron pruebas para ver que todo estaba bien porque como ella me había informado, había estado dos semanas ingresado y luchando por mi vida. Cuando me acabó de hacer pruebas, se fue de la habitación y los demás se sentaron.
—¿Qué pasó en todo este tiempo que estuve ingresado?—les pregunté
—Tus padres se fueron y prometieron no volver nunca, tampoco es que fueran bienvenidos, tu hermana estuvo con nosotros, la cuidamos, pero te echaba de menos. Y Daniela...estuvo fatal los primeros días, pero después intentó ser fuerte e ir con tu hermana a distintos lugares—me explicó Grace
—¿Dónde están?—pregunté curioso
—En un lugar que conoces
Más tarde, Isabella y Patrick se tuvieron que ir y me quedé con mis amigos. Escuché todo lo que me contaban y les observé mientras se echaban miraditas que les delataban.
Finalmente, llamaron a Daniela para que viniera, pero no le dijeron nada de que yo estaba despierto. Cuando escuché su voz pude deducir que estaba a unos pasos de entrar en la habitación, pero no la notaba de muy buen humor.
—¿Gabri, por qué me llamaste con tanta urgencia?
—Porque en esa habitación hay una persona que tiene ganas de verte
Levantó su mirada y todas las alertas de su cuerpo se activaron. Ni siquiera se lo pensó y entró a la velocidad del rayo. Por un momento pensé que se iba a quedar quieta donde estaba o que se iba desmayar, pero no fue así porque al final vino hasta mi lado y me abrazó.
Le devolví el abrazo y cuando se separó la revisé de arriba a abajo, seguía estando tan preciosa como siempre, aunque dudo que su genio hubiera cambiado. Sus ojos azules brillaban como diamantes, su cabello rubio estaba un poco más largo y su sonrisa era mi droga favorita.
De repente, se cruzó de brazos y su cara de felicidad cambió en ese mismo instante a una de enfado.
—¿Cómo se te ocurre discutir con tu padre al lado de una carretera?—me preguntó enfadada
—Cálmate—le pedí
—No, no me digas que me calme. Estuviste a punto de morir y nunca me hubiese perdonado eso...
Sus ojos estaban a punto de convertirse en mares, pero no dejé que siguiera hablando porque la callé con un beso y cuando me alejé pude percibir en su mirada que todo este tiempo me había necesitado, que había temido por mi vida, pero también podía ver que sentía culpa.
Nuestros amigos se inventaron una excusa para darnos privacidad porque la verdad es que teníamos que hablar. Daniela, se sentó en la camilla y yo le tomé la mano mientras le hacía caricias.
—¿Daniela, por qué te culpas por lo que me pasó?—le pregunté
—¿Ahora tienes el poder de leerme la mente?—insinuó y solté una carcajada
—No tengo ese poder y tampoco me hace falta porque te conozco perfectamente y sé cuándo estás triste, feliz, enfadada y hasta cuando te sientes culpable—le respondí
Sabía con certeza que ella no quería responder, pero también sabía que no me daría por vencido hasta tener una respuesta. Entonces se rindió, apoyó su cabeza en mi estómago y empezó a hablar.
—Me siento culpable porque si ese día no te hubiera invitado a que me vieras boxear, nada de esto habría pasado y ahora tú estarías bien
—Rubia, esto no es culpa tuya, mis padres estaban ahí porque sabían dónde encontrarme. Además, esto ocurrió porque me arrebataron a mi hermana y no iba a permitir que se la llevaran. Entonces me peleé con mi padre y ahora estoy donde estoy por su culpa, no por la tuya
—Debería haberlo matado—dijo en voz baja, pero aun así la escuché
—¿Daniela, le hiciste algo?—no me preocupaba mi padre, pero si me preocupaba ella cuando estaba furiosa—Ey, puedes contarme lo que sea
—No le hice nada porque Lucas no me lo permitió, pero sí que lo amenacé—me confesó
—No deberías haberte molestado ni en dirigirle la palabra
Nos quedamos un rato en silencio y después ella me contó todo lo que hizo en estas dos semanas, también me explicó que tuvo otro combate y que mi hermana no se separó de ella en ningún momento.
—¿Te acuerdas del trato que hicimos?—me preguntó y asentí—Pues esta mañana estuve con tu hermana en el lugar que te tengo que enseñar
—¿Y dónde fuisteis?—le pregunté curioso
—No te lo puedo decir porque prefiero que sea sorpresa y lo veas tú mismo con tus propios ojos
—En ningún momento acordamos que fuera secreto
—Y tampoco acordamos que te tuviera que desvelar el sitio
Refunfuñe y ella se rio. Más tarde, nuestros amigos volvieron y mi hermana estaba a su lado, cuando me vio se puso a gritar mi nombre y vino hasta mi lado para abrazarme, la cogí en brazos y le di un beso en la mejilla.
—Gracias por no dejar que ellos me alejarán de ti—me dijo mi hermana
—No permitiría que eso pasará, nunca—le aseguré
Grace y Gabriel estaban sentados en el sofá y parecían estar emocionados y sorprendidos por lo que fuera que estaban viendo en el teléfono.
—¿Visteis las noticias?—nos preguntó Gabriel y negamos con la cabeza—Deberías verlas
Mi amigo me lanzó su móvil y lo atrapé al vuelo, entonces comencé a leer el título y ya sabía sobre de quién se trataba.
La declaración de amor de Daniela Miller para Thiago Walker
El 25 de octubre, la boxeadora Daniela Miller hizo un plan descabellado para confesarle sus sentimientos a Thiago Walker. Todos los presentes pudimos ver un vídeo donde le confesaba que lo quería y también la vimos hablando con él, pero para saber todos los detalles de ese amor que se traen los dos, habrá que preguntárselo a ellos.
—¿Tú no sabías nada?—le pregunté y negó
—He estado un poco desaparecida por las redes, pero sigo sin entender porque soy noticia en todos lados
—Quizás porque saltaste un campo donde había miles de personas, además de sobornar a casi todo el mundo para que te ayudará en tu locura—le recordé
—Es lógico—dijo ella y los demás nos reímos
Al final, el doctor entró en la habitación y me hizo un par de preguntas y las respondí, hasta que alcé la vista hacia él y la cara que tenía no es la mejor, así que supuse que lo que me diría no era muy buena noticia y eso me incómodo un poco.
Bueno, al fin... Nuestro querido Thiago sobrevivió
Este capítulo fue mejorando, la culpa que siente Daniela me hace daño, pobre mi niña se sintió culpable
Sigo sin procesar que son noticias por todos lados, estos enamorados jaja
¿Disfrutaron este capítulo? ¿Qué les pareció?
El próximo sábado vuelvo con más
Los amo, gracias por leer la historia