ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - T...

MelanieGerpeLen द्वारा

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☽ Min Yoongi ansiaba venganza. Como único y último heredero del legado de las tribus del norte y lobo de vien... अधिक

THE HOWLING SAGA
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capitulo 60

Capítulo 3

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MelanieGerpeLen द्वारा

"A veces volamos, a veces caemos. A veces siento que no somos nada. Sueña en la luz, baila en la oscuridad."

—We Go Down Together (Dove Cameron feat. Khalid)


La mirada de Yoongi recorrió toda la casa incluso antes de entrar en esta. Sus ojos atentos captaron las plantas de lavanda que se apoyaban en macetas sobre el alféizar de las ventanas superiores por la zona exterior, tan descuidadas que las flores desbordaban por el borde en un intento desesperado por encontrar espacio.

El jardín delantero tenía la hierba bien cortada, sin embargo los manzanos de la entrada parecían no haber sido liberados de su innumerable cantidad de frutos en al menos varios meses.

—Pasa, Jimin llegará en unos minutos y te ayudará a acomodarte. Estoy seguro de que te gustará pasar tiempo con él.

Yoongi sostenía a los dos pequeños cachorros entre sus brazos, ambos dormitaban tranquilos a pesar de que solo tenían con ellos el olor de uno de sus padres. Durante el corto trayecto en coche desde el hostal de los Jung hacia la casa de Hoseok, no había permitido ni por un solo instante que las caritas de estos se apartasen de su camiseta. No quiso que ninguno de los lobos que se movían de un lado a otro por los caminos del norte, los viesen.

—Deja que quite tu maleta del coche y te llevaré hacia la habitación de invitados. Hay una libre abajo y otra disponible en la parte de arriba, puedes escoger la que más te guste aunque si quieres una recomendación, en el piso superior la luz del sol permanece por más tiempo —Hoseok carraspeó levemente—. Quizás eso sea bueno para los pequeños.

El lobo de las tribus se limitó a fruncir el ceño, volviendo a repasar con su mirada la estancia ante sus ojos mientras daba algunos pasos hacia el interior. El hall de la casa era amplio y llevaba hasta un saloncito con cocina de hierro y barra de piedra. No había demasiadas señales de que alguien viviese entre esas paredes a juzgar por el exagerado orden y la limpieza. Tan sólo la multitud de cuadros con imágenes familiares que se extendían sobre la chimenea y un par de mantas bien encartadas sobre el sofá, aportaban pruebas de que el guardián norteño vivía realmente allí.

—No paso mucho tiempo en casa, así que no te molestará mi presencia. Ni a tí, ni a tus cachorros. Sé que tardaréis un tiempo en lidiar con mi aroma pero se supone que de momento eres un prisionero. Tendrás que soportarlo, ya que este es mi hogar, es mucho mejor celda de la que tienen el resto de prisioneros con los que he lidiado.

El lobo no contestó, en lugar de eso olisqueó el ambiente. Después de un año en el hostal los olores y aromas de otros lobos habían dejado de molestarle pero seguía siendo irritable que estos se colaran entre el aroma natural de su hijo. Sin embargo, la casa de Hoseok no tenía un fuerte olor. De nuevo, parecía que el lugar tenía poco uso.

—En mi despacho hay una pequeña biblioteca con algunas colecciones de libros que me gustan o si lo prefieres, tomos de historia acerca de esta montaña y sus manadas. Puedes ver la televisión o escuchar música también, siéntete libre de explorar el sitio.

Una vez más, el lobo no contestó pero sí caminó hacia el saloncito y tomó asiento con los dos cachorros todavía entre sus brazos. Sus ojos se posaron en las ventanas de la cocina, a través de los grandes cristales se podía ver el río fluyendo a lo lejos. Y de hecho, lograba escuchar el agua correr desde su posición.

—Diferente. —susurró.

—¿Diferente? —Hoseok chascó la lengua—. ¿Eso es bueno o malo?

—No lo sé todavía.

—¿Sabes que es un poco maleducado juzgar una casa ajena? —Hoseok sonrió —. Supongo que lo haces pero no te importa lo más mínimo. ¿Verdad?

El lobo todavía no hablaba demasiado, en el último año su pronunciación  había mejorado mucho, casi por obligación, pero la costumbre de años utilizando únicamente la comunicación mental con sus conocidos y seres queridos se imponía todavía a la práctica de las palabras pronunciadas.

—Sea como sea. Pondré la cuna en la habitación que más te guste, así que por favor decide cuál te agrada antes de que tenga que marcharme —el guardián observó el reloj de la sala de estar—. Tendré guardia durante el turno de tarde pero no estarás solo y volveré para hacer algo de cenar. Como te he mencionado, Jimin vendrá pronto. Si pronto es puntualidad, y eso es algo que ya está fallando.

Yoongi no prestó atención al estrés que el comportamiento de Hoseok estaba dejando por el aire de la estancia. En lugar de eso, se levantó y comenzó a caminar por la planta baja de la casa, apartando a sus cachorros del aroma ansioso.

Él era plenamente consciente de que su presencia y la de sus hijos rompería la rutina del guardián y no pretendía quedarse mucho tiempo. Solo sería prisionero hasta encontrar una salida segura para que sus cachorros pudieran estar bien o en su defecto hasta lograr vengarse del culpable de todo lo que le había ocurrido a su familia. Quería regresar a casa y pretendía llevarse con él a todos esos niños que los lobos Yook y Jeon decidieron sacar de su territorio natural y poner en acogida. Esos líderes estaban intentando ayudar pero a él no le parecía que lo hubieran conseguido en absoluto.

—Mi habitación está en la planta superior. La última del pasillo. En caso de que eso pueda influir en tu elección.

—Hay más sol arr… —Yoongi suspiró, enfadado consigo mismo por lo mucho que algunas pronunciaciones todavía le costaban—. Arr…

—Sí, arriba da el sol al amanecer y al atardecer. Incluso de vez en cuando al mediodía —el guardián llevó al chico hacia las escaleras—. La casa no es extremadamente cálida, no soy capaz de tolerar las temperaturas altas y prefiero el frío del otoño al calor del verano. Así que en épocas de heladas las habitaciones superiores permanecen más templadas y creo que con niños eso podría ser positivo.

—No me gusta el calor tampoco.

Yoongi acomodó a los niños sobre sus brazos, un año sin moverse más allá de algunos pasillos había provocado que su cuerpo se debilitase. Todo entrenamiento y fuerza previa había ido desapareciendo de su cuerpo con el paso de los días de encierro. Y sus tobillos… Por muy buenos que fuesen los sanadores que lo habían tratado, con el frío todavía le dolían como si los dientes del lobo que lo había mordido aquella noche en la que trató de tomar venganza, volvieran a estar bajo su piel. Así que la habitación soleada sería la opción más adecuada.

—Me quedaré con esta. La del piso superior.

Hoseok asintió, caminando a través del pasillo hasta llegar a la habitación que se situaba directamente a la derecha de la suya. Su casa constaba de cuatro habitaciones, dos baños y un salón con cocina además del despacho que a su vez funcionaba de librería. Había elegido esa cantidad de estancias porque algún día pretendía tener cachorros y era más que obvio que en su familia la cantidad de hijos que se tenían solía superar a la media de la mayoría de familias norteñas. Sus hermanos eran muchos pero sus sobrinos otro tanto. Él ya no podía contar con los dedos de la mano la cantidad de familiares que se reunían en el hostal durante el rito de invierno para honrar a la Diosa Luna.

En cambio, ese hogar continuaba vacío y Yoongi junto con sus cachorros serían los primeros en utilizar una de las habitaciones, por el momento bien preparada para recibir a invitados.

—Fíjate en si hay alguna cosa que no te guste o prefieras modificar. Podemos mover la cama y el armario para que la estancia sea más amplia, de ese modo podrás colocar la cuna cerca de la ventana…

—Está bien así. No necesito mucho para vivir, en las tribus ni siquiera teníamos todas estas cosas tan innecesarias.

Yoongi golpeó con el dedo índice uno de los caza ángeles de metal que descansaban colgados de la parte superior de la ventana e inclinó su cabeza con curiosidad cuando el sonido de las piezas de metal crearon bonitos sonidos para sus oídos.

—Me gusta esta cosa.

Hoseok sonrió, con el cuerpo apoyado contra el marco de la puerta y los brazos cruzados sobre su pecho.

—De momento no tendrás llaves de la casa. Siento tener que hacerlo de esta forma pero todavía no sabemos demasiado sobre tí y los líderes creen que el derecho a caminar libremente por los poblados de nuestra manada es algo que debes ganarte demostrando que quieres colaborar con nosotros en lugar de masacrarnos. Son medidas preventivas motivadas por todo lo que ha estado ocurriendo en los últimos tiempos, ya no confiamos en nadie. Siento que tengas que pasar por ello. Eres tan víctima como prisionero para nosotros pero no podemos arriesgarnos.

El guardián posó los ojos sobre el lobo de viento mientras veía como este caminaba alrededor de la estancia, atendiendo a los detalles de la amplia habitación. Al menos era una estancia con más intimidad de la que lo había sido la que ocupó en el hostal de sus padres, allí no tendría que lidiar con personas entrando y saliendo un par de veces al día. Tampoco tendría que ducharse casi con vehemencia para apartar los olores extraños de sus cachorros y de él mismo. Y con un poco de suerte empezaría a confiar un poco más en la manada de la Unión, si el destino estaba de su lado esos dos pequeños también lo harían.

El chico que ahora parecía inofensivo sosteniendo a dos bebés entre los brazos, era el mismo que había mantenido a la guardia norteña alerta durante una noche completa. El mismo que logró herir a lobos con un entrenamiento exquisito después de escaparse de las ataduras que el propio Hoseok había puesto en sus manos un año atrás. Desde aquel momento habían pasado muchas cosas pero desgraciadamente su caso no había avanzado en lo absoluto, como tampoco lo parecía haber hecho la investigación de lo ocurrido con las tribus.

—Por lo que a mí respecta, no me preocupa si decides intentar morder mi yugular mientras duermo porque estoy seguro de que no seré el que terminará lastimado si ocurre eso, pero ahí fuera hay muchas personas que probablemente no sabrán defenderse.

—No voy a morderte. Ni a tí ni a nadie, no si cumples la promesa que hiciste.

Hoseok carraspeó, sorprendido porque el chico hubiese sido el primero en tocar ese tema. Casi deseaba que se le hubiera olvidado pero era obvio que no, algo así no era sencillo de olvidar.

—Recuerdo tus palabras, así que deberías honrarlas. Me ayudarás a encontrar al responsable de lo ocurrido con mi familia.

—Lo haré. Y es hora de que empiece a trabajar en serio al respecto, eso puedo concedertelo.

Hoseok entró en la habitación y a pesar de obtener un gruñido de advertencia por parte del lobo, decidió caminar hacia este y posar las palmas de sus manos sobre la espalda de los cachorros.

—No lo haré únicamente por tí, sino también por ellos y por el resto de niños de las tribus que esperan poder regresar a su hogar. Por todos aquellos que murieron en esa masacre sin oportunidad de defenderse bien. Además, vas a ayudarme durante todo el proceso si así lo deseas. El que te haya sacado del hostal no es sólo una casualidad o algo provocado por las peticiones de mi madre para darte mayor libertad, mientras estés aquí serás informado de cada uno de los avances de la investigación. En menos de una hora saldré para formar un grupo de guardianes dispuestos a ayudar y después de eso la investigación comenzará oficialmente. De nuevo.

Yoongi dió un paso atrás para mantener la distancia con Hoseok. Aunque el guardián siempre había sido amable con él, no quería a extraños cerca de sus cachorros y eso incluía a cualquier lobo que no fuese parte de las tribus. Lo que le dejaba muy pocas posibilidades de movimiento en ese lugar.

—Espero que tus promesas no sean vacías de nuevo.

Hoseok negó, poniendo él también  distancia entre su cuerpo y el del lobo de viento.

—Espero lo mismo —carraspeó—. En fin, cerraré con llave cuando salga. Jimin usará el timbre de la casa un par de veces y después abrirá, de esa manera no te sentirás acorralado o atacado cuando alguien que no conoces bien entré en la casa. Cuando él sienta que es prudente ir contigo al bosque, empezarás a salir. Esos cachorros necesitarán comenzar a ver naturaleza y a conocerla pronto.

Yoongi no dijo nada, se limitó a mirar a Hoseok mientras este avanzaba hacia la puerta de la habitación.

—Siéntete libre de explorar la casa mientras tanto, aunque no es que haya mucho que explorar aquí. Está noche montaré la cuna para los bebés.

—Bien.

—Bueno… —Hoseok suspiró—. Aunque sé que no es tu hogar, espero que te sientas menos atrapado que en el hostal. Puedes hablar conmigo cuando lo necesites.

—Aja.

El guardián observó el reloj de su muñeca.

—Volveré al anochecer. Descansa y date una ducha si lo necesitas. Hay sábanas limpias en la cama pero puedes usar las que hemos traído del hostal si te resultan más confortables.

De nuevo, la respuesta de Yoongi fue un simple asentimiento y aunque Hoseok sabía que este no hablaba demasiado con sílabas pronunciadas, y él todavía no se acostumbraba a sentir que sus palabras se quedaban colgadas en el aire.

—Y no muerdas a Jimin.

—Yo no muerdo… Sin motivos.

Jimin usó el timbre de la casa de Hoseok al menos tres veces antes de decidirse a utilizar la llave que le había sido dada. A pesar de haberlo acordado de ese modo, todavía se sentía un poco como un intruso entrando de esa forma en una casa que no era la suya.

—¿Hola?—el omega caminó hacia el saloncito y olisqueó el aire hasta percibir en este el leve aroma a talco de los cachorros—. Voy a subir, probablemente me estás escuchando y supongo que Hoseok te ha mencionado que no deberías morderme. Casi matas a mi mejor amigo en una ocasión, así que toma esto como un enoooormeee favor de mi parte hacia tí. No seas malo conmigo.

Cuando Jimin llegó al piso superior, los ojos grandes y fijos del lobo de viento sobre su persona casi lo hacen tambalearse y caer por las escaleras tras dar un precipitado paso hacia atrás.

—Ahí estás tú. —una sonrisa nerviosa abandonó los labios del omega.

—No sé qué idea tenéis de mí pero no soy violento con nadie sin motivos que me hagan serlo.

Jimin asintió y entonces el silencio cubrió el pasillo de la casa mientras los dos se miraban sin saber bien qué decir.

—Soy Jimin, por cierto.

El lobo asintió.

—Te he visto antes en el hostal, mi nombre es Yoo..Yoo…Yoongi.

Al omega le resultó un poco divertido y un poco adorable que ese alfa todo ceñudo todavía no fuese capaz de pronunciar bien su nombre.

—¿Qué tal si empezamos a conocernos con un poco de lectura de por medio? Si voy a ser tu niñero, entonces al menos debemos llevarnos bien.

Por un instante el lobo pareció no estar dispuesto a contestar. ¿Niñero? ¿Hoseok esperaba que él tuviese a alguien cuidándolo y vigilandolo como si fuese un cachorro?

—¿Lectura?

—Sí, algo así como cuentos clásicos o similar. No sé si en las tribus os enseñan a leer pero podría ayudarte con la pronunciación de palabras y podrías aprender algunas historias para tus cachorros si te interesa. A los niños le suelen gustar esas cosas.

Yoongi miró hacia atrás, había dejado entre un nido de ropa a sus dos pequeños y ahora se sentía vacío por completo sin ellos entre sus brazos.

—Historias.

—Sí —Jimin sonrió—. Historias, de fantasía, romance o lo que más te guste. Leer es magnífico, te hará vivir mil aventuras sin tener que salir de esta casa y en tu caso eso va a ser de gran ayuda.

—Esa opción… Está bien.

Jimin dió un par de pasitos dudosos antes de finalmente acercarse del todo al lobo.

—¿Sabes leer algo?

El chico negó.

—Okay, entonces definitivamente empezaremos por cosas sencillas. Pero antes de eso sería bueno si me presentas a tus cachorros, respetaré la distancia y el espacio que me pidas que mantenga pero vamos a pasar el suficiente tiempo juntos como para que merezca saber sus nombres y algo sobre ellos como mínimo.

Aunque dudó, sus sentidos no apreciaban aromas con olor de maldad en el omega. Así que finalmente suspiró y asintió.

—Ven conmigo.

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Hiii!!

Perdonad la tardanza, Wattpad no parecía estar dispuesto a subir el capítulo y yo estaba hasta arriba de cosas que hacer así que son casi las 21:00 y por fin he logrado actualizar.

Espero de verás que os haya gustado este tercer capítulo. Oooh y necesito saber opiniones sobre Set Me Free de Jimin también 😍😍.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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